lunes, 18 de febrero de 2019

Lo más común puede ser perfecto. ESPECIAL SAN VALENTIN. CAP. 26

Era ya 13 de Febrero. Había pasado ya casi un año desde que los dos se habían mudado a Japón.

Leo ya no solo era modelo, un par de trabajos como actor. Su carrera se había lanzado y ahora tenia muchos anuncios, series de televisión y aparecía de vez en cuando en programas de variedades.

Todos en Japón estaban atentos a la estrella extranjera emergente. Además, él y Yuki habían aparecido juntos en una pelicula, y ahora, tenían juntos un grupo de fans que los apoyaban juntos como pareja gay.

Lucas, por otro lado, también había ganado fama entre el público japonés. Había escrito dos novelas que se habían hecho tan famosas, que se habían adaptado al cine. Desde que se supo que vivía en Japón, le habían pedido adaptaciones a guión de animes y mangas, tenía muchos seguidores.

Esa mañana 13 de Febrero, Leo había ido a la universidad como siempre. Su aspecto ya no era tan aniñado, tenía el cabello semi-largo y bien peinado. Vestía un abrigo marrón por las rodillas, unos vaqueros ajustados y rasgados, botas a juego con el abrigo, una bufanda beige claro y una bandolera marrón de imitación a cuero, todo de grandes marcas que se lo regalaban.

En la puerta, como de costumbre ya, estaba Yuki esperando por él. Yuki siempre era más llamativo a la hora de presentarse, no le gustaba pasar desapercibido, llevaba pantalones de camufaje ajustados, una sudadera larga negra, gafas de sol a lo alto de la cabeza, mochila verde y unas botas militares. Desde ese incidente en la estación, Yuki no había dejado pasar la oportunidad de estar cerca de Leo.

- Buenos días Leoncito - Saludo el japonés llevándose una mano a la frente, haciendo que la sudadera se ciñera a su cuerpo al a vez que guiñaba un ojo.

- Hola Yuki - Saludó Leo con una mano sonriendo. Esos gestos le divertían.

Ese simple suceso entre los dos ya hizo que algunas de las chicas del campus, que habían cerca, se girasen y cuchichearan entre sonrisas. Sin embargo, esto ya no los distraía, se habían acostumbrado a ese tipo de reacciones.

Los dos empezaron a andar el uno al lado del otro camino a clase.

- ¿Has pensado algo para mañana? - Le preguntó Yuki de forma cotidiana, los dos eran grandes amigos.

- Creo que no- Contestó Leo mirándole- ¿Tú has pensado algo para mañana?

- ¿Cómo que Creo? De los dos eres tú el que tiene un amor secreto - Dijo Yuki que se acercó a su oído poniendo una mano en su boca para susurrarle - Un amor apasionado como el de Lucas deberías compensarlo al menos en San Valentin.

- San Valentín es una fecha para declararse. ¿Por qué no lo aprovechas y te echas una pareja? - Le contestó alzando una ceja mientra reía pícaro - Que luego te quejas de que no tienes sexo.

Yuki miró a los lados, Leo sabía como sacar el lado tímido y japonés tan típico en Yuki. Pero no era por la conversación como este creía, Yuki llevaba ya un tiempo que le mandaba indirectas a Leo de que le gustaba, pero era realmente lento como para pillarlas.

Yuki terminó asintiendo un par de veces, quizás mañana le propusiera algo a Leo, de todas formas, ya iba siendo hora.

- Tienes razón. Mañana le haré chocolate a alguien especial.

- Entonces te gustan los hombres ¿no? - Dijo Leo de forma pícara. Aunque eran amigos muy cercanos, Leo sabía muy poco sobre los gustos de Yuki, que era muy reservado al respecto, o eso pensaba Leo.

Leo miró a Yuki con una ceja en alto, Yuki suspiró algo cansado. "Leo era demasiado duro de mollera", aunque le sorprendía que supiera que en Japón, el día de San Valentin eran las chicas las que regalaban chocolates a los chicos, si un hombre los hacía, eran casi siempre para otro hombre.

- ¿Crees que le debería dar chocolates a Lucas? - Preguntó Leo al llegar al aula. Los dos fueron andando entre las gradas hasta sus respectivos asientos, el uno al lado del otro.

- ¿No debería dartelos él a ti? - Preguntó Yuki, era su forma de preguntarle si su papel era el de uke o seme, pues siempre estaba tratando de descubrirlo, aunque siempre imagino a Leo siendo su uke, últimamente se comportaba de forma más masculina.

Leo negó con la cabeza riendo. No solía contestarle a esas preguntas, pero le llamó con un dedo para que se acercara a él. Yuki acercó el oído hasta la boca de Leo quién le susurró.

- Por ser tan buen amigo te lo confesaré. Soy el uke.

En el interior de Yuki parecía que había un castillo de fuegos artificiales. Tuvo que contenerse para no estallar en carcajadas y sujetarle el trasero a su uke.

- Entonces no le regales chocolates. Regalamelos a mí.

Leo le miró mientras alzaba una ceja. Luego le dió con un dedo en su mejilla para apartarlo a la vez que entraba el profesor en el aula, y los dos se ponían aparentemente a atender en clase, aunque en la mente de Yuki solo estaba Leo, a quién miraba de reojo.



En casa, Lucas se despertaba en la cama semi desnudo, pues aunque era invierno, solía dormir en boxers. Cogió un albornoz y se lo puso mientras iba a la cocina. Ahí estaba como siempre la comida que Leo le había preparado.

- Siempre madrugas por mi, Leoncito.

Esbozó una sonrisa y llevó la comida hasta la mesa para empezar a escribir mientras la comía.

Cuándo encendió el ordenador, tenía un mail ya por leer. Le frustraba que cada dos por tres le estuvieran pidiendo trabajo, de hecho acababa de terminar su colaboración con una revista literaria en el especial de "San Valentin". Abrió el mail para saber a que tenía que atenerse.

"Felicidades por su mini relato de amor.
 A nuestros lectores les va a encantar, y estamos seguros de que las ventas aumentarán gracias a usted".

- San Valentin.

Se dijo a si mismo mientras miraba el calendario. Llevaba unos días pensando en pedirle a Leo tener uan cita ese día, pero no sabía muy bien si estaría libre o si el aceptaría.

En todo el tiempo que llevaban juntos, no habían tenido una cita romántica. Solo pasaban el tiempo juntos en casa, y acababan acostándose juntos. Ese trato no le disgustaba a Lucas, pues seguía teniendo el mismo acuerdo con él que cuando estaban en España. Leo se encargaba de las tareas de la casa, y tenían sexo. No le requería demasiado esfuerzo, pero, últimamente notaba que quizás eso afectaba a Leo.

Cuándo habían visto algunas de las películas que había adaptado Lucas, Leo solía verlas enteras, pero después de eso ni se acostaban ni solían hablar mucho del tema. En una ocasión Lucas le preguntó porque estaba tan raro después de ver las películas, pero Leo solo contestó: "Se me hace raro ver tu lado romántico y amoroso".

- ¿Se pondría raro si tenemos una cita? ¿Le haría ilusión tener una cita?

También recordó lo que había ocurrido la última vez que le propuso una cita. Había sido hace justo un año y al final se había ido con otro a esa cita. Se pasó una mano por la cara algo frustrado. No podía culpar a Leo por no tener citas o ser ya cariñoso con él, era algo que había acabado ocurriendo por su propia culpa.

Se decidió a sorprenderle en el día de San Valentín y se puso a buscar planes por internet. En una de las páginas en las que entro, habían puesto una entrevista de Leo para San Valentin. En las fotos salía él sin camiseta ni pantalones, cubierto por la cintura con una sábana recostado en la cama, una de sus manos en la frente mientras se mordía el labio inferior, por toda la cama deshecha había pétalos de rosa y una luz tenue.

Solo con ver esa foto, Lucas tuvo ganas de acostarse con él en vez de hacer planes. Pero con un poco de esfuerzo volvió a su lectura. Ahí vio lo que haría Leo con su "enamorada" en San Valentin. Una cita sencilla con una cena en un restaurante y un cine, para una posterior cita a un love hotel. Si ese era su plan, eso es lo que iba a hacer Lucas con él.

Se puso a trabajar mientras organizaba su plan de San Valentin.


Después de las clases Leo y Yuki salieron de la universidad mientras Leo miraba la hora en su reloj. Yuki iba a su lado con las manos en la nuca pensativo. Quería pedirle una cita para San Valentin, pero con alguna excusa para que no se negara.

- Pues si no tienes planes para mañana, ¿por qué no hacemos algo juntos? - Le preguntó Yuki sonriéndole.

- ¿No te ibas a declarar a un chico?

- Bueno, pero son 24 horas de San Valentín. Hay tiempo para todo - Le miró alzando una ceja y con una gran sonrisa - Y seguramente si te dejo solo te deprimirás por Lucas.

- Tranquilo no me pienso deprimir - Le terminó dando un golpe en el hombro sonriendo - Claro, ¿quedamos por la mañana?

Yuki asintió y después se despidieron. Yuki fue derecho a un supermercado para comprar lo necesario para hacer sus chocolates a Leo.

Leo volvió a casa, pues esos dos días los tenía libres, ya había grabado los programas especiales de San Valentín y, no tenía sesión de fotos. Asi que volvió a casa, tratando de distraerse.

Era cierto que Lucas no era romántico para nada con él. Le molestaba mucho que para escribir o con Yusuke si fuese romántico, pero ya trataba de pasar del tema. Cuándo pensaba en ello le hacía sentir vacío.

Volvió a casa y se encontró a Lucas como siempre escribiendo en el salón. Vio que se había comido lo que había preparado, pero como siempre, no hizo las tareas de limpiar ni nada. Así que después de saludarlo fue a cambiarse de ropa y se puso cómodo para limpiar la casa.

Lucas le miró sin decir nada, estaba sonriendo pensando en su sorpresa del día siguiente.

- ¿Mañana tienes trabajo? - Preguntó Lucas sin saber como sacarle el tema.

- No, esta semana tengo un poco de tiempo libre. - Contestó Leo porque no quería hacer referencia a San Valentin.

- ¿Quieres que hagamos algo juntos en tu tiempo libre?

- ¿Quieres que alquile alguna película para ver? -Preguntó Leo como rutina, pues es lo que solían hacer. Cenar en casa, comer en casa, una película, y sexo, o probar juguetes que había comprado Lucas. No le desagradaba esa rutina del todo. Aunque al principio esperaba más, ya se había acostumbrado.

Lucas no sabía que responder a eso. Ese tipo de respuestas se las había ganado. Pero quería sorprenderlo.

- Bueno, puedes elegir la que quieras. Es solo una excusa para estar juntos. Hoy vi una foto tuya y me excité mucho.

- Lucas hoy estoy cansado y en nada iré al gimnasio. - En un par de días no le importaría acostarse otra vez con él, pero no en ese día.

- Entonces lo dejo para mañana - Dijo Lucas que pensaba haberse salido con la suya, al día siguiente tendría su cita con Leo.


Al día siguiente Leo se despertó temprano como siempre, dejó la comida hecha para Lucas y se fue para ver a Yuki.

Había quedado con el joven japonés en la parada del metro. Según pensaba, iba a ayudarle a hacer un buen plan con el chico al que se iba a declarar.

Cuándo llegó a la estación de metro iba con una chaqueta de lana ancha azul, una camiseta blanca dentro y unos vaqueros con convers marrones a juego con el jersey. También llevaba un gorro de lana gris que le hacía una cara seductora pegandole el pelo algo a esta. Su mochila colgaba en uno de sus hombros.

Yuki ya estaba ahí, llevaba una camiseta blanca ceñida y una chupa de cuero negra. Llevaba puestas sus gafas de sol, unos vaqueros rasgados y unas botas negras. Los dos se pusieron el uno frente al otro y Yuki se retiró las gafas de sol. Parecía algo nervioso.

- Hola León - Rió levemente y alzó una mano. Aunque sus labios temblaron al sonreír.

- Hola Yuki - Le devolvió la sonrisa y se puso a su lado- ¿Cuál es la primera parada? ¿Una cafetería y me cuentas tus planes mientras tomo algo de cafeína?

Pero Yuki ya lo tenía todo pensado. Así que cogió a Leo de la mano mientras le miraba a los ojos. Leo alzó una ceja mientras sonreía.

- Yuki, te recuerdo que bastantes fans tenemos ya con la tontería del tren que pasó esa vez en el metro - Terminó riendo y niega.

- Pero quiero practicar mi cita bien - Le mira sonriendo y alza una ceja - No te me irás a negar, ¿verdad?

- Bueno, al menos nuestras agencias apoyarían nuestra relación - Terminó negando con una sonrisa.

Los dos se subieron a un metro. Lo que primero hizo Yuki fue llevar a Leo a una pastelería. Esta pastelería estaba especializada en unos pasteles de san valentin de frambuesa. De fresas y frambuesas en forma de corazón. Una edición limitada que ya se había tomado la molestia de reservar.

Los dos estuvieron comiéndola juntos. Reían y hacían ver que eran pareja juntos. Para Leo solo estaba siendo un juego, aunque estaba claro que para Yuki no lo era.

Después había planeado llevarle a una visita a un acuario. Dónde Yuki ya había planeado que lo llevaran a la zona de atrás para poder alimentar a unos delfines.

También lo llevó al puente de la bahía de Tokio y cuándo fuese ya medio día declararse.

 - León - Le miró sonriendo pasándole un brazo por encima - He pasado una mañana increíble contigo. Por eso, quiero que sepas que estos chocolates, son para mi persona especial. Que eres tú.

Leo se quedó sonriendo mientras pensaba que todo seguía siendo el juego entre ellos dos.

- Gracias Yuki, estaré encantado de ser tu enamorado - Rió levemente y le sacó la lengua.

- Leo, es en serio. No hay otro chico que no seas tú.


Al mismo tiempo, en casa Lucas volvía a levantarse tarde. Miró por la casa y suspiró al darse cuenta de que Leo se había ido. Suspirando le escribió un mensaje.

" Leo te estoy esperando en casa. Quiero hacer contigo un plan especial que he preparado".

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