miércoles, 24 de enero de 2018

LO MÁS COMÚN PUEDE SER PERFECTO. CAP 11 - Lo he admitido ¿Ya es tarde?

Leo prestó atención a cada palabra que salía desde la boca del mayor. Pero seguía sin saber porque había sido capaz de hacer eso. Desde que era pequeño había soñado con el momento en el que alguien le dijera que le amaba. En su imaginación, todo era muy bonito, sería en un lugar especial, los dos se iban a mirar a los ojos y estarían sonriendo. Quizás el escenario cambiaba de una vez a otra. A veces era en primavera, junto a un campo de margaritas, otras veces era en verano, al atardecer mientras miraban hacia el mar, y otras veces era invierno, mientras paseaban bajo la nieve. Pero nunca se hubiese imaginado que el primer te amo que iba a escuchar, iba a ser mientras estaba encerrado en un baño, y que se lo iba a decir, la persona que le había hecho daño.

Quería reunir suficiente valor para decirle todo esto. O incluso para poder decirle que el también le amaba, pero sin saber porque, no se encontraba ni con animo ni con fuerzas. Todo lo claro que había tenido sus sentimientos por Lucas, y como todo se había destrozado en una tarde. Aun no era capaz de asimilarlo.

- Lucas - Volvió a sonar la voz de Leo, pero el contrario no supo si sonreír o temerse lo peor.

- ¿Sí?

- ¿Me has hecho daño porque estás enamorado...? -Consiguió preguntar, aunque su última palabra fue una especie de quejido mientras contenía una serie de lágrimas que luchaban por salir de sus ojos. No, estaba claro que ese no era su sentimiento más fuerte, hasta él podía darse cuenta de ello- No... No estás enamorado. Soy tu juguete, eso es lo que soy. Cuando alguien está enamorado no hace daño, cuando está enamorado quiere cuidar a esa persona. Yo te estaba cuidando de ti.

Lucas presionaba los labios el uno contra el otro sin moverse. Aun tenía la espalda pegada a la puerta mientras escuchaba atento lo que decía. Se estaba temiendo que pudiera tener razón, y solo había puesto una escusa bonita para justificar su horrible acto. Pero aun así, él estaba seguro de que estaba enamorado de Leo, le había costado admitirlo.

- Leo, quizás tengas razón. Pero te quiero cuidar porque te amo entonces. - Se puso en pie sin perder vista a la puerta mirándola y sujetó el pomo intentando abrirla- Soy posesivo... Hice una apuesta con Yusuke, el quería conquistarte y la verdad, la idea hacía que todo mi interior ardiera. No puse contenerme ¿vale? Tenía que dejar constancia de que eras mio, no quiero que se acerque a ti jamás.

Sin darse cuenta, Lucas estaba alzando la voz, asustando al pobre Leo que  pensaba que su mensaje no lo había pillado. Leo le había querido decir que le amaba, que él le quería cuidar. A veces Lucas era demasiado egocéntrico y no se daba cuenta de las sutilezas. Pero cuando le oyó gritar, se volvió a asustar. ¿De verdad le amaba? ¿Amaba a este Lucas? ¿Le había estado mostrando otro Lucas? No, esto es como era siempre, solo que, estaba pensando en otras cosas y justificando sus horribles acciones.

- Leo - Terminó suspirando al darse cuenta de que estaba gritando- Mi carácter no es el mejor pero, de verdad quiero cuidarte. ¿Alguna vez te he mentido?

-No - Le hubiese gustado sonar con más seguridad. No tan débil como se sentía en ese momento. Aunque sabía que Lucas le había causado esa situación, estaba necesitado de que le abrazara y le protegiera. Era el único dispuesto a eso, y empezaba a necesitarlo con toda su alma.

- Abre la puerta - Le pidió respirando hondo y después se mordió el labio inferior. Si quería que todo empezara a mejorar tendría que tomar el la iniciativa de cambiar - No es una orden. A partir de ahora, no te voy a obligar a hacer nada. Te lo prometo.

Leo estaba escuchando y apoyó una mano en la puerta mientras se iba incorporando lentamente. Sentía su cuerpo aun dolorido y pesado por lo que acababa de pasar, además, se sentía todavía algo inseguro con Lucas. ¿Sería capaz de darle la oportunidad?

- ¿Cómo sé que es verdad Lucas? -Terminó susurrando poniéndose en pie. Puso la mano cerca del pestillo que mantenía a Lucas alejado de él.

- Confía en mi - Suspiró Lucas empezando a darse cuenta de que, tendría que volver a ganarse la confianza de Leo - Firmaré un contrato si hace falta. Solo sal y deja que te bese una vez.




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