lunes, 18 de noviembre de 2019

SIN NOMBRE - CAP 2

A la mañana siguiente, Yuuki se despertó temprano y fue hacia la nevera. Tenía como mínimo 5 días para descansar antes de que le volviese a tocar aguantar a gente manoseandole. Por suerte, ganaba bastante dinero con eso, se había vuelto una forma "sencilla" de ganar dinero.

Cuándo abrió la nevera sacudió la cabeza fastidiado. Literalmente solo había salsa de soja y bebidas energéticas. Sabía que eso significaba que tendría que hacer algo de compra si esperaba no tener que salir en los siguientes días.

Se fue hacia su armario y se puso unos vaqueros junto con una sudadera. No hacía mucho frio, así que con eso estaría bien. Abrió la puerta y vio la bolsa de papel en la entrada. La cogió y suspiró mirando en su interior. Era un juego de baño, gel y champú. Eran de gran calidad, lo que le hizo sentirse algo mal por no haberle dado las gracias a aquel chico. Dejó la bolsa dentro de la casa mientras sacudía la cabeza, tampoco es que él le hubiese pedido que le comprase nada o le hiciese un regalo. Era molesto, porque ahora tendría que agradecerle el gesto. Gruño sin darse cuenta y empezó a andar.

Al tiempo que pasaba por el pasillo para bajar de los apartamentos por las escaleras, la puerta del piso de Shunta se abrió. Un alegre Shunta salía de él cruzandose con Yuuki.

Yuuki suspiró, pero pensó que de esta forma sería mejor, podría agradecerle el gesto y así no tendría que preocuparse en un futuro.

- Ah, vecino sin nombre - Dijo Shunta sonriendo levemente y tratando de bromear para romper el hielo.

- ¿uhm? - Contestó Yuuki y luego le miró a los ojos. Su mirada era fría y desganada, después de todo era una completa obligación el hecho de relacionarse con él - Perdona mis modales de ayer - Dijo en el mismo tono desganado, después de todo, eso no era trabajo - Gracias por el juego de baño - Hizo una pequeña pausa pero no recordaba su nombre - ¿Cuál era tu nombre?

- Shunta, Shunta Kei - Repitió mientras hacía una pequeña reverencia con la cabeza y una gran sonrisa. Parecía que hoy su vecino sin nombre estaba más amistoso- ¿Y tú eres?

Yuuki le miró con cierto recelo. Jamás decía su nombre real, Yuuki era solo para el trabajo, pero como no tenía amigos, tampoco sabía como presentarse. Así que pensaba que su nombre artístico sería ideal. Después de todo, ese vecino no parecía el tipo de enfermos que verían porno gay.

- Juri, Juri Shinomiya - Miró a un lado y cerró los ojos.

Shunta abrió muchisimo los ojos impresionado. Cogió su móvil un momento y entonces puso una foto de una portada de porno.

- Eres el premio revelación del porno gay - Elevó un poco la voz mirándole. Yuuki se encogió arrepentido de haber dicho el nombre artístico. - Perdón - Susurró algo más flojo, iba a seguir hablando pero Yuuki ya había emprendido su camino.

Shunta se dio cuenta de que quizás había metido la pata con su vecino, después de todo, no parecía tener los mismos modales en las películas que en la realidad. Se dio cuenta entonces que quizás ese trabajo no era tan glamuroso como él pensaba.

Fue a casa de su otro vecino y llamó a la puerta. No tenía la sonrisa que siempre le acompañaba, pues creía sinceramente que había metido la pata hasta el fondo con Juri, y no podía ocultar cuando algo le sentaba así de mal.

Ryuu abrió la puerta ya vestido. Estaba esperándole para ir a conocer el barrió y quizás, hacer unas compras. Después de todo, hasta que encontrase trabajo tenía bastantes ahorros de su trabajo en la empresa de su padre durante sus estudios.

- Buenos días Shun-kun - Le dijo con una sonrisa, pero tampoco se le escapó el hecho de que Shunta estaba algo decaído - ¿Ha pasado algo?

Shunta sacudió la cabeza y le sonrió levemente. Pensaba en si decirlo o no, después de todo era la intimidad del otro chico, no la suya la que quedaría dañada. Pero después de todo, Ryuu era ahora su amigo, así que, seguro que sabría guardar el secreto.

- Me he encontrado con el vecino que te comenté ayer - Le contestó Shunta con un suspiro.

- Vamos, que no te afecte lo que te diga ese maleducado - Le contestó poniéndole una mano en el hombro.

- En verdad se disculpó por sus modales y me dio las gracias. Hasta se presentó - Le corrigió Shunta que inclinó la cabeza hacia un lado - El caso es que conocí su nombre y ese fue el problema.

Ryuu abrió los ojos de par en par con una sonrisa. Le despeinó y después cerró la puerta tras de si.

- ¿No me digas que hay un famoso como vecino nuestro?

- Pues, el caso es que si. Es un actor que ha recibido algunos premios y demás. Pero parece que no le gusta mucho su trabajo, porque cuando se lo dije. Se marchó sin ni si quiera despedirse - Susurró levemente y se echó a un lado.

Los dos se pusieron a andar, para echar un vistazo por el barrió. Pero claro, a Ryuu le seguía picando la curiosidad por ese vecino actor.

- ¿Tan mal actúa? ¿O aparece en series tan malas como para avergonzarse? - Dijo tras un rato andando en silencio. - Si no le gusta su trabajo simplemente que lo deje y haga otra cosa.

- Bueno, no es de los actores que hacen series o cosas así - Le mira y termina suspirándo aun desanimado- Es Juri Shinomiya - Le dijo susurrando, como le había dicho que se había declarado a un chico pensaba que él también vería porno gay.

- Pues el caso es que no me suena. ¿Es actor de cine japonés o algo así ? - Le contestó el contrario que no paraba de pensar en ese nombre sin llegar a nada. Terminó buscando por su cuenta en el móvil ante el silencio de su compañero, que aun dudaba en si debería contarlo o no - ¿Actor porno? - Se quedó mirando las fotos de ese chico. Era realmente atractivo, unos ojos inocentes, una sonrisa dulce... Le recordaba tanto a Yuuki.

- Shhh... -Le dijo entonces Shunta suspirando y le tapó la boca con una mano mientras los dos andaban - Si, es actor porno gay - Le susurró mientras miraba las fotos - Además uno de los buenos. Es de los que más películas hacen, y tiene un gran fandom.

- ¿Y cómo no se siente agradecido de que le hayas reconocido? -Le preguntó y luego miró las fotos. Tenía algo que realmente le atraía, nunca le había pasado con nadie. Ni si quiera había tenido pareja porque siempre había pensado en Yuuki.

Shunta se encogió de hombros. La verdad que no sabía porque había reaccionado tan mal cuando le había reconocido. Por otro lado, es que no parecía el mismo en las películas que con el que había hablado.

En las películas siempre hacía papeles infantiles, inocentes, dulces. Parecía estar muy cómodo con esos papeles, y siempre transmitía una especie de luz. Pero su vecino parecía alguien destrozado, oscuro y lejano. En cierta forma, empezó a sentir tristeza por aquel chico.

- Es que no parece la misma persona. Si lo vieras actuar, parece nacido para eso. Incluso con la cantidad de cosas que le hacen, siempre aparenta esa dulzura e inocencia infantil. Tal y como en al foto. - Hace una pausa y luego siguió hablando - Me da cierta tristeza el verle. Parece que no ha llevado una vida sencilla.

- Pareces un poco admirador del trabajo de un actor porno - Trató de cambiar el tema Ryuu que guardó el móvil sin prestarle mucha atención - Esto no lo digas por ahí, o pensarán que eres un gran pervertido.

Entonces Shunta se dio cuenta de que estaba hablando de algo realmente pervertido. Su cara empezó a tornarse de color rojo, y sus ojos parpadeaban cada vez más rápido.

- Ryuu-kun no seas malo, no digas esas cosas de tu nuevo amigo. -Le dijo en un tono infantil mientras guardaba también su móvil en el bolsillo.

Los dos pasaron la mañana visitando tiendas y por el barrio. No habían vuelto a sacar el tema de su vecino misterioso. Lo pasaron bien y al medio día volvieron cada uno a su casa para colocar lo comprado.


Yuuki por otro lado, había ido a una tienda a hacer la compra. Había visto a Shunta pasar con otro chico. Un chico que le llamó la atención, era como si lo conociera de algo. Pero solo trató de evitarlos. Cogió sus bolsas rápido y volvió a casa, sin incidentes.

Después de colocar la comida que había comprado, cogió un par de rebanadas de pan con mermelada de fresa y se las comió. Ahora si que no era necesario que saliese de la casa en un par de días. Sonreía para si mismo mientras cogía el mando de su Play Station 4 y se ponía a jugar. Era lo único que le hacía desconectar de su vida.


Ryuu terminó de colocar la comida, y entonces se sentó en la cama cogiendo su portátil. Lo abrió y volvió a buscar el nombre que le había dicho su vecino antes "Juri Shinomiya".

- Es imposible que sea él - Se dijo a si mismo una y otra vez - No es su nombre...

Miró algunos de sus vídeos. La duda seguía ahí, esos ojos inocentes, era la misma mirada que Yuuki le ponía cuando eran pequeños. Aun así, no podía dar crédito a esos pensamientos, y menos si no le había conocido aún en persona.

No paraba de mirar sus vídeos, deseando, que no fuese su Yuuki. Pero no podía evitar asociarlo, había gestos que eran de ese inocente Yuuki.

Al cabo de unas horas se levantó y cogió unos bombones de chocolate de fresa que había comprado. Sabía que a Yuuki le gustaban esos bombones. De pequeños siempre compraban algunos y Ryuu le acababa dando de los suyos. Si era Yuuki seguro que notaba algo cuando cogiese el regalo, además, tendría que presentarse como nuevo vecino.

Si era Yuuki, ¿se acordaría de él cuando le dijese su nombre? Seguramente se acordaría, no podría olvidarse de la promesa que hicieron. Él no se había olvidado de su promesa después de todo.

Salió de la casa y fue hasta la puerta de su vecino. Llamó con el dorso de la mano golpeando en la puerta de madera. En el interior, Yuuki dejó el juego en apuse y suspiró. Seguramente sería otra vez ese "shu no sé que" a molestarle. Pensó en hacer como que no había nadie en casa y miró a la pantalla.

Ryuu volvió a llamar a la puerta de forma algo insistente. Había oído como se paraba el sonido de algo en el interior cuando había llamado la primera vez. ¿Sería posible que intentase hacer como que no había nadie para no abrir la puerta? Definitivamente, ese chico era un maleducado y era imposible que fuese Yuuki.

- ¿Hay alguien en casa? -Dijo con algo de fuerza llamando por tercera vez a la puerta - Soy el nuevo vecino de la esquina, quería presentarme.

- Dos nuevos vecinos - Se dijo Yuuki para si mismo - Esto si que es tener mala suerte - Gruñó por lo bajó y se puso en pie para ir a la puerta.

Andaba arrastrando los pies con desgana. Pero bueno, cuánto antes se quitase esa "obligación" de encima, antes podría volver a jugar y pasar de esos irritantes vecinos. Abrió la puerta y se quedó mirando al chico, era con él que antes estaba andando Shunta.

- Buenas - Saludó Yuuki haciendo una pequeña reverencia. Por su interior, se pasó la idea de que Shunta le había contando su trabajo y lo sucedido, que por eso venía a verle y comprobar lo que había dicho.

Ryuu se quedó mirando a sus ojos. Tristes y lejanos. Desde luego no parecía el mismo que en las fotos o en los vídeos que había visto. Ese no era Yuuki.

- Buenas - Le saludó con una reverencia Ryuu - Le traigo esto como presente pues me acabo de mudar al apartamento de la esquina y a partir de ahora seremos vecinos - Le dijo con una amplia sonrisa.

Yuuki cogió los bombones y sonrió por un momento. Esos eran sus favoritos, aunque hacía años que no los había comido, no le traían buenos recuerdos después de todo. Esa sonrisa no pasó desapercibida para Ryuu que sintió como le temblaba el corazón por un momento.

- Muchas gracias - Contestó Yuuki y volvió a su estado apático, desganado - Mi nombre es Juri Shinomiya, y como te habrá contado el otro vecino, soy actor porno. Espero que ese no sea el motivo de la visita.

Ryuu sonrió de forma culpable, pues si que es verdad que eso le había incitado en cierta forma a comprobar si él era Yuuki. Pero sacudió la cabeza alejando la idea de la cabeza, lo ácido que era ese chico y cortante. ¿Cómo era posible que fuese el mismo chico de los vídeos?

- Como sospechaba -Susurró Yuuki que iba a cerrar la puerta.

- Disculpa - Le contestó Ryuu haciendo una reverencia - Si que es verdad que me comentó algo, pero, de todas formas quería venir a presentarme en persona. Mi nombre es Ryuu Takada, y acabo de venir del extranjero.

Dijo de forma rápida. Si él era Yuuki, seguro que tenía que reaccionar ante su nombre y su historia. Tendría que reaccionar y entonces podrían estar juntos.

Cuándo escuchó el nombre dejó de cerrar la puerta. Le miró por un segundo y luego miró el interior de la casa, concretamente a la cómoda dónde estaba esa pulsera con el nombre grabado. "Ryuu Takada". Había dicho ese nombre, y que venía del extranjero. Volvió a mirarle a él a los ojos, aunque los propios se habían emborronado con algunas lágrimas.

Ryuu alzó la vista. El cuerpo entero le temblaba, no era posible que fuese su Yuuki de verdad. No era posible, que Yuuki se hubiese vuelto así.

- ¿Yuuki...? - Consiguió decir echando una mano hacia adelante.

El cuerpo de Yuuki temblaba por completo. Era Ryuu, era él y pretendía tocarle. No, no lo iba a permitir, no iba a dejar que volviera a su vida así por las buenas. ¿Para qué? ¿Para hacerselo más difícil todo? No. Ni hablar. No.

Tiró los bombones fuera y cerró la puerta antes de que pudiese tocarle. Apoyó la espalda contra la puerta respirando algo agitado. Trató de contener las lágrimas y la respiración. Pensaba que eso tenía que ser una pesadilla después de todo.

- Yuuki abre - Susurraba al otro lado de la puerta Ryuu. Era Yuuki, lo había encontrado y había sido muy fácil. Ahora tenía que cuidarlo - Yuuki, te he estado buscando.

Yuuki se tapó los oídos y cerró la puerta con pestillo. Ya se cansaría. Trató de reaccionar y se fue a jugar otra vez a su videojuego. Esta vez se puso los auriculares y dejó que el juego tragase sus pensamientos otra vez y le alejase de esa realidad.

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