domingo, 23 de julio de 2017

LO MÁS COMÚN PUEDE SER PERFECTO. CAP 10. ¿Qué has hecho?

Ya había pasado la peor parte. En el interior de Leo solo quedaba la vergüenza y el dolor. ¿Amor? ¿Le había importado a Lucas en lo más mínimo? No.

Lucas estaba sonriendo sin darse cuenta de lo que había hecho. Besó la mejilla de Leo y pasó una mano por su pelo mientra sonreía. Su ego había eclipsado los sentimientos de Leo, lo indefenso que se había sentido, el daño que le había hecho.

- Esta vez duraste mucho Leo - Le besó en la mejilla y se incorporó en el sofá y se colocó bien la camisa que llevaba puesta mirándole de reojo.

Leo permanecía inexpresivo, ni si quiera giró la cabeza para mirarle, ni sus mejillas se habían sonrojado como era típico en él. Por el contrario, un tono pálido de incredulidad había sustituido su ánimo general.

<<¿Qué ha pasado?>>.

Lucas no entendía que estaba pasando ahora mismo. Para él, solo habían hecho el amor de forma, un poco más ruda de lo habitual, pero los dos habían disfrutado de sobremanera aquel rato. O eso pensaba. Sin embargo, Leo seguía inmóvil, ni si quiera parpadeaba y parecía que sus ojos se estaban quedando secos.

- Oye Leo, ¿estás bien? - Le acarició por el pelo lentamente sonriedole.

Leo le miró girando la cabeza lentamente mientras respiraba hondo y entrecierra los ojos, mientras una lágrima se escapa por las mejillas hacia abajo.

- Oye Leo - Lucas alzó algo más la voz y le limpia con un dedo por la mejilla retirandole la lágrima - Leo, ¿qué te está pasando?

Leo no contestó solo se incorporó sin mirarle y se fue hacia el baño cerrando el pestillo tras de si. En el baño, Leo solo pudo sentarse en el suelo contra la puerta y empezar a llorar.

- Mierda - Se oyó gritar a Lucas al otro lado del a puerta y dar un golpe en esta- Leo abre la puerta. ¡¡LEO!! -Gritaba Lucas perdiendo la calma, mientras que, internamente se maldecía a si mismo.

Se había dado cuenta por fin que había hecho algo mal. En todos sus años de vida no se había dado cuenta antes que era capaz de hacer algo mal, y ahora, lo había hecho y con la persona a la que quería. Si, lo quería.

Dió otro puñetazo contra la puerda del baño, su ira se había desbocado. Necesitaba verlo, necesitaba abrazarlo.

- ¡¡LEO ABRE LA PUTA PUERTA!! ¡¡NO LO PIENSO REPETIR!!.

Pero Leo seguía sin pronunciarse. Seguía sentado en el suelo contra la puerta, abrazado a sus rodillas ocultando el rostro en estas, recibiendo con el rebote de la puerta cada golpe que daba Lucas en su propia espalda. Se estremecía con cada grito que daba.

Sentía que algo malo había pasado, no podía entender como la persona de la que el, por fin se había dado cuenta que amaba, le podría haber hecho esto.

Pasaron un par de minutos de silencio. Luchas había parado de golpear la puerta y simplemente se había rendido apoyando la frente contra la puerta, inmóvil. Sus cabellos caían por sus hombros hacia adelante y movían con cada respiración del mayor, hacia los lados, de forma desordenada.

<<Le he hecho daño>>.

Se repetía una y otra vez la misma frase para si mismo. Sin lograr entender el porque lo había hecho, ¿por posesión? ¿qué queria demostrar haciendo eso?. No lo sabía.

Tomó aire de forma profunda y apoyó las dos manos en la puerta, tratando de alguna forma de lelgar hasta el menor.

- Leo, perdoname. - Su voz era casi un susurro, sin embargo, logró llegar hasta los oidos de Leo – Te he hecho daño, y lo peor es que no sé ni porqué lo he hecho. Leo. - El menor seguía inmóvil atento a las palabras de Lucas, que sonaba cada vez más débil. Se le había escapado un sollozo al terminar de decir su nombre, seguido de un suspiro – Sé que no puedo volver atrás y pararme, pero, te prometo que no volverá a pasar. Te prometo que, a partir de ahora, te protegeré.

Leo levantó la mirada lentamente, con los ojos algo rojos y su pelo alborotado. Tenía la cara humeda pero seguía sin tener el valor para salir del baño.

- Si me lo permites Leo, voy a cuidarte.

Al terminar la frase, Lucas se agachó en el suelo y pegó la espalda a la puerta apoyando los codos en las rodillas mientras el tiempo iba pasando lentamente.

Habían pasado un par de horas ya cuando Leo se decidió a alzar lentamene la cabeza mirando hacia el frente y terminó suspirando. Lucas que oyó ese suspiro, alzó la cabeza algo más aliviado. Durante ese tiempo se le había pasado por la cabeza que quizás, Leo ya no se encontrase con él.

<<Sigue vivo>>.

- ¿Por qué a mi? - Logró decir entonces Leo, que se pasaba una mano por la nuca.

- ¿A qué te refieres? - Contestó Lucas mientras miraba hacia el techo. La voz de Leo le había resultado el más maravilloso sonido que había escuchado en mucho tiempo.

- ¿Por qué quieres protegerme a mi? ¿Por qué te fijaste en mí? ¿Por qué me has hecho daño a mi?

Lucas había pasado todos estos días pensando en lo mismo. Solo había llegado en claro a la conclusión de que estaba enamorado de aquel joven, después de haberle hecho daño.

-  Quiero protegerte. Aun no sé la respuesta de porqué quiero protegerte, o porqué me fijé en tí. Pero sí sé porque te he hecho daño, porqué estoy enamorado de ti. - Tomó aire con una sonrisa y se pasó una mano por la cara mientras flexionaba una pierna. Había admitido que estaba enamorado – Es la primera vez que digo a alguien que me he enamorado de él. Nunca había sentido esto y nunca había tenido un novio, alguien que tuviera poder sobre mi y esa persona eres tú. Supongo que tendrás que domarme poco a poco, y que poco a poco te iré haciendo caso.


No hay comentarios:

Publicar un comentario