viernes, 26 de mayo de 2017

LO MÁS COMÚN PUEDE SER PERFECTO. CAPÍTULO 5 - ¿Qué está pasando?

Leo había salido a andar, necesitaba despejarse. Todavía no entendía la relación que había entre el y Lucas. ¿Por qué siempre acaba accediendo a lo que el mayor quería? ¿Por qué siempre estaba feliz con él ?

Caminaba por esa zona de la ciudad que aún no conocía del todo, mientras le daba vueltas a esas preguntas. Suspiraba de forma algo pesada con los ojos entrecerrados.

<<Lucas. ¿Por qué solo está el en mi mente?>>.

Había estado andando todo el rato, casi sin prestar atención al camino que seguía, pensando solo en Lucas, y cuando se quiso dar cuenta, no sabía donde estaba. Miró su móvil durante un momento para comprobar el tiempo.

-¿¡CÓMO ES POSIBLE!?

Sin darse cuenta había alzado la voz, que sonó, para su gusto de una forma demasiado aguda. Había pasado media hora y ahora solo tenía media hora para volver y prepararse, o iba a tener problemas con Lucas.

Se giró y empezó a correr, tratando de volver tras los pasos andados. Respiraba agitado tratando de mantener el ritmo pero, acabó parado sin poder seguir dando un paso. Volvió a mirar el tiempo y solo habían pasado siete minutos solamente y aun no sabía dónde estaba.

Se decidió a llamar a Lucas. Marcó su número y siguió andando mientras sonaban los intervalos de sonido que hacían para terminar con el contestador de voz.

-Mierda - Negó despacio y escribió un mensaje enviándolo por whatsapp.

"Lucas no se dónde estoy ahora mismo. Estoy tratando de llegar a casa pero no sé cómo. Por favor llamame".

Terminó de enviar el mensaje y siguió andando mientras miraba la pantalla, pero, no conseguía que Lucas leyera los mensajes por mucho que escribía.

Faltaban ya solo diez minutos para la hora en la que había quedado para salir con Lucas, todavía ni si quiera se había arreglado. Estaba empezando a estar desesperado. Volvió a llamar a Lucas a su teléfono y al teléfono de la casa, no había respuesta.

El tiempo pasaba, había empezado a correr otra vez sin darse cuenta y finalmente, consiguió llegar a la casa cuando quedaban cinco minutos para la hora.

Entro en el portal, pero no se atrevió a esperar al ascensor, decidió correr los quince pisos para llegar al ático de Lucas.

En el salón, Lucas estaba sentado en el sofá mirando unas notas. Alzó la vista mirando a Leo, pero no estaba serio.

<<¿Qué le pasa?>>

Se dijo Leo para si mismo al verle. No esperaba que le recibiera de esa forma. Avanzó un paso y abrió la boca dejando salir aire dispuesto a explicarse.

- Me voy a la presentación - Le cortó Lucas mientras le miraba poniéndose en pie con una sonrisa- No hace falta que vengas hoy.

- Lucas - Elevó un poco la voz con los ojos entrecerrados - ¿Es qué no..?

- Ya sé que no tengo que presionarte - Cogió una bandolera y se la puso al hombro derecho. Llevó los dedos por el pelo echándolo hacia atrás perfectamente arreglado.

- Pero Lucas yo...

De pronto, sonó el timbre de la casa y Lucas se acercó a la puerta abriendola. Un profesor de la facultad. Era el encargado del equipo de remo de la universidad, Yusuke Okada, era japonés y tenía un cuerpo muy desarrollado, sus rasgos asiáticos les daban un aire exótico que volvía locas a sus compañeras. Lo había visto varias veces y todas las compañeras de su clase con las que había hablado se habían apuntado al equipo solamente para verlo mojado a veces.

<<¿Qué hace aquí?>>

Lucas se despidió con Leo con una mano y salió de la casa yendo hacia el ascensor con su nuevo compañero. Dejando a un Leo confuso y atónito en mitad del salón.

En el ascensor Lucas y Yusuke estaban el uno al lado del otro. En varias ocasiones habían pasado por la misma situación, los dos y ya estaban acostumbrados.

Yusuke, por un lado, agradecía la formalidad y frialdad con la que trataba estos temas Lucas, que por su lado, se aprovechaba del carácter serio y discreción que le brindaba Yusuke.

- ¿No deberías ir con tu pareja? -Dijo Yusuke rompiendo el silencio. Esta era una de las pocas ocasiones en las que Yusuke se permitía meterse en la vida de Lucas.

- Estará bien, así a la siguiente vez, no me va a rechistar - Se limitó a contestar Lucas justo antes de que se abrieran las puertas del ascensor.

Los dos salieron y se acercaron al coche de Lucas. Yusuke emitió un leve suspiro acompañado de una sonrisa amable, entró en el coche y se puso el cinturón desviando la mirada por el rabillo de ojo hasta posarla en Lucas que hacía lo mismo.

- No lo puedes educar como si fuera tu mascota Lucas - Terminó por sentarse erguido en el asiento- No has tenido nunca una relación como esta. Pero, creo que no siempre vas a ser quien mande en esta relación.

- ¿Crees que el no va a estar adicto a mi como lo han estado otros? - Luchas sonrió de forma pícara mientras arrancaba el coche. Siempre medía cada palabra que decía, como al escribir, siempre lo controlaba todo para que sus palabras tuvieran el efecto que el quería. Pero, con Yusuke siempre era inesperada su reacción, por eso le gustaba hablar con él.

- Creo que esta vez, eres tú el que está adicto - Yusuke, dando en el blanco, con su precisión de costumbre. Esa era la única característica de la personalidad de Yusuke, que a Lucas no le hacía gracia, pero no lo dejaba entre ver.

- ¿Quieres apostar?

...Continuará...

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