Después de esas palabras me quede mirando a sus ojos, durante unos segundos y sin poder reaccionar del todo. Me mordí el labio inferior como reacción y contuve un poco el aliento.
- N-no... - Terminé tartamudeando. Tomé aire y cerré las manos en puños para conseguir hacer acopio de fuerzas - He venido a que me pidas disculpas por lo impertinente que fuiste ayer conmigo. Ni si quiera me conocías y te metiste en mis asuntos.
- ¿No me deberías de dar las gracias? - Me miró entonces apoyándose en la puerta - Claro que te conocía de antes. Si la discográfica tuvo interés en vosotros fue porque yo mismo recomendé vuestra audición.
Abrí los ojos incrédulo y dí un paso atrás, tuve que cambiar rápido el equilibrio de un píe a otro para no caerme. Esto debió alertar a mi cazador, que en seguida, olvidó su pose de espectador divertido y dió un paso hacia mi y sujetó mi muñeca derecha con su mano izquierda.
- Claro que te conocía. Esos ojos llenos de amor y esperanza - Me volvió a hipnotizar con su mirada, al punto de que olvidé seguir respirando y solo contenía el aliento - Una mirada perdida y buscando algo - Soltó una risa socarrona - Esa mirada que odio.
Esa palabra me hizo abrir los ojos otra vez de par en par, y como si de un hechizo se tratase, salí de mi trance. Aparté la muñeca de su mano y le miré a los ojos. Me había dicho que me odiaba, y sin saber porqué, eso me había dolido.
Él volvió a coger por mi muñeca, esta vez con más fuerza, me acercó a si y con la otra mano acarició mi mejilla. Me hizo mirar otra vez sus ojos, pero esta vez no caía en su hipnosis, me odiaba. Supongo que como cazador, ver mi rechazo le hizo sentir algo más de atracción. Acercó sus labios a los míos y volvió a besarme. Volví a notar ese dulce sabor salado que provenía de su saliva, mi droga.
Recibí muchas llamadas esa noche, pero no hice caso a ninguna hasta pasada la una de la madrugada. Cuando desperté en la cama de Yeon, tapado con sus mantas, con mi ropa por el suelo de su habitación y él fumando en el balcón mientras miraba hacia un cielo que era oscuro a pesar de la claridad de la calle.
Cogí mi móvil que estaba con la pantalla parpadeante y en el suelo. Mi padre me estaba llamando y tenía mensajes y llamadas de básicamente todo el mundo.
- Va a ser complicado. - Contesté la llamada y suspiré - Perdona Papá me quedé estudiando en la biblioteca y no he visto la hora, ya voy a casa.
- ¿Y NO HAS VISTO EL MÓVIL? - Sonó otro grito a través del teléfono que me hizo cerrar los ojos.
- Lo siento, ya voy. - Colgué el teléfono y suspiré.
Me levanté de la cama tapándome un poco con las mantas. No sé porque había dejado que sucediese todo lo que estaba sucediendo esa noche. No sabía porque al mirarle de reojo mientras me vestía hacia que me sonrojase o me latiese más rápido el corazón, o que me equivocase al ponerme la ropa. Traté de concentrarme un poco en la ropa para vestirme, lo que hizo que no me percatase de que volvía a estar en la habitación.
- ¿Quieres que te lleve a algún sitio?
Me giré. Al verle de reojo ví que el llevaba ya unos vaqueros puestos y una camisa abierta. Sus ojos seguían fijos en los mios.
- Se ha hecho tarde. Tengo que volver a casa y mis padres ya están cabreados - Contesté mientras cargaba mi mochila a la espalda respirando hondo.
- Claro, te llevo en coche.
Los dos terminamos de vestirnos y bajamos en el ascensor hasta el garaje del edificio. Me llevó en coche hasta el barrio dónde vivía sin hacer ningún tipo de pregunta, y dos calles antes de llegar a mi casa le pedí que me dejase. Sin oponerse me dejó y se quedó aparcado hasta que giré a mi calle. Luego dejé de verlo, pero sin saber porqué, me sentí observado.
Al día siguiente me costó levantarme a mi hora. Después de llegar a mi casa había recibido una bronca de mis padres que estaban bastante molestos. Ni si quiera tuve oportunidad de hablarles del contrato que nos había ofrecido la discográfica, y pensaba que sería mejor tener un par de días con el nivel de presión bajo, así que ese día me puse unos vaqueros y una sudadera normal. Me recogí el pelo en una coleta y cogí mi mochila.
Mi madre cuando me vió salir de la habitación sonrió, a pesar de que aun seguía cabreada. Yo preparé mi desayuno y suspiré, aun estaba cansado.
- Cuando termines las clases vuelve que hoy tenemos que limpiar - Dijo mi madre.
La verdad es que supongo que quería aprovechar que yo quería evitar conflictos y por eso cuando pasaban cosas así aprovechaba para pedirme este tipo de cosas.
- La verdad es que tengo que pasarme por la discográfica a entregar el contrato firmado - Le dije y presionando los labios - No te lo dije, pero ayer hicimos una audición y nos han cogido.
- ¿Qué contrato? ¿No se lo vas a dar a un abogado para que vea las condiciones? - Me dijo ella sin apenas dejarme terminar.
- Mamá es un contrato estandar, además, tenemos que firmarlos todos los del grupo. - Suspiré y luego bebí de mi tazón de cereales - Mamá, quiero hacer esto. Es una gran oportunidad.
Mi madre se quedó callada y pensativa durante unos instantes. Empezó también a beber de su taza de café para luego exhalar.
- Haz lo que quieras, trata de no meterte en líos y revisa todo lo que firmas - Dijo de pronto algo más seria.
Asentí y me fuí hacia el autobús para ir al instituto. La verdad es que no había contestado mensajes de mis amigos desde anoche, tampoco sabía que decir. Porque todos me preguntaban que había estado haciendo, y no les iba a contestar que había pasado un rato de pasión con Yeon. Madre mía, además, iba a ser nuestro jefe dentro de poco.
- He metido la pata - Suspiré cerrando los ojos.
Al poco, volví a abrirlos para seguir leyendo los mensajes de todos, aunque seguía sin saber que contestar, al menos hasta que llegué a la conversación de Rud.
Rud: ¿Dónde estás?
¿Has ido a ver a Yeon verdad?
¿Estás bien? Es tarde y estoy preocupado.
Avisa cuando llegues a casa.
¿Te has acostado con él?
Vamos Rit, que tú eres virgen.
Estoy preocupado.
Rit: "Siento no haber contestado antes. No sabía que decir anoche. Si, fuí a ver a Yeon y no sé como pero terminé acostándome con él. ¿Ves? Por esto mismo no sabía que contestar, no quiero decirle a nadie que me he acostado con él. Por favor, no sé lo digas a nadie"
Rud: "Tranquilo, será nuestro secreto. ¿Disfrutaste? ¿Cómo fue todo? ¿Te gusta?".
Rit: "Creo que si que me gusta... Pero recuerda que es un secreto".
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