Hola a tod@s.
Hoy quería escribir para disculparme, porque prometí unas actualizaciones con las que no estoy cumpliendo. Pero no es por falta de ganas o tiempo, es por falta de medios.
En estos momentos, me gustaría tener una imagen de chibi mio en la cama estando enfermo, para avisar que cuando estoy enfermo mis publicaciones se van a retrasar, porque con el dolor mi concentración disminuye al mínimo.
Este verano me he puesto malo ya dos veces, al menos, esta es mi segunda vez.
La primera, fue en dónde estaba trabajando, comí algo en mal estado y pillé una intoxicación alimenticia. De eso hace ya unas dos semanas case.
La última, de la que aún estoy enfermo, ha sido una lumbalgia. No sé como me he puesto enfermo de eso, pero he pasado un par de días que no me he podido mover.
Así que, ahora que estoy un poco menos drogado y he podido sentarme al ordenador un ratito, estoy aprovechando para escribir esto yavanzar en mis historias para poder traeros algo.
lunes, 30 de julio de 2018
jueves, 26 de julio de 2018
KARD - RIDE ON THE WIND
HOLA CHIC@S.
Vengo con una entrada para hablar de todos sobre mi grupo de KPOP favorito.
Empecemos con el nombre de KARD, ya que tiene un doble y triple sentido. Para comenzar quieren dar a entender que se trata como un juego de cartas, pero es que además son los acronimos de cada uno de los personajes que hay en el grupo siendo estos: BM( King), Jseph (Ace), Somin & Jiwoo (jokeR) y además el fandom (hiDden).
Así se forma el nombre de KARD, que además desde "Oh nana", "Dont recall" y "Rumor", en cada una la canción empieza con las letras. En "Oh na na " La canción empieza con "IT'S K", luego "Don't recall" "A" y por último es "Rumor" con "R you for real?". La D fue para hola hola con su DEBUT.
KARD además rompe estadísticas siendo el primer grupo mixto de la época, sacando su primer single en 2016, 3 de diciembre.
Cada uno de los miembros tiene sus proyectos por separado como juntos. BM & JSeph, tienen sus propias canciones de rap independiente, además Somin y Jiwoo, han sido tan valoradas como vocales como bailarinas, hasta el punto de tener una colaboración con SUPER JUNIO.
Ahora vamos a analizar su último single RIDE ON THE WIND, cuyo MV Reaction hecho por mi podéis ver aquí mismo.
Vengo con una entrada para hablar de todos sobre mi grupo de KPOP favorito.
Empecemos con el nombre de KARD, ya que tiene un doble y triple sentido. Para comenzar quieren dar a entender que se trata como un juego de cartas, pero es que además son los acronimos de cada uno de los personajes que hay en el grupo siendo estos: BM( King), Jseph (Ace), Somin & Jiwoo (jokeR) y además el fandom (hiDden).
Así se forma el nombre de KARD, que además desde "Oh nana", "Dont recall" y "Rumor", en cada una la canción empieza con las letras. En "Oh na na " La canción empieza con "IT'S K", luego "Don't recall" "A" y por último es "Rumor" con "R you for real?". La D fue para hola hola con su DEBUT.
KARD además rompe estadísticas siendo el primer grupo mixto de la época, sacando su primer single en 2016, 3 de diciembre.
Cada uno de los miembros tiene sus proyectos por separado como juntos. BM & JSeph, tienen sus propias canciones de rap independiente, además Somin y Jiwoo, han sido tan valoradas como vocales como bailarinas, hasta el punto de tener una colaboración con SUPER JUNIO.
Ahora vamos a analizar su último single RIDE ON THE WIND, cuyo MV Reaction hecho por mi podéis ver aquí mismo.
En princípio tengo que decir que me encanta el estilo de verano que tienen sus singles de verano, aunque sea abusar de la palabra. Pero ese aire fresco que muestra todo lo que es una noche de verano, salir por el puerto, pasear al lado del mar, surf, pasear en coche con las ventanillas abajo. Me encanta que promocionen ese tipo de verano, porque aún más viviendo yo al lado de la costa, es lo que siempre he visto desde que era pequeño.
Luego, voy a hablar de la ropa ya que es algo impresionante, tantos outfits, como la costumbre que han cogido de en verano también grabar al lado de acantilados en montañas, siempre combinando ese estilo tan propio de ellos. Es un tipo muy sensual y descuidado pero perfecto que siempre llevan BM y JSeph.
Por otro lado, también me gusta mucho como combinan los colores blanco, beige y azul las chicas, potenciando esa femenidad que tienen las dos. También decir que me encanta que las dos se hayan puesto el pelo claro, porque creo que es una forma de animarnos a todos y decir, el verano es tiempo para la moda, para el estilo, y para probar cosas nuevas y rompedoras.
También el mensaje que oculta la canción es increíble, "monta en el viento". Ya solo con el título tienen una forma de animarnos y a decir vive salvaje, disfruta y al mismo tiempo, con todo el esfuerzo que ponen en transmitir, animan a que sigamos nuestros sueños, pero disfrutando.
Es un grupo que a mi me parece muy completo. Ahora voy a poner mi versión traducida de las letras de la canción para quien le interese encontrarlas.
¿Con cuantos chicos malos te has encontrado?
Para ti no confiar en mis sentimientos para ti
Me desechas y yo sigo apoyándote.
¿Qué puedo hacer para que abras tú corazón a mi?
Me pregunto si me deshago de cosas
O quizás piensas que estoy bromeando.
Sigo pensando que quizás tu no lo sabes.
Pero no quiero que sientas curiosidad, oh chica.
Se honesto conmigo, ¿Yo no te gusto?
¿No soy suficiente bueno para ser tu novio? ¿Es eso demasiado?
Solo dime una cosa, que tú no me odias.
Esperaré, esperaré por ti, eso es todo lo que necesito.
Monta en el viento, nuestros corazones revolotean muy alto.
Monta en el viento, estamos empezando a zumbar.
Monta en el viento, Monta en el viento sobre las nubes.
No puedes esconderlo, monta en el viento.
Monta en el viento.
Monta en el viento.
Eres preciosa.
No puedes esconderlo, monta en el viento.
Levántate si no te gustan los juegos.
Es muy difícil esconder mi corazón revoltoso.
Para mi, la felicidad te incluye a ti.
Todo es más dulce.
Cool en una noche de verano.
Tu me sientas bien como el viento de verano.
Amantes y amigos, seré los dos para tí.
e honesto conmigo, ¿Yo no te gusto?
¿No soy suficiente bueno para ser tu novio? ¿Es eso demasiado?
Solo dime una cosa, que tú no me odias.
Esperaré, esperaré por ti, eso es todo lo que necesito.
Monta en el viento, nuestros corazones revolotean muy alto.
Monta en el viento, estamos empezando a zumbar.
Monta en el viento, Monta en el viento sobre las nubes.
No puedes esconderlo, monta en el viento.
Monta en el viento.
Monta en el viento.
Eres preciosa.
No puedes esconderlo, monta en el viento.
Monta en el viento.
Monta en el viento.
Eres preciosa.
No puedes esconderlo, monta en el viento.
sábado, 21 de julio de 2018
LO MÁS COMÚN PUEDE SER PERFECTO. CAP 17 - NO SOY TUYO, TÚ ERES MIO.
Leo volvió a la casa dando un portazo sin saber si Lucas estaba ya dentro o no, pero esto le daba igual. Miró el contrato y sonrió al ver que no ponía el tipo de penalización por romper esa norma.
Suspiró algo aliviado y se sentó en el sofá mirando por el ordenador portátil la fecha de los billetes, ya estaba impaciente por irse y poner a Lucas en su sitio.
Estaba atento a los horarios que le habían enviado de trabajo y clases, estaba algo preocupado por que hasta le habían puesto un horario de gimnasio y el entrenador personal. Había visto fotos y no estaba nada mal, pero eso era lo que menos le importaba.
Durante un segundo pensó en como se lo tomaría Lucas al ver que tendría entrenador personal y que tendría que irse en tan solo dos días a Japón.
Lucas llegó entonces a la casa y cerró con un suspiro, antes de alzar la vista y encontrarse con que el menor ya estaba dentro. Sonrió con algo de alivio al verle ahí. Se acercó a él y le cogió por la barbilla besandole en los labios.
- Estaba preocupado por ti - Asintió y luego se sentó a su lado - Siento si te has sentido agobiado por tantas cámaras al rededor de ti. Aunque deberías de ir acostumbrandote modelo - Le guiñó un ojo y siguió normal.
Leo no estaba ya dispuesto a seguir tolerando que Lucas hiciera consigo lo que le diera la gana. Apartó la cara de cerca de si y se levantó cerrando el portátil mientras le miraba.
- ¿No te das cuenta de que podrías haberme jodido el contrato? - Le miró directamente a los ojos frunciendo el ceño - En mi contrato pone que no puedo tener una pareja pública. -Estiraba las manos a los lados mientras con una sujetaba su ordenador. Estaba siendo la primera vez que le plantaba cara a Lucas después de todo este tiempo - ¿Y todo para que Yusuke se entere de que me estás besando porque a él lo vieron con otro? Lucas, deja de utilizarme.
Lucas se puso también en pie mientras le miraba a los ojos. No soportaba que creyese que todo esto era por un simple ataque de celos, pues para él, Leo significaba todo. Aunque en cierta forma, si era un ataque de celos, pero celos de que todos le miraran de esa forma. Celos de que todos pensaran de que Leo estaba libre y que tendrían la más mínima oportunidad.
- Esto no es por Yusuke. - Le cogió con una mano por la muñeca y le miró serio a los ojos mientras se la alzaba hasta colocarsela al lado de la cabeza - ¿No entiendes que él a mi no me importa?
Leo sacudió la mano para hacer que le soltara la muñeca. Lucas no retrocedió a pesar de que le soltó el brazo. Los dos se quedaron mirándose fijo a los ojos, parecía más bien un desafío y los dos estaban decididos a no ceder en este tema.
- Hemos salido por televisión - Señala con la mirada la televisión pero vuelve a mirarle a los ojos - También dicen que simplemente soy un capricho pasajero para vengarte de Yusuke.
- ¿Y qué más da lo que diga la televisión? - Le termina gruñendo Lucas que se pega más a él - Daré una conferencia y diré que tú eres el único amor de mi vida.
- No puedes hacer eso - Negó con la cabeza Leo que ni si quiera pestañeaba atento a lo que decía el contrario - ¿No recuerdas la clausula de mi contrato ya?
Lucas terminó suspirando y apartó la mirada frustrado. No sabía que debía hacer, lo que pensaba Leo era un error pero no sabía como decirselo, sin terminar siendo él el que admitiera sus verdaderas inseguridades.
Se apartó el flequillo hacía un lado y terminó suspirando. Leo sintió que había ganado la discusión, pero no sintió ningún tipo de satisfacción. Ni si quiera se le puso una débil sonrisa en los labios, el cabreo era más fuerte que el hecho de que había ganado a Lucas.
- ¿Y qué quieres que haga entonces? -Dijo Lucas apoyando las manos en el respaldo del sofá dándole la espalda.
Leo se acercó hasta él y se puso delante de él. Le puso una mano en la mejilla suspirando. Leo si sabía lo que quería. Le miró a los ojos suspirando.
- Quiero que ahora hagamos las cosas a mi manera - Le mira a los ojos y termina suspirando negando.
- ¿Cómo son las cosas a tu manera? -Preguntó con una nota de curiosidad, pero en su interior se empezaba a temer lo peor.
Leo se separó un momento de él y fue a por el contrato a la habitación y luego se sentó en el sofá abriendo el portátil.
Lucas acabó sentandose a su lado en silencio. Los dos estaban callados mientras Leo abría el horario, le enseñaba otra vez el contrato, le mostraba todos los detalles y fechas que le habían dado.
- La cosa es que ahora es por mi trabajo - Le mira presionando los labios negando - Durante todo este tiempo yo he sido tuyo. He aceptado a Yusuke, he aceptado todo lo que querías y apenas me he quejado. Ahora tú tienes que ser mio y aceptar estas condiciones - Respira hondo mientras le miraba - Eso es hacer las cosas a mi manera. ¿Qué dices?
viernes, 20 de julio de 2018
Invocadores de Espíritus - Capítulo 9.
Esa noche, me fui a la cama temprano. Tenía mucho que asimilar antes de ponerme a luchar al día siguiente, el día del aniversario de la muerte de mi hermano.
Me recosté en la cama de lado, puse una mano bajo la almohada y la otra encima justo al lado de mi cara, ero no cerré los ojos. Cuando los cerraba no dejaba de ver a Mitsu lleno de sangre, no como lo había visto en la casa, si no como lo había encontrado.
Cada año, desde la muerte de Mitsu en su aniversario, lo que hacía era irme a cualquier otro sitio que no me recordara a él. El primer año, recuerdo que Rei me llevó al cementerio a visitar su tumba de Mitsu.
Él pensaba que me sentiría bien, que me sentiría cerca de él y que podría hablar con él. La realidad fue que cuando estuve frente a su tumba, colapsé, y ya no recordaba nada.
Rei me dijo que me quedé paralizado, que ni si quiera estaba pestañeando y que me quedé rígido. Me cargó en brazos como pudo y me llevó fuera del cementerio hasta la escuela. Aun así hasta varias horas después no empecé a reaccionar.
Nadie sabe lo que me pasó, ni si quiera lo sé yo. Solo recuerdo que todo se volvió negro y que me desperté en la cama de la enfermería del a escuela. Rei y Ai estaban a mi lado cuando me desperté. Estaban preocupados mirándome.
Al año siguiente, Rei no quiso repetir lo del año anterior. Este año si que dio resultado. Ni si quiera me recordó cuando era el aniversario de la muerte de Mitsu hasta que pasó el día. Me sentí muy culpable, pues el día anterior fuimos al cine, después fuimos de compras y ni si quiera me acordaba de la muerte de Mitsu, estaba pasándomelo bien, pero no colapsé.
A partir de ese año, casi todos los años nunca nadie me recordaba el aniversario de Mitsu, aunque en mi interior, cuando un día trataban de tenerme especialmente feliz, yo sabía porque era.
Este año, ni si quiera sabía en que día estábamos viviendo, y ahora iba a pasar el día en dónde murió mi hermano. No podía negar lo evidente, tenía miedo de volver a colapsar y entonce, provocar la muerte de Rei y Ai.
Oía como los dos estaban hablando de algo fuera de la habitación mientras yo, solo podía estar acostado en la cama repasando mis pensamientos, tratando de buscar una fórmula mágica que me ayudara a tener el control.
<< Ritsu >> Sonó la voz de mi hermano en mi cabeza. Me incorporé y miré a los lados, pero no encontraba nada fuera de lo normal.
Estaba empezando a pensar que había sido cosa de mi imaginación. Volví a recostarme y a pasarme una mano por la frente. Si así estaba la noche antes del aniversario, ¿Cómo se suponía que iba a estar en el día del aniversario?
- Les voy a fallar - Susurré mientras sacudía la cabeza.
<<No lo harás >> Volvió a sonar la voz en mi cabeza <<Ritsu yo estoy contigo, aunque no me veas. Estoy en tu corazón, estoy en ti. Todos te daremos nuestra fuerza cuando llegue el momento>>.
La voz estaba sonando en mi cabeza con tanta claridad que llegó al fondo de mi corazón. Empecé a derramar alguna que otra lágrima y me puse una mano en los ojos para secarme las. No tenía opción de fallar a nadie.
Mientras lloraba, la puerta de la habitación se abrió y alguien se recostó a mi lado. En el momento en que pasó su mano por mi cintura, ya sabía que era Ai.
Me giró e hizo que me recostara sobre su pecho. Yo fingí estar dormido mientras me apoyaba en él. No quería que se diera cuenta de que en verdad, estaba llorando y tenía miedo. No quería que él hiciera como Rei y dudara de mi. Tenía que mostrarme fuerte y, por una vez, protegerle yo a él.
- Ritsu - Susurró entonces Ai mientras me acariciaba por la espalda - No importa lo que pase mañana. Tanto si logras vencer como si no, lo importante, es que creas en ti mismo. Lo importante, es que pase lo que pase, o incluso si nos pasa algo a mi o a Rei, sepas que no es culpa tuya - Me besó en la frente y me apartó la mano de la cara.
Me quedé mirándole a los ojos en la penumbra de la habitación. Él con uno de sus dedos, limpió mis dos lágrimas y me sonrió. Quería decirle que no, que no se quedara a mi lado. Que saliera huyendo y que viviera, él no debería estar metido en esto. Pero de mis labios no salió nada.
De los labios de Ai tampoco salió ni una sola palabra, solo se acercaba a mi lentamente hasta que los dos nos rozamos en los labios.
El primer roce fue rápido y suave. Pero después de eso vino el segundo más apasionado, y un tercero del que no me quería separar. Estaba bebiendo de ese beso todo lo que podía. Era como si todos mis sentimientos negativos desapareciesen, dejando paso a la esperanza y el amor que sentía Ai por mi.
No sé cuanto tiempo nos estuvimos besando, pero cuando me di cuenta, me había quedado dormido abrazado a su cuerpo.
Me desperté ya por la mañana sonriendo. El cuerpo de Ai era cálido y su aroma me envolvía. El estaba dormido con una amplia sonrisa en su cara, una sonrisa que hacía años que no le había visto poner.
Estaba feliz.
Me levanté tratando de no despertarlo y salí de la habitación también sonriendo. En el pasillo estaba ya Rei dibujando algunos círculos de protección por las paredes y la puerta. Me miró y trató de sonreír, pero su mirada era muy seria.
- ¿Cómo has dormido Rei? -Le pregunté mientras le sonreía tratando de tranquilizarlo. Me sentía fuerte y sabía que iba a ser capaz de protegerle.
- No he dormido apenas - Terminó diciendo y terminó el circulo que había puesto en la pared - Pensé que esto quizás te ayudaría y podría ayudarte yo a protegernos.
Me acerqué a él y le sonreí mirándole a los ojos. Rei puso una mano en mi mejilla. Su sonrisa se había desvanecido. Estaba serio y triste, lo podía notar notar en sus ojos.
- Rei, lo voy a conseguir lo sé - Le dije y le tomé de la mano tratando de darle fuerzas y animo- Sé que puedo con lo que sea. Te lo demostraré.
Rei me cogió de la barbilla y me miró a los ojos. Se acercó hasta mis labios y antes de rozarlos con los mios, Ai llegó por uno de los lados y puso la mano sobre mis labios.
- Rei, no es el momento - Le dijo alzando una ceja y me miró a mi a los ojos con una sonrisa- Vamos a desayunar ¿vale?
Yo solo asentí mientras Rei soltaba algo en voz baja refunfuñando que no entendí. Yo seguí a Ai hasta la cocina que nada más entrar me puso contra la pared sonriendo. Puso una mano al lado de mi cabeza y me cogió de la barbilla con una sonrisa picara. Yo no podía evitar corresponder a esa sonrisa con una mia mientras mis mejillas se ponían rojas.
- Que sepas que me puse un poco celoso al verte así.
Yo llevé mis manos a su cuello abrazandole y entonces me besó. Otra vez de forma intensa, tenerle así hacía que me llenara de felicidad por dentro.
Después de ese beso nos reímos separándonos, le volví a besar lentamente en los labios pero Ai se apartó sonriendo. Se acercó a la nevera y empezó a sacar para hacer tostadas.
- ¿Rei quieres tostadas para desayunar? - Dijo Ai elevando la voz para que le escuchara mientras ponía el pan en el tostador.
- Gracias - Sonó de fondo la respuesta de Rei confirmando su ofrecimiento.
Se puso a hacer las tostadas mientras sonreía y yo me puse a su lado apoyándome en él.
- Ai, gracias.
Quería decirle todo lo que sentía en ese momento, pero no podía. Lo más parecido que se me ocurrió decir en ese momento fue el gracias.
Puse mi mejor sonrisa y me abracé a el cerrando los ojos. Ai creo que me entendió porque soltó una suave risa y me acarició por la espalda.
- De nada Ritsu - Susurró besando en mi mejilla - Pero puedes decir que me quieres.
Terminé con una pequeña risa suave con los ojos entrecerrados. Moví la cabeza de arriba abajo mientras asentía. No sabía muy bien que significaba para nosotros ahora esta situación. No sabía si ahora eramos novios, si eramos amigos que se querían o qué eramos, pero tampoco le daba mucha importancia a eso. Lo que sentía era que quería estar con él.
Ai empezó a hacer el desayuno de forma tranquila. Tarareaba mientras lo preparaba y yo me quedaba embobado mirándole.
Al poco llegó Rei y me pasó una mano por la cara chasqueando sus dedos para luego reir.
- Te has quedado embobado Ritsu - Me guiñó un ojo y me sacó la lengua - Aunque estás precioso hagas lo que hagas.
- Que bobo eres a veces - Le puse las manos en el pecho y le di un suave empujón sin fuerza - Veo que estás más tranquilo.
- He recordado el porque estoy enamorado de ti - Se encogió de hombros y me sonrió - Cuándo estoy a tu lado, sé lo fuerte que eres, como si fueras capaz de hacer nevar en Julio.
Terminé sonriendo mientras miraba a un lado. No lo podía negar, el Rei que me gustaba y que tanto me hacia sentir en este tiempo, seguía ahí.
Rei aprovechó ese momento para acariciar mi mejilla. Me hizo mirarle a los ojos y me besó en la frente. Después se separó y fue a ver como iba su desayuno, dejándome a mi con mis sentimientos a flor de piel, y confusos.
Ai. Rei. Ai. Rei.
Los dos tenían esa forma y esa dulzura que a mi me encantaba. Sabía que tendría que elegir entre ellos dos, pero no sabia con quien podría o de quién debería estar enamorado. Aunque no era momento de estar pensando en todo eso.
La realidad, es que no sabia cuando, pero, el caso es que sabia que hoy íbamos a ser atacados, y yo tendría que estar preparado para lo que fuese.
Después de comer rápido las tostadas que había preparado Ai para mi, salí al porche de la casa. En el porche había un montón de ramos de lirios blancos.
Me acerqué a las flores con curiosidad. Nunca había visto nada parecido, tal montaña de flores en mi casa, y todas que parecían de floristería. Me agaché junto a ellas y las cogí en las manos. En mi menté todos se nubló durante un segundo.
Sentí como todos estaban en casa de vuelta. Mis padres y sus amigos en el salón. Mi hermano y la hermana de Rei que jugaban por el porche. Yo, Rei y Ai estábamos viendo la televisión. Se notaba una gran aura de felicidad en mi casa.
A lo lejos, en el horizonte, empezó a girar de la nada un gran tornado de fuego que avanzaba rápido hasta mi casa.
Mitsu se acercó corriendo hasta mi padre y este salió fuera al porche. Mi madre salió con él y todos los demás nos quedamos en el interior de la casa. Mi padre empezó a invocar un gran escudo para la casa, pero, aunque este funcionó en la casa, el tornado engulló a mis dos padres.
Entonces miré los lirios otra vez. Era inevitable. Durante años estaba pasando lo mismo. Primero se habían llevado a mis padres, luego a Mitsu, y ahora solo quedaba yo.
Ni si quiera yo era tan fuerte como mi padre o mi hermano. Quizás era hora de aceptar que mi familia había llegado a su fin, y que yo no podría proteger a Rei y Ai.
Ese miedo que me provocaba me hacia mirar las flores notando como mi mirada se empañaba. Sabía que era posible que fuera mi último día día sobre la tierra, pero no iba a dejar que Rei y Ai murieran conmigo.
Notaba como ellos reían en el interior de la casa. No sabía por que lo hacían, pero estaba el mismo aura de felicidad que había hace tiempo.
En el horizonte se volvió a dibujar ese tornado de fuego que en principio me dejó congelado. Noté como en el interior de la casa, Rei y Ai se asomaban a la puerta de cristal mientras yo trataba de invocar un escudo para la casa, tal y como había visto que hacía mi padre ne la visión.
El tornado se acercaba cada vez más rápido. El escudo estaba casi cerrado y yo ya solo me concentraba en proteger a Ai y a Rei. Ya no me importaba yo solo, yo tenía que protegerlos a ellos.
- Os voy a salvar - Les dije sin mirar al interior. No tenía miedo del todo mientras daba energía que notaba que fluía por todo mi cuerpo hasta el escudo.
Mi escudo estaba resistiendo el tornado, que le atacaba cada vez con más fuerza y notaba como se abría una grita en el escudo.
Miré arriba viendo como estaba apunto de ceder mientras sonreía.
- Creo que este es mi final... Me alegra de haberte podido besar antes de ... que esto termine...
Me recosté en la cama de lado, puse una mano bajo la almohada y la otra encima justo al lado de mi cara, ero no cerré los ojos. Cuando los cerraba no dejaba de ver a Mitsu lleno de sangre, no como lo había visto en la casa, si no como lo había encontrado.
Cada año, desde la muerte de Mitsu en su aniversario, lo que hacía era irme a cualquier otro sitio que no me recordara a él. El primer año, recuerdo que Rei me llevó al cementerio a visitar su tumba de Mitsu.
Él pensaba que me sentiría bien, que me sentiría cerca de él y que podría hablar con él. La realidad fue que cuando estuve frente a su tumba, colapsé, y ya no recordaba nada.
Rei me dijo que me quedé paralizado, que ni si quiera estaba pestañeando y que me quedé rígido. Me cargó en brazos como pudo y me llevó fuera del cementerio hasta la escuela. Aun así hasta varias horas después no empecé a reaccionar.
Nadie sabe lo que me pasó, ni si quiera lo sé yo. Solo recuerdo que todo se volvió negro y que me desperté en la cama de la enfermería del a escuela. Rei y Ai estaban a mi lado cuando me desperté. Estaban preocupados mirándome.
Al año siguiente, Rei no quiso repetir lo del año anterior. Este año si que dio resultado. Ni si quiera me recordó cuando era el aniversario de la muerte de Mitsu hasta que pasó el día. Me sentí muy culpable, pues el día anterior fuimos al cine, después fuimos de compras y ni si quiera me acordaba de la muerte de Mitsu, estaba pasándomelo bien, pero no colapsé.
A partir de ese año, casi todos los años nunca nadie me recordaba el aniversario de Mitsu, aunque en mi interior, cuando un día trataban de tenerme especialmente feliz, yo sabía porque era.
Este año, ni si quiera sabía en que día estábamos viviendo, y ahora iba a pasar el día en dónde murió mi hermano. No podía negar lo evidente, tenía miedo de volver a colapsar y entonce, provocar la muerte de Rei y Ai.
Oía como los dos estaban hablando de algo fuera de la habitación mientras yo, solo podía estar acostado en la cama repasando mis pensamientos, tratando de buscar una fórmula mágica que me ayudara a tener el control.
<< Ritsu >> Sonó la voz de mi hermano en mi cabeza. Me incorporé y miré a los lados, pero no encontraba nada fuera de lo normal.
Estaba empezando a pensar que había sido cosa de mi imaginación. Volví a recostarme y a pasarme una mano por la frente. Si así estaba la noche antes del aniversario, ¿Cómo se suponía que iba a estar en el día del aniversario?
- Les voy a fallar - Susurré mientras sacudía la cabeza.
<<No lo harás >> Volvió a sonar la voz en mi cabeza <<Ritsu yo estoy contigo, aunque no me veas. Estoy en tu corazón, estoy en ti. Todos te daremos nuestra fuerza cuando llegue el momento>>.
La voz estaba sonando en mi cabeza con tanta claridad que llegó al fondo de mi corazón. Empecé a derramar alguna que otra lágrima y me puse una mano en los ojos para secarme las. No tenía opción de fallar a nadie.
Mientras lloraba, la puerta de la habitación se abrió y alguien se recostó a mi lado. En el momento en que pasó su mano por mi cintura, ya sabía que era Ai.
Me giró e hizo que me recostara sobre su pecho. Yo fingí estar dormido mientras me apoyaba en él. No quería que se diera cuenta de que en verdad, estaba llorando y tenía miedo. No quería que él hiciera como Rei y dudara de mi. Tenía que mostrarme fuerte y, por una vez, protegerle yo a él.
- Ritsu - Susurró entonces Ai mientras me acariciaba por la espalda - No importa lo que pase mañana. Tanto si logras vencer como si no, lo importante, es que creas en ti mismo. Lo importante, es que pase lo que pase, o incluso si nos pasa algo a mi o a Rei, sepas que no es culpa tuya - Me besó en la frente y me apartó la mano de la cara.
Me quedé mirándole a los ojos en la penumbra de la habitación. Él con uno de sus dedos, limpió mis dos lágrimas y me sonrió. Quería decirle que no, que no se quedara a mi lado. Que saliera huyendo y que viviera, él no debería estar metido en esto. Pero de mis labios no salió nada.
De los labios de Ai tampoco salió ni una sola palabra, solo se acercaba a mi lentamente hasta que los dos nos rozamos en los labios.
El primer roce fue rápido y suave. Pero después de eso vino el segundo más apasionado, y un tercero del que no me quería separar. Estaba bebiendo de ese beso todo lo que podía. Era como si todos mis sentimientos negativos desapareciesen, dejando paso a la esperanza y el amor que sentía Ai por mi.
No sé cuanto tiempo nos estuvimos besando, pero cuando me di cuenta, me había quedado dormido abrazado a su cuerpo.
Me desperté ya por la mañana sonriendo. El cuerpo de Ai era cálido y su aroma me envolvía. El estaba dormido con una amplia sonrisa en su cara, una sonrisa que hacía años que no le había visto poner.
Estaba feliz.
Me levanté tratando de no despertarlo y salí de la habitación también sonriendo. En el pasillo estaba ya Rei dibujando algunos círculos de protección por las paredes y la puerta. Me miró y trató de sonreír, pero su mirada era muy seria.
- ¿Cómo has dormido Rei? -Le pregunté mientras le sonreía tratando de tranquilizarlo. Me sentía fuerte y sabía que iba a ser capaz de protegerle.
- No he dormido apenas - Terminó diciendo y terminó el circulo que había puesto en la pared - Pensé que esto quizás te ayudaría y podría ayudarte yo a protegernos.
Me acerqué a él y le sonreí mirándole a los ojos. Rei puso una mano en mi mejilla. Su sonrisa se había desvanecido. Estaba serio y triste, lo podía notar notar en sus ojos.
- Rei, lo voy a conseguir lo sé - Le dije y le tomé de la mano tratando de darle fuerzas y animo- Sé que puedo con lo que sea. Te lo demostraré.
Rei me cogió de la barbilla y me miró a los ojos. Se acercó hasta mis labios y antes de rozarlos con los mios, Ai llegó por uno de los lados y puso la mano sobre mis labios.
- Rei, no es el momento - Le dijo alzando una ceja y me miró a mi a los ojos con una sonrisa- Vamos a desayunar ¿vale?
Yo solo asentí mientras Rei soltaba algo en voz baja refunfuñando que no entendí. Yo seguí a Ai hasta la cocina que nada más entrar me puso contra la pared sonriendo. Puso una mano al lado de mi cabeza y me cogió de la barbilla con una sonrisa picara. Yo no podía evitar corresponder a esa sonrisa con una mia mientras mis mejillas se ponían rojas.
- Que sepas que me puse un poco celoso al verte así.
Yo llevé mis manos a su cuello abrazandole y entonces me besó. Otra vez de forma intensa, tenerle así hacía que me llenara de felicidad por dentro.
Después de ese beso nos reímos separándonos, le volví a besar lentamente en los labios pero Ai se apartó sonriendo. Se acercó a la nevera y empezó a sacar para hacer tostadas.
- ¿Rei quieres tostadas para desayunar? - Dijo Ai elevando la voz para que le escuchara mientras ponía el pan en el tostador.
- Gracias - Sonó de fondo la respuesta de Rei confirmando su ofrecimiento.
Se puso a hacer las tostadas mientras sonreía y yo me puse a su lado apoyándome en él.
- Ai, gracias.
Quería decirle todo lo que sentía en ese momento, pero no podía. Lo más parecido que se me ocurrió decir en ese momento fue el gracias.
Puse mi mejor sonrisa y me abracé a el cerrando los ojos. Ai creo que me entendió porque soltó una suave risa y me acarició por la espalda.
- De nada Ritsu - Susurró besando en mi mejilla - Pero puedes decir que me quieres.
Terminé con una pequeña risa suave con los ojos entrecerrados. Moví la cabeza de arriba abajo mientras asentía. No sabía muy bien que significaba para nosotros ahora esta situación. No sabía si ahora eramos novios, si eramos amigos que se querían o qué eramos, pero tampoco le daba mucha importancia a eso. Lo que sentía era que quería estar con él.
Ai empezó a hacer el desayuno de forma tranquila. Tarareaba mientras lo preparaba y yo me quedaba embobado mirándole.
Al poco llegó Rei y me pasó una mano por la cara chasqueando sus dedos para luego reir.
- Te has quedado embobado Ritsu - Me guiñó un ojo y me sacó la lengua - Aunque estás precioso hagas lo que hagas.
- Que bobo eres a veces - Le puse las manos en el pecho y le di un suave empujón sin fuerza - Veo que estás más tranquilo.
- He recordado el porque estoy enamorado de ti - Se encogió de hombros y me sonrió - Cuándo estoy a tu lado, sé lo fuerte que eres, como si fueras capaz de hacer nevar en Julio.
Terminé sonriendo mientras miraba a un lado. No lo podía negar, el Rei que me gustaba y que tanto me hacia sentir en este tiempo, seguía ahí.
Rei aprovechó ese momento para acariciar mi mejilla. Me hizo mirarle a los ojos y me besó en la frente. Después se separó y fue a ver como iba su desayuno, dejándome a mi con mis sentimientos a flor de piel, y confusos.
Ai. Rei. Ai. Rei.
Los dos tenían esa forma y esa dulzura que a mi me encantaba. Sabía que tendría que elegir entre ellos dos, pero no sabia con quien podría o de quién debería estar enamorado. Aunque no era momento de estar pensando en todo eso.
La realidad, es que no sabia cuando, pero, el caso es que sabia que hoy íbamos a ser atacados, y yo tendría que estar preparado para lo que fuese.
Después de comer rápido las tostadas que había preparado Ai para mi, salí al porche de la casa. En el porche había un montón de ramos de lirios blancos.
Me acerqué a las flores con curiosidad. Nunca había visto nada parecido, tal montaña de flores en mi casa, y todas que parecían de floristería. Me agaché junto a ellas y las cogí en las manos. En mi menté todos se nubló durante un segundo.
Sentí como todos estaban en casa de vuelta. Mis padres y sus amigos en el salón. Mi hermano y la hermana de Rei que jugaban por el porche. Yo, Rei y Ai estábamos viendo la televisión. Se notaba una gran aura de felicidad en mi casa.
A lo lejos, en el horizonte, empezó a girar de la nada un gran tornado de fuego que avanzaba rápido hasta mi casa.
Mitsu se acercó corriendo hasta mi padre y este salió fuera al porche. Mi madre salió con él y todos los demás nos quedamos en el interior de la casa. Mi padre empezó a invocar un gran escudo para la casa, pero, aunque este funcionó en la casa, el tornado engulló a mis dos padres.
Entonces miré los lirios otra vez. Era inevitable. Durante años estaba pasando lo mismo. Primero se habían llevado a mis padres, luego a Mitsu, y ahora solo quedaba yo.
Ni si quiera yo era tan fuerte como mi padre o mi hermano. Quizás era hora de aceptar que mi familia había llegado a su fin, y que yo no podría proteger a Rei y Ai.
Ese miedo que me provocaba me hacia mirar las flores notando como mi mirada se empañaba. Sabía que era posible que fuera mi último día día sobre la tierra, pero no iba a dejar que Rei y Ai murieran conmigo.
Notaba como ellos reían en el interior de la casa. No sabía por que lo hacían, pero estaba el mismo aura de felicidad que había hace tiempo.
En el horizonte se volvió a dibujar ese tornado de fuego que en principio me dejó congelado. Noté como en el interior de la casa, Rei y Ai se asomaban a la puerta de cristal mientras yo trataba de invocar un escudo para la casa, tal y como había visto que hacía mi padre ne la visión.
El tornado se acercaba cada vez más rápido. El escudo estaba casi cerrado y yo ya solo me concentraba en proteger a Ai y a Rei. Ya no me importaba yo solo, yo tenía que protegerlos a ellos.
- Os voy a salvar - Les dije sin mirar al interior. No tenía miedo del todo mientras daba energía que notaba que fluía por todo mi cuerpo hasta el escudo.
Mi escudo estaba resistiendo el tornado, que le atacaba cada vez con más fuerza y notaba como se abría una grita en el escudo.
Miré arriba viendo como estaba apunto de ceder mientras sonreía.
- Creo que este es mi final... Me alegra de haberte podido besar antes de ... que esto termine...
lunes, 16 de julio de 2018
KPOP WORLD FESTIVAL FINAL SPAIN 2018
Hola a tod@s chicos y chicas.
Esta es una entrada blog, en la que quiero contar como he vivido yo toda mi experiencia con el kpop world festival en España, 2018. Porque para mi ha sido como un sueño, y quizás no lo he transmitido bien todo como debería.
Lo primero agradecer a todos mis amigos el apoyo y la confianza que habían puesto en mi. Sobre todo a CARLOS y Noelia, que han estado siempre ahí, haciendo que yo dé lo mejor de mi mismo.
También agradecer la ayuda a Momoka No Mai,que conmigo siempre están dispuestas a echar una mano y ayudarme en absolutamente todo.
A vosotros, muchas gracias por estar ahí siempre. Significáis muchisimo para mi.
Al llegar a Madrid, lo que primero hicimos fue ir al ensayo. Porque teníamos muy poco tiempo. Era jueves 5 de Julio, y llevábamos sin ensayar juntos desde Mayo.
Después de un ensayo, la verdad un poco caótico, porque hay que decir que Jay se puso a bailar incluso estando lesionada de una rodilla y el pie contrario. Es genial ella.
Nos perdimos en el coche por Madrid, si. Teníamos hasta 2 gps puestos y llegábamos tarde a los sitios. No sé como, pero acabamos llegando al hotel después de casi una hora y media de coche.
Hubo momentos super divertidos en que entrabamos en una calle sin salida y no sabíamos como dar marcha atrás y formabamos cola. Perdonadnos gente a las que le causamos problemas.
Después de una merecida comida en el telepizza, retomamos el ensayo. ESE ES UNO DE MIS MEJORES RECUERDOS. CON EL CARTEL DE LA FOTO Y TODO, CREO QUE FUE LA VEZ QUE MÁS NOS HEMOS REIDO TODOS JUNTOS, y mira que superar la noche de Valencia era difícil, por motivos que no diré. Pero en serio, el mejor ensayo de todos.
Estuvimos jugando, cantando, riéndonos y después firmamos todos ese Cartel, que me lo he acabado quedando yo, pero que era genial tenerlo.
Volvimos cerca de las 9 al hotel, que fue nuestro primer viaje en el metro de Madrid, que debo decir que se llena mucho más que el de Valencia.
Para las 12 ya estabamos intentando dormir. Digo intentando dormir, porque entre la fiesta que había fuera del hotel, lo nerviosos que estabamos, Haneul y yo no conseguimos dormir apenas 3 o 4 horas en toda la noche.
Tanto era así, que a las 6 de la mañana nos salimos al balcón a ver el amanecer.
Después, estuvimos muy entretenidos. La verdad que los nervios se hacían ya efecto en nosotros, el cansancio, la espera... Ser los últimos en actuar nos acabó pasando factura.
Yo hubo un momento en el que dije, no salgo a actuar, no salgo, no salgo... Pero, era proque estaba super nervioso.
La actuación pudo salir mil veces mejor, pero no pudo ser.
Esta es una entrada blog, en la que quiero contar como he vivido yo toda mi experiencia con el kpop world festival en España, 2018. Porque para mi ha sido como un sueño, y quizás no lo he transmitido bien todo como debería.
Lo primero agradecer a todos mis amigos el apoyo y la confianza que habían puesto en mi. Sobre todo a CARLOS y Noelia, que han estado siempre ahí, haciendo que yo dé lo mejor de mi mismo.
También agradecer la ayuda a Momoka No Mai,que conmigo siempre están dispuestas a echar una mano y ayudarme en absolutamente todo.
A vosotros, muchas gracias por estar ahí siempre. Significáis muchisimo para mi.
Después agradecer a mi grupo, AFTERGLOW, el haber tenido la maravillosa oportunidad de ir juntos.
Esto es algo que nadie sabe sobre mi, o casi nadie, pero yo había intentado tener esta oportunidad de ir al KPOP WORLD FESTIVAL desde 2016. Estaba ilusionadísimo con poder ir. Así que de verdad gracias a todos por esta oportunidad.
Gracias a Cristy y Haneul, porque siempre han estado al mando del grupo, enseñando como afinar mejor y como pronunciar mejor. Y a ti Jay, la verdad es que gracias por poner esa pasión que nos hacía querer dar más a todos.
Ha habido momentos buenos y malos, como en todos los grupos, pero juntos estoy orgulloso de hasta donde hemos llegado. Porque juntos, hemos sido más fuertes.
Y después de esta emotiva introducción voy a pasar al plato fuerte. CHAN CHAN CHAN. La versión reducida la tenéis aquí.
El viaje empezó un jueves, en el que mi hija conejo (Xini) y su madre, que me llevaron hasta Madrid en coche. ¿Sabéis lo que es 4 horas de coche mientras cantáis y habláis de todo con esta gente? Fueron maravillosas. Me lo pasé muy bien, y comí chuches, que eso siempre viene bien.
Al llegar a Madrid, lo que primero hicimos fue ir al ensayo. Porque teníamos muy poco tiempo. Era jueves 5 de Julio, y llevábamos sin ensayar juntos desde Mayo.
Después de un ensayo, la verdad un poco caótico, porque hay que decir que Jay se puso a bailar incluso estando lesionada de una rodilla y el pie contrario. Es genial ella.
Nos perdimos en el coche por Madrid, si. Teníamos hasta 2 gps puestos y llegábamos tarde a los sitios. No sé como, pero acabamos llegando al hotel después de casi una hora y media de coche.
Hubo momentos super divertidos en que entrabamos en una calle sin salida y no sabíamos como dar marcha atrás y formabamos cola. Perdonadnos gente a las que le causamos problemas.
Después de llegar al hotel, nos fuimos a cenar, aunque Cristy y Jay tuvieron que marcharse antes, solo nos quedamos a la cena Haneul, Xini, Eva y Yo.
Restaurante italiano, un poco caro, pero la verdad que estaba deliciosisimo.
Y cómo estábamos en la semana del orgullo gay, pues nos dimos un paseíto por chueca.
La verdad, es que estaba todo super animado y colorido. La gente lo estaba festejando por cada rincon y me gustaba mucho ver como todos cantaban y bailaban hasta sin Música.
También decir, que Eva era mala conmigo, se estuvo riendo de mi porque según ella como era gay tenía que ligar, pero cómo soy algo tímido yo pasaba de eso y me ponía a mirar abajo.
Al día siguiente, no teníamos que madrugar demasiado, nos levantamos sobre las 9 de la mañana, más o menos, fuimos a desayunar super mega rápido. Pero también decir, que después de estar con Xini, entiendo eso de que dicen de que las mujeres tardan un poquito en arreglarse. El resultado es maravilloso (aunque tiene buena genética) ¡¡PERO HIJA MIA TARDABAS MUCHÍSIMO EN ARREGLARTE!!
Cuándo desayunamos fuimos al primark, y nos dimos una vuelta, porque ese sitio era enorme. Hasta nos pusimos alarmas en el móvil porque ibamos justos de tiempo, y era como, tenemos que ir con tiempo suficiente de ir un sitio a otro.
Pero buah, me encantaría vivir en Madrid, ese primark mola un montón.
Por la mañana estuvimos ensayando en un centro juvenil, tenían un auditorio, y pudimos bailar en un escenario pequeñito mientras cantabamos. La verdad, es que fue una buena experiencia hacerlo todos juntos y en un sitio así, nos ayudó a hacernos a la idea del escenario.
Estuvimos jugando, cantando, riéndonos y después firmamos todos ese Cartel, que me lo he acabado quedando yo, pero que era genial tenerlo.
Volvimos cerca de las 9 al hotel, que fue nuestro primer viaje en el metro de Madrid, que debo decir que se llena mucho más que el de Valencia.
Para las 12 ya estabamos intentando dormir. Digo intentando dormir, porque entre la fiesta que había fuera del hotel, lo nerviosos que estabamos, Haneul y yo no conseguimos dormir apenas 3 o 4 horas en toda la noche.
Tanto era así, que a las 6 de la mañana nos salimos al balcón a ver el amanecer.
Nos vestimos y dejamos las cosas listas, lo más rápido que pudimos, y salimos a desayunar. QUE FUE UNA ODISEA.
¿Os podéis creer que en Madrid hasta las 7:30 no empiezan a abrir los bares para servir desayunos? ¿La gente no trabaja ahí o qué? Buah, si hasta pensamos en desayunar macdonals y burgerking porque estaban abiertos, porque la gente aun no se había recogido de la fiesta del día anterior.
Pero a las 7:30 desayunamos algo super rápido y volvimos al hotel para recoger las cosas e irnos corriendo al teatro, porque teníamos que estar allí a las 8:00.
Pues sorpresa, cuando bajamos para ir al teatro, nos habían dejado encerrados dentro del edificio, y estuvimos como 10 minutos encerrados, Ahora sé como se sienten los pájaros en una jaula o los peces en una pecera (Jamás tendré esos animales nunca).
Conseguimos salir
Además, cuándo llegamos al teatro, eso estaba ya llenísimo de gente. Todos los participantes que estabamos de finalistas estaban ya allí prácticamente, menos Jay y Cristy que llegaron un poco más tarde, y eso nos puso muchisimo más nerviosos.
Ahora tengo que decir que muchas gracias a todo el staff y toda la organización que hizo posible este evento, por tratarnos tan bien a todos, por cuidarnos tan bien y preocuparos de que estuviésemos cómodos.
Al llegar al teatro, la verdad es que todo estaba genial. Nos entregaron el sobre con el dinero por el desplazamiento y luego nos fuimos a un teatro que hay debajo del teatro principal. Ahí nos ordenaron en filas según el orden en el que ibamos a actuar. Pasaron lista, que por cierto, no fuimos los últimos en llegar, ahí nos dimos cuenta de que no.
Pasamos a los camerinos, ahí donde nos veis arreglando el pelo de Hane, al final acabamos los tres con el pelo de Hane, fue un momento muy divertido.
Luego salimos, y entre que hablábamos con el grupo de RUBY que fueron genial, un abrazo a todas porque os quiero muchisimo.
También estuvo Hyemin, que por dios, no la habéis escuchado cantar es como una diosa.
Fue el primer ensayo, en el que Cristy fue al baño, Jay detrás, y Hane me dice Jay ha ido al escenario y yo que fui a por Jay y Hane se quedó con Cristy. Y cuándo llego al escenario, estaba yo solo y con cara de, "whats!?!?!" Volví corriendo, las recogí y fuimos al escenario.
En el primer ensayo estaba super nervioso. No creo que lo hiciera bien, pero estaba nervioso igual. Estar encima de ese escenario era increíble. Me sentía como en un sueño, como si hubiese nubecitas y todo. Las luces las estrellas, no sé, era mi cielo.
Después nos vestimos, y pensamos en no maquillarnos, mala idea la verdad, porque en el siguiente ensayo ya salíamos a saludar, nos hacían fotos y todo. QUE VERGÜENZA.
Después, estuvimos muy entretenidos. La verdad que los nervios se hacían ya efecto en nosotros, el cansancio, la espera... Ser los últimos en actuar nos acabó pasando factura.
Yo hubo un momento en el que dije, no salgo a actuar, no salgo, no salgo... Pero, era proque estaba super nervioso.
La actuación pudo salir mil veces mejor, pero no pudo ser.
Me acuerdo a la perfección de estos momentos, estaba pensando, ojala ojala ojala... Pero era un ojalá y ganemos todos. Había hecho tantos amigos ahí que estaba super emocionado y lamentando que no hubiese un premio para todos.
Cuándo dijeron el nombre de Geoprims me emocioné muchísimo, ojalá y pudiera revivir ese momento en el que me acerqué a ellos a abrazarlos mientras lloraban. Me sentí muy cercano a ellos, los había ayudado con el maquillaje y todo en el backstage.
Cuándo se pusieron a decir el premio de canto, yo también sabía que de sobra habían ganado 4S2K, porque su actuación la había visto y fue muy buena, pero el primer premio para una merecidisima Roller Coaster. Estoy deseando ver su actuación de verdad, porque en el backstage veíamos pero sin voces... y no era lo mismo.
Pero bueno, decir que fue un sueño, estoy muy orgulloso de todo lo que paso y de lo bien que me lo pasé. Contentisimo de haberlos conocido a todos y rezando por volver a coincidir con vosotros.Sois todos geniales y se os quiere un montón.
jueves, 12 de julio de 2018
LO MÁS COMÚN PUEDE SER PERFECTO. CAP 16 - ¡NO SOY TU VENGANZA!
Después de haber hablado con con Lucas, Leo estaba mucho más tranquilo. Había quedado a la mañana siguiente con Tanaka y le había entregado el contrato firmado.
Luego, se había reunido con Lucas, los dos iban a ir de compras. Lucas se había propuesto que iba a compensar a Leo después de haberlo dejado tirado con su cita.
Lo primero que hizo al día siguiente fue enviar un mensaje a Yusuke, y después enviarle otro a su manager.
"Yusuke, esto ha ido demasiado lejos así que, me voy a ir un tiempo a Tokio junto con Leo. No pases por un tiempo a por mi".
" Eddie, sé que estamos en promoción con el tema del BL pero, no puedo seguir con la farsa de Yusuke. Mi auténtico novio se va a hacer modelo en Japón, así que voy con él y pasaré un tiempo escribiendo a distancia. Gracias por la compresión."
Ese mismo día, fue cuando salió junto con Leo para ir de compras. Quería que tuviera ropa espectacular, que llamara la atención allá dónde fuese. Ya no quería que ese algo especial solo pudiese verlo él, aunque no lo pensaba compartir, quería que todos se dieran cuenta de que ese algo era solo para él.
Después de la primera tienda, dónde se compró dos trajes, fueron a otra a por ropa más casual. Unos vaqueros rotos, una camiseta blanca larga y una camisa de cuadros. Lucas se daba cuenta de que hasta la ropa más sencilla, ahora se realzaba junto con su interior. Algo estaba despertando en Leo.
- ¿Qué tal me queda esto? - Leo había salido del probador con una camisa negra rasgada por el hombro y la cintura, unos vaqueros por encima de la rodilla y unas deportivas negras altas.
Lucas se había quedado sin palabras. El negro realzaba el tono pálido de la piel de Leo, haciéndola más suave y reluciente, junto con sus ojos claros, que le daban un aire de inocencia y picardía al mismo tiempo.
- Perfecta - Dijo señalando a un lado donde ya tenían una pequeña montaña de ropa, toda la que iban a comprar.
- Lucas, dices eso de todo lo que me estoy probando - Entro Leo en el probador y empezó a cambiarse de ropa - ¿No crees que es mucha ropa? No sé si la podremos llevar toda a japón.
Lucas se quedo mirando la ropa y se acercó a esta mientras se quedaba pensando en lo que mejor le quedaba a Leo para elegir eso. Leo ahora se estaba poniendo la ropa con la que había llegado, una sudadera negra que le quedaba algo ancha por los hombros y unos vaqueros ajustados en el probador.
- ¿Lucas?
- Creo que tienes razón, además - Le contestó mientras elegía aun la ropa - En japón te compraré más, y aun quiero que te compres algo de ropa sexy solo para mi.
Leo salió del probador ya vestido mientras le miraba algo sonrojado. Antes de salir de casa Lucas ya le había dicho que quería pasar por un sexshop. Jamás había entrado a uno y eso le ponía nervioso.
- Lo de la lencería, podría ser otro día, ¿verdad? - Leo reía mientras se acercaba a Lucas - Quiero decir...
- Quieres decir que te da vergüenza - Rie Lucas y se gira poniendole la mano en la mejilla.
Leo se quedó mirando a sus ojos con las mejillas sonrojadas. Algo nervioso miró a un lado mientras ponía su sonrisa nerviosa y se mordía el labio inferior.
- Es que... - Asintió sonriendo levemente y le mira - No quiero que tengas problemas, como hace solo un día estabas fuera con Yusuke... ¿Imaginas qué dirían si de pronto te ven conmigo?
Lucas se quedó por un momento dubitativo, mientras Leo sonreía de forma algo triunfal. Cuando se trataba de estas cosas, atacar a Lucas con el trabajo siempre le salía bien. Pero Lucas no terminaba de estar convencido de esa excusa y negó despacio.
- Bueno, creo que si me vieran con alguien como tú, todos entenderían que cambiara a Yusuke por ti - Tomó de la mejilla a Leo y le besó en los labios - No pienso esconderme y hacer como que no estamos juntos. Eres mio Leo.
Leo sonreía como un idiota al oírlo, y Lucas quedaba complacido. Cogieron entre los dos las prendas que si se iban a quedar, y luego fueron a la caja. Cuando llegaron, el dependiente, fan de Lucas no pudo evitar sonreírle.
- Usted es el escritor Lucas Dell, estoy encantado de conocerle - Hizo una reverencia con la cabeza por educación y algo intimidado. Lucas siempre causaba esa sensación en todo el mundo. Comenzó a coger las prendas mientras los miraba a los dos - ¿Es su sobrino señor? Es muy lindo. -Cogió una tarjeta y se la ofreció a Leo.
Leo se quedó con la tarjeta inclinando la cabeza a un lado. El dependiente, un chico de unos veinticinco años, alto, de ojos marrones y con el pelo oscuro y rizado. No era feo, pero Leo solo tenía ojos para Lucas. Solo aceptó la tarjeta con una sonrisa para no ser descortés.
Lucas no podía controlar en esos momentos sus celos. Estaban ligando con SU Leo, Tomó la tarjeta del dependiente, metiendo la mano en el bolsillo de Leo y se la devolvió con una sonrisa.
- No es mi sobrino - Contestó alzando una ceja.
- ¿Quiere decir que terminó con Yusuke? - Abrió los ojos el dependiente de par en par mirándolos.
Lucas ofreció su tarjeta de crédito y acto seguido, en vez de contestar un simple si, cogió la barbilla de Leo y se acercó hasta besarle en los labios de forma intensa.
Varias personas que había por la tienda se apresuraron a hacer un circulo al rededor del afamado escritor y el desconocido al que estaba besando.
Las fotografías y videos los rodeaban mientras Lucas seguía besando a Leo de forma intensa. Aunque pasados un par de segundos, fue Leo el que se apartó y miró a los lados algo presionado antes de salir corriendo.
No entendía como Lucas estaba haciendo todo esto, tan de repente con él. La noche anterior había aceptado irse a japón, había enviado esos mensajes y ahora le estaba comprando ropa. Todo eso podría ser normal en él, pero no sabía, lo del beso. Eso podría estropear su carrera, afectar a su trabajo, y también al de Leo.
Se paró justo en la Gran Vía. Apoyó las manos en las rodillas respirando agitado y tratando de recuperar el aliento.
- ¿Por qué has hecho eso ...? - Susurraba algo agobiado mirando hacia abajo.
Desde la pantalla que había en uno de los edificios, empezaron a sonar de un programa las noticias.
"Todos estamos un poco en shock por la relación de el famoso escritor Lucas Dell y Yusuke, su compañero sentimental. Anoche cuando los dos regresaban al apartamento, Yusuke fue sorprendido por Lucas con otro chico mientras se besaban.
Por otro lado, como venganza, parece que Lucas tiene un nuevo amor entre manos. Un joven desconocido pero muy atractivo con quien se ha besado hoy en una tienda de ropa del centro. ¿Será este chico solo una venganza por la infidelidad de ayer?"
- ¿Soy...solo una venganza...?
Por la mente de Leo, se pasó esa pregunta, y un gran no. Pero con esto, todo tenía sentido.
Luego, se había reunido con Lucas, los dos iban a ir de compras. Lucas se había propuesto que iba a compensar a Leo después de haberlo dejado tirado con su cita.
Lo primero que hizo al día siguiente fue enviar un mensaje a Yusuke, y después enviarle otro a su manager.
"Yusuke, esto ha ido demasiado lejos así que, me voy a ir un tiempo a Tokio junto con Leo. No pases por un tiempo a por mi".
" Eddie, sé que estamos en promoción con el tema del BL pero, no puedo seguir con la farsa de Yusuke. Mi auténtico novio se va a hacer modelo en Japón, así que voy con él y pasaré un tiempo escribiendo a distancia. Gracias por la compresión."
Ese mismo día, fue cuando salió junto con Leo para ir de compras. Quería que tuviera ropa espectacular, que llamara la atención allá dónde fuese. Ya no quería que ese algo especial solo pudiese verlo él, aunque no lo pensaba compartir, quería que todos se dieran cuenta de que ese algo era solo para él.
Después de la primera tienda, dónde se compró dos trajes, fueron a otra a por ropa más casual. Unos vaqueros rotos, una camiseta blanca larga y una camisa de cuadros. Lucas se daba cuenta de que hasta la ropa más sencilla, ahora se realzaba junto con su interior. Algo estaba despertando en Leo.
- ¿Qué tal me queda esto? - Leo había salido del probador con una camisa negra rasgada por el hombro y la cintura, unos vaqueros por encima de la rodilla y unas deportivas negras altas.
Lucas se había quedado sin palabras. El negro realzaba el tono pálido de la piel de Leo, haciéndola más suave y reluciente, junto con sus ojos claros, que le daban un aire de inocencia y picardía al mismo tiempo.
- Perfecta - Dijo señalando a un lado donde ya tenían una pequeña montaña de ropa, toda la que iban a comprar.
- Lucas, dices eso de todo lo que me estoy probando - Entro Leo en el probador y empezó a cambiarse de ropa - ¿No crees que es mucha ropa? No sé si la podremos llevar toda a japón.
Lucas se quedo mirando la ropa y se acercó a esta mientras se quedaba pensando en lo que mejor le quedaba a Leo para elegir eso. Leo ahora se estaba poniendo la ropa con la que había llegado, una sudadera negra que le quedaba algo ancha por los hombros y unos vaqueros ajustados en el probador.
- ¿Lucas?
- Creo que tienes razón, además - Le contestó mientras elegía aun la ropa - En japón te compraré más, y aun quiero que te compres algo de ropa sexy solo para mi.
Leo salió del probador ya vestido mientras le miraba algo sonrojado. Antes de salir de casa Lucas ya le había dicho que quería pasar por un sexshop. Jamás había entrado a uno y eso le ponía nervioso.
- Lo de la lencería, podría ser otro día, ¿verdad? - Leo reía mientras se acercaba a Lucas - Quiero decir...
- Quieres decir que te da vergüenza - Rie Lucas y se gira poniendole la mano en la mejilla.
Leo se quedó mirando a sus ojos con las mejillas sonrojadas. Algo nervioso miró a un lado mientras ponía su sonrisa nerviosa y se mordía el labio inferior.
- Es que... - Asintió sonriendo levemente y le mira - No quiero que tengas problemas, como hace solo un día estabas fuera con Yusuke... ¿Imaginas qué dirían si de pronto te ven conmigo?
Lucas se quedó por un momento dubitativo, mientras Leo sonreía de forma algo triunfal. Cuando se trataba de estas cosas, atacar a Lucas con el trabajo siempre le salía bien. Pero Lucas no terminaba de estar convencido de esa excusa y negó despacio.
- Bueno, creo que si me vieran con alguien como tú, todos entenderían que cambiara a Yusuke por ti - Tomó de la mejilla a Leo y le besó en los labios - No pienso esconderme y hacer como que no estamos juntos. Eres mio Leo.
Leo sonreía como un idiota al oírlo, y Lucas quedaba complacido. Cogieron entre los dos las prendas que si se iban a quedar, y luego fueron a la caja. Cuando llegaron, el dependiente, fan de Lucas no pudo evitar sonreírle.
- Usted es el escritor Lucas Dell, estoy encantado de conocerle - Hizo una reverencia con la cabeza por educación y algo intimidado. Lucas siempre causaba esa sensación en todo el mundo. Comenzó a coger las prendas mientras los miraba a los dos - ¿Es su sobrino señor? Es muy lindo. -Cogió una tarjeta y se la ofreció a Leo.
Leo se quedó con la tarjeta inclinando la cabeza a un lado. El dependiente, un chico de unos veinticinco años, alto, de ojos marrones y con el pelo oscuro y rizado. No era feo, pero Leo solo tenía ojos para Lucas. Solo aceptó la tarjeta con una sonrisa para no ser descortés.
Lucas no podía controlar en esos momentos sus celos. Estaban ligando con SU Leo, Tomó la tarjeta del dependiente, metiendo la mano en el bolsillo de Leo y se la devolvió con una sonrisa.
- No es mi sobrino - Contestó alzando una ceja.
- ¿Quiere decir que terminó con Yusuke? - Abrió los ojos el dependiente de par en par mirándolos.
Lucas ofreció su tarjeta de crédito y acto seguido, en vez de contestar un simple si, cogió la barbilla de Leo y se acercó hasta besarle en los labios de forma intensa.
Varias personas que había por la tienda se apresuraron a hacer un circulo al rededor del afamado escritor y el desconocido al que estaba besando.
Las fotografías y videos los rodeaban mientras Lucas seguía besando a Leo de forma intensa. Aunque pasados un par de segundos, fue Leo el que se apartó y miró a los lados algo presionado antes de salir corriendo.
No entendía como Lucas estaba haciendo todo esto, tan de repente con él. La noche anterior había aceptado irse a japón, había enviado esos mensajes y ahora le estaba comprando ropa. Todo eso podría ser normal en él, pero no sabía, lo del beso. Eso podría estropear su carrera, afectar a su trabajo, y también al de Leo.
Se paró justo en la Gran Vía. Apoyó las manos en las rodillas respirando agitado y tratando de recuperar el aliento.
- ¿Por qué has hecho eso ...? - Susurraba algo agobiado mirando hacia abajo.
Desde la pantalla que había en uno de los edificios, empezaron a sonar de un programa las noticias.
"Todos estamos un poco en shock por la relación de el famoso escritor Lucas Dell y Yusuke, su compañero sentimental. Anoche cuando los dos regresaban al apartamento, Yusuke fue sorprendido por Lucas con otro chico mientras se besaban.
Por otro lado, como venganza, parece que Lucas tiene un nuevo amor entre manos. Un joven desconocido pero muy atractivo con quien se ha besado hoy en una tienda de ropa del centro. ¿Será este chico solo una venganza por la infidelidad de ayer?"
- ¿Soy...solo una venganza...?
Por la mente de Leo, se pasó esa pregunta, y un gran no. Pero con esto, todo tenía sentido.
miércoles, 11 de julio de 2018
Invocadores de Espíritus. CAP 8.
Habían pasado ya un par de días que estábamos solos Ai y yo. El ambiente había cambiado desde aquella lucha. Yo volvía a estar relajado, y habíamos empezado a salir un poco de la casa.
La misma tarde en que Rei se fue, estuvimos paseando por la playa hasta el atardecer. A los dos nos parecía muy curioso como era nuestra nueva vida, y tratábamos de imaginarnos como sería todo si yo no hubiese tenido esta maldición de poderes.
Nos imaginamos habiendo ido a clase juntos desde el principio. Que no tendríamos que haber ido a que Ai se entrenara tanto, y que estaríamos muy gordos de todos los dulces que hubiéramos comido en el tiempo que luchábamos contra malos espíritus.
Los dos nos reíamos, pero, sabía que en el fondo Ai tenía nostalgia de la vida tranquila que tenía antes de que yo dependiera de él. Iba a compensarlo por todo esto, de alguna forma.
Esa misma noche, cuando llegamos a la casa, fui directo hacia la cocina para hacerle una buena cena. No había demasiados ingredientes, Rei solo había comprado cosas básicas, pero aun así, pensé en hacerle curry que era su comida favorita.
Tenía la segunda intención de que fuese una cena romántica, aunque esto no fue del todo posible. Mientras el bajó a seguir entrenando, yo me puse a cocinar sin decirle nada. Estábamos solos los dos y eso para mí, debería bastar.
Corté las verduras y la carne, puse la olla y decidí que iba a arreglarme al menos un poco para mejorar mi aspecto. Me metí al baño y me di una ducha. Pasé algo de tiempo frente al espejo tratando de arreglar mi pelo, nunca estaba prestando atención a mi aspecto, pero hoy quería darle buena impresión a Ai.
Cuándo salí del baño ya vestido, le eché un ojo a la olla. Parecía que todo estaba listo, así que bajé a la sala de entrenamiento mientras sonreía. No podía contener mi emoción al saber que íbamos a tener una especie de cita.
Llegué a la sala mientras sonreía y vi a Ai acostado a un lado. No parecía moverse así que me acerqué a él, me arrodillé en el suelo y le puse una mano en la frente.
- Te has dormido - Susurré entonces mientras terminaba lanzando un suspiro - Ai, gracias por todo lo que haces por mi - Sonreí y le aparté el pelo de la frente sin apenas parpadear.
Ai siguió dormido en el suelo. Supuse en ese momento, que nuestra cita no iba a ocurrir esa noche. Cogí un lápiz que había cerca y dibujé un circulo de invocación en el suelo. Era un espíritu del viento, que me ayudó a levantar a Ai en peso, ya que yo solo con él no podía, y lo lleve así hasta la cama sin despertarlo.
Después guardé la cena en la nevera y salí al porche de la casa sonriendo. Me senté en una de las sillas y miré al cielo estrellado. Hacía mucho tiempo que no lo hacía.
- Mitsu - Dije pensando en mi hermano - ¿Cuál es mi destino después de todo? ¿Cuál es el plan que tenías pensado para mi al irte?
Miré al cielo durante un rato esperando una respuesta. Pero esta no se produjo. Así que terminé suspirando mientras apoyaba la frente en las rodillas.
- Tengo miedo de no estar a la altura - Terminé diciendo mientras negaba.
- No digas tonterías - Dijo Ai a mi espalda- Estarás a la altura, ya lo verás.
Alcé la cabeza sobresaltado y miré a Ai. Estaba con la misma ropa del entrenamiento. Se pasaba una mano por el pelo mientras me sonreía tranquilizador. No sé cuanto tiempo llevaba ahí, pero me hizo sonrojar. Apoyé la cabeza en las rodillas abrazándome a las piernas mientras miraba hacia abajo.
Desde mi espalda Ai se acercó hasta ponerme una de sus manos en el hombro para tratar de apoyarme con cariño. Pasaba la mano por mi espalda pero se quedaba en silencio.
- Ni si quiera sé lo que tengo que hacer Ai - Susurraba mirando hacia el suelo - ¿Cuál es mi objetivo? ¿Qué consigo si gano esta lucha?
Ai se sentó a mi lado. Siempre sabía como reconfortarme, ero en esta ocasión supongo, que era algo diferente a todo lo demás. Ninguno de los dos tenía respuesta aun para nada de esto.
- ¿Sabes? - Comenzó a decir. Su voz era tranquilizadora y estaba mirando hacia el cielo - Quizás no lo sepamos aun, pero tienes un futuro por delante y un objetivo para esta noche.
- ¿Cuál? - Levanté la cabeza con los ojos algo brillantes. La confusión me hacía sentir triste y siempre había sido muy sensible a la hora de llorar, aunque ahora me estaba conteniendo.
- Alimentarme - Terminó riendo mientras me despeinaba - No me puedo despertar con el olor de esa comida tan rica que has preparado y que no me des de comer. Sería muy cruel por tu parte hacerle eso a un chico que ha estado entrenando duro.
Sonreía de forma divertida y bajaba su mano hasta uno de mis costados. Yo sonreía también, cuando de la forma más inesperada empezó a hacerme cosquillas por uno de mis costados. Yo salté hacia atrás rompiendo en una carcajada mientras me movía. Ai, solo seguía haciendome cosquillas mientras su sonrisa se hacía más amplia. Siempre sabía como hacer que me sintiera mejor.
- Para para - Decía entre risas mientras trataba de sujetarle por las muñecas, sin mucho éxito.
Los dos seguíamos riéndonos, a pesar de que yo le había cogido de las manos. Ya no me hacía cosquillas, pero aun así, nos reíamos mirándonos a los ojos. Yo respiraba algo agitado, Ai solo me miraba sonriendo.
Nos estábamos acercando el uno al otro lentamente. Mis ojos se estaban entrecerrando con un ligero sonrojo mientras la frente de Ai se empezaba a apoyar con suavidad sobre la mía.
- ¿Interrumpo algo? - Sonó la voz de Rei justo a nuestro costado.
Estaba en pie, tenía una espada ajustada a su espalda y algunas bolsas más que llevaba consigo. Parecía que se acababa de fugar de algún sitio y había venido a buscar refugio. En su cara había algunas gotas de sudor y su pelo estaba alborotado.
Ni si quiera después de un combate lo había visto tan demacrado. Ai suspiró mientras seguía apoyándose en mi y cerró los ojos durante un segundo.
- Es obvio que interrumpes - Fue lo que dijo y tomó impulso levantándose - ¿Qué es lo que pasa ahora?
Rei me miró a mi y me levanté también del suelo sonrojado. Me estaba pasando una mano por la nuca, esquivando su mirada penetrante y reprochadora mientras se acercaba a la puerta de la casa.
- Todo se está desmoronando - Contestó Rei mientras esperaba en la puerta - Si no abres no podremos pasar Ritsu.
Terminé con un suspiró y acercándome hasta la puerta para abrirla. Entre el primero, seguido por Rei y Ai que terminó cerrando la puerta. Rei fue hasta la habitación y dejó una bolsa en el suelo junto con la espada.
Luego sacó el carboncillo de su muñequera y se puso a dibujar en el suelo un circulo de invocación. Yo le estaba observando con curiosidad, mientras Ai se había ido hacia la cocina con algo de frustración.
No podía negar que yo también me sentía frustrado, todos los intentos que estaba teniendo para poder tener una noche especial con Ai, terminaban destrozados por unos o otros motivos. Suspiré mientras me apoyaba con la espalda en una de las paredes sin quitar la vista de Rei.
- Parece que estabais muy ocupados - Rei comentó mientras seguía dibujando en el suelo. Su tono era neutral, pero conseguí adivinar cierto reproche en este.
- Bueno - Pasé un dedo por la mejilla y terminé desviando la mirada hacia un costado - Ai estaba tratando de animarme.
- No sabía que te fuera a animar a morreos - Su comentario dejó un tono de acidez que no terminaba de dejar salir sus verdaderos sentimientos, los celos.
Yo suspiré y me acerqué a él. No sabía del todo que era lo que estaba pasando pero me di cuenta de que estaba invocando un espíritu de paz y armonía. Era lo que se utilizaba para calmar y renovar la energía de la naturaleza.
- ¿Qué te ha pasado a ti? - Le miré y le puse una mano en el hombro - Parece que acabas de salir de una pelea bastante enérgica.
Rei terminó suspirando, dejó de dibujar y me miró directamente a mi.
- Las cosas se han puesto feas - Tomó aire profundamente y miró hacia mis ojos - El consejo ha caído y ahora están desaparecidos. Mi hermana está desaparecida. El director ha tomado el mando y está cazando junto con sus seguidores a todos los que no le aceptan como líder, a todos los que somos leales a tu familia Ritsu. Han invocado a la misma ráfaga de destrucción que se llevó a Mitsu. Van a lanzar esa energía contra ti. Tenemos que estar preparados.
Por un momento me quedé sin respiración. Ese sueño que había tenido al llegar a esta casa se estaba reviviendo en mi interior otra vez. Otra vez podía ver el cuerpo de Mitsu ensangrentado y esparcido por el suelo del porche y no podía evitar sentir pánico.
- Pe-pero la casa, resistió una vez ese espíritu maligno. Nos protegió a los tres, seguro que resistirá otra vez.
- La casa tenía el poder de tu hermano en esa ocasión, ahora tiene el tuyo y no sabes controlarlo del todo Ritsu. Además... - Hizo una pausa y luego le miró a los ojos - Mañana es el aniversario de la muerte de tu hermano.
Presioné los labios mientras miraba hacia un lado. Era cierto que me sentía muy fuerte, pero, también que no era capaz de controlar aun toda esa energía que tenía dentro.
- Lo hará bien - Intervino Ai que entraba en la habitación - Lo hará bien porque nosotros estamos con él, y vamos a ser su roca. Rei - Le miró muy serio y pasó un brazo por mis hombros- Ritsu es la persona más fuerte que conocemos, y además nos tiene a nosotros, no le hagas dudar de si mismo.
Rei abrió los ojos y se preparó para rechistar, pero entonces vio como yo sonreía levemente y me apoyaba en Ai. Sus celos estaban ahí, pero se daba cuenta de que, necesitaba que yo estuviera fuerte. Por mi, por él, por su hermana, yo era el único que podía ayudarlos a todos, y para eso necesitaba apoyo, no luchas por mi amor.
La misma tarde en que Rei se fue, estuvimos paseando por la playa hasta el atardecer. A los dos nos parecía muy curioso como era nuestra nueva vida, y tratábamos de imaginarnos como sería todo si yo no hubiese tenido esta maldición de poderes.
Nos imaginamos habiendo ido a clase juntos desde el principio. Que no tendríamos que haber ido a que Ai se entrenara tanto, y que estaríamos muy gordos de todos los dulces que hubiéramos comido en el tiempo que luchábamos contra malos espíritus.
Los dos nos reíamos, pero, sabía que en el fondo Ai tenía nostalgia de la vida tranquila que tenía antes de que yo dependiera de él. Iba a compensarlo por todo esto, de alguna forma.
Esa misma noche, cuando llegamos a la casa, fui directo hacia la cocina para hacerle una buena cena. No había demasiados ingredientes, Rei solo había comprado cosas básicas, pero aun así, pensé en hacerle curry que era su comida favorita.
Tenía la segunda intención de que fuese una cena romántica, aunque esto no fue del todo posible. Mientras el bajó a seguir entrenando, yo me puse a cocinar sin decirle nada. Estábamos solos los dos y eso para mí, debería bastar.
Corté las verduras y la carne, puse la olla y decidí que iba a arreglarme al menos un poco para mejorar mi aspecto. Me metí al baño y me di una ducha. Pasé algo de tiempo frente al espejo tratando de arreglar mi pelo, nunca estaba prestando atención a mi aspecto, pero hoy quería darle buena impresión a Ai.
Cuándo salí del baño ya vestido, le eché un ojo a la olla. Parecía que todo estaba listo, así que bajé a la sala de entrenamiento mientras sonreía. No podía contener mi emoción al saber que íbamos a tener una especie de cita.
Llegué a la sala mientras sonreía y vi a Ai acostado a un lado. No parecía moverse así que me acerqué a él, me arrodillé en el suelo y le puse una mano en la frente.
- Te has dormido - Susurré entonces mientras terminaba lanzando un suspiro - Ai, gracias por todo lo que haces por mi - Sonreí y le aparté el pelo de la frente sin apenas parpadear.
Ai siguió dormido en el suelo. Supuse en ese momento, que nuestra cita no iba a ocurrir esa noche. Cogí un lápiz que había cerca y dibujé un circulo de invocación en el suelo. Era un espíritu del viento, que me ayudó a levantar a Ai en peso, ya que yo solo con él no podía, y lo lleve así hasta la cama sin despertarlo.
Después guardé la cena en la nevera y salí al porche de la casa sonriendo. Me senté en una de las sillas y miré al cielo estrellado. Hacía mucho tiempo que no lo hacía.
- Mitsu - Dije pensando en mi hermano - ¿Cuál es mi destino después de todo? ¿Cuál es el plan que tenías pensado para mi al irte?
Miré al cielo durante un rato esperando una respuesta. Pero esta no se produjo. Así que terminé suspirando mientras apoyaba la frente en las rodillas.
- Tengo miedo de no estar a la altura - Terminé diciendo mientras negaba.
- No digas tonterías - Dijo Ai a mi espalda- Estarás a la altura, ya lo verás.
Alcé la cabeza sobresaltado y miré a Ai. Estaba con la misma ropa del entrenamiento. Se pasaba una mano por el pelo mientras me sonreía tranquilizador. No sé cuanto tiempo llevaba ahí, pero me hizo sonrojar. Apoyé la cabeza en las rodillas abrazándome a las piernas mientras miraba hacia abajo.
Desde mi espalda Ai se acercó hasta ponerme una de sus manos en el hombro para tratar de apoyarme con cariño. Pasaba la mano por mi espalda pero se quedaba en silencio.
- Ni si quiera sé lo que tengo que hacer Ai - Susurraba mirando hacia el suelo - ¿Cuál es mi objetivo? ¿Qué consigo si gano esta lucha?
Ai se sentó a mi lado. Siempre sabía como reconfortarme, ero en esta ocasión supongo, que era algo diferente a todo lo demás. Ninguno de los dos tenía respuesta aun para nada de esto.
- ¿Sabes? - Comenzó a decir. Su voz era tranquilizadora y estaba mirando hacia el cielo - Quizás no lo sepamos aun, pero tienes un futuro por delante y un objetivo para esta noche.
- ¿Cuál? - Levanté la cabeza con los ojos algo brillantes. La confusión me hacía sentir triste y siempre había sido muy sensible a la hora de llorar, aunque ahora me estaba conteniendo.
- Alimentarme - Terminó riendo mientras me despeinaba - No me puedo despertar con el olor de esa comida tan rica que has preparado y que no me des de comer. Sería muy cruel por tu parte hacerle eso a un chico que ha estado entrenando duro.
Sonreía de forma divertida y bajaba su mano hasta uno de mis costados. Yo sonreía también, cuando de la forma más inesperada empezó a hacerme cosquillas por uno de mis costados. Yo salté hacia atrás rompiendo en una carcajada mientras me movía. Ai, solo seguía haciendome cosquillas mientras su sonrisa se hacía más amplia. Siempre sabía como hacer que me sintiera mejor.
- Para para - Decía entre risas mientras trataba de sujetarle por las muñecas, sin mucho éxito.
Los dos seguíamos riéndonos, a pesar de que yo le había cogido de las manos. Ya no me hacía cosquillas, pero aun así, nos reíamos mirándonos a los ojos. Yo respiraba algo agitado, Ai solo me miraba sonriendo.
Nos estábamos acercando el uno al otro lentamente. Mis ojos se estaban entrecerrando con un ligero sonrojo mientras la frente de Ai se empezaba a apoyar con suavidad sobre la mía.
- ¿Interrumpo algo? - Sonó la voz de Rei justo a nuestro costado.
Estaba en pie, tenía una espada ajustada a su espalda y algunas bolsas más que llevaba consigo. Parecía que se acababa de fugar de algún sitio y había venido a buscar refugio. En su cara había algunas gotas de sudor y su pelo estaba alborotado.
Ni si quiera después de un combate lo había visto tan demacrado. Ai suspiró mientras seguía apoyándose en mi y cerró los ojos durante un segundo.
- Es obvio que interrumpes - Fue lo que dijo y tomó impulso levantándose - ¿Qué es lo que pasa ahora?
Rei me miró a mi y me levanté también del suelo sonrojado. Me estaba pasando una mano por la nuca, esquivando su mirada penetrante y reprochadora mientras se acercaba a la puerta de la casa.
- Todo se está desmoronando - Contestó Rei mientras esperaba en la puerta - Si no abres no podremos pasar Ritsu.
Terminé con un suspiró y acercándome hasta la puerta para abrirla. Entre el primero, seguido por Rei y Ai que terminó cerrando la puerta. Rei fue hasta la habitación y dejó una bolsa en el suelo junto con la espada.
Luego sacó el carboncillo de su muñequera y se puso a dibujar en el suelo un circulo de invocación. Yo le estaba observando con curiosidad, mientras Ai se había ido hacia la cocina con algo de frustración.
No podía negar que yo también me sentía frustrado, todos los intentos que estaba teniendo para poder tener una noche especial con Ai, terminaban destrozados por unos o otros motivos. Suspiré mientras me apoyaba con la espalda en una de las paredes sin quitar la vista de Rei.
- Parece que estabais muy ocupados - Rei comentó mientras seguía dibujando en el suelo. Su tono era neutral, pero conseguí adivinar cierto reproche en este.
- Bueno - Pasé un dedo por la mejilla y terminé desviando la mirada hacia un costado - Ai estaba tratando de animarme.
- No sabía que te fuera a animar a morreos - Su comentario dejó un tono de acidez que no terminaba de dejar salir sus verdaderos sentimientos, los celos.
Yo suspiré y me acerqué a él. No sabía del todo que era lo que estaba pasando pero me di cuenta de que estaba invocando un espíritu de paz y armonía. Era lo que se utilizaba para calmar y renovar la energía de la naturaleza.
- ¿Qué te ha pasado a ti? - Le miré y le puse una mano en el hombro - Parece que acabas de salir de una pelea bastante enérgica.
Rei terminó suspirando, dejó de dibujar y me miró directamente a mi.
- Las cosas se han puesto feas - Tomó aire profundamente y miró hacia mis ojos - El consejo ha caído y ahora están desaparecidos. Mi hermana está desaparecida. El director ha tomado el mando y está cazando junto con sus seguidores a todos los que no le aceptan como líder, a todos los que somos leales a tu familia Ritsu. Han invocado a la misma ráfaga de destrucción que se llevó a Mitsu. Van a lanzar esa energía contra ti. Tenemos que estar preparados.
Por un momento me quedé sin respiración. Ese sueño que había tenido al llegar a esta casa se estaba reviviendo en mi interior otra vez. Otra vez podía ver el cuerpo de Mitsu ensangrentado y esparcido por el suelo del porche y no podía evitar sentir pánico.
- Pe-pero la casa, resistió una vez ese espíritu maligno. Nos protegió a los tres, seguro que resistirá otra vez.
- La casa tenía el poder de tu hermano en esa ocasión, ahora tiene el tuyo y no sabes controlarlo del todo Ritsu. Además... - Hizo una pausa y luego le miró a los ojos - Mañana es el aniversario de la muerte de tu hermano.
Presioné los labios mientras miraba hacia un lado. Era cierto que me sentía muy fuerte, pero, también que no era capaz de controlar aun toda esa energía que tenía dentro.
- Lo hará bien - Intervino Ai que entraba en la habitación - Lo hará bien porque nosotros estamos con él, y vamos a ser su roca. Rei - Le miró muy serio y pasó un brazo por mis hombros- Ritsu es la persona más fuerte que conocemos, y además nos tiene a nosotros, no le hagas dudar de si mismo.
Rei abrió los ojos y se preparó para rechistar, pero entonces vio como yo sonreía levemente y me apoyaba en Ai. Sus celos estaban ahí, pero se daba cuenta de que, necesitaba que yo estuviera fuerte. Por mi, por él, por su hermana, yo era el único que podía ayudarlos a todos, y para eso necesitaba apoyo, no luchas por mi amor.
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