Ya había pasado casi un año desde que habían acabado con la conspiración que iba tras la vida de la familia Kentaro. Gracias a Ritsu, Ai y Rei ahora todos podían estar en paz. Ritsu y Ai habían empezado a salir juntos, y Rei se estaba haciendo cargo de la escuela, propiedad de Ritsu. Sin embargo, la pareja no había vuelto a ver a Rei, que se sentía muy avergonzado, puesto que había sido su hermana la que había estado organizando todas las desgracias que le habían pasado a Ritsu.
Ritsu y Ai se habían mudado a un apartamento en el centro de la ciudad. Los dos habían perdido un año de estudio, y ahora estaban en una preparatoria, los dos habían decidido estudiar juntos arquitectura en la universidad. Además, los dos vivían de la fortuna que había heredado Ritsu, aunque la familia de Ai se encargaba de costear sus estudios.
Los dos se habían perdonado la promesa de que tenían que estar todo el tiempo juntos, y de hecho, hasta lo agradecían a veces, pues les permitía hacer otro tipo de actividades. Aunque los dos iban juntos al mismo gimnasio, en ese momento era solo Ai quién estaba en el gimnasio mientras Ritsu estaba en la biblioteca estudiando, rodeado de libros y con su iPad en la mesa.
- ¿Aún estudiando a vísperas de Noche Buena? - Dijo una voz femenina a la espalda de Ritsu.
Ritsu se giró con sus gafas puestas y le dedico una tierna sonrisa a Yukito, su compañera en la preparatoria.
- ¿Dónde has dejado a Ai? - Lo buscó por toda la sala mientras se sentaba a su lado - No suele estar muy lejos de ti - Yukito era un año más pequeña que ellos, pero era muy perspicaz.
- Se ha ido al gimnasio - Susurró Ritsu - Quiere terminar de prepararse para poder encontrar trabajo de entrenador personal.
- Ya veo - Terminó con una pequeña risa mientras a los dos les chistaban - ¿ Y no te pone algo celoso? Seguro que muchos ya están deseando contratarle, es muy guapo, yo no lo dejaría mucho tiempo solo.
Ritsu se llevó su apple pen a los labios y luego medito sobre lo que decía Yukito. Era cierto que en el gimnasio muchos se le quedaban mirando, además, era cierto que su pelo rubio le daba cierto aire juvenil más atractivo. Pero no estaba celoso, conocía los sentimientos de Ai.
- La verdad es que no - Terminó negando con una sonrisa - Sé que Ai me quiere y confío en él- Dijo con orgullo.
- Es la relación más bonita que he visto nunca - Terminó diciendo Yukito.
A los dos les volvieron a regañar por estar hablando en voz tan alta en la biblioteca. Fue entonces cuando Ritsu se decidió a empezar a recoger sus cosas guardándolas en su mochila mientras Yukito esperaba para salir a su lado.
- ¿Tienes planes para navidad?
- La verdad es que sí - Le muestra la pantalla de su móvil la reserva que había hecho en unos baños termales naturales en mitad de la montaña. - Quiero que vayamos juntos ahí, he comprado hasta los billetes de tren y contratado un coche para que nos lleve.
- Como te curras los regalos, ¿no?
- Bueno - Terminó riendo - Además, si te parece guapo, tendrías que verlo en Yukata.
Los dos siguieron hablando mientras paseaban por la ciudad, mientras Ai seguía en el gimnasio. Su cuerpo estaba aún más desarrollado, tenía un gran atractivo, que como habían hablado los otros dos, no pasaba desapercibido y llamaba las miradas de varios clientes del gimnasio.
Normalmente, entrenaba tres días en el gimnasio con Ritsu y todos sabían que eran pareja, ya que ninguno de los dos se molestaba en ocultarlo. Pero cuando Ritsu no estaba parecía que todos querían acercarse más a él.
- Como se nota que hoy no está Ritsu - Le interrumpió una voz conocida mientras le saludaba con la mano.
- Ya sabes que los Martes no viene - Terminó diciendo un Ai sudado que levantaba pesas.
- Será por eso que los Martes el gimnasio tiene más visitas que el resto de los días.
- Eso pasaba antes - Dijo Ai con un pequeño jadeo- Es uno de los motivos por los que Ritsu no viene. Terminó las repeticiones con las pesas y luego cogió una toalla pasandosela primero por la cara y luego colgándola en su propio cuello.
Su compañero era Naka, un chico que entrenaba en el gimnasio y que había conocido allí. Era tres años mayor que él, pero más bajo y menos trabajado que Ai.
- ¿Ritsu no se pone celoso de tus fans? - Dijo señalando a algunos chicos que simplemente estaban parados mirándolo.
- ¿Debería estarlo?
- Ritsu parece inseguro - Hizo una pequeña pausa mirando a su amigo - Si yo fuese Ritsu, aun siendo inseguro, me molestaría que mirasen tanto a mi novio.
Ai se quedó pensando mientras iba hacía la cinta de correr. Los dos se subieron en cintas contiguas y empezaron la marcha. Ai se dió cuenta de que Ritsu nunca le había dicho nada al respecto, pero si que era cierto que el mismo a veces se molestaba cuando chicos o chicas se le quedaban mirando. Pero con él mismo últimamente pasaba muy a menudo, sin embargo, Ritsu no se quejaba.
- La verdad, nunca me ha dicho nada - Dijo mientras aumentaba el ritmo de la cinta.
- ¿Ritsu es inseguro?
- Un poco -Contestó asintiendo - ¿Crees que le molesta?
- Es posible.
- ¿Debería hacer algo al respecto?
- No sé. Yo no he hablado tanto con él - Terminó subiendo también la velocidad de la cinta - Dentro de poco es navidad, ¿tienes planeado algún regalo?
Ai sonrió levemente. Aprovechaba que Ritsu se centraba en estudiar y había conseguido un trabajo a tiempo parcial un par de horas durante las tardes en un almacén. Desde verano el estaba trabajando para hacerle un regalo a Ritsu.
- Quiero pedirle que se case conmigo. Le he comprado un anillo.
- ¡MATRIMONIO! Bua, si que tienes las cosas claras - Rió levemente - ¿Cómo se lo vas a pedir? ¿Alguna cena Romántica?
Se quedó callado mientras corría y solo sacudió la cabeza a los lados. Realmente se le daban muy mal los planes románticos. Por un lado, era normal, lo único que habían hecho siempre era ser amigos, y hacer cosas románticas se le hacía un poco raro, no tenía tampoco experiencia. Lo único que sabía del romanticismo era lo que había visto en la pantalla.
- Eres un desastre - Se rio de él su amigo - Así acabará pensando que no le quieres.
- No digas eso - refunfuño Ai parando la cinta poco a poco - Claro que lo quiero. Me voy, me has enfadado.
- Al final vas a ser tú el inseguro - Le siguió picando mientras este se ponía a su lado en la cinta - Pero piensa que eres tú el que podría tener a quién quisiera. Que esté agradecido - Le miró con cierta picardía.
Ese comentario realmente molestó a Ai. Cogió su toalla de la cinta en la que estaba y se apoyó en el costado de la cinta de Nanka, poniendo su mano en el botón de aumento de velocidad.
- ¿Sabes? Soy yo el que tiene que estar agradecido - Pulsó muchas veces el botón sujetándolo para que Nanka no pudiese bajar la velocidad.
- ¡NO LO HAGAS! - Le pidió este negando y corriendo mucho más rápido.
- Porque él es el más guapo - Siguió aumentando la velocidad poniéndola al máximo - Dulce, amable y cariñoso del mundo.
Nanka trataba de seguir el ritmo sin caerse, aunque apenas podía respirar por la velocidad a la que iba la cinta. Ai se acabó separando y Nanka paró la cinta al momento respirando muy agitado.
- Pues... Diselo y demuestralo. Mañana es Noche Buena.
Ai sonrió al ver a su amigo y luego se fue al vestuario. Tenía que preparar algo para Ritsu.
Cuando regresó a casa, Ai se llevó una grata sorpresa al ver los zapatos de Ritsu en la entrada. Los dos vivían en un apartamento no muy grande. Tenía un recibidor que daba paso a un salón con cocina americana separada con una barra de bar con dos taburetes, en el que había un sofa en forma de "L", una televisión, una mesa con dos sillas y una mesa enfrente del sofá, algunas estanterías con libros y una cocina completamente equipada. Del salón salían tres puertas, una daba a un aseo, la otra era para la bañera y otra con una habitación que tenía un armario, una cama de matrimonio y otra televisión. El apartamento estaba en el centro, tres plantas por encima de donde estaban los comercios y oficinas del edificio, pero era la planta 12.
Ai vió a Ritsu en el salón. Estaba sentado sobre sus piernas cruzadas. Llevaba las gafas puestas y estaba mirando hojas que había repartidas en montones ordenados por el sofá. Ritsu alzó la vista al oir la puerta y sonrió a Ai, que se acercó a él hasta darle un beso en la frente.
- Pensaba que aún estarías en la biblioteca, no que habrías traído la biblioteca a la casa - Dejó la bolsa de deporte al lado del sofá y cogió algunas hojas para poder sentarse a su lado.
Aunque ya llevaban viviendo juntos toda la vida, y casi un año siendo pareja. Aun Ritsu se sonrojaba al recibir esos besos.
- Ya sabes que a mi me cuesta estudiar más que a ti - Le sonrió Ritsu que empezó a agrupar todas las hojas en un solo montón y lo ponía sobre la mesa - Quiero entrar en la misma universidad que tú, tengo que es esforzarme más que tú.
Ai miró las hojas que había cogido. En la preparatoria Ritsu llevaba bastantes temas de adelante que él y sacaba siempre mejores notas, pero, aún así pensaba que Ai era mejor. Entendió su inseguridad.
- En el último examen nacional estabas entre los 10 primeros, yo no entre ni en los 100 primeros - Le puso las hojas en la cabeza mientras sonreía- A este paso voy a ser yo el que no podrá estar en la misma universidad que tú.
Ritsu cogió las hojas mientras reía y las agrupó al final todas.
- Solo pienso pedir plaza en la universidad que te acepten a ti.
Ai acarició la mejilla de Ritsu que se iba recostando en el sofá y le ayudó a apoyarlo en su propio regazo. Ritsu cerró los ojos y Ai empezó a acariciarle por la mejilla, el pelo y el cuello.
- Te quiero - Terminó diciendo Ai completamente embobado ante la imagen de Ritsu que se sonrojaba aun con los ojos cerrados, arrancando una tierna risa de Ai - Por cierto, mañana es Noche Buena. ¿Quieres que reserve en algún restaurante para cenar?
Ritsu abrió los ojos. No había pensado hasta ese momento de que el regalo que había preparado para Ai era en Noche Buena y que se lo tendría que dar antes de tiempo. Cogió su móvil de uno de sus bolsillos y abrió la reserva mostrandosela.
- En verdad... No me había dado cuenta de que te tenía que dar el regalo antes de tiempo pero quería que fuesemos juntos este fin de semana.
Ai miró a Ritsu sorprendido. Ritsu si que era realmente romántico. Había pensado en el más mínimo detalle. Se fijo que tenía todos los detalles en la reserva. Desde el viaje en tren, las comidas, las horas del baño natural reservado solo para ellos dos.
- No te merezco - Se inclinó hacia Ritsu y le acarició en la mejilla - Soy el hombre más afortunado del mundo por estar contigo.
Ritsu se sonrojó otra vez al sentir un beso en los labios que Ai le estaba dando. No era apasionado, solo movía los labios con cariño sobre los del contrario.
- Soy yo el que tiene suerte Ai - Se incorporó un poco y se pasó una mano por las mejillas - Por haberte tenido todo este tiempo solo para mi - Le acarició con la nariz la de el y apoyó la frente en la suya- Pero prométeme que te pondrás Yukata y me dejarás hacerte una foto.
Ai asintió y le cogió en brazos llevándolo a la habitación. Los dos se rieron y luego Ai le dejó sentado en la cama mientras alcazaba una maleta.
- Vamos a prepararnos entonces para el viaje.
Al día siguiente, después de la comida Ai entró a la habitación. Cogió de un cajón la caja negra con el anillo que había comprado para Ritsu y la guardó en el bolsillo de su chaqueta. Luego cogió la maleta y se fue hacia la puerta cargando con ella.
- Ya lo tengo todo Ritsu. ¿Estás listo?
- Un momento - Ritsu estaba guardando el ipad con sus apuntes y unos auriculares en la mochila. Pero también una caja envuelta en papel de regalo que contenía unos boxers de rejilla rojos hechos de regaliz. Se puso rojo simplemente al tener la caja encima, y aun no sabía si iba a ser capaz de ponérselos.
- Tenemos que darnos prisa Ritsu - Ai volvió al cuarto y lo vio rojo mientras cogía la mochila - ¿Estás bien?
- S-si - Terminó diciendo sonrojado y tartamudeando.
- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué estás tan nervioso? - Se acercó y le cogió de la mochila para ver dentro mientras ponía una sonrisa pícara.
- O-oye - Cogió su mochila de vuelta - Es una sorpresa... - Terminó en un pequeño susurro.
Ai se percató de que iba a ser algo atrevido. Ritsu era muy tierno y tímido cuando se trataba de hacer cosas de pareja juntos, le gustaba verlo así y era una de las cosas que no quería que cambiasen. Ai cogió la mochila otra vez disimuladamente, la verdad es que no iba a mirar, solo quería provocar esa sensación en Ritsu otra vez.
- No mires - Puso los labios juntos mirándo hacia un lado Ritsu - Lo verás esta noche.
- No puedo esperar - Le besó en los labios mordiendo su labio inferior y tiró de este - Venga, vamos o perderemos el tren.
Los dos salieron de la casa. Cada uno cargaba con una mochila, pero era Ai quién cargaba con la maleta que tenían los dos, mientras que Ritsu hacia fotos y vídeos de los dos mientras iban a la estación. Era su primer viaje como pareja.
- Nos vamos de viaje - Decía Ritsu mientras los grababa a los dos y sonreía.
- De viaje - Decía Ai al coro con él.
Incluso dentro del tren, la emoción que ambos sentía no parecía quedarse atrás. Incluso parecía que era la primera vez que cogían un tren. Ritsu miraba y grababa por la ventana, seguía con las fotos e incluso había preparado una merienda de sandwiches, que también grabó el como la comían. Al final se quedó dormido apoyado sobre el hombro de Ai, mientras este le acariciaba la mano.
Ai se dio cuenta del cambio que había sufrido Ritsu. Esta vez ya parecía que era una persona normal y corriente. Enamorado, como debía ser para un chico de 18 años. Emocionado. También parecía que ya había olvidado lo traumático de su pasado, o que al menos, lo había superado.
Lo dejó descansar durante una media hora y entonces le besó en los labios.
- Y así el príncipe despertó a la bella princesa - Susurró sobre sus labios y le besó en la frente- Es la siguiente parada.
Ritsu se despertó con el beso y luego rio. No se esperaba esa forma de despertarlo, pero le hizo gracia. Se pasó una mano por la cara para despejarse.
- Lo siento. Me quede dormido - Se pegó a Ai y se cogió a su brazo.
- Me había dado cuenta - Rió Ai y pasó una de sus manos por el pelo de Ritsu para despeinarle.
- ¿Me perdonas? - Le miró y sonrió solo de medio lado - No quería dormirme.
- No seas bobo - Le coge de la mejilla y se acerca mirándole a los ojos- Claro que te perdono. Además .... - Se separó y le mostró fotos que había hecho él mismo con el móvil - Estás precioso cuando duermes.
Ritsu abrió los ojos completamente sonrojado mientras Ai iba pasando las fotos que le había hecho mientras había estado dormido.
- Que malo eres Ai - Rie y se apoya con la cabeza en su pecho.
- Anda... - Le besó en la cabeza sonriendo - Mira ya estamos llegando.
Ritsu se separó del torso de Ai y miró por la ventana mientras se ponía ya en pie, cargando con su mochila a un hombro.
- Está ya oscuro. Seguro que el coche ya nos está esperando - Dijo mientras miraba el reloj - La cena la servirán en nuestro cuarto a las ocho y media, luego el baño es a las diez - Coge el móvil mientras sonreía algo nervioso.
- Te has gastado demasiado dinero en esto, ¿eh ? - Le miró Ai suspirando. No le gustaba tanto depender del dinero de Ritsu.
- Al menos la fortuna de mi familia sirve de algo. Rei se encarga de la escuela y tiene un buen sueldo, pero todos los beneficios de los negocios me siguen llegando a mí. No creo que nos vaya a faltar dinero nunca.
Cuando se aclararon las cosas, Ritsu quería vender todas las propiedades y negocios de la familia, pero Rei le pidió que le dejara a cargo, que le informaría de todo. Rei se sentía en deuda por todo el daño que le había causado su hermana, y que apesar de todo, la hubiese perdonado. Ritsu insistió en repartir todas las ganancias con él, pero Rei se rehusó.
Los dos bajaron del tren y allí había un chofer esperando con un cartel y el nombre de ambos.
- ¿Cómo está Rei? - Preguntó Ai mientras se subían en el coche - No lo he vuelto a ver desde eso.
- Yo tampoco le he vuelto a ver - Susurra Ritsu algo triste - Creo que se siente aún culpable y - Se apoya en el hombro de Ai - No creo que esté muy feliz de que los dos estemos juntos.
- Tranquilo, seguro que vuelve a aparecer pro nuestras vidas - Ai besó la frente de Ritsu que se abrazó a él cerrando los ojos.
A Ritsu aún le ponía algo triste pensar en Rei, pero todo lo que había pasado, era mucho y trataba de no pensar en él.
Al poco llegaron al hotel de la reserva. Era una especie de hotel rural que contaba con los baños termales naturales en el exterior y también baños en el interior. Tenía varías habitaciones, tanto de estilo occidental como estilo tradicional japonés. Esta fue la que reservó Ritsu. Una habitación con dos estancias, una con una mesa y una televisión, toda recubierta de moqueta, en la otra había un armario y dos futones colocados. La estancia del "salón" tenía además una puerta a un jardin privado que tenía cada habitación y un aseo.
- La habitación parece sacada de una serie ¿eh? - Dijo Ai mientras metía la maleta en el armario y luego se recostaba en el tatami, metiendo medio cuerpo debajo de la manta de la mesa camilla - Se está super calentito aquí.
Ritsu abrió la puerta del patio, y entró una brisa bastante fresca de fuera. Se abrazó a si mismo cerrándola después y se metió bajo la manta de la mesa recostado junto a Ai.
- Hace mucho frio - Rió levemente.
- Estamos en la montaña - Ríe mientras le abrazaba pegándolo a si mismo - ¿Estás seguro que quieres ir a los baños naturales exteriores? No quiero que te pongas enfermo...
- Pero el agua estará caliente. - Rie y le besa en la mejilla - Solo tendremos que entrar y salir muy rápido.
Ai asintió lentamente y empezó a acariciar la espalda de Ritsu que se recostó apoyando la cabeza en su pecho. Con estas caricias Ritsu estaba casi dormido cuando llamaron a la puerta de la habitación. Ritsu se incorporó algo rápido y miró su reloj.
- Los de la cena son muy puntuales - Salió de debajo de la manta y se abrazó a si mismo. La verdad es que la temperatura allí era algo baja.
Abrió la puerta y los camareros sirvieron toda la cena. Había varios tipos de alimentos, desde marisco, suschi hasta carne e incluso sake. Ritsu no había escatimando en gastos para ningún detalle de su fin de semana. Pusieron hasta algunas velas en la mesa y luego se retiraron.
- ¿Sabes que aún somos menores para beber alcohol? - Dijo entonces Ai que empezó a servir dos pequeñas copas con el licor - Además, creo que tú no has bebido nunca.
- Lo siento - Sonrió de forma tímida el contrario - Pero, es que es nuestra primera Navidad como pareja - Susurró y cogió su copa bebiendo.
Los dos empezaron a comer y beber. Disfrutaban de la cena e incluso se acariciaban por debajo de la manta y jugaban el uno con los pies del otro. Al terminar la cena, Ritsu tenía la cara bastante roja, el alcohol se le había subido un poco.
- No deberías haber bebido, no estás acostumbrado -Dijo AI que se levantó y se puso a su lado en la mesa, le acarició la mejilla y se mordió el labio inferior. No sabía porque pero el aroma que desprendía el cuerpo de Ritsu en ese momento le parecía embriagador.
- Lo siento - Decía riéndo y se apoyó en él - En nada vendrán a recogerlo y luego vamos al baño - Le mira y le roza los labios con los propios.
Ai respiró hondo mientras abrazaba a Ritsu por la espalda y le pegaba la frente a la de él. En ese momento le costaba contenerse. Ritsu se puso en pie algo tembloroso y Ai le imitó sujetándolo.
- Voy a prepararme para el baño - Le dijo entonces Ritsu mientras Ai negaba.
- ¿Seguro que quieres ir?
Ritsu asintió y se abrazó al contrario. Quería ir. Ai se metió la mano en el bolsillo, ahí estaba la cajita con el anillo. Aún no había tenido ninguna oportunidad para darselo.
- Cambiate tú también Ai.
Ritsu cogió su mochila para meter sus cosas de baño, toalla, gel y la ropa. Miró entonces la caja que tenía los boxers y se rió levemente. Había perdido algo la vergüenza pero seguía sin saber como iba a reaccionar Ai. En el tema sexual, siempre era Ai quién llevaba la iniciativa. Como le había dicho Yukito, tenía que seducirle el también, por eso los había comprado.
Después de que les recogieran la cena. Los dos se miraron y se tomaron de la mano yendo a los baños que tenían reservados solo para ellos. Ai tenía la caja con el anillo en su chaqueta aún, y Ritsu tenía sus boxers de regaliz en la mochila.
- ¿Lo has cogido todo? - Preguntó Ai.
Ritsu, aún rojo, asintió varias veces y terminaron llegando a la puerta del vestidor de los baños naturales. Dentro estaba la calefacción puesta, cosa que los dos agradecieron. Se dieron una ducha, en la que los dos, uno sentado al lado del otro, daban gracias de estar solos en ese momento.
Al final, salieron al estanque exterior. Eran unas aguas que emitían bastante vapor y se metieron dentro lo más rápido que pudieron, pues el aire que corría estaba bastante frío. Ai sentó a Ritsu sobre su regazo y los dos miraban hacia el cielo, mientras a su al rededor solo la naturaleza era testigo de sus actos.
- La noche es preciosa - Le dijo Ritsu.
- Lo es porque estás tú - Contestó Ai mientras se sonrojaba y se ponía algo nervioso. Había dejado la chaqueta y la toalla al lado fuera del agua, y ahí estaba la caja con el anillo - Es nuestra primera navidad como novios, y no quiero que sea la última, ni ahora, ni nunca - Tomó aire y asintió, esta era su oportunidad. Estaba lanzado. Alargó el brazo cogiendo la cajita con el anillo y contuvo la respiración - De hecho - Le rodeó por el pecho mostrándole la caja a Ritsu - Sé que somos jóvenes, pero llevamos desde que tengo memoria conviviendo juntos y yo, sé que no quiero otra cosa en mi futuro. Lo que quiero decir, aunque somos jóvenes - Abrió la caja y presionó los labios contra el hombro de Ritsu - Cásate conmigo.
Ritsu se había quedado inmóvil desde que le había mostrado la caja, pero cuando le enseñó el anillo su cuerpo no reaccionaba. Estaba tan emocionado que le costaba hasta respirar.
- ¿Me aceptas como marido? - Preguntó Ai mientras apoyaba la frente en la espalda de Ritsu.
- Claro que si - Terminó diciendo mientras alguna lágrima se escapaba de sus ojos. Se dio la vuelta como pudo y se abrazó a su cuello con fuerza- Pero Ai... ¿Cómo has pagado el anillo?
- Bueno... - Coge a Ritsu dándole la vuelta y se sentase sobre su regazo esta vez mirándose el uno al otro- No te enfades, pero acepté un trabajo en un almacén para poder comprarlo, no te dije nada, lo siento.
- Gracias por hacer tanto por mi siempre - Le acaricia la mejilla - No es que no supiera que eres capaz de hacer todo esto por mi. Gracias y, claro que quiero estar siempre contigo.
- Pero no me caso contigo por el dinero - Se aceleró a decir Ai nervioso.
- Ya lo sé, bobo - Le besó esta vez Ritsu en los labios y se separó un poco. Se levantó y salió del agua yendo a los vestuarios - Ven por favor... - Dijo rápido cubriendose con una toalla.
Ai salió también del agua y fue con la toalla y la chaqueta corriendo al baño. Cuando llegó cogió la mano de Ritsu y le beso en esta.
- Oye... olvidabas ponerte tu anillo de compromiso. - Le sujetó la mano con cuidado mientras le ponía el anillo lentamente.
Ritsu se sonrojó mucho más y miraba a un lado mientras Ai le acariciaba la mejilla y disfrutaba de la reacción de, su prometido.
- Yo te-tengo una sorpresa... ¿Recuerdas?
- Claro.. - Le besa en la frente - ¿Cuál era?
- Bueno....
Ritsu estaba muy sonrojado, pero fue a su mochila y cogió la caja envuelta en papel de regalo. Se la mostró a Ai y este la cogió abriéndola. Al ver la caja de lso boxers rió de forma pícara.
- ¿Queires que me los ponga?
Ritsu sacudió la cabeza muchas veces y cogió la caja mordiéndose el labio inferior. Se señaló a si mismo y respiró hondo.
- E-es para mi.
- Pontelos - Le beso en la frente y se volteó para dejarle intimidad.
Ritsu se los probó yendo algo rápido y luego se puso delante de Ai. Era la primera vez que hacía algo así y Ai, entre el aroma de Ritsu, que llevaba el anillo de compromiso, y ahora esa ropa interior tan provocativa no pudo contenerse. Le cogió de las muñecas y lo pegó contra la pared, sujetándole los brazos por encima de la cabeza. Ritsu estaba sorprendido, era la primera vez que Ai actuaba de una forma tan desatada.
- Que aproveche ...
FIN.
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