Yusuke estaba en la puerta del apartamento de Lucas cuando recibió el mensaje. Estaba molesto al ver como le estaba cancelando la cita, y además, podía oírse risitas en el interior de la casa, dónde Leo y Lucas estaban juntos.
<<Qué molesto>>.
Yusuke no terminaba de entender esos sentimientos que tenía. Se apoyó con la espalda en la pared. No quería que Lucas se fijara en Leo. No quería que después de tanto tiempo en esa especie de relación con él, ahora de la nada se fuera con el otro.
Después de todo, nadie había hecho por Lucas, lo que hacía él. No quería que otro le sustituyera.
Antes de que Lucas se diera cuenta de que estaba ahí, decidió que lo mejor sería marcharse. Llamó al ascensor y se metió dentro mientras pensaba en como contraatacar, si Lucas pensaba que se había librado de él, estaba equivocado.
Después de haber intercambiado sus regalos, Leo y Lucas se vistieron para su cita de San Valentin. Aunque Lucas no estaba acostumbrado a ellas.
Si es cierto que como escritor, tenía imaginació nde sobra para una cita romántica y bonita junto con Leo, en sus novelas las había descrito en repetidas ocasiones. Pero, enfrentarse a uan cita real, era otro cantar. Le hacía ponerse muy nervioso.
Leo se había vestido de una forma bastante causal. Había cogido unos pantalones vaqueros algo rasgados por las rodillas, una camiseta de manga larga color negro, pero que no se veía cubierta con una sudadera azul con un gorro de orejas de gato, y un dibujo de un corazón en el pecho. Vestía de forma algo infantil, pero le sentaba realmente bien.
Por el contrario, Lucas se había puesto una camisa blanca, unos pantalones negros que se ajustaban a sus piernas y una americana gris, que le hacía tener un aire sensual y elegante.
Leo se quedó sin palabras al ver a Lucas, pero, de forma más inesperada, también Lucas se había quedado sorprendido al ver a Leo. Su cara aniñada y algo andrógena, tenía un brillo especial, al igual que sus jos, que tenían una luz inigualable, ahora irradiaban confianza.
Los dos, sorprendidos, se quedaron mirandose el uno al otro durante unos segundos en silencio. Hasta que Leo, con una sonrisa tierna se aceró a Lucas.
- ¿De - debería arreglarme más? - Dice mientras pasaba una mano por la sudadera que llevaba puesta- Tu vas muy elegante.
- Vas perfecto Leo - Lucas tomó con las manos la cintura de Leo y le dió un pequeño beso en los labios. Su sonrisa no se borraba del rostro, el tener tan cerca a Leo, el tenerlo sonriendo y arreglado solo para él, era un sueño hecho realidad.
- Entonces, ¿a donde vamos? - preguntó con una sonrisa apoyando las manos en el pecho de Lucas, que se quedó pensativo.
En su interior, lo que quería era quedarse en casa. Abrazar a Leo y besarle, quedarse a su lado y poder estar disfrutando de su aroma. Pero quería también salir y hacer algo más animado, no quería que Leo pensara que solo lo quería para tenerlo en casa.
Se dió cuenta también, que antes le hubiese gustado lucir a su novio. Enseñar que era su novio y poder estar a su lado en todos sitios. Pero ahora, al ver ese nuevo aire irresistible que tenía, sentía por primera vez miedo a que se lo pudieran quitar. Se dió cuenta, de que tenía cierta inseguridad, y dudas.
- ¿ Al acuario? - Dijo finalmente. Pues en verdad le parecía un sitio oscuro donde nadie se fijaría en Leo y también podría disfrutar de estar pegado a él - Podemos ir de viaje. Sé que es muy repentino, pero no me importaría hacerlo a una cabaña rural en mitad de la sierra dónde esquiar.
Leo terminó riendo. Se estaba dando cuenta de que estaba hablando de citas que ya había hecho en sus novelas. Citas muy caras y que hacía cuando quería que la pareja viviera momentos de en sueño, pero el, estaba pensando en cosas más sencillas, cosas menos fantasiosas. Se dió cuenta por primera vez, que era posible que Lucas nunca hubiese tenido una cita con nadie. Le pareció tierno y no pudo evitar soltar una risa amable.
- ¿Lucas, no será tu primera cita? - Terminó preguntando mientras le dedicaba una sonrisa.
Lucas le miró alzando una ceja algo nervioso. Quería permanecer impasible ante la mirada de Leo inquisitiva e inocente, contra la que perdió. Tuvo que girar la cabeza a un lado algo avergonzado.
- ¿Lucas? - Insistió Leo. Se mordía el labio inferior y le tiraba ahora un poco de la camiseta tratando de llamar su atención.
- Está bien - Terminó Lucas mirando a un lado, tratando no mirarle a los ojos - Es mi primera cita - Termino con un largo suspiro, no quería que eso le afectara pero lo hacía - Nunca antes me había gustado alguien como para pedir una cita.
Leo le sonrió y le tomó de la mano. Le tomo de la mano con ternura de ver a Lucas nervioso por primera vez. Se puso de puntillas y le beso lentamente en los labios para después se pararse de forma algo tímida.
- Entonces, vamos a ir juntos a comer algo dulce y luego a ver animalitos a las tiendas - Le toma de la mano para andar hacia la puerta- Pero invitas tú Lucas.
Lucas le seguía, tomando su mano con algo de fuerza para asegurarse de que tanta felicidad era real. La sonrisa tímida y cálida que se le había dibujado a Leo mientras andaban hacia fuera de la casa, era real también. Estaban felices juntos, por primera vez, y todo iba bien.
Salieron del apartamento sin decir ni una las palabra, no lo necesitaban, ahora estaban cogidos de la mano disfrutando del contacto que tenían su piel. Se subieron en el ascensor y los Leo pulsó el botón de la planta baja.
- ¿No quieres que vayamos en coche? - Le dijo Lucas al ver el botón que estaba pulsando mientras el ascensor hacía su recorrido hasta abajo.
- Es mejor ir andando - Susurra mientras movía la cabeza de arriba abajo - Así, puedo sostener tu mano.
Leo le miraba sonriendo y las puertas del ascensor se abrieron. Esa picardia y seguridad que ahora notaba en Leo, hacia que Lucas perdiera en cierta forma el control sobre si mismo. Le tomó de la barbilla y le besó en los labios intensamente antes de salir del ascensor.
- Entonces, será mejor que traiga un abrigo - Miró al ascensor otra vez y entró en el - ¿Me esperas aquí?
- Claro - Se sonrió Leo que se llevaba una mano a los labios sonrojado por el beso que le acaba ba de dar el mayor. - A-amor.
Lucas sonrió al oir esa palabra, era la primera vez que se refería a él así. Le guió un ojo justo antes de que se cerraran las puertas y subió al apartamento a por los abrigos. Leo se quedó en el vestibulo del edificio, sonriendo embobado mirando al ascensor.
Pero esa felicidad, no duró demasiado tiempo. Al girarse, pudo ver como por la puerta entraba un hombre que ya conocía. Yusuke, entró en el edificio y pasó por su lado sin saludarle, con una sonrisa de triunfo. Giró la cabeza cuando paso por su lado y se acercó al ascensor, que justo se abria dejando a la vista a un Lucas sorprendido.
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