Estaba sentado frente a su portatil en la cama, tenía las piernas cruzadas y unos auriculares puestos. En sus ojos se reflejaba la partida que estaba jugando, muy concentrado, y con sus labios algo arqueados hacia arriba. Iba ganando.
Por la puerta entró su compañero de cuarto, Yuta. Estaba sudado y llevaba ropa de hacer ejercicio y una toalla en el cuello. Pero Winwin no se dio cuenta de su presencia, estaba deseoso de poder superarse a si mismo en aquella partida.
- Voy a ganar - Susurraba entre dientes mientras se pegaba hacia la pantalla arqueando un poco más la espalda.
Yuta lo miró y sonrió con malicia, había planeado al momento como fastidiarlo. Se puso por detrás suya y le puso las manos en los ojos dando un beso en su mejilla. Winwin se quitó al momento los cascos y le apartó las manos de los ojos gruñendo.
- ¡¡BASTA!! - Gritó mientras miraba a la pantalla justo a tiempo de ganar la partida y le miraba de reojo suspirando- Idiota, podría haber perdido. - Puso morros y termino dejando el ordenador a un lado - Además, estás sudado.
Yuta se apartó sonriendo mientras se pasaba la toalla por la cara quitándose los restos de sudor de su cara. No podía quitarle la vista de encima a Winwin, su aspecto algo desaliñado y desarreglado después de haber estado casi todo el día en el ordenador, le gustaba. Le gustaba verlo arreglado, pero así le gustaba más, porque era algo que muy pocas personas podían ver.
Winwin le miró y cogió de la cama un pocky de chocolate blanco poniendoselo en la boca mientras lo comía.
- ¿Cómo estás Osaka-man? - Cogió el pocky en la mano mientras le miraba poniendo morros- Ni si quiera te has disculpado.
Alzó una ceja y se quitó la camiseta aprovechando para marcar sus músculos mientras le miraba, trató de mirarle de forma seductora, quería sacar partido de sus ojos, quería provocarle. Winwin solo le miraba, parecía que no tenía ningún tipo de interés y a Yuta le molestaba su actitud.
- Pues estoy cansado, y tengo ganas de que alguien me dé un masaje por mis pectorales y mi espalda - Alzó las dos ceja sonriendo mientras miraba al menor.
- ¿Por qué no vas a un local de masajes? - Contestó este mientras terminaba de comerse el pocky que tenía en la mano.
- ¿No estás tu deseando darme uno? - Alza una de sus cejas mirándole de aquella forma en la que sabía que sus fans caían enamoradas. Pero, que parecía que Winwin era inmune.
- Hyung ya sabes que yo no sé dar buenos masajes - Dijo esto poniéndose en pie y estiró los brazos hacia atrás para desentumecerse - La verdad, que ahora me apetecía simplemente seguir comiendo.
En ese momento Mark entró también a la habitación con sus otros dos compañeros. Los tres compartían cuarto, pero era raro que los tres coincidieran incluso para dormir. Así que sonrió ampliamente a sus otros dos compañeros moviendo una mano a la altura de su cara de un lado a otro.
- ¿Reunión de compañeros y no me avisais? ¿O es que planeáis tener una cita? - Dijo Mark mientras le daba con cierta picardía a Yuta golpecitos con el codo en su brazo.
Yuta al momento frunció el ceño y le cogió con un brazo al rededor de su cuello para después frotar sus nudillos contra su cabeza mientras que Winwin se echaba a reir.
- ¿Qué estás hablando de una cita? - Le terminó regañando Yuta mientras lo tenía en esa posición.
Mark que no paraba de quejarse entre risas triunfantes por haber conseguido molestarlo, movía las manos de un lado a otro en señal de rendición.
- Solo bromeaba solo bromeaba, para o me dejarás calvo.
- Entonces deberías seguir Hyung - Salió Winwin por uno de sus lados - Yo creo que Yuta nunca ha estado en una cita y que no sabría lo que hacer.
Yuta soltó a Mark y se quedó mirando a Winwin con el ceño aun fruncido. ¿Pero qué era eso? ¿A caso sus dos compañeros se habían compinchado para picarle? La situación le parecía demasiado molesta como para seguir en el mismo espacio.
- Pues he tenido más citas que tú Chinito - Terminó por gruñir y se fue a su armario buscando entre la ropa.
- Ahí te ha pillado chinito - Repitió aquella palabra tratando de picar al joven con esta mientras seguía metiendo cizaña entre los dos- El único que está claro que tiene experiencia aquí soy yo. ¿Queréis que os resuelva alguna duda?
Los dos se miraron durante un segundo y terminaron mirando al suelo casi al mismo tiempo. Era cierto que ninguno de los dos había tenido ningún tipo de experiencia amorosa aun, igualmente los dos eran jovenes, no tenía nada de malo después de todo.
Los dos, habían hablado en algunas ocasiones sobre cómo sería tener una cita. Pero finalmente, siempre acababan riendose algo incómodos.
<<¿El sabrá que quiero una cita con él?>> Solía preguntarse Yuta para si mismo. Desde el principio, se alegraba de tenerlo tan cerca, pero siempre quería más. Más, simplemente quería más de él.
- Si tuvieramos alguna duda no te preguntariamos a ti, seguro que eres un pervertido - Terminó diciendo Winwin cogiendo otro pocky y dando un mordisco.
Mark no desaprovechó esta oportunidad y se acercó a Winwin mordiendo el otro extremo de su Pocky acercandose a él. Pero justo cuando los labios se iban a juntar con los del menor Yuta cogió a Mark por el cuello y le tiró hacia atrás.
- ¿Qué te crees que ibas a hacer pervertido? - Tenía los ojos cerrados y seguía sujetandolo mientras este reía algo pícaro.
- ¿Y por qué no tienen una cita juntos? Así aprenderían.
<<SI>> Pensó entonces Yuta, esta era su oportunidad.
- Además, cómo solo son amigos no tendréis ningún tipo de problema y podríais aconsejaros - Terminó riendo Mark mientras se encogía de hombros poniendo morros, sacando los labios hacia afuera para camelarse a Yuta y que le soltara.
Winwin y Yuta se miraron durante un segundo. Yuta pudo apreciar algo que le pareció demasiado fugaz, pero era una sonrisa tierna, esas que ponía cuando había conseguido algo. Aunque no sabía si había sido su imaginación, quizás su deseo de que Winwin deseara quedar con él era tan grande que le había hecho tener una pequeña alucinación.
- ¿Quieres tener una cita conmigo? - Dijo Yuta con un tono que sonó demasiado serio, que no mostró ni pizca de los nervios que sentía en ese momento. Miró con seguridad a Winwin a los ojos y en su cara apareció una leve sonrisa.
Winwin solo asintió despacio correspondiendo a la mirada de Yuta con una leve sonrisa. Algo a través de lo que no se podía adivinar si sentía emoción, nervios o simplemente lo hacía por curiosidad, o ser educado.
- Entonces mañana saldremos temprano - Dijo Yuta en un arrebato de empeño en tratar aun de no mostrar sus emociones y salió de la habitación sin decir nada más.
Esa noche estaba pasando demasiado despacio para él. Después de haberse dado un baño se había puesto a buscar en su móvil sitios a los que podía llevar a Winwin, quería que se divirtiera, quería que se abrazara a él, y quería tener la oportunidad de besarlo. Esta era su oportunidad.
Y por fin, la mañana siguiente. Se había levantado con cuidado una hora antes que Winwin y se había arreglado lo mejor que había podido. Solo cuando ya estaba bien peinado y maquillado entró al cuarto y se arrodilló al lado de su cama. Le puso una mano en la boca lentamente y le besó en la mejilla para despertarlo.
El menor abrió los ojos sorprendido, y disimuló un leve sonrojo como pudo, estaba en ropa interior por el calor que hacía en verano. Se incorporó y le dedicó una larga mirada a su Hyung. Se había puesto una camiseta blanca ajustada con unos vaqueros ajustados hasta por encima de las rodillas, era raro verlo de una forma tan casual y se sorprendió al verle la cara. Estaba muy lindo, lindo.
- Hy-hyung -le miró y se pasó una mano por los ojos.
Pero la respuesta de su hyung fue ponerse un dedo en los labios y chistarle con suavidad para después señalar a Mark, que estaba en su cama aun dormido. Inclinó la cabeza levemente hacia un lado para que le siguiera por la puerta y le ofreció la mano.
El menor le tomó de la mano y se puso en pie aun en ropa interior saliendo de la habitación, en dónde Yuta cerró la puerta y puso una mano al lado de la cara del menor, que pegó la espalda a la puerta. Yuta se acercó a su rostro sonriendo sin apartar la vista de los ojos de Winwin que sin darse cuenta miraba a los labios del mayor cada vez más próximos a los suyos.
- Te preparé la ropa en el baño - Susurró cerca de sus labios. Sabía que había acertado, y que Winwin estaba tan deseoso de esa cita como él - Te esperaré en la entrada y hacemos como si te recogiera ¿vale?
Winwin solo pudo asentir lentamente mientras le seguía mirando a los labios, notando como no podía controlar su sonrojo como de costumbre. Al final se iba a dar cuenta de lo que sentía por él, eso era malo.
Yuta por fin se separó del menor y salió por la entrada esperando en esta. Winwin tomó aire nervioso y fue hacia el baño empezando a cambiarse con la ropa que su Hyung le había preparado. Llevaba un simple chaleco con cremallera blanco con la cremallera negra para destacary las cordoneras de su gorro en negro, y unos pantalones vaqueros un poco anchos que le llegaban por la rodilla.
Se arregló el pelo, se lavó los dientes y cuando estuvo perfecto se envalentonó a salir por la puerta. Dónde estaba Yuta apoyado en una pared mirandole de reojo, esa mirada seductora que Winwin había aprendido a ignorar, se le clavó en los ojos y le cortó la respiración.
Yuta se acercó, contento de que por fin su mirada hubiese tenido efecto en el menor y le tomó de una mano empezando a andar.
- Vamos ya o no llegaremos a tiempo al primer metro.
Tiró de la mano del menor, que aun seguía bajo los efectos de su mirada y andaba de forma algo torpe. Durante el camino al metro, los dos permanecieron en silencio, algo poco común para Winwin, pero planeado por Yuta, que al planear la cita miró consejos en algunas webs en las que decían que no debía ser muy hablador.
Al llegar al metro fue Yuta quien pagó los dos pasajes y cuando entraron se puso a su espalda. Los dos se sujetaron a la barra metálica horizontal, aunque había asientos libres. Pero, de esta forma Yuta pudo aprovechar para abrazar con la mano restante la cintura del menor por su espalda, pegarlo a el.
Era la primera vez que hacía esto y no era fanservice, esta vez lo hacía por que el quería, lo hacía porque quería tenerlo para si mismo. Aunque no era capaz de mostrar ese sentimiento, estaba ahí y se apoderaba de él.
En el metro, se empujaban unos contra otros, lo que hacia que el se aferrara más a el hasta que en un momento sus labios rozaron su cuello. Ninguno de los dos se podía creer lo que había pasado. El sonrojo se podía apreciar en sus mejillas, y durante un tiempo evitaron mirarse el uno al otro, hasta que llegaron a la estación y bajaron del metro.
Fue Yuta quien, sin romper el silencio le ofreció la mano mientras le miraba con una sonrisa al mismo tiempo tímida, y lanzada. Winwin le tomó de la mano, tratando de sonreir sin que le temblaran los labios.
- ¿Qu-qué vamos a hacer hyung?
- Creo que en las citas se hacen cosas como esta -asiente despacio apreciando la sonrisa de Winwin que sin darse cuenta se había apoyado el hombro de su hyung y los dos ahora andaban despacio pero unidos - ¿El acuario te gusta?
Winwin abrió los ojos emocionado mientras asentía lentamente. Las dos se acercaron hacia la puerta del acuario y Yuta se acercó al mostrador, pidiendo dos entradas que pagó y se las ofreció al menor con una sonrisa. Este las cogió entre sus manos examinandolas mientras se mordía el labio inferior emocionado.
Los dos se estaban dejando llevar. Pasearon por los acuarios, Winwin cada vez más emocionado se había dejado lelvar por el aire de la cita, imitaba las cosas que había visto en doramas. Habían visto a tiburones, habían visto delfines, cangrejos y mantas. Se habían hecho fotos juntos, pero apenas habían hablado.
En la zona exterior, Yuta le compró un helado de fresa y se acercó a él ofreciendoselo y antes de que lo cogiera le manchó en la nariz con este . Los dos se estaban riendo de esto y entonces. Se besaron.
Todo a partir de entonces, fueron besos. Se habían fundido el uno con el otro, y ahora no querían estar separados.
Al llegar a casa Mark los estaba esperando sonriendo alzando una ceja.
- ¿Qué tal ha ido la cita? - Les preguntó a los dos inclinandose hacia adelante.
Los dos se miraron cómplices durante un momento, y se tomaron de la mano.
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