lunes, 2 de mayo de 2016

Asalto a Gurey. Te Rescataremos.

Autor: Jorge Blaqui

Mail: Jorge.pi.emi@gmail.com

5005 año terrestre. Tras las elecciones al gobierno en el universo, y con el objetivo de terminar con las guerras para conquistar los planetas habitados, el gobierno había llevado a cabo la propuesta del suero “WF”, Without Feelings.

La propuesta partía del hecho de que la avaricia y la ambición tenían un origen en las emociones de los distintos seres inteligentes del universo. Se había llegado a la conclusión de que, suprimiendo esas emociones, se llegaría a una sociedad y vida más utópica y pacífica.

Al principio solo los planetas más bélicos impusieron el suero “WF” para acabar con las guerras. Sin embargo, la efectividad fue tal, que pronto se les impusieron a los demás planetas del universo su uso, y para el año 5016 solo un diez por ciento de los planetas se negaba al uso del suero “WF”.

Las medidas propuestas por el gobierno ante la negativa de estos planetas fueron claras. Se le dieron dos opciones, el uso del suero o la destrucción del planeta en su totalidad.

Estos planetas, ante la amenaza formaron una alianza, los FFO. Prepararon juntos sus armas y se dispusieron a la guerra por la liberación de las emociones.

Blue Rose, o el “Ángel de Batalla” cómo ya era conocido entre sus fans, ya que al venir del planeta SS-CANCRI-E tenía un aspecto humanoide de corta estatura, belleza suprema y dos alas diamantinas y transparentes, como toda la masa del planeta del que procedía,  que le daban la habilidad de volar. Su cabello liso y oscuro, su sonrisa y la forma delicada de su cara le daban, junto a su siempre optimismo y buen humor, un aspecto algo infantil.

Pero su sonrisa no se mostraba ahora. Cuando dentro de la capsula de su armadura de combate miraba por el cristal a sus compañeros, preparados para un nuevo asalto, quizás uno de los más peligrosos.

Miró por un momento a su propia a su propia armadura. Estaba reluciente, le gustaba mantenerla en perfectas condiciones ya que cada uno tenía la suya personalizada. La suya, en concreto tenía un espacio adicional para sus alas a pesar de no ser mayor de 3 metros de alto y dos de ancho. La pintura rosa metálica que había elegido para esta se mantenía brillante, había recargado la ametralladora laser que colocaba en el brazo izquierdo, la finalidad de éste arma era que inutilizaba cualquier máquina u artefacto, pero al mismo tiempo no mataba, puesto que ellos no eran asesinos, solo dejaban una parálisis temporal en los seres vivos. Tenía un escudo en su brazo derecho de una aleación metálica resistente a cualquier tipo de impacto.

Los propulsores de las piernas y de la espalda habían quedado listos y preparados para el nuevo asalto. Recordó como siempre habían bromeado él y sus cuatro compañeros del grupo de asalto mientras preparaban sus armaduras para el combate. Esa vez solo eran cuatro en total, y no había oído ni una sola palabra.

Volvió a los demás mientras la nave los acercaba a su destino de combate. Justo en el medio de las cinco armaduras, a la derecha de la de Blue Rose, estaba la roja de Mountain R, el comandante del grupo. Venía de la tierra, y era un guerrero fuerte, con ojos rasgados y pelo castaño. Normalmente era divertido estar con él, pero ahora, solo estaba pensando en rescatar a Alcón B, como todos.

Darkull era el cuarto miembro de asalto. El provenía de PSO-J218.5-22, también conocido como “El Planeta Agujero Negro”. Este planeta fue el origen de una nebulosa negra que giraba alrededor de un cuerpo muy denso de gran tamaño.

Debido a las condiciones de este planeta, Darkull era un miembro muy sensible a la luz. Nadie lo había visto sin su traje metálico oscuro que cubría cada milímetro de su piel. Sus gafas también oscuras, pues cualquier ápice de luz podría acabar con su vida.

El último miembro era Netsu, del planeta 2EI, cuya superficie no podía ser abordada por cualquier ser vivo que no tuviera origen en este, pues estaba cubierta de un hielo ardiente que derretía cualquier material.

Netsu como todos los Eineros, era considerado cómo irresistible. Nunca nadie se había podido resistir a su atractivo, ni si quiera otras razas eran impasibles ante su belleza. Todo este planeta estaba en contra del uso del suero, pues este los hacía inmunes al atractivo de los Eineros.

La nave llego a la órbita del planeta Gurey, sede de la base científica del desarrollo del suero WF. Dónde habían llevado a Alcon B tras su captura. La alarma de proximidad a las defensas orbitales del planetas resonó en toda la nave y desde una pequeña pantalla dentro de las armaduras salió la imagen de Treko, habitante de SS-CANCRI-E cómo Blue Rose y líder de la FFO.

- Comandante Mountain, le ruego que detenga este ataque suicida. Todos lamentamos la pérdida de Alcon, pero no podemos hacer nada por él – La voz sonó con una especie de súplica severa, pero no era una orden.
- Uno de los motivos por los que pertenezco a la resistencia es por la libertad. Libertad de hacer lo que creo y siento que es correcto – Declaró Mountain con su voz firme. Se notaba por sus palabras que estaba  completamente decidido lo que iba a hacer – Mi grupo de ataque es libre de acompañarme o no, pues no les voy a ordenar que libren una lucha que no quieren. Pero mi corazón me dice que debo luchar por Alcon, no lo voy a abandonar.

Durante un segundo, la mente de Mountain se llenó de los recuerdos de esa batalla. Habían conseguido que su armadura lo expulsara de su interior con una nueva frecuencia de mando. Estaba en el suelo a un lado y rodeado de los soldados del gobierno. No tenía ninguna esperanza de escapar, y sin saber cómo, Alcon apareció delante de él. También estaba fuera de su armadura, pero él si tenía recursos para enfrentarse a los soltados.

De una de sus partes robóticas, Alcon sacó un arma laser que empezó a disparar contra los soltados, cubriendo la retirada mientras los dos se ponían a cubierto detrás del escudo de su armadura.
Recordaba como Blue había llegado volando majestuosamente con sus alas diamantinas y se lo había echado a la espalda con insultante facilidad.

<< ¡ALEJAOS DE AQUÍ!>> Gritó Alcon cuando una granada sónica cayó justo a su lado dejándolo sin conocimiento.

Mountain nunca había abandonado a uno de sus soldados en el campo de batalla. Pero Blue lo había obligado a marcharse por su vida cargando con él, y ahora Alcon estaba encerrado y sometido a cualquier tipo de experimentos por su culpa.

- En ese caso, os deseo suerte.

Hubo un impacto contra la nave haciendo que ésta se contrajera con un corto temblor. La comunicación se cortó en ese preciso instante y por los altavoces sonó una voz de alerta.

<<Las defensas orbitales están activas. Ataque inminente>>.

La trampilla central de la lanzadera empezó a abrirse lentamente. Hubo un nuevo impacto contra la nave y las armaduras empezaron a ser lanzadas en ese momento.

La primera en salir fue la de Mountain R, que activó los propulsores en el momento en que se encontró fuera y se lanzó directo contra las naves de defensa orbital, que no paraban de lanzar sus misiles anti naves contra él.

En el interior de la armadura, Mountain estaba moviendo las manos por los distintos botones, haciendo que el escudo le protegiera de un impacto directo con un misil que le hizo retroceder. El siguiente misil lo paró el escudo de Blue Rose antes de que impactara contra el cabezal central de la armadura de Mountain.

Los dos cruzaron una mirada y asintieron una sola vez. La estrategia estaba ya decidida con ese instante de consensuación. Blue rose activó los propulsores laterales haciendo que su armadura volara en espiral alrededor de la de Mountain. De esta forma, el sistema de dirección de los misiles que disparaban quedaban inutilizados por el giro de la armadura, y todos iban a parar al mismo blanco, la nave de Mountain, quedando en el centro de la espiral que producía el giro de Blue Rose y chocando unos con otros sin llegar a dañarles.

Finalmente, Mountain alcanzó la nave principal de la defensa orbital y disparó con su arma directamente al panel emisor de energía inutilizándolo. Las tres armaduras restantes se unieron a él cuando la nave empezó a acercarse cada vez a más velocidad al planeta incapaz de mantener ahora la órbita habiendo quedado inutilizada.

- ¡Sujetaos bien! – Ordeno Mountain haciendo que su armadura se aferrara al casco de la nave abollando este para sujetarse – Seguiremos según él plan.

- ¡Sí! – Contestaron los demás al unisonó haciendo que sus naves se agarraran de la misma forma al casco de la nave.

Pocos segundos después la nave atravesaba la atmósfera del planeta acelerando cada vez más y más. Todos sabían su cometido, estaban preparados y sujetos esperando la orden de Mountain R que miraba hacia el planeta con los ojos entrecerrados esperando el momento oportuno.

- ¡YA!

Todos activaron a la vez los propulsores de sus armaduras y soltaron la sujeción al casco de la nave, quedándose suspendidos en el aire en formación de semicírculo.

La nave terminó hecha añicos contra la superficie de Gurey. Los cuatro miraron el cráter en mitad de un desierto rocoso dónde solo crecían algunas plantas de secano típicas del planeta, ninguno reaccionó durante un par de minutos eternos.

Blue Rose fue el primero en realizar un movimiento. Sabía cuál era el plan e hizo que su nave avanzara la primera hacia el Este de aquel planeta. La posición en el mapa interno de la armadura le indicaba que por allí se encontraba el centro de investigaciones y desarrollo del gobierno.

Los demás se unieron a él en su formación de punta de flecha. Se había decidido que la punta fuera Blue Rose ya que era el único que podría huir incluso si su armadura caía. A sus lados estaban Netsu y Mountain, con Darkull a la cola.

- Ya nos deben de haber localizado. Tened los ojos abiertos – Fue el aviso de Mountain R.

- Seguro que han activado ya alguna defensa contra nosotros – Contestó Blue Rose.

Los tres avanzaban por el desierto rocoso, cuyo límite no alcanzaban a ver aún, y bajo la luz de 54.67.5, la estrella del planeta con doble núcleo que le será de gran ayuda. Después de unos kilómetros, las naves iban perdiendo velocidad, pues esta iba equilibrada a la energía que gastaban. Pero gracias a las células fotosintéticas que poseían pronto la radiación de la estrella las empezó a recargar.

Después de una hora de viaje, ya divisaban el centro de investigaciones. Unos edificios de color marrón grisáceo de las rocas del desierto por el que habían estado volando. A un lado tenían un lago de solo unos cuantos kilómetros cuadrados de superficie, y algunas naves en una especie de pista de aterrizaje.

- Listos para el asalto – Gritó Mountain R olvidando su plan y dejando se llevar.

Aceleró la nave hasta ponerse en cabeza. Los demás se quedaron perplejos y cambiaron su formación de ataque dejando la punta a Mountain. Comprendieron al momento que Mountain se había dejado llevar demasiado por su humanidad. Si no conseguía concentrarse en el ataque, no iba a salir bien.

En el centro de investigaciones la alarma empezó a sonar, pero ninguno reaccionó de forma impulsiva, ninguno sentía miedo. Siguieron con sus actividades como estaba programado y con calma.

El director del laboratorio, Truk. Estaba en la zona informática mirando las pantallas de grafeno que había a su alrededor y en las cuales trabajaban sus subordinados.

- ¿Cómo va el nuevo prototipo? – Preguntó con la más absoluta pasividad.

- Listo para el contraataque – Contestó uno de estos mientras pasaba sus dedos recubiertos por un metal azulado sobre la pantalla.

En la pantalla de pronto apareció un exoesqueleto metálico del cual salieron algunas indicaciones sobre las características de cada una de sus partes. Tenía armas extensibles en brazos y piernas, fuente de alimentación fotosintético en el pecho y propulsores en espalda, piernas y manos.

- Lancémoslo entonces y comprobemos su efectividad.

- Lanzando Brust – Contestó entonces mientras pulsaba algunas partes de la pantalla.

El escuadrón de batalla estaba aterrizando en la pista. Habían disparado sus laser inhibidores de energía a todas las naves ya y ahora habían formado un círculo, espalda contra espalda vigilando la retaguardia de todos.

- Esto es muy raro Comandante, no están apenas oponiendo resistencia – Dijo Netsu que estaba de cara al hangar y ya había terminado de disparar hasta a la última nave.

- Comandante, deberíamos avanzar a por Alcon – Dijo entonces Blue Rose – Yo me adelantaré al edificio, si voy corriendo llegaré antes.

Mountain miró hacia la puerta del edificio principal. La poca batalla que habían presentado le daba mala espina, pero al mismo tiempo, había hecho que se concentrara otra vez en su plan de ataque otra vez y ahora valoraba el riesgo que implicaba entrar.

- Comandante, voy ya – Anunció Blue Rose comenzando a abrir la compuerta de su armadura para salir de su interior.

Esta ya estaba abierta cuando de lo más alto del edificio un rayo alcanzó la armadura y esta dejó de responder.

Los tres se alejaron de la armadura de Blue Rose y miraron hacia la procedencia del rayo. Había una sombra no mucho más grande que ellos a la que no podían distinguir bien. El escáner de la armadura les daba una lectura claro de que aquel cuerpo era entero de metal.

Mountain se giró hacia la armadura inerte de Blue Rose

- ¿Blue? ¿Estás bien? – Gritó Mountain desde el interior de su armadura, pero no obtuvo ninguna respuesta.

En el interior de su armadura, Blue Rose  estaba luchando por salir a través de la trampilla que había quedado solo entreabierta. El rayo que le había alcanzado había tenido un efecto similar al que tenían sus propias armas y ahora golpeaba la trampilla con las piernas intentando salir.

La sombra en lo alto del edificio volvió a lanzar varios rayos a la vez hacia ellos tres. Netsu y Darkull fueron lo suficientemente rápidos y se refugiaron detrás de sus escudos. Mountain en cambio se había lanzado hacia la armadura de Blue Rose y ahora lo podía ver a través del cristal luchando por salir.

- Blue, ¿por qué no contestas? – Gritó por el trasmisor de la nave, pero otra vez no obtuvo respuesta.
Puso él también el escudo en alto para protegerse de los rayos que le estaba disparando  la sombra.

- Blue ¿es que no me escuchas? – Volvió a gritar mirándole.

Blue que ahora le había visto por el cristal puso una mano en el micrófono y sacudió la cabeza de un lado a otro, y luego señaló hacia la trampilla y volvió a dar un golpe con la pierna intentando abrirla. Mountain captó el mensaje. Movió la mano de la armadura hacia la trampilla y la arrancó.

Blue salió a toda prisa de la armadura y desplegó las alas. La luz de la estrella se reflejó en esta con intensidad. Las movió un par de veces e hizo que el reflejo se lanzara contra la sombra quedando esta al descubierto.

Era una especie de androide blanco con dos armas laser que se le extendían por los hombros. Estaba demasiado lejos como para distinguirlo con claridad, pero, parecía que ese metal blanquecino del que estaba hecho, era impenetrable.

- Tened cuidado. Lo que dispara inutilizará vuestras armaduras – Elevó la voz Blue para hacerse oír por encima de los impactos de los rayos.

No esperó ninguna respuesta, pues desde dentro de la armadura no se iba a oír, y su transmisor ya no funcionaba. Se acercó a su armadura y cogió el arma con un brazo. Esta era pesada pero él la sostenía con las dos manos haciendo que pareciese fácil llevarla. Agitó las alas y se elevó del suelo apuntando con el arma hacia el androide.

El primer disparo de Blue inutilizó su arma del hombro derecho.  El androide entonces se elevó con los propulsores de los pies y se acercó hasta Blue Rose con gran rapidez lanzando un puñetazo con el brazo derecho. Blue consiguió esquivarlo en el último segundo. Movió las alas alrededor de sí mismo haciendo una caída en espiral en picado.

Netsu fue el primero en reaccionar y apartó el escudo comenzando a disparar al androide aprovechando la distracción que había conseguido Blue.

- ¡Atacad! – Gritó Mountain tras los primeros disparos de Netsu.

Darkull y él apartaron entonces el escudo y se unieron en la ofensiva a Netsu.

 Los primeros disparos fueron una lluvia de rayos que tanto Blue Rose como el androide esquivaban como podían. Blue se apartó de la trayectoria aprovechando que tenía el arma disparó hacia el androide inutilizándole el arma del hombro restante.

Cuando vio desplomarse la segunda arma. Blue comenzó un descenso hacia el suelo sin dejar de apuntar al androide.

- ¡Blue lo ha hecho! – Gritó Darkull continuando con los disparos hacia el androide.

 - Continuad con el ataque. Blue y yo vamos a ir a por Alcon.

- Si Comandante – Contestaron Netsu y Darkull a la vez.

Mountain entonces abrió la compuerta de su armadura y salió de ésta alejándose de la batalla en dirección a Blue, que le cubría la retirada apuntando hacia los lados, pero no apareció ningún otro atacante.

Mountain llegó corriendo a la puerta del edificio y, sin pararse, tomó impulso golpeándola con una pierna abriéndola de par en par. Blue llegó tras de el con la ametralladora entre las manos y puso las alas a su espalda vigilando por los laterales del pasillo que se había abierto ante ellos.

- Están poniendo poca resistencia. Tienen que tener otra arma secreta. – Avisó Blue sin alzar apenas la voz.

- Me he dado cuenta, pero tenemos que encontrar a Alcon – Contestó Mountain y se lanzó a la carrera por el pasillo otra vez.

Blue intentó detenerlo, pero tenía las manos ocupadas. Solo pudo salir a la carrera tras de él. Cuándo solo habían dado unos pasos de las paredes se despegaron varias ametralladoras contra ellos.
Blue tuvo el tiempo justo de poner sus alas alrededor de los dos. Mountain quedó paralizado por las alas de blue mientras las balas impactaban en estas sin hacerle una sola muesca a su plumaje diamantino.

- Mountain, tienes que concentrarte en el Plan. No puedes lanzarte porque es posible que no pueda llegar la próxima vez – Blue le dirigió una mirada de reprocho mientras sacudía la cabeza – Entonces no solo perderás tú, perderemos todos.

Mountain le sostuvo la mirada con el ceño fruncido mientras sacudía la cabeza. Blue tenía razón, además le había salvado la vida. Tenía que volver a centrarse para poder rescatar a Alcon B.

- Tienes razón.

Los dos asintieron mirándose y aguardaron durante un par de segundos hasta que las balas se terminaron y las metralletas quedaron inutilizadas.

Blue retiró sus alas otra vez a su espalda y miró a su alrededor. Del techo había varias cámaras ovaladas que los seguían con cada movimiento que hacían. Cargó su arma y fue una a una disparándolas.

- Avancemos ahora con cuidado. – Ordenó Mountain.

Los dos empezaron a caminar lentamente por el pasillo vigilando sus costados mutuamente. Blue iba disparando cada cámara que veía antes de que los enfocara mientras avanzaban por el interior del edificio.

- Señor, se están acercando demasiado.

La voz tranquila de uno de los trabajadores sacó a Truk de sus pensamientos. Había estado atento a la lucha entre el androide y los miembros del escuadrón desde el principio.

- ¿Y qué más da? No van a conseguir nada – Contestó sin apartar aun la vista de la pantalla que reproducía la batalla.

- Está bien señor.

En el exterior, el androide había vuelto a posarse en el tejado y había golpeado en este arrancando un trozo de muro que había puesto para cubrirse. Se arrancó las dos armas de los hombros y activo las de sus piernas. Retomó el vuelo con los propulsores de las manos y la espalda y se puso justo sobre las dos armaduras esquivando los rayos que le disparaban.

- Tiene más armas – Avisó Darkull a Netsu por el trasmisor volviendo a cubrirse con el escudo.

- Es una caja de sorpresas – Contestó Netsu cubriéndose también con el escudo.

– Si esto continua así no aguantaremos mucho. Espero que Blue y Mountain consigan sacar a Alcon rápido de ahí.

El androide empezó a dispararle desde lo alto. Se movía de un lado a otro disparando, dejando el tiempo justo de reacción a Darkull y Netsu, que tenían que cubrirse y esquivarlos o no tendrían otra oportunidad, ahora sin Mountain y Blue, estaba todo muy igualado, a pesar de ser dos contra uno.

Mountain y Blue habían evitado ya algunas trampas, seguramente mortales, gracias a las impenetrables alas de Blue, y ahora ya estaban en el laboratorio central. Frente a ellos todos los guardias de seguridad armados les apuntaban directamente.

Blue apenas tuvo tiempo de reaccionar para cubrirlos a los dos y una de las balas le había rozado su brazo antes de que las dos alas los envolvieran a los dos. Mountain miró su brazo mientras Blue se lo sujetaba con un gesto de dolor. Arrancó un trozo de su camiseta mientras miraba a Blue a los ojos.

- Si hay tantos guardias aquí, significa que estamos cerca – Le dijo tratando de tranquilizarlo mientras envolvía la herida con su camiseta.

- ¿Cómo vamos a pasar por encima de tantos guardias? – Susurró Blue mirando a través de sus alas la cantidad de Guardias que había, y que ahora habían dejado de disparar y ahorraban balas – Es imposible que disparemos a través de mis alas y si las retiro nos matarán.

- Lo sé – Se limitó a contestar Mountain mientras miraba pensativo a los guardias – La única forma de pasar es matándolos.

Los dos se miraron durante un momento. Blue sabía a lo que Mountain se refería, pero no era algo con lo que estuviera de acuerdo. Ninguno de los dos era un asesino, ellos habían sido los primeros en coger las armas aturdidoras y dejar las armas mortales. Sin embargo, no se encontraba en una situación en la que tuviera muchas más opciones.

- Cuando cuente tres – Susurró Mountain acercándose a Blue poniéndose delante de él – Por si acaso deja que yo te cubra – Le miró por el rabillo del ojo y los dos asintieron al mismo tiempo – Un… Dos… Tres.

Blue echó a Mountain al suelo para protegerlo y estiró las alas mientras se inclinaba en un ángulo de 90 grados y giró lo más rápido que pudo. Sus alas afiladas como cuchillos alcanzaron a todos los guardias que los rodeaban antes si quiera que pudieran reaccionar, y estos quedaron hechos tiras.

- ¿Por qué has hecho eso? ¿No te das cuenta de que podrían haberte matado? – Le gritó Mountain poniéndose en pie señalándole – No vuelvas a desobedecer.

- Comandante – Le contestó Blue con tranquilidad – He hecho lo que he creído correcto. Tú sabes que no desobedezco nada más que las ordenes sin sentido.

- No era una orden sin sentido – Le siguió gritando – Tú eres el único que puede sobrevivir aquí dentro, de no ser por ti yo no seguiría vivo. Así que si tú mueres la misión habrá fracasado. No vuelvas a desobedecer.

Blue asintió levemente y terminó mirando hacia abajo con sus alas manchadas de sangre ahora a la espalda. Mountain se agachó y cogió un par de las armas que habían dejado los guardias y se las colgó a la espalda, dejando una entre las manos.

Los dos se acercaron hasta la puerta, que creían los separaba de su amigo y la atravesaron. Entraron en una sala en la que había cinco personas trabajando en las pantallas de grafeno y un hombre sentado justo en el centro de ellos.

Ninguno se alteró ante la entrada de ellos en la sala, seguían con su trabajo como si nada hubiese pasado.  Mountain disparó un par de veces al aire, pero la situación continuó siendo la misma.

- No reaccionan – La voz de Mountain fue de asombro. Tenía los ojos abiertos de par en par y los miraba a todos incrédulo.

- Es el suero – Susurró Blue mientras apuntaba a una de las pantallas y disparó a una inutilizándola.
Truk se giró hacia ellos y puso las manos la una contra la otra asintiendo. Mountain esta vez apunto a Truk mirándole serio.

- ¿Dónde está Alcon? – Elevo algo la voz.

- No hace falta que grite. Debo darles la enhorabuena porque no pensé que llegaríais tan lejos – Su voz seguía sonando fría, tranquila.

- He dicho que ¿dónde está Alcon? – Gritó esta vez con más fuerza.

Truk esta vez se encogió de hombros y señaló la pantalla en la que se reproducía la batalla que había en el exterior, dónde Netsu estaba ahora en el aire disparando al androide, quién se esforzaba en esquivarlo con cada vez más dificultad, a la vez que seguía  disparando a Darkull que estaba refugiado tras el escudo.

- Si cualquiera de tus compañeros le da con su arma a su cuerpo, tu amigo morirá.

Mountain se quedó paralizado. Todo el tiempo habían estado luchando contra Alcon B. Se sentía humillado, furioso. Alzó su Arma hasta apuntar a la cabeza de Truk y entonces disparó.

Blue Rose se quedó paralizado al ver cómo después, Mountain disparaba uno a uno a los que controlaban las pantallas de Grafeno y salía corriendo hacia el exterior.

Esta vez no se activó ninguna trampa por el pasillo, no había nadie para hacerlo. Avanzó cada vez más deprisa hasta llegar al exterior dónde todavía se libraba la batalla.

Cada vez estaba más claro que el androide estaba en desventaja. Netsu había disparado y había alcanzado a una de sus armas en las piernas. El androide se movía ahora confuso y dubitativo, parecía que algo iba mal en él.

- ¡PARAD! ¡DETENED EL ATAQUE! – Gritaba Mountain mientras agitaba los brazos arriba y abajo corriendo hacia su armadura.

Pero entre todos los disparos, ni Netsu ni Darkull estaban oyendo las órdenes de su comandante.
En el cielo, el androide recuperó su consciencia. Vio a Mountain corriendo a su armadura, y se dirigió hacia él esquivando los disparos. Se puso frente a él y se quitó la parte de metal que cubría su cara.

Mountain había conseguido subir a su armadura y los dos se miraron sonriendo. Entonces, Netsu disparó a la espalda del androide preocupado por el ataque inminente hacia su comandante.

Cuando se produjo el impacto, Alcon B cayó derrotado al suelo. Muerto.

- ¿QUÉ HABÉIS HECHO? – Gritaba Mountain desde su armadura – ¡Era Alcon! ¡Le habéis matado! – Seguía gritando mientras salía de la armadura y se acercaba a su amigo que yacía inerte frente su armadura.

Netsu y Darkull bajaron al momento también de su armadura y se acercaron. Los dos se pusieron de rodillas en el suelo mientras las lágrimas caían por sus mejillas.

- Vamos Alcon – Decía Mountain mientras lloraba y sujetaba su cabeza – No puedes dejarnos así, no puedes hacer esto.

Darkull se acercó hasta Mountain aún de rodillas y colocó la mano sobre su hombro tratando de reconfortarle, pero Mountain se lo sacudió de encima sacudiendo la cabeza.

- ¡DEJADME! ¡ESTO HA PASADO POR VUESTRA CULPA! – Les gritaba a los dos desconsolado.

Los tres permanecieron quietos alrededor de su amigo caído llorando, guardando silencio por su gran compañero, insustituible.

Ninguno levantó la cabeza. Ninguno sabría decir que pasó en verdad. Solo que Blue Rose salió del centro con un gesto de tristeza y se acercó hasta ellos.

- Es hora de regresar a casa – Dijo al acercarse a ellos.

- No voy a volver sin Alcon – Dijo Mountain sujetando el cuerpo de su amigo.

Blue Rose se acercó hasta el cuerpo inerte de Alcon y lo sujetó entre sus brazos pegándolo a su pecho. Desplegó las alas y los miró a los tres.

- Yo lo llevaré.

- ¿Estás loco? – Le gritó mirándole con el ceño fruncido. No esperaba que hiciera eso.

- No lo estoy, pero no podemos quedarnos aquí – Le miró con los ojos llenos de dolor.

Mountain se quedó callado ante su mirada. Los demás se limitaron a asentir y se montaron otra vez en sus armaduras. Blue retiró el metal blanco que cubría el cuerpo de su amigo y lo dejó en el suelo.
 Volvió a sujetar con fuerza el cuerpo de Alcon y agitó las alas una sola vez elevándose en el aire.

Mountain tardó unos segundos, pero finalmente también volvió a su armadura y las tres despegaron con un leve rugido.

Blue alcanzó la atmósfera y pulsó un botón de su traje y le recubrió un pequeño traje metálico y un casco de un cristal negro grueso. Siguió volando hasta salir de la órbita del planeta seguido por sus compañeros.

<< Esta guerra tiene que terminar >>. Fue lo último que pensó antes de entrar otra vez en la nave que los había llevado hasta ahí.