miércoles, 27 de julio de 2022

¿DÓNDE ESTÁ MI HOGAR? - CAPÍTULO 1: PERDIDO

La tenue luz de las ocho de la mañana de Junio entraba por la ventana mientras Yanase miraba por la ventana embobado. Sin darse cuenta, por su mente aparecían recuerdos de cuando tenía 13 años y vivía aún en Japón, todavía pensaba en Kota, su amor de adolescente, su mejor amigo. Se preguntaba cómo estaría ahora, 15 años después.

Yanase ahora tenía 28 años, estudiaba un master en arquitectura urbanística. Tenía el pelo oscuro, usaba gafas, sus ojos delicadamente rasgados, su piel era dorada, labios gruesos y manos finas con unas uñas acabadas en punta, muy cuidadas. Era verano, pero como a la universidad que iba ponían el aire acondicionado muy alto, usaba una camisa de cuadros rojos y negros como chaqueta, llevaba una camiseta blanca de manga corta y unos vaqueros rasgados.

Sacudió la cabeza a los lados pasados unos minutos pensando en su infancia. Cuando se quedaba embobado pensando en eso, tenía que sacarlo de su cabeza, porque una sensación de vacío ocupaba todo su interior. Cómo si hubiese perdido su camino, su destino. A veces se preguntaba si realmente estaba vacío o el porque hacía las cosas, pero nunca conseguía una respuesta clara.

- Ah... Será mejor que empiece a repasar - Dijo mientras sacaba una libreta de su mochila y la ponía en la mesa que tenía justo delante. Empezó a repasar para el examen que empezaría a las nueve de la mañana sobre legislación.

Solo hacía esto para alejar los pensamientos negativos que tenía en su interior. Pues definitivamente, su brújula interior había perdido el norte y ahora iba vagando sin rumbo, y sin saber que era lo que realmente quería.

Se concentró tanto en sus apuntes que ni si quiera notó la presencia de otra chica que entraba en el aula, se sentaba justo tras de él y con una sonrisa pícara le daba un toquecito en el hombro.

- ¿Otra vez intentando sacar la mejor nota? - Sonó una voz femenina, suave pero llena de significado.

Yanase se asustó al notar el dedo y dio un pequeño brinco en su asiento. Al darse la vuelta reconoció a su amiga Amanda. Ese mismo año había conocido a Amanda en la universidad, pero se habían hecho amigos cercanos enseguida, parecía la hermana que siempre había querido tener. Era una persona extremadamente sociable, sabía leer muy bien el ambiente. Físicamente era bajita, mediría 1.60, eso significaba que Yanase, a pesar de ser bajo también, le superaba por unos 5 centímetros, tenía el pelo oscuro y largo, su piel era pálida y sus ojos castaños, y siempre, incluso en invierno, vestía como si fuese verano.

- No creo que en este examen saque tan buena nota - Le explicó el contrario con una tímida sonrisa y luego señaló sus apuntes - ¿Tienes ya planes para el verano?

- Pues de momento solo quiero pensar en los exámenes. Ya veré que pasa después - Confesó Amanda mientras miraba la libreta de su compañero. - ¿Y tú?

- Quiero trabajar y ahorrar algo. El año que viene quiero ver si puedo volver a Japón de viaje. Hace quince años que no he estado allí y últimamente siento algo de nostalgia. - Confesó, aunque al momento se arrepintió. Otra vez empezó a pensar en Kota y se quedó ausente.

Amanda supo ver enseguida la mirada perdida de Yanase. Sonrió levemente propinándole un suave toquecito en el hombro.

- Vamos, sigue repasando.

Los dos volvieron a mirar a sus apuntes en silencio. La verdad, que eso a Yanase le agradaba, porque podía pasar tiempo con Amanda sin distraerse, seguramente porque no tenía una relación tan profunda o dependiente con ella. Desde que se mudó a España, eso de querer dejar cosas de lado por estar con otra persona, no le había vuelto a pasar.

Poco a poco, sus compañeros empezaron a llegar, llegó el profesor y empezaron el examen. Aunque Yanase no había vuelto a levantar la vista de sus apuntes, pero no podía evitar estar algo desconcentrado. Hacía mucho que no le pasaba el no poder sacarse su antigua vida de la cabeza.

Cuando terminó el examen, no sabía muy bien cómo le había ido. Nada más salir del aula, se quitó su camisa de cuadros y la guardó en su mochila. El aire de aquel día le traía un aroma diferente a lo que solía sentir. 

- Hoy estás muy distraído Yanase - Le interrumpió Amanda - ¿Estás bien?

Yanase sacudió la cabeza a los lados. Era cierto que hoy estaba muy distraído, pero le terminó sonriendo.

- Solo estoy nostálgico. Echo de menos a mis amigos de Japón, aunque llevo más tiempo aquí que en mi país - Hizo una pausa y miró al rededor antes de seguir hablando, a veces la gente le malinterpretaba y entonces le insultaba - Aquí las cosas son muy diferentes, siento que no encajo del todo.

- Es normal, naciste en otra cultura, y en tu casa siguen teniendo esa cultura con tus padres. Supongo que es normal que no sientas este país como tú casa - Le contestó Amanda con un tono comprensivo, y le tomó la mano mientras andaba - Además, hace mucho que no te echas una parejita - Intentó cambiar el tema con algo un poco más pícaro para animarle - Tú no tienes muchos problemas para ligar, ¿por qué no lo intentas? 

- ¡PORQUE NUNCA SALE BIEN! - Elevó un poco la voz más animado - En este país todos son unos salidos. Dan por hecho que por ser asiático tengo que ser pasivo - Termina riendo mientras andaba.

- ¿Y por qué no buscas chicos asiáticos como tú? Además, habrá de todo, ¿no?

- No sé si hay de todo. Pero el último chico con el que estuve cada vez que nos veíamos quería hacer eso - Se quejó mirando a un lado - Yo quiero a alguien con quien jugar a videojuegos, ver series, escuchar música y, claro, también hacerlo. Pero quiero el paquete completo, no solo una parte - Trató de explicar mientras andaba - ¿Por qué tienes que amoldarte a alguien con quien quieres estar? Se supone que tu persona destinada te aceptaría tal y como eres y haríais cosas juntos. ¿No?

- Creo que es la vez que más palabras seguidas has dicho desde que nos conocemos - Bromeó Amanda mientras los dos salían de la universidad.

Amanda entonces le tomó de la mano a Yanase para andar por la ciudad, tratando de dar consuelo, apoyo y cariño a su compañero.

-  Acabarás encontrando a tu media naranja friki - Terminó bromeando.

Los dos empezaron a reir entonces mientras caminaban al lado del puerto. Era casi medio día y verano. El sol caía directamente sobre ellos y hacía bastante calor. A ninguno de los dos le gustaba y fueron buscando un lugar donde sentarse simplemente para hablar un rato.

Iban cerca de los barcos, aun de la mano riendo cuando en sentido contrario se cruzaron a tres chicos japoneses. Sabía que eran japoneses por que iban hablando y entendía el idioma. Había uno en el centro de los tres, su pelo tenía mechas castañas y rubias, sus ojos oscuros y su sonrisa cálida. Yanase se había quedado embobado mirándole, pero, es que el contrario había hecho lo mismo con Yanase y los dos había intercambiado miradas durante unos segundos, que fueron demasiado breves.

Yanase había parado de reírse aunque sostenía la mano de Amanda. El contrario había hecho lo mismo con sus amigos. Durante esos segundos solo habían existido ellos, y la misma pregunta se formuló en la mente de los dos.

<<¿Quién eres?>>

Amanda había captado la situación enseguida y le soltó la mano a su amigo. Le empujó un poco para que saliese del trance.

- Es mono. ¿Por qué no le saludas? 

- ¿Qué dices? - Se sonrojó al momento mientras se ponía una mano en la mejilla - Iba con amigos.

- Si quieres puedo hablarle yo - Dijo de pronto en un tono serio - Os habéis quedado mirándoos, eso es que pasa algo. A lo mejor es el destino.

Yanase se quedó callado. Aun se cubría la mejilla con la mano mientras miraba al chico que seguía andando, pero que de vez en cuando giraba la cabeza hacia atrás.

- Me da vergüenza - Terminó admitiendo.

Amanda, que es muy lanzada para cosas así. Enseguida empezó a andar directamente hacia los chicos, Yanase se puso nervioso y empezó a andar tras de ella algo rápido para frenarla, pero ella era imparable., enseguida había llegado hasta los tres chicos y les estaba hablando en español.

- Buenas, mi nombre es Amanda - Les dijo a los tres y les dio un beso en la mejilla mientras ellos se quedaban sorprendidos y se miraban entre ellos sin entender que estaba pasando - ¿De dónde sois?

Los tres chicos se quedaron callados unos segundos y luego empezaron a hablar en Japonés entre ellos un poco confusos. Yanase por fin se había acercado al grupo. Estaba algo sonrojado y nervioso pero él al menos si entendía la conversación.

- ¿Qué está diciendo esta chica? - Decía el que estaba a la derecha.

- No lo sé, pero es una chica muy mona. Las chicas españolas son muy sexis - Le contestaba el que estaba a la izquierda. 

El chico que estaba en el centro se había quedado mirando a Yanase y no había dicho nada. Yanase estaba mordiendo su labio inferior nervioso y Amanda se quedó mirándole.

-¿ Qué están diciendo ? - Dijo entonces Amanda.

- No saben hablar español - Le contestó entonces Yanase susurrando - No han entendido lo que has dicho.

- Me llamo Kota - Contestó entonces el chico del centro presentándose en español - Yo si hablo un poco de Español. ¿También eres Japonés? 

Yanase se quedó sorprendido por el nombre y, sin darse cuenta, se pegó al cuerpo de su amiga como acto reflejo. No era posible que fuese su amigo de la infancia Kota.

- Soy Japonés - Terminó contestando mientras miraba a sus otros dos acompañantes.

- Que casualidad que los dos seaís japoneses - Dijo Amanda intentando romper el hielo y que la conversación pudiese fluir - ¿Estáis de vacaciones? 

- Hemos venido a pasar unas vacaciones - Terminó contestando Kota mientras señalaba a sus amigos y les hablaba en Japonés - Son simpáticos, podríamos ir con ellos.

- Claro, es mejor si vamos con españoles, nos pueden decir cosas buenas para ver y para comer - Dijo uno que les sonrió a los otros dos - Daichi - Dijo señalándose para que los otros dos supiesen su nombre.

- Keita - Dijo el último, pero este estaba algo más serio ahora.

- Amanda - Dijo esta que supo entender lo que estaba pasando y también dio un pequeño empujón con el codo en el costado de su amigo.

- Yanase - Dijo entonces este con un pequeño quiebro de voz al notar el golpe de su amiga.

Yanase y Kota se quedaron mirando unos minutos. Otra vez solo existían ellos dos. Parecía que el tiempo se había vuelto a detener y se habían transportado a algún sitio dónde solo estaban ellos dos. Esta vez fue Keita quien dio con el codo a su compañero en el brazo.

- Mis amigos y yo, estamos haciendo un poco de turistas aquí. ¿Nos enseñaría esto? 

- Claro, nosotros somos de aquí - Contestó entonces Amanda mientras los miraba a los tres - Estaremos encantados de enseñaros pro aquí. ¿Verdad?

- Si - Contestó Yanase. Estaba nervioso o asustado. Aun no sabía bien que era lo que sentía en esos momentos. No había dicho ni una frase entera desde que se había dado cuenta de que Kota podía hablar español, y no se atrevía ni mucho menos a hablar en japonés.

El grupo empezó a andar por la ciudad, la conversación la monopolizaban Amanda y Kota, que se encargaba de vez en cuando de traducir a sus compañeros lo que decía ella. Yanase iba andando justo detrás de Amanda que se había encabezado en el grupo junto con Yanase, y al lado de este iban Keita y Daichii. 

Kota miraba hacia atrás de vez en cuando y sonreía a Yanase, que entonces agachaba la mirada de forma tímida.  Keita se daba cuenta de esto y empezó a hablar con sus amigos en Japonés.

- ¿Por qué te quedas mirando al chico Kota? 

- Creo que es su tipo - Dijo entonces Daichii de forma animada - Hace ya mucho que no tiene una pareja.

- Pero si ni siquiera ha hablado - Le contesta entonces Keita otra vez - parece poca cosa.

- ¿Por qué no os calláis? - Dijo entonces Kota y se acercó a Yanase - No les hagas caso -Dijo en español mientras sonreía - ¿Es que no te sientes cómodo? 

Yanase alzó el rostro. Había entendido lo que estaban hablando, supuso que los otros no se habían dado cuenta de que entendía su idioma nativo. Se dio cuenta de que quizás no era porque no pertenecía al país, sino, que no encajaba en ningún sitio. 

- ¿Nos conocíamos de antes? - Preguntó entonces directamente Yanase mirando a Kota - Es decir...

- No sabía si te acordarías de mi - Contestó entonces Kota mirándole - Han pasado 15 años - Le contestó en japonés entonces.

- ¿Eres Kota? - Preguntó en japonés entonces. Sus acompañantes entonces abrieron los ojos algo nerviosos - ¿Cómo sabías dónde estaba? ¿Es que has  venido a buscarme?

- Hasta he estudiado español para venir a verte - Le confesó hablando en japonés también mientras reía - No pensaba que tendría suerte de verte el primer día que venía a España.

Los dos se rieron. Amanda no estaba entendiendo que era lo que pasaba, pero si se daba cuenta de los gestos que estaban poniendo sus amigos. Daichii parecía que estaba contento por su amigo, pero el gesto de Keita era diferente, estaba muy serio mirando la escena. 

- ¿Pero cómo...? - Preguntó Yanase al momento.

- He venido aquí porque hiciste un proyecto sobre la reconstrucción de una zona de Japón que ganó un premio. Saliste en las noticias y vi la universidad a la que ibas - Cogió su móvil y se lo mostró a su amigo la noticia dónde aparecía él - No estaba muy seguro de que fueses tú, pero tenía que intentarlo igualmente.

Yanase se quedó mirando la noticia unos segundos y luego mira a los otros dos acompañantes que llevaba su amigo. Amanda estaba mirando la escena con una pequeña sonrisa.

- Aun recuerdo nuestra despedida - Le dijo entonces Kota acercándose a él - Si quieres podemos volver a empezar.


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