jueves, 10 de diciembre de 2015

Carta de Ánimo.

Hola mis queridos seguidores, si, queridos.

¿Sabéis? Últimamente he visto y leido tantas veces ya, "no te esfuerces demasiado", "vive el momento", "todo es demasiado dificil y además surgen problemas", y un larto etcétera que no me hace nada de gracia.

¡¡BASTA YA DE PENSAMIENTOS NEGATIVOS!!

Si, surgen dificultades, yo soy la representación misma de ellas. Si quizás los problemas están ahí, pero, ¿te vas a rendir?

Yo no me rindo, lucho y disfruto de la lucha porque sé que voy a ganar.

Ponerte límites a ti mismo, solo sirve para reducirte tus capacidades, tus probabilidades de triunfar. Porque esta es una lucha contra nosotros mismos, nadie más puede ayudar a que ganemos la batalla contra nuestra propia sombra.

El destino ayuda, pero no lo es todo. Cómo siempre se dice en una receta hay un 50% de preparación y un 50% de intuición, así salen las comidas más deliciosas.

Hagamos juntos que nuestra vida sea una deliciosa comida exótica, y no, una insipida sopa de sobre, ¿sería lo mejor no?

Y cuando todos seamos una comida super exótica, hagamos un banquete.



miércoles, 7 de octubre de 2015

Proyecto Puente.

Buenas ~

Como se puede suponer, soy estudiante de Ingeniería Civil, y el año pasado hice un proyecto de un puente, que por cierto, situé en Japón.

El puente está proyectado en Mefi, ¡CON CALCULOS DE ESTRUCTURA MÉTALICA CON MUCHOS NUDOS!

Espero que os guste.

Puente

Por supuesto, el archivo tiene contraseña, para saberla lo que debeis hacer es enviarme un correo o poner vuestro email en los comentarios y os lo enseñaré encantado.





domingo, 4 de octubre de 2015

Pegaso Alado.

Era un día claro, la arena fina y blanca acariciaba mi piel y el sol golpeaba en mi cara, haciendo que saliera de mi sueño. 

Paso mi mano por la frente, entre abro los ojos y noto algunos granos de arena en la frente. Me siento poniendo mi espalda encorvada hacia adelante y observo a mi alrededor. 

El rumor de las olas se oye cercano, en la arena estaba marcada mi silueta y sentía todo mi cuerpo relajado, era agradable un despertar así. Recojo mis piernas abrazando las rodillas y miro hacia el mar, mientras que, por mi mente se pasaban imágenes dispersas sobre un sueño que no paraba de repetirse en mi mente. Un caballo blanco alado.

Aunque lo llevaba repitiendo varias noches, no conseguía recordarlo con claridad. No obstante, era un sueño que me transmitía paz, siempre me dejaba el cuerpo con esta sensación de serenidad, aunque fuese un sueño, era cálido.

Las horas estaban pasando, pero, yo permanecía inmóvil en la arena. El olor del mar era hipnótico, el sol comenzaba a nublarse y por mi mente no paraba de dibujarse la misma imagen del caballo blanco volando.

No sé el motivo, pero de pronto, sentí la necesidad de dibujarlo en la arena. Miré a uno y otro lado, y al no encontrar ningún otro utensilio, utilicé mi propio dedo como herramienta de dibujo. 
Mientras lo estaba dibujando, el tiempo parecía relentizarse. Las olas iban cada vez más despacio, comenzaban a ser un rumor lejano, la luz del sol se iba apagando y me alejaba del sitio como si una manta brillante blanca me estuviera cubriendo. ¿Estaría soñando otra vez?

Me puse en pie dejando el dibujo de Pegaso al lado de mi pie derecho. De pronto, el suelo empezó a temblar, una luz salía del dibujo en la arena, yo miraba hacia todos lados inquieto hasta que el temblor hizo ceder mis pies poniendome en el suelo sobre mi trasero mientras la luz apenas me dejaba tener los ojos entreabiertos, y, al cabo de unos segundos, todo habia pasado.

Por fin pude abrir los ojos, y justo donde estaba el dibujo ahora se encontraba mi caballo blanco alado. Sus alas estaban recogidas a sus lados. El caballo relinchaba queriendose comunicar conmigo, no de forma agresiva, si no como un pequeño cántico llamandome para ponerme en pie.

Incitado por el caballo me puse en pie, acerqué mi mano a sus crines y estas parecían incluso desacerse como gotas de agua de lo suaves que eran. El caballo se acercaba a mi, posaba su alargada cara contra mi mano y se quedaba mirandome a los ojos.

Sus ojos, grandes, azúles, brillantes. Entonces lo comprendí, quería que subiera en su lomo. Cómo si tuvieramos en ese instante telepatía, el se puso de costado, desplegó sus alas y se hizo hacia abajo. Yo, algo tímido, me aventuré y con cuidado me subí en su lomo, recostandome sobre el poniendo una pierna a cada lado tras sus alas y abrazandome a su cuello.

El caballo volvió a relinchar, tomo carrerilla agitando las alas con algo de fuerza mientras corría sobre el aire, elevandose hacia las nubes en las que parecia desaparecer, fusionando blanco con blanco.

Lo recuerdo como si fuera ayer, ese precioso sueño, que se repetía en mi mente una y otra vez. Ese sueño, que se hizo realidad durante un instante, por el que pienso, que todos los sueños se hacen realidad. Que la magia, está donde uno quiere que esté.

sábado, 3 de octubre de 2015

Día de lluvia.

Un día de lluvia, cómo otro cualquiera, sentado bajo un manto de esperanzas que ruedan hacia mi en forma de gotas cristalinas puramente encofradas.

Estos días deprimen a cualquiera, siempre mojando sentimientos, apagando pasiones, frustrando planes. Sin embargo, ¿qué hay de esperar sin la fría lluvia?

¿No son los campos mojados los que hacen florecer las margaritas? ¿No es el agua lo que nos trae vida? 

El agua, principio de la vida, es lo que debemos coger en nuestras manos, aunque se escurra entre ellas hacia nuestros brazos, es el origen de nuestras sonrisas, de nuestros sueños, de esperanzas e ilusiones, no la que nos marchita.

Los días de lluvia, tal como hoy, son los más especiales, porque aunque haya menos, nos animan a luchar, a seguir, porque nuestras posibilidades, son tantas como gotas que caen.

domingo, 12 de abril de 2015

Luna maldita

Fue un día a la hora del ocaso, cuando la vida me puso la miel en los labios, y yo, como si fuera un diminuto insecto, la probé.
Seguí su rastro hacia la cruel trampa y vi ese ansiado deseo.
Estaba frente a mí, el sabor me atraía, haciéndose más intenso, crecía el deseo, las ansías de poseer ese bello sueño.
Nos acercamos, nos hicimos uno, como las dos caras opuestas de un imán, solo la corriente fluía entre nosotros, sin ver que se hacía de noche y la trampa se cerraba.
La luna hizo su aparición, haciendo desaparecer mi sueño, transformando la presencia en ausencia, la miel en veneno y el deseo en necesidad.

No volví a ver brillar la luz en el ocaso, pues mis ojos, fueron cegados por la luz lunar de mi sueño des-soñado.