Los dos habían llegado al piso de Ryuu. Por el camino este le había insistido en que podrían probar en agencias de talentos pero Yuuki se había negado, en verdad Yuuki no estaba hecho para ser famoso, no le gustaba que le siguieran con la mirada allí donde iba, o que le reconocieran. También había pensado en cómo reaccionaría la gente porque se enterase de su pasado.
Al llegar al edificio, Yuuki iba para su propio apartamento, pero Ryuu le tomó de la mano para que entrase en el suyo. Aceptó sin poner muchas pegas al respecto, estaba acostumbrado a pasar los días solo en su apartamento.
- ¿Por qué no querías venir aquí? - Le preguntó al entrar mientras se descalzaba en la entrada.
- Supongo... - Empezó a decir mientras tenía los labios presionados y se calló de pronto. Estaba de pie en la entrada sin seguridad para tomar la decisión de entrar o no.
Ryuu se dió cuenta de que Yuuki no terminaba de entrar, supuso que esa era otra de sus muchas barreras. Aunque le parecía tierno la timidez con la que se movía o lo sonrojado que se estaba poniendo sin darse cuenta al estar en su casa.
- Supones... ¿Qué? - Se acercó a él y le acarició con una mano por la mejilla - Vamos Yuuki... dime.
- Supongo - Miró a un lado mientras le acariciaba la mejilla y le sonreía de forma tímida - Que en casa me siento protegido.
- Esta es tu casa también - Mira a los lados y sonríe de forma algo pícara- Bueno, esta casa está mejor decorada y hay cosas para los dos -le besa en la mejilla de forma cariñosa bajando por su cuello.
Yuuki no pudo evitar que se le escapara un pequeño jadeo cuando Ryuu le besaba. No entendía porque era distinto en el trabajo que con Ryuu, parecía que su piel estaba hecha para que el otro le tocase.
- No ... - Dice y se aparta un poco mordiéndose el labio inferior algo tímido - ¿No prefieres que vayamos a mi apartamento? Ahí me siento cómodo.
Ryuu se apartó un poco sin muchas ganas. Cuando el contrario terminó de hablar y le acarició por el pecho subiendo la mano hasta su mejilla. Le sujetó por esta haciendo que le mirase a los ojos directamente. Yuuki los movía de un lado a otro pero Ryuu insistía en que le mirase a los ojos, hasta que finalmente Yuuki le miró a los ojos. Esos ojos castaños que de pequeño le habían hecho soñar, y también le habían causado pesadillas.
- Creo que es bueno que estés aquí. Tienes que empezar a sentirte bien aunque estés fuera de tu casa. Además, aquí estoy yo protegiéndote y puedo prepararte una comida muy rica.
Le miró a los ojos algo nervioso, contuvo la respiración durante un par de segundos y luego asintió con suavidad. Algún día tendría que encontrar la respuesta de porque Ryuu tenía ese poder sobre él. Ryuu se alejó y fue a la parte de la cocina.
- Pasa, como si fuera tu casa. Somos pareja después de todo.
Yuuki se quitó los zapatos en la entrada mientras se pasaba una mano por la cabeza respirando hondo. Entró en la habitación y se sentó en el suelo en una esquina. No decía nada y quería molestar lo menos posible.
- ¿Quieres que vaya a comprar algo? Te puedo traer alguna cerveza o algo. - Susurra mientras mira a los lados- Ah... puedo ir a comprar dulces.
- Tranquilo - Dijo el contrario y sacó de la nevera un refresco de frambuesa y le sirvió en un vaso para si mismo y para el contrario - No tienes que hacer nada solo disfrutar de mi compañía.
Yuuki le miraba mientras cogía uno de los vasos y bebe un pequeño trago. Cerró los ojos y entonces Ryuu le imitó. Sabía que palabras tenía que decir.
- La verdad, es que somos diferentes - Le empieza a decir mientras le acaricia con una mano por la pierna - Pero eso no tiene porque mantenernos alejados. Me acuerdo cuando eramos pequeños. También eramos diferentes y aún no sé como acabamos siendo tan cercanos - Le toma de la mano y entrelaza los dedos con los del contrario - Yo sé que tú has pasado por mucho y has sufrido mucho. Has pasado por tanto y has sufrido tanto que yo no puedo imaginarlo. Pero ¿Sabes qué si puedo imaginar?
Durante la conversación, Yuuki empezó a mirar hacia abajo. Se pasó una mano por la nuca mientras respiraba hondo.
- ¿Qué... puedes imaginar ? - Termina susurrando, esta vez no era capaz de mirar hacia arriba. Incluso cuando Ryuu le tomó de la mejilla se apartó mordiendo su propio labio inferior.
Ryuu sonreía mientras pasaba la mano libre por la nuca del contrario y le besaba por el pelo mientras se acercaba a él.
- Un futuro... en el que yo te hago feliz.
El silencio se hizo mientras Yuuki se dejaba abrazar por el contrario mientras pensaba en ese supuesto futuro que los dos podían tener juntos. Quizás sería difícil, quizás incluso puede que le costase sentirse vulnerable y confiar otra vez en Ryuu, pero ¿merecía la pena?.
Ryuu estaba muy contento de que Yuuki le dejase abrazarlo. Además, había notado de que el menor se había dejado de tener su cuerpo rígido y respiraba de forma normal. Supuso que eso era una pequeña victoria, pues demostraba que estaba siendo vulnerable fuera de su casa, y le dejaba a él protegerlo. Ese momento era tan mágico que le daba miedo hablar y que se estropease el momento.
Aunque su estómago no estaba de acuerdo con él y empezó a rugir. Yuuki soltó una pequeña risa apartándose un poco de él. Miraba hacia abajo algo sonrojado aun y sonrió de forma casi imperceptible.
- Parece ... que tienes hambre - Susurra mientras apoyaba las manos en sus propias rodillas- ¿Quieres que salga a comprar algo?
- Si - Susurra a lo que dice para después negar con la cabeza - Deja que yo te prepare algo rico. Tú ponte cómodo, porque esta tarde vamos a hacer un plan de estar en casa con palomitas y viendo películas - Le sopla hacia la cara haciendo que el contrario se apartase un poco y cerrase los ojos.
Le apetecía mucho el plan de pareja con Yuuki y al contrario tampoco le desagradaba la idea. Ryuu terminó por levantarse para ir a la parte de la cocina. Sacó de la nevera algunos ingredientes y empezó a preparar la comida para los dos, se le daba realmente bien la comida.
Yuuki se levantó del suelo también y se sentó sobre la cama mientras miraba por el apartamento con una pequeña sonrisa. Ya la otra vez que había estado allí se había dado cuenta de que Ryuu era minucioso con lo que quería mostrar y el dónde colocar lo que compraba. Se animó a levantarse de donde estaba para pasear lentamente por la casa sin hacer mucho ruido, aunque para el contrario que lo vigilaba por el rabillo del ojo era tierno, lo comparaba como un cachorro en un sitio nuevo.
Por la mente del pequeño Yuuki pasaban miles de cosas mientras apreciaba cada pequeño detalle de esa estancia que parecía elegante a pesar del poco espacio. Trataba de no tocar nada, pero le gustaba el gusto sofisticado y elegante que tenía. A pesar de tener la misma distribución, su casa y la de Ryuu eran diferentes.
Empezó a comparar sobre todo el como tenían las cosas repartidas. Mientras él tenía un sofá una mesa y el sofá y justo detrás la cama y el armario, Ryuu tenía la cama cubierta con el armario y una estantería, supuso que para darle más intimidad en el caso de recibir visitas. Luego la cocina, parecía que Ryuu se encargaba de tenerla bien equipada y con comida suficiente, él mismo solo usaba la cocina para preparar arroz o calentar agua. Con un microhondas y una olla eléctrica le valía, solía comprar comida preparada o cosas así, no se le daba bien cocinar, pero lo que más marcaba la diferencia entre los dos eran las fotografías, las estanterías de Ryuu estaban llenas de fotografías con sus amigos, con su familia. Él no tenía ningún tipo de fotografía de sus padres, ni de amigos. Se sentó en el suelo donde había estado antes.
" ¿Merecería la pena intentar ese futuro?" - Se preguntó entonces Yuuki mientras respiraba hondo.
- ¿En qué piensas? -Le dijo entonces Ryuu al ver como cambiaba su actitud. No quería dar ni un paso atrás en cuanto a la relación de los dos. Le costaba mucho avanzar como para dejar que los fantasmas de la mente del joven le hicieran retroceder.
- No es nada - Le contestó mientras presionaba los labios - Tienes una casa muy bonita Ryuu - Le llamó por su nombre por primera vez.
Lo dijo como si nada, pero él otro no dejó escapar ese detalle. A pesar de que los dos habían hecho como si nada, en el interior de Ryuu él estaba saltando de alegría. Su relación estaba empezando a funcionar.
En otra zona de la Ciudad estaba Riku mirando el móvil mientras suspiraba. La noche anterior había dejado irse a Juri, pero ahora que estaba avanzando en su relación con él, no quería rendirse. Era hora de mezclar el trabajo y lo profesional.
"Director Tanaka. Soy Rikku la pareja de Juri. Estaba pensando que hace tiempo que no hacemos ningún tipo de Show en directo con usted y los dos estaríamos muy interesados en volver a trabajar con usted. Por favor, contactenos lo atens posible".
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