martes, 31 de diciembre de 2019
THINK NOTE VOL #83 - Yamada Ryosuke [Congratulations]
2019 es el tercer año consecutivo que hemos sido invitados a la gala del "NHK Kohaku Uta Gassen". El día que la lista de participantes fue anunciado, estábamos en la oficina de la JE cuando oímos las noticias. "Kohaku Uta Gassen" es un stage especial al que todo el mundo que esté en la industria musical quiere asistir. Además, lo oímos el 14 de Noviembre, el día especial para Hey! Say! JUMP porque era nuestro 12º aniversario, así que nos pusimos muy felices. Sin embargo, en ese momento, no nos habíamos dado cuenta de que era el 12 aniversario desde nuestro debut. Después de todo, desde que nuestro trabajo termina temprano, Chinen dijo "Quiero hacer algo más que volver a casa y jugar a vídeo juegos, ¿lo sabéis no?", así que fuimos a Odaiba en mi coche. Primero fuimos a cenar, entonces Chinen de repente se acordó y dijo, "¿Eh?¿No es hoy nuestro aniversario?"Como la llegada del invierno, Chinen queria sentir el aire frio, y yo entendí sus sentimientos. Tomé una fotografía de Chinen con un corazón iluminado que encontramos en el camino. Cuando llegué a casa, le envié la foto a Chinen y le escribí "Hmmm.... Esto ha sido básicamente una cita huh..." en el mail; él me contestó diciendo "Yeah, esto fue básicamente una cita... como antes".
En Octubre, tuve mis tardías vacaciones de verano y fui a Hawaii, la cuál quería visitar desde hace bastante tiempo. Paso uan cosa super divertida en mi vida privada. Cuándo llegamos allí, cuatro de nosotros alquilamos un coche para visitar varías localizaciones donde se grabó "JurassicWorld: Fallen Kingdom", también conducimos al north Shore; de todas formas, estábamos muy activos. Nuestra meta principal era visitar muchas, muchas playas y cada vez que íbamos a una grabamos un vídeo de nosotros haciendo el tonto, gritando "Odio el mar", entonces nos quitamos las gafas, los gorros, y las camisetas y saltabamos en el agua. Además de eso, también hicimos surf, alquilamos un barco y fuimos a pescar, bucear y nadar con delfines.... Ah, prové que aún puedo nadar en este viaje. Además siempre pienso que no puedo nadar, simplemente salté al agua sin pensar si podría nadar. La foto del último més de la columna fue tomada en Hawaii. Creo, ¿no es como el paraíso?, pasé uno de los mejores momentos de mi vida allí.
Recientemente, dije "Enhorabuena" a Yuto. Cuando recibió el premio al entrar en el Hall de la Fama de los Vaqueros. Todo el mundo en Hey! Say! JUMP celebró su premio. El siguiente "Enhorabuena" que he dicho ha sido a mi hermana pequeña quien celebrará su cumpleaños en unos días. Para ese momento yo estaré de tour, le avisé que no sería capaz de encontrarme con ellos, y mi familia decidió venir y esperar por mi en el lugar y entonces todos celebraríamos su cumpleaños. Además fue genial que pudiese comprar un regalo para traer a casa.... Se lo daré después de la fiesta de cumpleaños.
Han pasado 4 años desde que gané en la ceremonia del "39º JAPAN ACADEMY AWARDS". Desde entonces he recibido nuevos premios, cuando Okada Junichi-kun y Ninomiya Kazunari-kun estaban en el escenario, los dos me dijeron "enhorabuena" a mi. Recibir este tipo de enhorabuenas es quizás de las cosas más felices que me pasan. Como ganadores del premio al mejor actor, los dos me dieron un premio especial. Ellos son senpais de Johnnys y también mis respetados senpais actuando. Los dos son formidables y quiero poder estar esperanzado en el mismo lugar algún día. Tendré estos pensamientos presentes cuando viaje en mi camino actuando.
"Tener una cita con Chinen es genial, ¿Verdad?"
domingo, 29 de diciembre de 2019
Perfume y KANJANI8 aunan fuerzas para el MUSIC STATION SP
Los miembros de KANJANI8 You Yokoyama y Shingo Murakami, se unieron a las chicas de Perfume para crear una unidad especial de 5 personas.
La canción fue el single de Perfume de 2010 "Nee". Aparentemente el miembro de Arashi Jun Matsumoto también disfrutó de esta actuación. Los fans tienen una reacción muy positiva a lo que pasó.
Morning Musume vuelve con una nueva generación, un nuevo número en su nombre y dos nuevos MV
Pronto cambiamos de año, y eso significa que como los pasados años, Morning Musume va a tener un nuevo nombre. En Enero, estrenará el nombre de Morning Musume '20 que sacarán su 68 single. Va a ser un single triple AAA. "Kokoro & Karada/ Lovepedia/ Ningen Kankeio No Way Way".
Este además va a ser el primer single para los miembros de la 15º generación del grupo Rio Kitagawa, Mei Yamazaki, y Homare Okamura.
Mei es una miembro del grupo de entrenamiento de Hello!Project, mientras que Homare y Rio ganaron las audiciones para el grupo.
A pesar de que será la primera vez que hagan un single con el grupo, las miembros están desde Junio de 2019. Pero estos últimos 6 meses, el grupo se ha centrado en el Tour.
Para el MV de "Lovepedia" los miembros bailan sobre un libro gigante.
SORTEO SINGLE KPOP NAVIDAD - BLAQUI & RAIRA
Para pasar estas Navidades más especiales tanto Raira como yo estuvimos pensando como hacer estas navidades también especiales.
¿Qué mejor forma que hacerlo con la oportunidad de que podáis ganar un álbum o un single de vuestro grupo de KPOP favorito?
El año pasado ya hicimos un sorteo del álbum Love Your Self de BTS. En el caso de este año, que además va a ser un sorteo internacional. Osea que no importa del país que seas, puedes ganar un álbum o single.
¿No os estáis preguntando como participar en el sorteo? PUES EN ESTE VÍDEO SE OS EXPLICA COMO PARTICIPAR.
¿Qué mejor forma que hacerlo con la oportunidad de que podáis ganar un álbum o un single de vuestro grupo de KPOP favorito?
El año pasado ya hicimos un sorteo del álbum Love Your Self de BTS. En el caso de este año, que además va a ser un sorteo internacional. Osea que no importa del país que seas, puedes ganar un álbum o single.
¿No os estáis preguntando como participar en el sorteo? PUES EN ESTE VÍDEO SE OS EXPLICA COMO PARTICIPAR.
Podéis participar hasta el día 7 de Enero donde en mi instagram personal podéis ver en directo quien ha resultado el ganador.
Espero que os suscribáis todos y nos apoyéis de ahora en adelante.
miércoles, 25 de diciembre de 2019
SIN NOMBRE - CAP 8
Ryuu terminó convenciendo a Yuuki para que cogiera una de las cervezas. Había conseguido que sonriese un par de veces mientras hablaban y Yuuki ahora estaba bebiendo de una de las cervezas.
- Me encanta tu sonrisa Yuuki - Le dijo entonces Ryuu que le puso un mechón de pelo tras una de sus orejas sonriendo.
Yuuki no pudo evitar una pequeña sonrisa. Le salió la sonrisa sin forzar y hasta un pequeño sonrojo salió en su mejilla que miraba ahora hacia abajo. Volvió a tomar otro trago de la cerveza y despues se sentó con las piernas cruzadas en el cojín.
- Shunta-san y su novio... ¿no están tardando mucho? - Preguntó de forma inocente Yuuki con una voz dulce que no sabía de dónde salía.
- Bueno yo creo que hasta se habrán ido a un love hotel - Ríe levemente negando- Hacía unos días que no se veían y seguro que tienen ganas - Se pasó una mano por el pelo. Al principio de conocerlos se daba cuenta de que los dos eran muy apasionados, y aunque no le gustaba la idea, seguro que por la reacción de Ki al ver a Yuuki habría tenido una urgencia con su pareja.
Yuuki se encogió de hombros sin saber del todo a que se refería. No entendía porque las parejas iban a los love hotel. Según su experiencia esos sitios eran para las películas y para ser infieles a sus relaciones. Pero bueno, supuso que algo guay habría en ir con tu pareja.
- ¿Tú no has ido nunca a un love hotel con algún novio Yuuki? - Le mira sonriendo levemente y así aprovechaba para saber un poco sobre el contrario.
- Con novios no - Niega despacio y presiona los labios. El beber alcohol le había relajado algo y estaba un poco más hablador - Solo por trabajo.
- ¿Has tenido novio?
Yuuki negó con la cabeza y luego se mordió el labio inferior durante u nsegundo. Asintió una sola vez y le miró.
- Tuve un novio, o algo así. No sé que era - Se encogió de hombros levemente- Era más joven, fue el que me convenció de este trabajo. Empezamos juntos - Asiente despacio y le termina soltando uan risa irónica - Pero, luego se terminó todo porque me ofrecían mucho trabajo. No le gustaba mi trabajo. Lo intenté dejar pero, es difícil.
- ¿Por qué es difícil? - Se acercó un poco más a el y le volvió a acariciar por la mejilla - Quizás te puedo ayudar a buscar otro trabajo.
- Lo intenté - Le mira y suspira. Echó la espalda hacia atrás, sus cabellos salían hacia atrás y miró hacia el techo - Pero, soy Juri el Sumiso. Mis películas se ven en todo Japón y extranjero, donde sea que trabaje siempre hay alguien que me conoce y entonces, empiezan a tocarme, o a insinuarse. No tengo estudios así que tampoco puedo hacer grandes trabajos.
Ryuu empezó a entender porque de pronto Yuuki no soportaba que lo tocaran. Se preguntaba cuantas veces le había pasado que compañeros o desconocidos se le habían acercado y le habían acosado. Su vida parecía más dura de lo que había imaginado. Tampoco sabía como podría ayudarle a salir a delante.
Yuuki terminó suspirando. Se dio cuenta a pesar del alcohol que Ryuu se había apartado un poco y que ya no sonreía, no le preguntaba y parecía decepcionado. Sintió una pequeña punzada en su pecho. Se puso en pie e hizo una pequeña reverencia a Ryuu. Había sido bonito el tener la fantasía de poder tener un amigo.
- Enhorabuena por el trabajo Takada-san - Le dijo incorporándose otra vez y fingió una sonrisa. Era fácil fingirla - Espero que te vaya muy bien.
- Gracias - Dijo Ryuu mirándole desconcertado. Después de lo que le había dicho tampoco sabía como reaccionar.
- Ya nos veremos - Se despidió Yuuki yendo a la entrada y empezando a ponerse los zapatos otra vez. En el fondo esperaba que Ryuu le siguiera o le sujetase otra vez. Que le impidiese irse.
Pero Ryuu estaba inmóvil en el salón mirando como se iba. Por su mente solo había imágenes de Yuuki llorando, siendo acosado, tratando de salir de esa vida sin poder, hasta que finalmente se había dado por vencido y terminado así.
Cuando abrió la puerta Shunta y Ki estaban a punto de entrar en la casa. Estaban los dos riendo pegados el uno el otro. Fue Shutna el que le miró con una sonrisa mientras sujetaba una bolsa de plástico blanco en la otra mano.
- ¿A dónde vas Juri-kun? - Le muestra la bolsa sonriendo - Traemos más bebidas.
- Vuelvo ya a casa - Sonrió levemente para sorpresa de Shunta. Hizo una reverencia - Un placer haberlos conocido a todos, y gracias por invitarme a la fiesta - Sonrió otra vez. Tenía que tratarlos solo como si fuese trabajo, así estaría bien.
Shutna se hizo a un lado mirando a Ryuu, que había agachado la mirada y presionado los labios. Ki miraba a Juri con una pequeña sonrisa e hizo una reverencia también.
- Ha sido un placer conocerle Juri-kun - Le sonrió Kei.
Yuuki les sonrió a ambos y se fue hasta su casa entrando en esta. Cerró con llave y se fue hacia la cama. Cogió su móvil y le escribió al equipo de producción, para avisar de que estaba algo enfermo y que al día siguiente no iría al trabajo.
Shunta pasó dentro de la casa y se puso al lado de Ryuu, que aun no había reaccionado. Le puso una mano en el hombro preisonando los labios.
- ¡Todo bien? - Le preguntó entonces Ki sentandose en el mismo sitio de antes.
- Parece que Juri-kun estaba más dulce - Trató de animarle Shunta sonriendo.
Ryuu alzó la vista y miró a Shunta suspirando. Luego se puso en píe yendo hacia la entrada. Pero Shutna le tomó del brazo para pararle.
- ¿Qué pasa Ryuu-kun?
- No he sabido reaccionar - Le mira presionando los labios - Empezó a contarme de su vida y no he sabido ni hablar.
Shunta le miro un poco triste. Le sujetó algo más fuerte del brazo mientras él intentaba alejarse para ir tras de Yuuki.
- Sueltame, no quiero dejarle solo ahora.
- Creo que no es el mejor momento Ryuu-kun - Le susurra tratando de tranquilizarle - Se ha marchado después de todo. Pero has dado un paso muy grande si ha empezado a confiar en tí.
Ryuu le miró sacudiendo la cabeza. La forma en la que se había despedido, pensó en lo doloroso que sería para alguien despedirse así. Ryuu se sentó otra vez y cogió la cerveza de Yuuki. Les contó a sus dos amigos con lujo de detalles lo que había pasado. Lo que Yuuki le había contado y las imágenes que se estaban pasando por su cabeza. El como no había podido reaccionar de la rabia que sentía por no haberle podido proteger ese tiempo, en el rencor que tendría que sentir hacia él por haberle abandonado cuando era pequeño y sobre todo, el como debería sentirse para haberse rendido.
- Cuando sale en las películas no muestra nada de eso - Comentó Ki mientras cogía una cerveza - Creo que ya no quiero pedirle un autógrafo - Dijo sintiéndose algo mal por como le había saludado.
- La verdad que entiendo como has reaccionado. - Le contesta Shunta y que se apoya en Ki con los ojos entrecerrados - Yo tampoco sé como ayudarle. Encima sus compañeros por lo que me contaste de Riku, no se dan cuenta de como lo está pasando él. Si pone esa actitud dulce y reservada, que se deja hacer de todo con la gente del trabajo. Tiene que estar destruido.
Ryuu agachó la vista. Se sentía mucho más culpable ahora que había escuchado eso por parte de Shunta. Solo quería volver en el tiempo y no haberle dejado solo, pero sabía que eso era imposible. Su mente solo pensaba en las posibilidades de ayudarle.
Shunta parecía estar adivinando sus pensamientos y también pensaba en que aconsejarle. Mientras Ki le besaba por la espalada suspirando.
- ¿Y si le contratas en tu restaurante Shunta? - Le acaricia por la cintura sonriendo- No de cara al público, en la cocina. A lo mejor le gusta ese trabajo y a tu familia le gustará alguien tan dulce - Le besa en la mejilla - Así tu tendrás más tiempo libre.
- ¿Crees que le gustaría a Juri-kun? - Le mira sonriendo a Ryuu - Es una buena opción. Mi familia no le va a acosar y si no le ven, tampoco le dirán nada los clientes.
- No sé si deberíamos decirle. Juri ha confiado en mi. No quiero que se enfade por haberos dicho. - Respira hondo y suspira - Pero pensaré en ello y hablaré con él.
Por otro lado Yuuki estaba en la cama mirando a través de la ventana. Se había puesto los auriculares y estaba escuchando música. Riku había leído el mensaje sobre que se encontraba mal y le llamó por teléfono.
Yuuki estaba mirando el móvil porque le había cortado la música. Suspiraba, Riku había sido amable con él, pero seguramente sería como Ryuu y también sería solo una ilusión. Contestó la llamada pensando que no le haría mal aunque era algo tarde.
- Moshi moshi.
- ¿Juri-chan? - Le contestó Riku sonriendo levemente- Me alegra oírte. ¿Estás bien? Sé que el día de hoy ha sido un día de trabajo duro. Me había gustado verte al terminar pero saliste corriendo. Lo siento por mi parte. No fue un trabajo agradable.
- Hm - Sacudió la cabeza y solto una risa algo amable - No pasa nada, es nuestro trabajo, tampoco es cuestión de quejarse ¿ne?
- Juri... - Susurra flojo y se pasa una mano por la nuca - ¿Te encuentras bien? ¿Tienes a alguien que cuide de ti mientras estas malo?
Yuuki se quedó en silencio. No tenía a nadie que cuidase de él pero tampoco estaba malo realmente. No sabía muy bien que contestar.
- Si quieres puedo ir y llevarte algo de comer. - Le contesta mientras entraba en un konbini - También podríamos jugar a algún juego.
- Ri-kun - Dijo al teléfono suspirando - En verdad no estoy enfermo. Solo, que no me encuentro bien.
Era la primera vez que Riku le escuchaba suspirar, o admitir que algo no estaba bien. Era algo nuevo y parecía que hasta era vulnerable.
- ¿Quieres compañía? - Preguntó entonces dentro de la tienda - Ya sabes, quiero que seamos amigos. Y sabes que soy cariñoso contigo.
- Lo siento Ri-kun. Necesito estar solo - Sonríe levemente y mira al móvil - Después del trabajo, si quieres vayamos a cenar el próximo día.
- ¿Es una cita? - Sonrió Riku y se pasó una mano por la nuca algo sonrojado.
- Claro - Asintió una sola vez Yuuki y colgó el móvil.
Riku sonrió satisfecho. Hacía ya un tiempo que estaba encandilado con Juri. Trataba de trabajar con él y hacerle disfrutar en cada escena. Para él, cuando trabajaba con Juri no era un trabajo, era hacer el amor y por eso jamás le suponía un esfuerzo. Podía cumplir todas sus fantasías en el trabajo siempre que fuesen compañeros. Solo le faltaba el poder cuidar de él, y ahora tendría esa oportunidad.
Ryuu se levantó al día siguiente en su casa. Tenía algo de dolor de cabeza por la bebida de la noche anterior. Ni si quiera se había desvestido para meterse en la cama y quedarse dormido. Pasó una mano por su nuca suspirando.
Abrió los ojos mirando a la casa y de repente pensó en Yuuki. Se levantó y fue al baño a cambiarse de ropa y darse una ducha. Ni por un minuto se borraba la imagen de Yuuki yéndose con esa sonrisa triste. Sabía que debía hacer algo por Yuuki, aunque todavía no sabía que.
Se arregló y salio de la casa para ir a la casa de Yuuki. Había preparado un desayuno con bacón y huevos revueltos, también unas tortitas con mermelada de fresa, un desayuno completo americano. Estaba tratando de pedirle perdón a Yuuki con ese desayuno, y tratar de cuidar de él algo, aunque, su trabajo sabía que era un problema para los dos. Llamó a la puerta y esperó fuera.
Yuuki se despertó con los golpes en la puerta sacudiendo la cabeza. Se paso la mano por la nuca saliendo de la cama. Llevaba unos shorts rosas, una sudadera rosa también, que le venía algo grande, le cubría las manos y dejaba a la vista las claviculas de sus hombros, y unos calcetines blancos algo anchos, caídos. Fue hasta la puerta y la abrió aun con los ojos entrecerrados y el pelo alborotado.
Esa primera imagen de Yuuki hizo que el corazón de Ryuu se parase. Era realmente bello, recién despierto, con su cara de sueño y pasando el puño de la sudadera por los ojos. Tuvo unas ganas terribles de besarle en ese mismo momento. Aunque logró contenerse. Tragó algo de saliva y trató de controlar sus mejillas sonrojadas con la bandeja del desayuno.
- ¿Takada-san? -Susurró con un hilo de voz dulce ensoñiscado.
- Yuuki - Susurra y le muestra la comida algo tembloroso. Notó como la garganta se le había secado con esa imagen tan inocente y seductora al mismo tiempo - ¿Qu-quieres.... que desayunemos juntos?
- Um - Asintió despacio pasando el puño por la cara para despejarse- ¿Quieres pasar ? - Se hizo a un lado dejándole paso al contrario.
Ryuu pasó con una pequeña reverencia. Se quitó los zapatos en la entrada y miró por los rincones de la casa. No sabía como lo hacía pero estaba todo realmente limpio. Yuuki cerró la puerta tras de Ryuu y entró por la casa otra vez yendo hacia la parte de la cocina.
- ¿Qué te apetece desayunar Takada-san? - Se puso de puntillas apoyándose sobre la encimera, la sudadera se levantó un poco y dejaba a la vista parte de su espalda y los shorts ajustados a su trasero.
"¿Cómo es posible que sea tan seductor?". Se dijo a si mismo Ryuu mientras volvía a tragar saliva de forma algo sonora. Le había hecho una pregunta, pero apenas la había escuchado.
- ¿Takada-san? - Repitió cuando había cogido ya dos tazas de color rosa.
- Ah... - Ryuu sacudió la cabeza hacia los lados tratando de volver en si - Había traído un desayuno americano para los dos - Puso la bandeja en la mesa y colocó el desayuno en el centro para compartir los dos.
Después de haberlo colocado el desayuno se sentó en un cojín frente a la comida. Había traído hasta sus propios cubiertos para no darle trabajo a Yuuki, que se giró con un pequeño bostezo y se sentó frente a Ryuu a la mesa.
- Vaya, gracias por la comida Takada-san - Le sonríe de forma dulce como si fuese un compañero de trabajo más. Igualmente, para él, era más sencillo así. No le ahuyentaría, no tendría miedo y tampoco tendría que afrontar la realidad de que no era feliz. Se puso el pelo tras la oreja y miró hacia la comida.
- No tienes que dar las gracias Yuuki - Le miró sonriendo levemente, aunque se estaba dando cuenta de que estaba fingiendo esa dulzura y le trataba igual que a Riku, lo que le hizo fruncir el ceño - Oye, disculpa por lo que pasó anoche Yuuki. No supe reaccionar, pero, no quiero que cambies tu forma de ser conmigo. Buscaremos la forma de que se solucione todo.
Yuuki se encogió levemente de hombros dedicando una pequeña sonrisa. Cogió uno de los tenedores y se llevó a la boca un trozo de tortita con los ojos entrecerrados.
- Deliciosa - Sonrió otra vez mientras comía el resto de la tortita.
Ryuu se daba cuenta de que estaba fingiendo. Era un Yuuki completamente distinto, parecía dulce, amable y cariñoso. Pero la realidad, era que todo eso estaba vacío. Se daba cuenta de que, había sido él quién había provocado esa situación. Que había tratado de acercarse a él y que en el último momento había dado marcha atrás a toda velocidad.
- Gracias - Le contestó de forma seca mirando la comida - Yuuki, no tienes que portarte así conmigo. Me empezaba a gustar tu mal humor y tu contestaciones cortantes - Le contestó Ryuu sonriendo - Vamos, este no es el auténtico Yuuki.
- ¿Cuál es el auténtico Yuuki para ti Takada-san? - Le sonrió y luego bajó la mirada- Está el Yuuki de cuando eramos pequeños. Al que protegías, al que querías y que murió lentamente cuando te fuiste. El Yuuki que en verdad es Juri. Acepta todo lo que le hagan y nunca pierde su sonrisa, su inocencia y jamás se queja de nada. Está el Yuuki distante, frío, que no se acerca a nadie y que no tiene amigos, esperanzas o sueños, una cosa sin nombre que acepta su situación. ¿Qué Yuuki prefieres Takada-san? ¿Yuuki, Juri o Sin Nombre?
Ryuu se quedó mirando a los ojos del contrario durante un par de segundos sin pestañear. Se podía ver algo de tristeza y desesperación en sus ojos a pesar de la tranquilidad con la que había hablado. Yuuki miró otra vez abajo y siguió comiendo de su desayuno como si esa conversación no hubiese tenido lugar.
- Me encanta tu sonrisa Yuuki - Le dijo entonces Ryuu que le puso un mechón de pelo tras una de sus orejas sonriendo.
Yuuki no pudo evitar una pequeña sonrisa. Le salió la sonrisa sin forzar y hasta un pequeño sonrojo salió en su mejilla que miraba ahora hacia abajo. Volvió a tomar otro trago de la cerveza y despues se sentó con las piernas cruzadas en el cojín.
- Shunta-san y su novio... ¿no están tardando mucho? - Preguntó de forma inocente Yuuki con una voz dulce que no sabía de dónde salía.
- Bueno yo creo que hasta se habrán ido a un love hotel - Ríe levemente negando- Hacía unos días que no se veían y seguro que tienen ganas - Se pasó una mano por el pelo. Al principio de conocerlos se daba cuenta de que los dos eran muy apasionados, y aunque no le gustaba la idea, seguro que por la reacción de Ki al ver a Yuuki habría tenido una urgencia con su pareja.
Yuuki se encogió de hombros sin saber del todo a que se refería. No entendía porque las parejas iban a los love hotel. Según su experiencia esos sitios eran para las películas y para ser infieles a sus relaciones. Pero bueno, supuso que algo guay habría en ir con tu pareja.
- ¿Tú no has ido nunca a un love hotel con algún novio Yuuki? - Le mira sonriendo levemente y así aprovechaba para saber un poco sobre el contrario.
- Con novios no - Niega despacio y presiona los labios. El beber alcohol le había relajado algo y estaba un poco más hablador - Solo por trabajo.
- ¿Has tenido novio?
Yuuki negó con la cabeza y luego se mordió el labio inferior durante u nsegundo. Asintió una sola vez y le miró.
- Tuve un novio, o algo así. No sé que era - Se encogió de hombros levemente- Era más joven, fue el que me convenció de este trabajo. Empezamos juntos - Asiente despacio y le termina soltando uan risa irónica - Pero, luego se terminó todo porque me ofrecían mucho trabajo. No le gustaba mi trabajo. Lo intenté dejar pero, es difícil.
- ¿Por qué es difícil? - Se acercó un poco más a el y le volvió a acariciar por la mejilla - Quizás te puedo ayudar a buscar otro trabajo.
- Lo intenté - Le mira y suspira. Echó la espalda hacia atrás, sus cabellos salían hacia atrás y miró hacia el techo - Pero, soy Juri el Sumiso. Mis películas se ven en todo Japón y extranjero, donde sea que trabaje siempre hay alguien que me conoce y entonces, empiezan a tocarme, o a insinuarse. No tengo estudios así que tampoco puedo hacer grandes trabajos.
Ryuu empezó a entender porque de pronto Yuuki no soportaba que lo tocaran. Se preguntaba cuantas veces le había pasado que compañeros o desconocidos se le habían acercado y le habían acosado. Su vida parecía más dura de lo que había imaginado. Tampoco sabía como podría ayudarle a salir a delante.
Yuuki terminó suspirando. Se dio cuenta a pesar del alcohol que Ryuu se había apartado un poco y que ya no sonreía, no le preguntaba y parecía decepcionado. Sintió una pequeña punzada en su pecho. Se puso en pie e hizo una pequeña reverencia a Ryuu. Había sido bonito el tener la fantasía de poder tener un amigo.
- Enhorabuena por el trabajo Takada-san - Le dijo incorporándose otra vez y fingió una sonrisa. Era fácil fingirla - Espero que te vaya muy bien.
- Gracias - Dijo Ryuu mirándole desconcertado. Después de lo que le había dicho tampoco sabía como reaccionar.
- Ya nos veremos - Se despidió Yuuki yendo a la entrada y empezando a ponerse los zapatos otra vez. En el fondo esperaba que Ryuu le siguiera o le sujetase otra vez. Que le impidiese irse.
Pero Ryuu estaba inmóvil en el salón mirando como se iba. Por su mente solo había imágenes de Yuuki llorando, siendo acosado, tratando de salir de esa vida sin poder, hasta que finalmente se había dado por vencido y terminado así.
Cuando abrió la puerta Shunta y Ki estaban a punto de entrar en la casa. Estaban los dos riendo pegados el uno el otro. Fue Shutna el que le miró con una sonrisa mientras sujetaba una bolsa de plástico blanco en la otra mano.
- ¿A dónde vas Juri-kun? - Le muestra la bolsa sonriendo - Traemos más bebidas.
- Vuelvo ya a casa - Sonrió levemente para sorpresa de Shunta. Hizo una reverencia - Un placer haberlos conocido a todos, y gracias por invitarme a la fiesta - Sonrió otra vez. Tenía que tratarlos solo como si fuese trabajo, así estaría bien.
Shutna se hizo a un lado mirando a Ryuu, que había agachado la mirada y presionado los labios. Ki miraba a Juri con una pequeña sonrisa e hizo una reverencia también.
- Ha sido un placer conocerle Juri-kun - Le sonrió Kei.
Yuuki les sonrió a ambos y se fue hasta su casa entrando en esta. Cerró con llave y se fue hacia la cama. Cogió su móvil y le escribió al equipo de producción, para avisar de que estaba algo enfermo y que al día siguiente no iría al trabajo.
Shunta pasó dentro de la casa y se puso al lado de Ryuu, que aun no había reaccionado. Le puso una mano en el hombro preisonando los labios.
- ¡Todo bien? - Le preguntó entonces Ki sentandose en el mismo sitio de antes.
- Parece que Juri-kun estaba más dulce - Trató de animarle Shunta sonriendo.
Ryuu alzó la vista y miró a Shunta suspirando. Luego se puso en píe yendo hacia la entrada. Pero Shutna le tomó del brazo para pararle.
- ¿Qué pasa Ryuu-kun?
- No he sabido reaccionar - Le mira presionando los labios - Empezó a contarme de su vida y no he sabido ni hablar.
Shunta le miro un poco triste. Le sujetó algo más fuerte del brazo mientras él intentaba alejarse para ir tras de Yuuki.
- Sueltame, no quiero dejarle solo ahora.
- Creo que no es el mejor momento Ryuu-kun - Le susurra tratando de tranquilizarle - Se ha marchado después de todo. Pero has dado un paso muy grande si ha empezado a confiar en tí.
Ryuu le miró sacudiendo la cabeza. La forma en la que se había despedido, pensó en lo doloroso que sería para alguien despedirse así. Ryuu se sentó otra vez y cogió la cerveza de Yuuki. Les contó a sus dos amigos con lujo de detalles lo que había pasado. Lo que Yuuki le había contado y las imágenes que se estaban pasando por su cabeza. El como no había podido reaccionar de la rabia que sentía por no haberle podido proteger ese tiempo, en el rencor que tendría que sentir hacia él por haberle abandonado cuando era pequeño y sobre todo, el como debería sentirse para haberse rendido.
- Cuando sale en las películas no muestra nada de eso - Comentó Ki mientras cogía una cerveza - Creo que ya no quiero pedirle un autógrafo - Dijo sintiéndose algo mal por como le había saludado.
- La verdad que entiendo como has reaccionado. - Le contesta Shunta y que se apoya en Ki con los ojos entrecerrados - Yo tampoco sé como ayudarle. Encima sus compañeros por lo que me contaste de Riku, no se dan cuenta de como lo está pasando él. Si pone esa actitud dulce y reservada, que se deja hacer de todo con la gente del trabajo. Tiene que estar destruido.
Ryuu agachó la vista. Se sentía mucho más culpable ahora que había escuchado eso por parte de Shunta. Solo quería volver en el tiempo y no haberle dejado solo, pero sabía que eso era imposible. Su mente solo pensaba en las posibilidades de ayudarle.
Shunta parecía estar adivinando sus pensamientos y también pensaba en que aconsejarle. Mientras Ki le besaba por la espalada suspirando.
- ¿Y si le contratas en tu restaurante Shunta? - Le acaricia por la cintura sonriendo- No de cara al público, en la cocina. A lo mejor le gusta ese trabajo y a tu familia le gustará alguien tan dulce - Le besa en la mejilla - Así tu tendrás más tiempo libre.
- ¿Crees que le gustaría a Juri-kun? - Le mira sonriendo a Ryuu - Es una buena opción. Mi familia no le va a acosar y si no le ven, tampoco le dirán nada los clientes.
- No sé si deberíamos decirle. Juri ha confiado en mi. No quiero que se enfade por haberos dicho. - Respira hondo y suspira - Pero pensaré en ello y hablaré con él.
Por otro lado Yuuki estaba en la cama mirando a través de la ventana. Se había puesto los auriculares y estaba escuchando música. Riku había leído el mensaje sobre que se encontraba mal y le llamó por teléfono.
Yuuki estaba mirando el móvil porque le había cortado la música. Suspiraba, Riku había sido amable con él, pero seguramente sería como Ryuu y también sería solo una ilusión. Contestó la llamada pensando que no le haría mal aunque era algo tarde.
- Moshi moshi.
- ¿Juri-chan? - Le contestó Riku sonriendo levemente- Me alegra oírte. ¿Estás bien? Sé que el día de hoy ha sido un día de trabajo duro. Me había gustado verte al terminar pero saliste corriendo. Lo siento por mi parte. No fue un trabajo agradable.
- Hm - Sacudió la cabeza y solto una risa algo amable - No pasa nada, es nuestro trabajo, tampoco es cuestión de quejarse ¿ne?
- Juri... - Susurra flojo y se pasa una mano por la nuca - ¿Te encuentras bien? ¿Tienes a alguien que cuide de ti mientras estas malo?
Yuuki se quedó en silencio. No tenía a nadie que cuidase de él pero tampoco estaba malo realmente. No sabía muy bien que contestar.
- Si quieres puedo ir y llevarte algo de comer. - Le contesta mientras entraba en un konbini - También podríamos jugar a algún juego.
- Ri-kun - Dijo al teléfono suspirando - En verdad no estoy enfermo. Solo, que no me encuentro bien.
Era la primera vez que Riku le escuchaba suspirar, o admitir que algo no estaba bien. Era algo nuevo y parecía que hasta era vulnerable.
- ¿Quieres compañía? - Preguntó entonces dentro de la tienda - Ya sabes, quiero que seamos amigos. Y sabes que soy cariñoso contigo.
- Lo siento Ri-kun. Necesito estar solo - Sonríe levemente y mira al móvil - Después del trabajo, si quieres vayamos a cenar el próximo día.
- ¿Es una cita? - Sonrió Riku y se pasó una mano por la nuca algo sonrojado.
- Claro - Asintió una sola vez Yuuki y colgó el móvil.
Riku sonrió satisfecho. Hacía ya un tiempo que estaba encandilado con Juri. Trataba de trabajar con él y hacerle disfrutar en cada escena. Para él, cuando trabajaba con Juri no era un trabajo, era hacer el amor y por eso jamás le suponía un esfuerzo. Podía cumplir todas sus fantasías en el trabajo siempre que fuesen compañeros. Solo le faltaba el poder cuidar de él, y ahora tendría esa oportunidad.
Ryuu se levantó al día siguiente en su casa. Tenía algo de dolor de cabeza por la bebida de la noche anterior. Ni si quiera se había desvestido para meterse en la cama y quedarse dormido. Pasó una mano por su nuca suspirando.
Abrió los ojos mirando a la casa y de repente pensó en Yuuki. Se levantó y fue al baño a cambiarse de ropa y darse una ducha. Ni por un minuto se borraba la imagen de Yuuki yéndose con esa sonrisa triste. Sabía que debía hacer algo por Yuuki, aunque todavía no sabía que.
Se arregló y salio de la casa para ir a la casa de Yuuki. Había preparado un desayuno con bacón y huevos revueltos, también unas tortitas con mermelada de fresa, un desayuno completo americano. Estaba tratando de pedirle perdón a Yuuki con ese desayuno, y tratar de cuidar de él algo, aunque, su trabajo sabía que era un problema para los dos. Llamó a la puerta y esperó fuera.
Yuuki se despertó con los golpes en la puerta sacudiendo la cabeza. Se paso la mano por la nuca saliendo de la cama. Llevaba unos shorts rosas, una sudadera rosa también, que le venía algo grande, le cubría las manos y dejaba a la vista las claviculas de sus hombros, y unos calcetines blancos algo anchos, caídos. Fue hasta la puerta y la abrió aun con los ojos entrecerrados y el pelo alborotado.
Esa primera imagen de Yuuki hizo que el corazón de Ryuu se parase. Era realmente bello, recién despierto, con su cara de sueño y pasando el puño de la sudadera por los ojos. Tuvo unas ganas terribles de besarle en ese mismo momento. Aunque logró contenerse. Tragó algo de saliva y trató de controlar sus mejillas sonrojadas con la bandeja del desayuno.
- ¿Takada-san? -Susurró con un hilo de voz dulce ensoñiscado.
- Yuuki - Susurra y le muestra la comida algo tembloroso. Notó como la garganta se le había secado con esa imagen tan inocente y seductora al mismo tiempo - ¿Qu-quieres.... que desayunemos juntos?
- Um - Asintió despacio pasando el puño por la cara para despejarse- ¿Quieres pasar ? - Se hizo a un lado dejándole paso al contrario.
Ryuu pasó con una pequeña reverencia. Se quitó los zapatos en la entrada y miró por los rincones de la casa. No sabía como lo hacía pero estaba todo realmente limpio. Yuuki cerró la puerta tras de Ryuu y entró por la casa otra vez yendo hacia la parte de la cocina.
- ¿Qué te apetece desayunar Takada-san? - Se puso de puntillas apoyándose sobre la encimera, la sudadera se levantó un poco y dejaba a la vista parte de su espalda y los shorts ajustados a su trasero.
"¿Cómo es posible que sea tan seductor?". Se dijo a si mismo Ryuu mientras volvía a tragar saliva de forma algo sonora. Le había hecho una pregunta, pero apenas la había escuchado.
- ¿Takada-san? - Repitió cuando había cogido ya dos tazas de color rosa.
- Ah... - Ryuu sacudió la cabeza hacia los lados tratando de volver en si - Había traído un desayuno americano para los dos - Puso la bandeja en la mesa y colocó el desayuno en el centro para compartir los dos.
Después de haberlo colocado el desayuno se sentó en un cojín frente a la comida. Había traído hasta sus propios cubiertos para no darle trabajo a Yuuki, que se giró con un pequeño bostezo y se sentó frente a Ryuu a la mesa.
- Vaya, gracias por la comida Takada-san - Le sonríe de forma dulce como si fuese un compañero de trabajo más. Igualmente, para él, era más sencillo así. No le ahuyentaría, no tendría miedo y tampoco tendría que afrontar la realidad de que no era feliz. Se puso el pelo tras la oreja y miró hacia la comida.
- No tienes que dar las gracias Yuuki - Le miró sonriendo levemente, aunque se estaba dando cuenta de que estaba fingiendo esa dulzura y le trataba igual que a Riku, lo que le hizo fruncir el ceño - Oye, disculpa por lo que pasó anoche Yuuki. No supe reaccionar, pero, no quiero que cambies tu forma de ser conmigo. Buscaremos la forma de que se solucione todo.
Yuuki se encogió levemente de hombros dedicando una pequeña sonrisa. Cogió uno de los tenedores y se llevó a la boca un trozo de tortita con los ojos entrecerrados.
- Deliciosa - Sonrió otra vez mientras comía el resto de la tortita.
Ryuu se daba cuenta de que estaba fingiendo. Era un Yuuki completamente distinto, parecía dulce, amable y cariñoso. Pero la realidad, era que todo eso estaba vacío. Se daba cuenta de que, había sido él quién había provocado esa situación. Que había tratado de acercarse a él y que en el último momento había dado marcha atrás a toda velocidad.
- Gracias - Le contestó de forma seca mirando la comida - Yuuki, no tienes que portarte así conmigo. Me empezaba a gustar tu mal humor y tu contestaciones cortantes - Le contestó Ryuu sonriendo - Vamos, este no es el auténtico Yuuki.
- ¿Cuál es el auténtico Yuuki para ti Takada-san? - Le sonrió y luego bajó la mirada- Está el Yuuki de cuando eramos pequeños. Al que protegías, al que querías y que murió lentamente cuando te fuiste. El Yuuki que en verdad es Juri. Acepta todo lo que le hagan y nunca pierde su sonrisa, su inocencia y jamás se queja de nada. Está el Yuuki distante, frío, que no se acerca a nadie y que no tiene amigos, esperanzas o sueños, una cosa sin nombre que acepta su situación. ¿Qué Yuuki prefieres Takada-san? ¿Yuuki, Juri o Sin Nombre?
Ryuu se quedó mirando a los ojos del contrario durante un par de segundos sin pestañear. Se podía ver algo de tristeza y desesperación en sus ojos a pesar de la tranquilidad con la que había hablado. Yuuki miró otra vez abajo y siguió comiendo de su desayuno como si esa conversación no hubiese tenido lugar.
domingo, 22 de diciembre de 2019
SIN NOMBRE - CAP 7.
Yuuki se despertó temprano. Era de esos días que sentía mucha energía dentro y salía a correr. No había comido la noche anterior y aun así, seguía con el estomago cerrado. Se puso ropa de deporte y a las 6 de la mañana, con sus auriculares salió a correr.
No era algo que estuviese dentro de su rutina, pero hacerlo a veces le ayudaba a tener su cinturita estrecha y su trasero redondo. Son características buenas para su trabajo, después de todo.
Ryuu había pasado parte de la noche eligiendo la ropa que se iba a poner, eligiendo la comida que encargar, pensando en que adornos poner... Era muy detallista con todo. Era su primera "cita encubierta" con Yuuki, quizás no tuviera otra oportunidad para agradar le, y aunque la casa no era la suya, todo tenía que ser perfecto.
- Shun-kun, luego voy a ir a comprar la decoración. Me gustaría poner flores de Sakura aunque sean de plástico, me fui en primavera y creo que es nuestra estación juntos. Me gustaría que en tu casa se oliese a eso. También tenemos que comprar una tarta de fresas y nata, ¿sería posible comprar champang rosado? Seguro que le encanta a Juri - Envió un audio. Le molestaba tener que llamarle Juri delante de otros, pero era un precio bajo a cambio de la recompensa que iba a tener ese mismo día. Quizás hasta le viese sonreír.
Shunta escuchó el audio riendo y fue hasta la casa de Ryuu entrando sin llamar a la puerta.
- ¿Te das cuenta que soy tu vecino y que puedes hablarme sin audios verdad?
Shunta se quedó sin palabras al ver todo lo que había preparado Ryuu. Había notas de restaurantes, pastelerías, floristerías y hasta licorerías. Más que la preparación para una fiesta de celebración parecía una boda.
- ¿No crees que estás exagerando un poco Ryuu?
Le preguntó mientras miraba por las hojas que tenía preparadas. Había muchos números de teléfono y varias notas de lo que había visto por internet. Ryuu se giró. Tenía el pelo recogido en una coleta y llevaba gafas de vista.
- Es una cita doble con Juri -Le mira con una sonrisa algo boba- Pero me he dado cuenta de que solo sé de él lo que hay en mis recuerdos. Quizás sushi sea demasiado arriesgado, no parece que sea de las personas que toman lujos - Se giró y le dio varias hojas mostrando así los restaurantes que había revisado- ¿Qué crees que le gustará más?
Shunta se quedó mirando los restaurantes. La verdad es que era un chico muy hermético y no sabía que le haría más ilusión. Carne, pescado, verdura... Las opciones eran muy amplías.
- Si que es verdad que no parece de gustos caros... - Terminó susurrando mientras revisaba las hojas escritas para los restaurantes - ¿Y si cogemos este que es combinado un poco? Así no fallarás.
Le mostró el menú que había elegido a Ryuu que lo cogió para leerlo en voz alta.
- Takoyaki, Gyozas.... - Asintió lentamente para mostrarle una sonrisa - Seguro que así no fallamos y comerá. Creo que le gustan mucho las cervezas, tenía en casa un montón, y pude ver que le gusta el rosa. Sus sabanas eran rosas y su pijama también.
- Eres muy observador al nivel stalker - Le dijo Shunta bromeando.
Ryuu solo asintió y siguió mostrandole sus preparativos. Todo debía estar perfecto para cuando Yuuki llegase del trabajo.
Yuuki volvió de su carrera. Estaba más tranquilo, y hasta se había olvidado de que su trabajo era tan terrible o del asco que estaba sintiendo desde que Ryuu volvió a su vida.
Se dio una ducha rápida, se arregló con su sudadera y sus vaqueros, se ajustó la mochila y otra vez al trabajo. Al menos, el sol brillaba y no quería pensar demasiado en lo demás.
A las cuatro de la tarde Ryuu ya estaba terminando de decorar la casa de Shunta. Había puesto los pétalos de Sakura de plástico con ese aroma, habían colgado guirnaldas de las paredes en forma de hojas de árbol e incluso la iluminación era a base de velas a base de pilas que daba un toque más romántico. La comida estaba ya en la mesa preparada, tenía bebidas, los cojines a juego con la decoración rosada, la tarta en la nevera esperando y solo faltaba arreglarse él.
- ¿Estás seguro de que Ki-chan va a venir a tiempo? - Le preguntó Ryuu a Shunta mientras se calzaba en la entrada.
- Me ha enviado un mensaje, está llegando ya. Corre a cambiarte - Le dio con una mano en la espalda mientras reía- Seguro que Juri-kun vendrá dentro de poco.
Ryuu sonrió levantando los dos pulgares y se fue corriendo hacia su propia casa. Quería ponerse atractivo pero informal. Miró la ropa que había elegido la noche de antes. Se había fijado que Yuuki siempre llevaba sudaderas, así que había elegido una algo ancha de color girs que tenía un cerezo bordado, unos vaqueros negros, y se iba a poner un perfume que había comprado esa misma mañana.
Ki, el novio de Shunta, llegó poco después de la salida de Ryuu hacia su propia casa. Llevaba un montón de caramelos y regalices en una bolsa y llamó a la puerta de Shunta, que abrió al poco tiempo.
- Ki -Le abrazó por el cuello y le dio un rápido beso en los labios. El cual, fue correspondido con una pequeña sonrisa.
- Perdona que me haya retrasado. Se me olvidaron las golosinas en casa - Rió levemente y subió la bolsa un poco para que la viese el contrario.
- No te preocupes, Ryuu-kun ha ido ahora mismo a arreglarse a su casa - Se hizo a un lado dejandole paso a su novio.
Cuando entró se quedo algo boquiabierto por la decoración. Realmente parecía de película de fantasía, algo como si fuese un picnic nocturno.
- ¿Tan importante es ese Juri para él? - Le mira alzando una ceja y le da con un dedo en la nariz- ¿Cuándo vas a hacer algo así para mi?
- Ah vamos - Le dice el otro mientras ríe - Esto también lo hicimos para ti - Le sacó la lengua.
Los dos se quedaron bromeando y riendo. Eran muy cariñosos el uno con el otro que generaban el aura perfecta de armonía. Aunque, a Shunta le preocupaba algo el como reaccionaría su pareja cuando viese a Juri. No lo había dicho en ningún momento, pero era un gran admirador de él.
Yuuki había terminado el trabajo y se había duchado. Ese día había sido terrible para él. Siempre sonreía y siempre lo aceptaba todo. Nunca había dicho que no a ningún tipo de escena y por eso le pagaban tanto dinero pero, al mismo tiempo, le hacía hacer cosas tan desagradables. Incluso le habían pedido repetir una de las escenas, y había sido Riku el que se había negado a hacerlo, cosa que Yuuki agradeció de todo corazón.
Ahora, simplemente tendría que llegar a su casa. Volver a ducharse, cambiarse, e ir a una fiesta.
"Es uno de los días más duros de mi vida".
Había comprado unos pasteles de fresa y unas cervezas. Sabía que no era gran cosa, también había comprado un regalo para Ryuu que llevaba en la mochila. No estaba seguro de si le gustaría, tampoco le importaba demasiado, simplemente creyó que Ryuu se había esforzado por él, y solo le había contestado con algo de desprecio.
Ya en casa se volvió a duchar. Era tan desagradable pensar en el trabajo de ese día, que decidió en cierta forma no recordarlo. Se puso una sudadera rosa y unos vaqueros. Se miró al espejo, pero no le gustó como iba. Se cambió la sudadera por una camisa blanca. Pensó que quizás, sería algo más formal, pero volvió a quitarla.
Esa noche, no le convencía nada para ponerse. Miró los pasteles y las cervezas, había dicho que iría, pero realmente en ese momento solo quería dormir.
Sacudió la cabeza un par de veces. No iba a ser algo agradable, pero tendría que ir, darle el regalo y luego volver. No tenía que quedarse más de media hora allí.
Cogió la sudadera rosa otra vez y suspiró. Se puso un cubre-bocas y luego cogió el regalo, las bebidas y los pasteles. Lo miró todo un segundo, sin estar muy seguro de si sería suficiente. Volvió a suspirar maldiciendose a si mismo por haber aceptado ir a aquella estúpida fiesta.
Salió de la puerta de su casa y se cruzó con Ryuu que también llegaba a la puerta de Shunta. Por un momento pensó en volver a entrar en su casa nada más verlo. Se quedó parado en la puerta y la miró de reojo.
Ryuu se dio cuenta del gesto y se quedó parado durante un segundo. Luego cogió un poco de aire. Había aprendido la lección de no tocarle ni acercarse demasiado, pero al menos le podía hablar y saludar. Quizás con eso fuese suficiente.
- Yuuki - Le saludó con una mano acercándose a él. Le gustó ver que tenía una sudadera rosa puesta y le miró las bolsas - ¿Son para la fiesta? ¿Quieres que te ayude a llevarlo?
Se ofreció con una amplia sonrisa mientras echaba las manos adelante a una distancia prudente. No le apetecía llevarse otra bofetada después de todo. Yuuki sacudió la cabeza a los lados declinando el ofrecimiento.
- No - Terminó diciendo y mira hacia abajo. Una de las bolsas se la ofreció para entregarsela. Era de cartón y ponía el logo de "shibuya 69" una joyería del barrio de shibuya justo en el cruce - Esto es para ti. Espero que te guste - Miró hacia un lado presionando los labios.
Ryuu cogió la bolsa sorprendido. Sabía lo cara que era esa joyería, y no se esperaba que Yuuki le fuese a hacer un regalo tan caro.
- Gracias Yuuki, no tenías porque - Le sonrió algo incrédulo.
Abrió la bolsa y encontró el estuche de un reloj de alta gama, que estaba bañado en oro y con svaroski incrustados. No pudo evitar abrir la boca de par en par.
- Si no te gusta lo puedes devolver o cambiar por otra cosa - Le dijo Yuuki suspirando y mirando al suelo. Aun no se atrevía a mirarle a los ojos - Enhorabuena por el trabajo, me dijo Shunta-san que era importante, y como tenía que pedirte perdón por... - Se señaló a si mismo la mejilla y respiró hondo- Pensé que lo más apropiado era un buen regalo. Un empresario siempre necesita un buen reloj.
Respiró hondo y pasó a su lado esquivándole para ir a casa de Shunta, pensaba que cuanto antes entrara antes podría irse de la casa de él. Ryuu se había quedado inmóvil, no quería ser una molestia, pero el regalo realmente le había llegado al fondo de su corazón. Se había fijado en que no llevaba reloj, y había mostrado interés.
Shunta abrió la puerta con bastante energía. Sonrió con mucha energía al encontrarse allí a Yuuki, pues no podría negar el hecho de que había estado dudando sobre si finalmente aparecería o no.
- Bienvenido Juri-kun - Hizo una reverencia y se echó hacia un lado dejando paso al interior.
Ki le saludo con una mano al principio mientras sonreía. Luego se dio cuenta de que era Juri el actor y se acercó a el haciendo una reverencia algo entusiasmado.
- Eres Juri el Sumiso - Le dijo con la boca abierta y se arrodilló ante él- Soy un gran admirador de tu trabajo, compro todos tus posters, películas y marcas que promocionas.
Yuuki miró hacia un lado dando un paso hacia atrás. Ryuu ya se había puesto tras de él, y le hizo que se chocara con su pecho. Le miró con los ojos algo temblorosos. Pero fue Shunta el que reaccionó primero. Le dio una leve colleja a Ki y le tiró de la ropa hasta ponerlo en su sitio.
- Respeta la intimidad de la gente y no preguntes por su trabajo sin que te den permiso - Le regañó con suavidad y terminó riendo.
- Perdón perdón, me sorprendí - Hizo una pequeña reverencia con la cabeza y se pasa la mano por la nuca- Oye, me has dado muy fuerte.
- Más fuerte te tenía que haber dado - Le contesta Ryuu que se acerca saludando con una mano después de descalzarse - No le acoses o seré yo el que te golpee.
Todos se quedaron riendo como si nada fuera de lo normal hubiese pasado. Lo que en el fondo agrado a Yuuki que se había quedado en la puerta aun sin pasar. Se sentía incómodo con una persona a la que no conocía, algo que identifico como inseguridad. Hacía mucho que no se sentía así.
Shunta que estaba en la conversación con los otros dos, se quedó por un momento mirando a Yuuki. Que seguía inmóvil en la entrada con la bolsa de los pasteles y las cervezas en la mano, mirando hacia un lado.
- Juri-kun, puedes pasar - Le dijo al levantarse y acercarse a él - ¿Traes algo para la fiesta? ¿Qué te parece la decoración que ha montado Ryuu-kun?
Yuuki se quitó los zapatos ofreciendo las bolsas. Echó un pequeño vistazo por la habitación. Era preciosa, parecía un cuento de fantasía. Le dieron ganas de sentarse mientras lo miraba todo, el olor, los colores. Se sintió como si estuviese en un bosque.
- Es muy bonita - Susurró sin fuerza y terminó mirando abajo - Son solo unos pasteles y unas cervezas. No sabía que debía traer o si os gustaría.
- Seguro que está genial Juri - Le dijo Ryuu mientras señalaba un cojín a su lado. Ya tenía el reloj puesto en la muñeca. Yuuki se lo quedó mirando lo que le hizo suspirar aliviado. Ryuu entonces lo mostró a todos - Me ha regalado esto. Es un muy buen regalo - Mostró entonces la bolsa de la joyería llamando la atención de todos.
- Pero eso es carisimo Juri-kun - Le dijo Shutna que cogió la muñeca de Ryuu y dejó la bolsa sobre la mesa.
- Yo también quiero que Juri-kun me haga algún regalo - Se señaló Ki sentado en su sitio mientras cogía la bolsa - Son pasteles de Shibuya, la edición limitada de frambuesa - Exclamo con alegría y cogió uno dando un mordisco.
- Creo que tendremos que invitar a Juri-kun más a menudo - Terminó riendo Shunta y se sentó al lado de Ki.
Yuuki terminó sentándose después de hacer una reverencia en el sitio que había señalado Ryuu. Poco a poco y entre bromas, se dedicaron a empezar a comer. Shunta y Ki se estaban dando de comer mutuamente de vez en cuando. Yuuki los miraba con curiosidad cuando lo hacían y después se daban algún tipo de beso.
Ryuu también comía y cuando hacían eso les chinchaba con frases de "Iros a un hotel" o "hay niños delante" señalando a Yuuki en forma de broma. Aunque se estaba dando cuenta de que Yuuki no estaba bebiendo ni probando bocado. Solo estaba quieto sin apenas decir una frase completa y mirando abajo.
Shunta se estaba dando cuenta también de la situación y pensó, que como había dado el paso de ir a la fiesta, lo mejor, sería dejarles un rato a solas.
- Ki-chan, quiero zumo de melocotón - Dijo en un tono infantil mimado.
- ¿No hay? - Le preguntó el otro inocente. Obteniendo como respuesta un movimiento negativo de cabeza del contrario - ¿Quieres que vaya a comprar?
- Voy contigo - Le dijo poniendo morros y ojitos. Después de todo, era su novio y sabía cuales eran sus puntos débiles.
- Está bien.
Los dos se pusieron en pie y fueron a la entrada. Se calzaron y se despidieron de los otros dos que aun estaban dentro. Shunta le guiñó un ojo a Ryuu como despedida esperando que entendiera lo que estaba pasando.
- Pues me lo estoy pasando muy bien con vosotros. Gracias por venir - Le dijo Ryuu cuando los otros se fueron.
Yuuki se encogió de hombros a forma de respuesta y siguió mirando hacia un lado. Seguía sin muchas ganas de hablar con él o mirarle. Menos con lo que había hecho ese mismo día, así que terminó suspirando.
- Oye, ¿no trajimos nada que te gustase? - Le preguntó con curiosidad viendo que su plato y sus palillos estaban intactos y los señaló - Puedo llamarles y que traigan algo que te guste.
- No es eso - Le contestó y respiró mirando hacia la puerta- Creo que debería irme ya. Se está haciendo tarde.
- Pero ni si quiera has comido o bebido. - Se apresuró a contestarle tratando de retenerlo - Yuuki, lo siento por lo que pasó con el novio de Shunta, te prometo que es inofensivo y que no dejaré que te toque. Aunque sabes defenderte - Rió señalando su propia mejilla a forma de broma.
- Lo siento por eso - Dijo en un suspiro - Y todo tiene buena pinta, pero no tengo hambre - Toma aire sonoramente y pone las manos bajo sus propias rodillas en el cojín - Tampoco sé que hago aquí. Tengo que irme.
Se puso en pie suspirando. Eso era una reunión intima de amigos en la que no sabía porque, lo habían invitado. Bueno, si lo sabía. Ryuu se sentía responsable de su promesa y seguramente sentía lástima por él. Solo pensaba que tenía que irse de aquel lugar.
- Espera - Se puso en pie Ryuu mientras se ponía delante de él para que no saliese - Solo quedate hasta que vuelvan ellos. No me dejes solo.
Yuuki asintió despacio y volvió al cojín dónde se había sentado antes suspirando. Solo tendría que aguantar unos minutos allí después de todo. Aunque su estómago empezó a rugir. Era normal, apenas había comido nada en dos días.
- Parece que si tienes hambre - Cogió con sus palillos un gyoza y se lo acerco a la boca a Yuuki, que movió la cara a un lado - Vamos, come. No le diré a nadie que lo has comido.
Yuuki le miró por un segundo y asintió despacio. Le dio un voto de confianza aunque, seguramente si lo iba a decir. Sería el sumiso ladrón de comida para los vecinos. Pero el hambre y que fuese su comida favorita, le convenció para arriesgarse. Abrió la boca y la comió de un bocado mirando hacia el lado opuesto en el que estaba él.
- No quieres que piensen que te estás aprovechando de ellos y por eso no comes, ¿verdad? - Preguntó Ryuu de forma muy perspicaz. Obteniendo como respuesta una mirada perpleja de Yuuki seguida de un asentimiento - Vamos Yuuki. He pagado yo la comida, has traído cervezas, pasteles y este pedazo de reloj. No voy a pensar que te aprovechas de mi - Le sonrió tratando de animarle.
- No sé como funcionan las fiestas. No sé que debo hacer o si debo decir algo - Le dijo de forma cortante y luego se cruzó de brazos - No quiero quitaros comida o bebida. Después de todo soy un invitado nada más.
- Bueno... - Trató de restar importancia Ryuu a sus comentarios - Normalmente en las fiestas tienes que hablar y reír. Pasarlo bien con los amigos - Le mira cogiendo otro gyoza y acercándolo a la boca del contrario.
Yuuki lo comió otra vez. Le estaba recordando un poco a la escena que había vivido antes con los otros dos. Se preguntaba si estaría bien darle el beso a Ryuu después de la comida. Pero sabía que no debía.
- Yo no tengo amigos. - Terminó diciendo y le dio la espalda otra vez.
- Porque no quieres. - Le miró indeciso y le tocó con un dedo en el hombro aun arriesgandose a que le diese otra bofetada - Yo quiero ser tu amigo Yuuki.
Se apartó al notar el dedo en su espalda suspirando. Pero esta vez, no era porque le desagradase el tacto de él en su piel, era porque no quería que se ensuciara como él lo estaba. Suspiró y se pasó la mano por la nuca.
- No sé tener amigos Takada-san - Susurra y respira hondo - Si pretendes que sea como cuando traté a Riku-san. Te trataré como si estuviese en el trabajo si eso te agrada. Pero, yo no soy así.
- ¿Cómo es tu verdadero yo entonces Yuuki? - Le preguntó echandose hacia atrás - ¿Cuándo comes algo que realmente te gusta como respondes? ¿Cuándo ves algo que adoras o admiras? ¿Cuándo sientes felicidad como eres?
Yuuki presionó los labios con fuerza apartándose de él aun más. Sacudía la cabeza a un lado y otro. Comida, adorar, sentir felicidad. En verdad las Gyozas eran su comida favorita, y los cerezos y el rosa le gustaba mucho. ¿Qué era la felicidad para él?
- No lo sé - Le contestó mirándole - Mi comida favorita es esa. - Señalo hacia los gyozas.
Ryuu cogió otro acercandolo a la boca de Yuuki que se lo comió. Quería observar si cambiaba su gesto en algo, pero seguía con la mirada perdida en un punto lejos de él y con esa cara que no sonreía.
- ¿Qué pasó Yuuki? - Se echó un poco hacia adelante mirándole - Parece que tu alma está rota.
Abrió los ojos cuando dijo eso. Se le escapó una lágrima sin darse cuenta. Ryuu alargó la mano para retirarsela, pero Yuuki fue más rápido que el y la limpió. No quería llorar, no delante de nadie. Se puso en pie negando y fue hasta la entrada a ponerse los zapatos sin decir nada.
Ryuu se levantó también tras él. Quería abrazarle para consolarlo. Se lamentó en el mismo momento que había visto su lágrima caer de haber dicho eso. Solo quería saber más sobre él y, había acabado alejándolo otra vez de si mismo.
- Yuuki espera - Le dijo rápido cuando el contrario salió sin uno de los zapatos solo para que no le alcanzase.
Pero Ryuu le tomó de la muñeca unos segundos antes de que llegara a la puerta de su apartamento. Le sujetó sin fuerza, solo acariciando su mejilla con cariño. Yuuki se giró lentamente para mirarle, tenía los ojos empañados con lágrimas. Ryuu pasó su dedo pulgar por debajo de los ojos del contrario para limpiar las lágrimas que caían.
- Perdona que te haya hecho daño otra vez - Susurraba y le acarició en la mejilla. Era extraño para Yuuki, pero no le estaba apartando ni alejando de él- Venga, comamos un poco más juntos. Luego te traeré a casa y no te molestaré, lo prometo.
Yuuki asintió y los dos fueron de vuelta a la casa de Shunta. Yuuki se sentó al lado de Ryuu en los mismos sitios que habían ocupado antes.
- ¿Me dejarás conocer al nuevo Yuuki de ahora? - Le preguntó entonces Ryuu que cogía otra gyoza para acercarla a la boca del contrario.
Yuuki asintió despacio mientras se comía la comida que le ofrecía el contrario. Sería una buena forma también de conocerse a si mismo.
- Perdona que... saliese corriendo - Terminó diciendo mientras se terminaba la gyoza- Takada-san. No se me da bien hablar con gente o relacionarme, por favor, ten paciencia conmigo si quieres que seamos amigos.
Amigos, otra vez esa palabra que era tan rara para él. Pero terminó con una pequeña sonrisa. Ryuu vio esa sonrisa y la atesoró en sus recuerdos. Era un gran logro para si mismo el haber visto esa, pensó que sería un gran paso en su relación con Yuuki.
No era algo que estuviese dentro de su rutina, pero hacerlo a veces le ayudaba a tener su cinturita estrecha y su trasero redondo. Son características buenas para su trabajo, después de todo.
Ryuu había pasado parte de la noche eligiendo la ropa que se iba a poner, eligiendo la comida que encargar, pensando en que adornos poner... Era muy detallista con todo. Era su primera "cita encubierta" con Yuuki, quizás no tuviera otra oportunidad para agradar le, y aunque la casa no era la suya, todo tenía que ser perfecto.
- Shun-kun, luego voy a ir a comprar la decoración. Me gustaría poner flores de Sakura aunque sean de plástico, me fui en primavera y creo que es nuestra estación juntos. Me gustaría que en tu casa se oliese a eso. También tenemos que comprar una tarta de fresas y nata, ¿sería posible comprar champang rosado? Seguro que le encanta a Juri - Envió un audio. Le molestaba tener que llamarle Juri delante de otros, pero era un precio bajo a cambio de la recompensa que iba a tener ese mismo día. Quizás hasta le viese sonreír.
Shunta escuchó el audio riendo y fue hasta la casa de Ryuu entrando sin llamar a la puerta.
- ¿Te das cuenta que soy tu vecino y que puedes hablarme sin audios verdad?
Shunta se quedó sin palabras al ver todo lo que había preparado Ryuu. Había notas de restaurantes, pastelerías, floristerías y hasta licorerías. Más que la preparación para una fiesta de celebración parecía una boda.
- ¿No crees que estás exagerando un poco Ryuu?
Le preguntó mientras miraba por las hojas que tenía preparadas. Había muchos números de teléfono y varias notas de lo que había visto por internet. Ryuu se giró. Tenía el pelo recogido en una coleta y llevaba gafas de vista.
- Es una cita doble con Juri -Le mira con una sonrisa algo boba- Pero me he dado cuenta de que solo sé de él lo que hay en mis recuerdos. Quizás sushi sea demasiado arriesgado, no parece que sea de las personas que toman lujos - Se giró y le dio varias hojas mostrando así los restaurantes que había revisado- ¿Qué crees que le gustará más?
Shunta se quedó mirando los restaurantes. La verdad es que era un chico muy hermético y no sabía que le haría más ilusión. Carne, pescado, verdura... Las opciones eran muy amplías.
- Si que es verdad que no parece de gustos caros... - Terminó susurrando mientras revisaba las hojas escritas para los restaurantes - ¿Y si cogemos este que es combinado un poco? Así no fallarás.
Le mostró el menú que había elegido a Ryuu que lo cogió para leerlo en voz alta.
- Takoyaki, Gyozas.... - Asintió lentamente para mostrarle una sonrisa - Seguro que así no fallamos y comerá. Creo que le gustan mucho las cervezas, tenía en casa un montón, y pude ver que le gusta el rosa. Sus sabanas eran rosas y su pijama también.
- Eres muy observador al nivel stalker - Le dijo Shunta bromeando.
Ryuu solo asintió y siguió mostrandole sus preparativos. Todo debía estar perfecto para cuando Yuuki llegase del trabajo.
Yuuki volvió de su carrera. Estaba más tranquilo, y hasta se había olvidado de que su trabajo era tan terrible o del asco que estaba sintiendo desde que Ryuu volvió a su vida.
Se dio una ducha rápida, se arregló con su sudadera y sus vaqueros, se ajustó la mochila y otra vez al trabajo. Al menos, el sol brillaba y no quería pensar demasiado en lo demás.
A las cuatro de la tarde Ryuu ya estaba terminando de decorar la casa de Shunta. Había puesto los pétalos de Sakura de plástico con ese aroma, habían colgado guirnaldas de las paredes en forma de hojas de árbol e incluso la iluminación era a base de velas a base de pilas que daba un toque más romántico. La comida estaba ya en la mesa preparada, tenía bebidas, los cojines a juego con la decoración rosada, la tarta en la nevera esperando y solo faltaba arreglarse él.
- ¿Estás seguro de que Ki-chan va a venir a tiempo? - Le preguntó Ryuu a Shunta mientras se calzaba en la entrada.
- Me ha enviado un mensaje, está llegando ya. Corre a cambiarte - Le dio con una mano en la espalda mientras reía- Seguro que Juri-kun vendrá dentro de poco.
Ryuu sonrió levantando los dos pulgares y se fue corriendo hacia su propia casa. Quería ponerse atractivo pero informal. Miró la ropa que había elegido la noche de antes. Se había fijado que Yuuki siempre llevaba sudaderas, así que había elegido una algo ancha de color girs que tenía un cerezo bordado, unos vaqueros negros, y se iba a poner un perfume que había comprado esa misma mañana.
Ki, el novio de Shunta, llegó poco después de la salida de Ryuu hacia su propia casa. Llevaba un montón de caramelos y regalices en una bolsa y llamó a la puerta de Shunta, que abrió al poco tiempo.
- Ki -Le abrazó por el cuello y le dio un rápido beso en los labios. El cual, fue correspondido con una pequeña sonrisa.
- Perdona que me haya retrasado. Se me olvidaron las golosinas en casa - Rió levemente y subió la bolsa un poco para que la viese el contrario.
- No te preocupes, Ryuu-kun ha ido ahora mismo a arreglarse a su casa - Se hizo a un lado dejandole paso a su novio.
Cuando entró se quedo algo boquiabierto por la decoración. Realmente parecía de película de fantasía, algo como si fuese un picnic nocturno.
- ¿Tan importante es ese Juri para él? - Le mira alzando una ceja y le da con un dedo en la nariz- ¿Cuándo vas a hacer algo así para mi?
- Ah vamos - Le dice el otro mientras ríe - Esto también lo hicimos para ti - Le sacó la lengua.
Los dos se quedaron bromeando y riendo. Eran muy cariñosos el uno con el otro que generaban el aura perfecta de armonía. Aunque, a Shunta le preocupaba algo el como reaccionaría su pareja cuando viese a Juri. No lo había dicho en ningún momento, pero era un gran admirador de él.
Yuuki había terminado el trabajo y se había duchado. Ese día había sido terrible para él. Siempre sonreía y siempre lo aceptaba todo. Nunca había dicho que no a ningún tipo de escena y por eso le pagaban tanto dinero pero, al mismo tiempo, le hacía hacer cosas tan desagradables. Incluso le habían pedido repetir una de las escenas, y había sido Riku el que se había negado a hacerlo, cosa que Yuuki agradeció de todo corazón.
Ahora, simplemente tendría que llegar a su casa. Volver a ducharse, cambiarse, e ir a una fiesta.
"Es uno de los días más duros de mi vida".
Había comprado unos pasteles de fresa y unas cervezas. Sabía que no era gran cosa, también había comprado un regalo para Ryuu que llevaba en la mochila. No estaba seguro de si le gustaría, tampoco le importaba demasiado, simplemente creyó que Ryuu se había esforzado por él, y solo le había contestado con algo de desprecio.
Ya en casa se volvió a duchar. Era tan desagradable pensar en el trabajo de ese día, que decidió en cierta forma no recordarlo. Se puso una sudadera rosa y unos vaqueros. Se miró al espejo, pero no le gustó como iba. Se cambió la sudadera por una camisa blanca. Pensó que quizás, sería algo más formal, pero volvió a quitarla.
Esa noche, no le convencía nada para ponerse. Miró los pasteles y las cervezas, había dicho que iría, pero realmente en ese momento solo quería dormir.
Sacudió la cabeza un par de veces. No iba a ser algo agradable, pero tendría que ir, darle el regalo y luego volver. No tenía que quedarse más de media hora allí.
Cogió la sudadera rosa otra vez y suspiró. Se puso un cubre-bocas y luego cogió el regalo, las bebidas y los pasteles. Lo miró todo un segundo, sin estar muy seguro de si sería suficiente. Volvió a suspirar maldiciendose a si mismo por haber aceptado ir a aquella estúpida fiesta.
Salió de la puerta de su casa y se cruzó con Ryuu que también llegaba a la puerta de Shunta. Por un momento pensó en volver a entrar en su casa nada más verlo. Se quedó parado en la puerta y la miró de reojo.
Ryuu se dio cuenta del gesto y se quedó parado durante un segundo. Luego cogió un poco de aire. Había aprendido la lección de no tocarle ni acercarse demasiado, pero al menos le podía hablar y saludar. Quizás con eso fuese suficiente.
- Yuuki - Le saludó con una mano acercándose a él. Le gustó ver que tenía una sudadera rosa puesta y le miró las bolsas - ¿Son para la fiesta? ¿Quieres que te ayude a llevarlo?
Se ofreció con una amplia sonrisa mientras echaba las manos adelante a una distancia prudente. No le apetecía llevarse otra bofetada después de todo. Yuuki sacudió la cabeza a los lados declinando el ofrecimiento.
- No - Terminó diciendo y mira hacia abajo. Una de las bolsas se la ofreció para entregarsela. Era de cartón y ponía el logo de "shibuya 69" una joyería del barrio de shibuya justo en el cruce - Esto es para ti. Espero que te guste - Miró hacia un lado presionando los labios.
Ryuu cogió la bolsa sorprendido. Sabía lo cara que era esa joyería, y no se esperaba que Yuuki le fuese a hacer un regalo tan caro.
- Gracias Yuuki, no tenías porque - Le sonrió algo incrédulo.
Abrió la bolsa y encontró el estuche de un reloj de alta gama, que estaba bañado en oro y con svaroski incrustados. No pudo evitar abrir la boca de par en par.
- Si no te gusta lo puedes devolver o cambiar por otra cosa - Le dijo Yuuki suspirando y mirando al suelo. Aun no se atrevía a mirarle a los ojos - Enhorabuena por el trabajo, me dijo Shunta-san que era importante, y como tenía que pedirte perdón por... - Se señaló a si mismo la mejilla y respiró hondo- Pensé que lo más apropiado era un buen regalo. Un empresario siempre necesita un buen reloj.
Respiró hondo y pasó a su lado esquivándole para ir a casa de Shunta, pensaba que cuanto antes entrara antes podría irse de la casa de él. Ryuu se había quedado inmóvil, no quería ser una molestia, pero el regalo realmente le había llegado al fondo de su corazón. Se había fijado en que no llevaba reloj, y había mostrado interés.
Shunta abrió la puerta con bastante energía. Sonrió con mucha energía al encontrarse allí a Yuuki, pues no podría negar el hecho de que había estado dudando sobre si finalmente aparecería o no.
- Bienvenido Juri-kun - Hizo una reverencia y se echó hacia un lado dejando paso al interior.
Ki le saludo con una mano al principio mientras sonreía. Luego se dio cuenta de que era Juri el actor y se acercó a el haciendo una reverencia algo entusiasmado.
- Eres Juri el Sumiso - Le dijo con la boca abierta y se arrodilló ante él- Soy un gran admirador de tu trabajo, compro todos tus posters, películas y marcas que promocionas.
Yuuki miró hacia un lado dando un paso hacia atrás. Ryuu ya se había puesto tras de él, y le hizo que se chocara con su pecho. Le miró con los ojos algo temblorosos. Pero fue Shunta el que reaccionó primero. Le dio una leve colleja a Ki y le tiró de la ropa hasta ponerlo en su sitio.
- Respeta la intimidad de la gente y no preguntes por su trabajo sin que te den permiso - Le regañó con suavidad y terminó riendo.
- Perdón perdón, me sorprendí - Hizo una pequeña reverencia con la cabeza y se pasa la mano por la nuca- Oye, me has dado muy fuerte.
- Más fuerte te tenía que haber dado - Le contesta Ryuu que se acerca saludando con una mano después de descalzarse - No le acoses o seré yo el que te golpee.
Todos se quedaron riendo como si nada fuera de lo normal hubiese pasado. Lo que en el fondo agrado a Yuuki que se había quedado en la puerta aun sin pasar. Se sentía incómodo con una persona a la que no conocía, algo que identifico como inseguridad. Hacía mucho que no se sentía así.
Shunta que estaba en la conversación con los otros dos, se quedó por un momento mirando a Yuuki. Que seguía inmóvil en la entrada con la bolsa de los pasteles y las cervezas en la mano, mirando hacia un lado.
- Juri-kun, puedes pasar - Le dijo al levantarse y acercarse a él - ¿Traes algo para la fiesta? ¿Qué te parece la decoración que ha montado Ryuu-kun?
Yuuki se quitó los zapatos ofreciendo las bolsas. Echó un pequeño vistazo por la habitación. Era preciosa, parecía un cuento de fantasía. Le dieron ganas de sentarse mientras lo miraba todo, el olor, los colores. Se sintió como si estuviese en un bosque.
- Es muy bonita - Susurró sin fuerza y terminó mirando abajo - Son solo unos pasteles y unas cervezas. No sabía que debía traer o si os gustaría.
- Seguro que está genial Juri - Le dijo Ryuu mientras señalaba un cojín a su lado. Ya tenía el reloj puesto en la muñeca. Yuuki se lo quedó mirando lo que le hizo suspirar aliviado. Ryuu entonces lo mostró a todos - Me ha regalado esto. Es un muy buen regalo - Mostró entonces la bolsa de la joyería llamando la atención de todos.
- Pero eso es carisimo Juri-kun - Le dijo Shutna que cogió la muñeca de Ryuu y dejó la bolsa sobre la mesa.
- Yo también quiero que Juri-kun me haga algún regalo - Se señaló Ki sentado en su sitio mientras cogía la bolsa - Son pasteles de Shibuya, la edición limitada de frambuesa - Exclamo con alegría y cogió uno dando un mordisco.
- Creo que tendremos que invitar a Juri-kun más a menudo - Terminó riendo Shunta y se sentó al lado de Ki.
Yuuki terminó sentándose después de hacer una reverencia en el sitio que había señalado Ryuu. Poco a poco y entre bromas, se dedicaron a empezar a comer. Shunta y Ki se estaban dando de comer mutuamente de vez en cuando. Yuuki los miraba con curiosidad cuando lo hacían y después se daban algún tipo de beso.
Ryuu también comía y cuando hacían eso les chinchaba con frases de "Iros a un hotel" o "hay niños delante" señalando a Yuuki en forma de broma. Aunque se estaba dando cuenta de que Yuuki no estaba bebiendo ni probando bocado. Solo estaba quieto sin apenas decir una frase completa y mirando abajo.
Shunta se estaba dando cuenta también de la situación y pensó, que como había dado el paso de ir a la fiesta, lo mejor, sería dejarles un rato a solas.
- Ki-chan, quiero zumo de melocotón - Dijo en un tono infantil mimado.
- ¿No hay? - Le preguntó el otro inocente. Obteniendo como respuesta un movimiento negativo de cabeza del contrario - ¿Quieres que vaya a comprar?
- Voy contigo - Le dijo poniendo morros y ojitos. Después de todo, era su novio y sabía cuales eran sus puntos débiles.
- Está bien.
Los dos se pusieron en pie y fueron a la entrada. Se calzaron y se despidieron de los otros dos que aun estaban dentro. Shunta le guiñó un ojo a Ryuu como despedida esperando que entendiera lo que estaba pasando.
- Pues me lo estoy pasando muy bien con vosotros. Gracias por venir - Le dijo Ryuu cuando los otros se fueron.
Yuuki se encogió de hombros a forma de respuesta y siguió mirando hacia un lado. Seguía sin muchas ganas de hablar con él o mirarle. Menos con lo que había hecho ese mismo día, así que terminó suspirando.
- Oye, ¿no trajimos nada que te gustase? - Le preguntó con curiosidad viendo que su plato y sus palillos estaban intactos y los señaló - Puedo llamarles y que traigan algo que te guste.
- No es eso - Le contestó y respiró mirando hacia la puerta- Creo que debería irme ya. Se está haciendo tarde.
- Pero ni si quiera has comido o bebido. - Se apresuró a contestarle tratando de retenerlo - Yuuki, lo siento por lo que pasó con el novio de Shunta, te prometo que es inofensivo y que no dejaré que te toque. Aunque sabes defenderte - Rió señalando su propia mejilla a forma de broma.
- Lo siento por eso - Dijo en un suspiro - Y todo tiene buena pinta, pero no tengo hambre - Toma aire sonoramente y pone las manos bajo sus propias rodillas en el cojín - Tampoco sé que hago aquí. Tengo que irme.
Se puso en pie suspirando. Eso era una reunión intima de amigos en la que no sabía porque, lo habían invitado. Bueno, si lo sabía. Ryuu se sentía responsable de su promesa y seguramente sentía lástima por él. Solo pensaba que tenía que irse de aquel lugar.
- Espera - Se puso en pie Ryuu mientras se ponía delante de él para que no saliese - Solo quedate hasta que vuelvan ellos. No me dejes solo.
Yuuki asintió despacio y volvió al cojín dónde se había sentado antes suspirando. Solo tendría que aguantar unos minutos allí después de todo. Aunque su estómago empezó a rugir. Era normal, apenas había comido nada en dos días.
- Parece que si tienes hambre - Cogió con sus palillos un gyoza y se lo acerco a la boca a Yuuki, que movió la cara a un lado - Vamos, come. No le diré a nadie que lo has comido.
Yuuki le miró por un segundo y asintió despacio. Le dio un voto de confianza aunque, seguramente si lo iba a decir. Sería el sumiso ladrón de comida para los vecinos. Pero el hambre y que fuese su comida favorita, le convenció para arriesgarse. Abrió la boca y la comió de un bocado mirando hacia el lado opuesto en el que estaba él.
- No quieres que piensen que te estás aprovechando de ellos y por eso no comes, ¿verdad? - Preguntó Ryuu de forma muy perspicaz. Obteniendo como respuesta una mirada perpleja de Yuuki seguida de un asentimiento - Vamos Yuuki. He pagado yo la comida, has traído cervezas, pasteles y este pedazo de reloj. No voy a pensar que te aprovechas de mi - Le sonrió tratando de animarle.
- No sé como funcionan las fiestas. No sé que debo hacer o si debo decir algo - Le dijo de forma cortante y luego se cruzó de brazos - No quiero quitaros comida o bebida. Después de todo soy un invitado nada más.
- Bueno... - Trató de restar importancia Ryuu a sus comentarios - Normalmente en las fiestas tienes que hablar y reír. Pasarlo bien con los amigos - Le mira cogiendo otro gyoza y acercándolo a la boca del contrario.
Yuuki lo comió otra vez. Le estaba recordando un poco a la escena que había vivido antes con los otros dos. Se preguntaba si estaría bien darle el beso a Ryuu después de la comida. Pero sabía que no debía.
- Yo no tengo amigos. - Terminó diciendo y le dio la espalda otra vez.
- Porque no quieres. - Le miró indeciso y le tocó con un dedo en el hombro aun arriesgandose a que le diese otra bofetada - Yo quiero ser tu amigo Yuuki.
Se apartó al notar el dedo en su espalda suspirando. Pero esta vez, no era porque le desagradase el tacto de él en su piel, era porque no quería que se ensuciara como él lo estaba. Suspiró y se pasó la mano por la nuca.
- No sé tener amigos Takada-san - Susurra y respira hondo - Si pretendes que sea como cuando traté a Riku-san. Te trataré como si estuviese en el trabajo si eso te agrada. Pero, yo no soy así.
- ¿Cómo es tu verdadero yo entonces Yuuki? - Le preguntó echandose hacia atrás - ¿Cuándo comes algo que realmente te gusta como respondes? ¿Cuándo ves algo que adoras o admiras? ¿Cuándo sientes felicidad como eres?
Yuuki presionó los labios con fuerza apartándose de él aun más. Sacudía la cabeza a un lado y otro. Comida, adorar, sentir felicidad. En verdad las Gyozas eran su comida favorita, y los cerezos y el rosa le gustaba mucho. ¿Qué era la felicidad para él?
- No lo sé - Le contestó mirándole - Mi comida favorita es esa. - Señalo hacia los gyozas.
Ryuu cogió otro acercandolo a la boca de Yuuki que se lo comió. Quería observar si cambiaba su gesto en algo, pero seguía con la mirada perdida en un punto lejos de él y con esa cara que no sonreía.
- ¿Qué pasó Yuuki? - Se echó un poco hacia adelante mirándole - Parece que tu alma está rota.
Abrió los ojos cuando dijo eso. Se le escapó una lágrima sin darse cuenta. Ryuu alargó la mano para retirarsela, pero Yuuki fue más rápido que el y la limpió. No quería llorar, no delante de nadie. Se puso en pie negando y fue hasta la entrada a ponerse los zapatos sin decir nada.
Ryuu se levantó también tras él. Quería abrazarle para consolarlo. Se lamentó en el mismo momento que había visto su lágrima caer de haber dicho eso. Solo quería saber más sobre él y, había acabado alejándolo otra vez de si mismo.
- Yuuki espera - Le dijo rápido cuando el contrario salió sin uno de los zapatos solo para que no le alcanzase.
Pero Ryuu le tomó de la muñeca unos segundos antes de que llegara a la puerta de su apartamento. Le sujetó sin fuerza, solo acariciando su mejilla con cariño. Yuuki se giró lentamente para mirarle, tenía los ojos empañados con lágrimas. Ryuu pasó su dedo pulgar por debajo de los ojos del contrario para limpiar las lágrimas que caían.
- Perdona que te haya hecho daño otra vez - Susurraba y le acarició en la mejilla. Era extraño para Yuuki, pero no le estaba apartando ni alejando de él- Venga, comamos un poco más juntos. Luego te traeré a casa y no te molestaré, lo prometo.
Yuuki asintió y los dos fueron de vuelta a la casa de Shunta. Yuuki se sentó al lado de Ryuu en los mismos sitios que habían ocupado antes.
- ¿Me dejarás conocer al nuevo Yuuki de ahora? - Le preguntó entonces Ryuu que cogía otra gyoza para acercarla a la boca del contrario.
Yuuki asintió despacio mientras se comía la comida que le ofrecía el contrario. Sería una buena forma también de conocerse a si mismo.
- Perdona que... saliese corriendo - Terminó diciendo mientras se terminaba la gyoza- Takada-san. No se me da bien hablar con gente o relacionarme, por favor, ten paciencia conmigo si quieres que seamos amigos.
Amigos, otra vez esa palabra que era tan rara para él. Pero terminó con una pequeña sonrisa. Ryuu vio esa sonrisa y la atesoró en sus recuerdos. Era un gran logro para si mismo el haber visto esa, pensó que sería un gran paso en su relación con Yuuki.
miércoles, 18 de diciembre de 2019
SIN NOMBRE - CAP 6.
Habían pasado ya unos cuatro días desde que Ryuu había visto por última vez a Yuuki. Quería ver si era el menor el que se acercaba en los primeros días, y había aprovechado para ir a unas cuantas entrevistas de trabajo y mirar unos cuantos trabajos. El tercer día, después de una entrevista de trabajo en un puesto de Marketing para una empresa, decidió que ya le había dejado mucho espacio al menor y fue hasta a su casa para llamar al timbre, sin embargo, no hubo respuesta.
El cuarto día, fue lo mismo prácticamente, el fue a ver empresas y conocer la zona. Al volver, llamó otra vez a la puerta de Yuuki, pero no hubo respuesta. Fue entonces cuando empezó a pensar que algo no andaba bien, así que al quinto día, a las 5 de la mañana se despertó y esperó en la puerta de su apartamento para ver si Yuuki salía de la casa o no.
Yuuki había pasado todo esos días en casa. Había estado comiendo lo que había comprado y trataba de solo jugar a vídeo juegos sin hacer ruido. Todo eso le ayudaba a no prestar atención a Ryuu, cada vez que venía, era más fácil ignorarlo de esta forma, olvidar que había vuelto, olvidar que estaba ahí.
Era ya 16 de Octubre, y tenía que volver al trabajo. Esperaba que cuando saliese por la puerta tener la suerte de no cruzarse con Ryuu. Cogió su sudadera, una bufanda y unos vaqueros ajustados. Se había arreglado el pelo, lavado los dientes y mirado por lo menos 6 veces al espejo. Era la primera vez que se sentía tan inseguro para ir al trabajo. Sabía que era por esa mirada que Ryuu le había puesto al verle con Riku.
Riku, seguramente le pediría explicaciones de porque había tenido el móvil apagado durante nada más y nada menos que cuatro días. Sacudió la cabeza con un último vistazo al espejo.
- Ya es hora Yuuki - Se dijo a si mismo mirando al espejo. Se fue hacia la entrada de la casa y salió de esta con un suspiró. Cerró con llave y se ajustó la mochila a la espalda. Fue entonces que vió a Ryuu en la puerta de su casa. Le saludó con una sonrisa dando un par de pasos hacía él.
- Buenos días Yuuki, cuanto tiempo sin verte.
Yuuki agacho la mirada. El ver a Ryuu le recordó esa mirada y volvió a tener asco de si mismo. Esa que le hacía sentir incluso peor que cuando le tocaban o le magreaban. Sintió unas ganas irrefrenables de volver a meterse en su casa y no salir en otros días. Pero sabía que no debía hacer eso.
Hizo acopio de fuerzas para saludar con un gesto de cabeza, pasó al lado de Ryuu andando, y trato en la medida de lo posible ignorar su presencia.
Ryuu vió como pasaba por su lado sin hacerle caso. Se mordió el labio inferior y retrocedió un par de pasos. Se dijo a si mismo que no debía rendirse, antes eran casi amigos, si se rendía ahora, sería como un mueble para él.
- Yuuki - Le llamó andando tras de él - ¿ Has estado trabajando? A penas te he visto estos días.
Trato de sacar tema de conversación, pero Yuuki siguió andando como si nada. Tuvo la terrible idea de que si le mostraba un gesto cariñoso a Yuuki este reaccionaría y dejaría de ignorarle. Así que, cogió a Yuuki por el hombro y le depositó un beso en la mejilla. No era un gran gesto por parte de Ryuu, pero si para Yuuki, que se apartó y golpeó con su mano en la mejilla de Ryuu.
- No vuelvas a tocarme jamás - Le dijo casi gritando.
Ryuu se llevó la mano a la mejilla sorprendido, sin decir una sola palabra, aunque notoriamente triste. Yuuki le miró a los ojos. En ese mismo momento empezó a sentirse mal y se miró a la mano sacudiendola. Presionó los labios y evitó mirar a Ryuu a los ojos.
- Disculpa - Dijo haciendo una reverencia - Takada-san. Te agradezco que me hayas buscado y - Traga saliva tratando de no llorar y tomó aire sonoramente- También que cumplieses tu promesa, pero, no te acerques a mi, no me toques ni vengas a mi casa.
- ¿Por qué? - Le contestó Ryuu y le volvió a sonreír. Quería hacer como si nada de eso hubiese pasando. - Yuuki, debería disculparme yo, todo está bien tranquilo.
- Porque te doy asco, pena y ya está - Le contesta y mira hacia un lado - No soy el Yuuki que conociste. Solo soy alguien sin nombre - Se encoge de hombros suspirando y echa un paso hacia atrás- Cada vez que te veo siento por mi el mismo asco que sientes tú. Ahora tengo que ir a trabajar y solo tengo ganas de vomitar pensando en lo que haré.
- ¿Por qué no dejas el trabajo? - Interrumpió su discurso Ryuu sonriendo le levemente- Parece que no te gusta tu trabajo.
- Porque estoy encasillado. Porque la gente me reconoce y nadie quiere que trabaje un actor porno gay en su negocio - Mira a un lado suspirando y se echa a un lado gruñendo entre sus dientes- Es mi vida. No tienes porque meterte en medio de ella.
Le apartó y siguió andando. Se miraba aun la mano con la que le había dado la bofetada mientras andaba. No se sentía muy bien por haberlo hecho, aunque no había sido culpa suya del todo, era Ryuu quien le había dado el beso porque había querido y sin pedir permiso. Aun así, se sentía mal. Se sujetó la mano por la muñeca y siguió andando para ir al trabajo.
Ryuu le siguió con la mirada suspirando. Yuuki parecía mucho más encerrado en si mismo y atrapado en una oscuridad que aún no entendía de donde venía, pero que sabía que tendría que descubrir.
Pasó la mañana en una cafetería. Se había empeñado en leer algunos mangas que seguía cuando era más joven. Recordaba como los dos seguían "Yokai Watch" cuando eran pequeños y otras series. Tenía muy buenos recuerdos de Yuuki y él sentados bajo un árbol leyendo el manga entre los dos.
Le habían llamado también de una de las empresas en las que hizo una entrevista. Le querían como un equipo de marketing en "TOYOTA". El sueldo era bastante bueno, y no lo dudó mucho. Aceptó y le pidieron que empezara a trabajar a la semana siguiente. Aprovecharía para ver sobre su trabajo, organizar su casa y tratar de hablar con Yuuki.
- Yuuki - Susurró al salir del edificio.
Empezó a andar hacia la casa. Si que era verdad que tenía un buen trabajo y que iba a ganar bastante dinero. Había fantaseado un poco con que podría mantener a Yuuki, que el dejase de trabajar y entonces tener una vida juntos. Pero trató de ser realista. Con ese trabajo tendría menos tiempo de estar cerca de Yuuki, seguramente se acabaría alejando más de si mismo, y era posible que no lo tuviese más en su vida.
Igualmente, tenía esa semana para hablar con Yuuki, quizás conseguir una cita o al menos, explicarle lo del trabajo.
Yuuki había pasado el día en el trabajo. Otra vez entre risas y cumplidos que para él no significaban nada. Después de varías escenas realmente humillantes para él, se había metido en su camerino y se había duchado un par de veces con agua caliente.
Al salir de esta ahí estaba Riku que le esperaba. Estaba apoyado con tra la pared al lado de la puerta. Llevaba las gafas de sol puestas sobre la cabeza, una chupa de cuero abierta pro el pecho y unos vaqueros rasgados. Todo el atuendo dejaba poco a la imaginación pues marcaban su cuerpo de gimnasio. Entendía porque la mayoría de actores pasivos trataban de trabajar con él, era muy atractivo después de todo.
- Juri-kun - Le saluda con una mano y le sonríe levemente - Traté de contactarte durante estos días, pero tenías el móvil apagado.
- Bueno, es que he tenido algunos problemas - Se disculpo con una pequeña sonrisa haciendo una reverencia y luego se puso la mascarilla en la boca.
-Disculpa por lo que pasó la última vez que nos vimos. - Hizo una reverencia el mismo con una pequeña sonrisa descarada - Me enteré de que te fuiste corriendo de la cola - Sacó de su mochila el juego que iba a comprar y se lo ofreció - Perdona si te cause algún problema.
Yuuki miró el juego algo incrédulo y se asomó por uno de los lados parpadeando un par de veces. No esperaba que Riku fuese tan amable con él. Era la primera vez que lo estaba tratando así.
- No te preocupes, no tienes que disculparte - Dijo con esa voz dulce que ponía en el trabajo. Esa voz que odiaba. Miró el juego, quería cogerlo, pero lo rechazó con una mano - No te preocupes, ya conseguí uno. Friki de los vídeo juegos. - Ríe de forma agradable entrecerrando los ojos.
- Vaya, me alegra que lo consiguieras - Guarda otra vez el juego en la mochila sonriendo - Pero por otro lado, pensaba pedirte que me dejaras invitarte a cenar a cambio del juego. Quería que fuésemos
amigos, después de todo, trabajamos mucho juntos.
"Amigos". Agradeció tener el cubre bocas puesto, pues no pudo evitar presionar los labios, no le hubiese salido la sonrisa.
- Yo pensaba que ya eramos amigos Ri-kun -Inclinó la cabeza a un lado de forma amable.
- Entonces, ¿podremos cenar juntos algún día al salir del trabajo? - Le sonríe Riku.
Yuuki asintió un par de veces. Amigos, no tenía amigos. No necesitaba amigos. La idea de tener amigos era algo que odiaba. Odiaba muchas cosas después de todo.
Se despidió de Riku y lamentó no haber cogido el juego. Seguramente al día siguiente también tendría que hacer escenas asquerosas. Solo de pensarlo le daban nauseas y se le quitaba por completo el apetito.
Era ya de noche cuando llegaba al apartamento. En el fondo agradecía que se hubiese hecho tan tarde, así no se cruzaría con Ryuu. Pasó por delante de la puerta de Ryuu tratando de no hacer ruido. No le apetecía verle más, al menos hoy, aunque por un momento, pensó en que podría ser como cuando eran pequeños y el le cuidaría.
- Amigos... - Terminó riendo de forma irónica.
Llegó a la puerta de su propia casa y de la casa de Shunta salió Ryuu riendo levemente.
- Mañana salimos a por cervezas e invitamos a Yuuki. Así celebramos la noticia - Le dijo Shunta mientras le despedía.
- Si, tengo ganas de contarle - Le contestó Ryuu y luego se giró mirando a Yuuki. Le saludó con una mano, dudaba si debía acercarse o no.
Yuuki le devolvió el gesto con la cabeza y abrió la puerta para entrar. En el fondo quería que le parase y le hablase un poco. Pero Ryuu, después de lo que había pasado esa mañana decidió dejarle un poco de espacio. Se despidió de Shunta y fue hacia su apartamento.
- Amigos... - Dijo Yuuki al entrar en el apartamento y cerró la puerta. Eso no existía en su vida. Ni amigos, ni padres, ni cariño. Nada.
Cerró la puerta con llave y al poco tiempo alguien llamó a la puerta con la mano.
- Juri-kun - Llamó Shunta al otro lado de la puerta.
Yuuki suspiró y abrió la puerta aún sin tiempo de haberse descalzado y le miró parpadeando un par de veces con el ceño fruncido. Shunta echó un paso atrás con una sonrisa y se puso la mano tras la nuca.
- ¿Si? - Le contestó de forma cortante. Se dio cuenta que quizás fue demasiado frío, pero le había molestado que fuese Shunta y no Ryuu quien llamó a la puerta.
- E-etto - Comenzó algo nervioso mientras aun se pasaba la mano por la nuca - Ryuu-kun ha encontrado un buen trabajo en una empresa importante. Habíamos pensado en cenar mañana por la noche juntos en mi casa. Queríamos invitarte a venir.
Rodó los ojos. Estaba algo confuso de si aceptar o no. Tampoco es que la gente fuese amable con él a menudo o lo invitaban a sitios. Presionaba los labios mirando hacia un lado, no sabía que significaría para ellos si aceptaba. En un mismo día le habían invitado dos veces, era bastante nuevo para él.
- Está bien - Susurró mirando hacia un lado - ¿Tengo que llevar algo? -Se señaló a si mismo mientras le miraba. - ¿Cómida, bebida...?
Shunta sonrió con amplitud. Aunque el tono de Yuuki había sido muy seco en toda la conversación, al final había aceptado a estar con ellos.
- Uh... trae cualquier cosa. Ibamos a comprar muchas cervezas, mi novio también va a venir, y podríamos pedir pizzas o algo así - Le sonrió muy contento.
- Está bien, prepararé algo - Susurra asintiendo despacio y mirando al interior de su propia casa. - Me alegro por Takada-san - Le dice tragando saliva sonoramente - Si ha conseguido un gran trabajo es porque es alguien útil.
- Bueno, creo que se le va a dar muy bien el trabajo. Es de algo de Marketing - Le dice sonriendo, estaba bastante animado porque estaba teniendo por fin una conversación con él - Se le va a dar muy bien hacer cosas bonitas. Después de todo se le dan muy bien los pequeños detalles y la decoración.
- ¿Decoración?
- Si, ha decorado todo su apartamento en muy pocos días, e incluso cada vez que voy ha hecho algo nuevo - Terminó riendo mientras sacudía la cabeza - Se alegrará mucho de que vengas mañana a cenar con nosotros.
Yuuki le miró sin saber que debía contestar. Después de todo tampoco sabía nada sobre Ryuu. Gustos, o como era ahora. Solo sabía que de pequeño le gustaban las fresas casi tanto como a él mismo, que leían mangas y que le había cuidado cuando estaban juntos.
- ¿Quieres que mañana vayamos juntos y le hacemos un regalo?
Yuuki sacudió la cabeza a los lados. Llevaría comida y sería suficiente seguramente, solo, tendría que asegurarse de no comer de lo que llevasen y ya está. Así no le acusarían de tacaño o de aprovecharse de su fiesta.
- Tengo trabajo todo el día. Estaré libre por la noche - Desvió la mirada a un lado.
- ¿Estás trabajando en una nueva película? - Le sonrió de forma amable Shunta que se interesaba por él - En verdad, soy gran admirador de tu trabajo Juri-kun. Haces posturas muy guays, y creo que tienes realmente mucho talento para actuar.
No pudo contener una arcada al oírle hablar y miró a un lado.
- Si, se ve que solo sirvo para eso - Dijo cortante y cerró la puerta otra vez sin despedirse.
Se le había vuelto a cerrar el estomago. Se empezó a desnudar metiéndose en el baño y luego lleno la bañera.
Shunta fue hacia la casa de Ryuu y llamó con cuidado a la puerta. No quería que Yuuki se enterase de que iba a la casa de Ryuu, que abrió la puerta con sigilo.
- Va a venir - Le dijo sonriendo.
Ryuu sonrió levemente. Pues al menos tendría la oportunidad de estar con él un rato.
El cuarto día, fue lo mismo prácticamente, el fue a ver empresas y conocer la zona. Al volver, llamó otra vez a la puerta de Yuuki, pero no hubo respuesta. Fue entonces cuando empezó a pensar que algo no andaba bien, así que al quinto día, a las 5 de la mañana se despertó y esperó en la puerta de su apartamento para ver si Yuuki salía de la casa o no.
Yuuki había pasado todo esos días en casa. Había estado comiendo lo que había comprado y trataba de solo jugar a vídeo juegos sin hacer ruido. Todo eso le ayudaba a no prestar atención a Ryuu, cada vez que venía, era más fácil ignorarlo de esta forma, olvidar que había vuelto, olvidar que estaba ahí.
Era ya 16 de Octubre, y tenía que volver al trabajo. Esperaba que cuando saliese por la puerta tener la suerte de no cruzarse con Ryuu. Cogió su sudadera, una bufanda y unos vaqueros ajustados. Se había arreglado el pelo, lavado los dientes y mirado por lo menos 6 veces al espejo. Era la primera vez que se sentía tan inseguro para ir al trabajo. Sabía que era por esa mirada que Ryuu le había puesto al verle con Riku.
Riku, seguramente le pediría explicaciones de porque había tenido el móvil apagado durante nada más y nada menos que cuatro días. Sacudió la cabeza con un último vistazo al espejo.
- Ya es hora Yuuki - Se dijo a si mismo mirando al espejo. Se fue hacia la entrada de la casa y salió de esta con un suspiró. Cerró con llave y se ajustó la mochila a la espalda. Fue entonces que vió a Ryuu en la puerta de su casa. Le saludó con una sonrisa dando un par de pasos hacía él.
- Buenos días Yuuki, cuanto tiempo sin verte.
Yuuki agacho la mirada. El ver a Ryuu le recordó esa mirada y volvió a tener asco de si mismo. Esa que le hacía sentir incluso peor que cuando le tocaban o le magreaban. Sintió unas ganas irrefrenables de volver a meterse en su casa y no salir en otros días. Pero sabía que no debía hacer eso.
Hizo acopio de fuerzas para saludar con un gesto de cabeza, pasó al lado de Ryuu andando, y trato en la medida de lo posible ignorar su presencia.
Ryuu vió como pasaba por su lado sin hacerle caso. Se mordió el labio inferior y retrocedió un par de pasos. Se dijo a si mismo que no debía rendirse, antes eran casi amigos, si se rendía ahora, sería como un mueble para él.
- Yuuki - Le llamó andando tras de él - ¿ Has estado trabajando? A penas te he visto estos días.
Trato de sacar tema de conversación, pero Yuuki siguió andando como si nada. Tuvo la terrible idea de que si le mostraba un gesto cariñoso a Yuuki este reaccionaría y dejaría de ignorarle. Así que, cogió a Yuuki por el hombro y le depositó un beso en la mejilla. No era un gran gesto por parte de Ryuu, pero si para Yuuki, que se apartó y golpeó con su mano en la mejilla de Ryuu.
- No vuelvas a tocarme jamás - Le dijo casi gritando.
Ryuu se llevó la mano a la mejilla sorprendido, sin decir una sola palabra, aunque notoriamente triste. Yuuki le miró a los ojos. En ese mismo momento empezó a sentirse mal y se miró a la mano sacudiendola. Presionó los labios y evitó mirar a Ryuu a los ojos.
- Disculpa - Dijo haciendo una reverencia - Takada-san. Te agradezco que me hayas buscado y - Traga saliva tratando de no llorar y tomó aire sonoramente- También que cumplieses tu promesa, pero, no te acerques a mi, no me toques ni vengas a mi casa.
- ¿Por qué? - Le contestó Ryuu y le volvió a sonreír. Quería hacer como si nada de eso hubiese pasando. - Yuuki, debería disculparme yo, todo está bien tranquilo.
- Porque te doy asco, pena y ya está - Le contesta y mira hacia un lado - No soy el Yuuki que conociste. Solo soy alguien sin nombre - Se encoge de hombros suspirando y echa un paso hacia atrás- Cada vez que te veo siento por mi el mismo asco que sientes tú. Ahora tengo que ir a trabajar y solo tengo ganas de vomitar pensando en lo que haré.
- ¿Por qué no dejas el trabajo? - Interrumpió su discurso Ryuu sonriendo le levemente- Parece que no te gusta tu trabajo.
- Porque estoy encasillado. Porque la gente me reconoce y nadie quiere que trabaje un actor porno gay en su negocio - Mira a un lado suspirando y se echa a un lado gruñendo entre sus dientes- Es mi vida. No tienes porque meterte en medio de ella.
Le apartó y siguió andando. Se miraba aun la mano con la que le había dado la bofetada mientras andaba. No se sentía muy bien por haberlo hecho, aunque no había sido culpa suya del todo, era Ryuu quien le había dado el beso porque había querido y sin pedir permiso. Aun así, se sentía mal. Se sujetó la mano por la muñeca y siguió andando para ir al trabajo.
Ryuu le siguió con la mirada suspirando. Yuuki parecía mucho más encerrado en si mismo y atrapado en una oscuridad que aún no entendía de donde venía, pero que sabía que tendría que descubrir.
Pasó la mañana en una cafetería. Se había empeñado en leer algunos mangas que seguía cuando era más joven. Recordaba como los dos seguían "Yokai Watch" cuando eran pequeños y otras series. Tenía muy buenos recuerdos de Yuuki y él sentados bajo un árbol leyendo el manga entre los dos.
Le habían llamado también de una de las empresas en las que hizo una entrevista. Le querían como un equipo de marketing en "TOYOTA". El sueldo era bastante bueno, y no lo dudó mucho. Aceptó y le pidieron que empezara a trabajar a la semana siguiente. Aprovecharía para ver sobre su trabajo, organizar su casa y tratar de hablar con Yuuki.
- Yuuki - Susurró al salir del edificio.
Empezó a andar hacia la casa. Si que era verdad que tenía un buen trabajo y que iba a ganar bastante dinero. Había fantaseado un poco con que podría mantener a Yuuki, que el dejase de trabajar y entonces tener una vida juntos. Pero trató de ser realista. Con ese trabajo tendría menos tiempo de estar cerca de Yuuki, seguramente se acabaría alejando más de si mismo, y era posible que no lo tuviese más en su vida.
Igualmente, tenía esa semana para hablar con Yuuki, quizás conseguir una cita o al menos, explicarle lo del trabajo.
Yuuki había pasado el día en el trabajo. Otra vez entre risas y cumplidos que para él no significaban nada. Después de varías escenas realmente humillantes para él, se había metido en su camerino y se había duchado un par de veces con agua caliente.
Al salir de esta ahí estaba Riku que le esperaba. Estaba apoyado con tra la pared al lado de la puerta. Llevaba las gafas de sol puestas sobre la cabeza, una chupa de cuero abierta pro el pecho y unos vaqueros rasgados. Todo el atuendo dejaba poco a la imaginación pues marcaban su cuerpo de gimnasio. Entendía porque la mayoría de actores pasivos trataban de trabajar con él, era muy atractivo después de todo.
- Juri-kun - Le saluda con una mano y le sonríe levemente - Traté de contactarte durante estos días, pero tenías el móvil apagado.
- Bueno, es que he tenido algunos problemas - Se disculpo con una pequeña sonrisa haciendo una reverencia y luego se puso la mascarilla en la boca.
-Disculpa por lo que pasó la última vez que nos vimos. - Hizo una reverencia el mismo con una pequeña sonrisa descarada - Me enteré de que te fuiste corriendo de la cola - Sacó de su mochila el juego que iba a comprar y se lo ofreció - Perdona si te cause algún problema.
Yuuki miró el juego algo incrédulo y se asomó por uno de los lados parpadeando un par de veces. No esperaba que Riku fuese tan amable con él. Era la primera vez que lo estaba tratando así.
- No te preocupes, no tienes que disculparte - Dijo con esa voz dulce que ponía en el trabajo. Esa voz que odiaba. Miró el juego, quería cogerlo, pero lo rechazó con una mano - No te preocupes, ya conseguí uno. Friki de los vídeo juegos. - Ríe de forma agradable entrecerrando los ojos.
- Vaya, me alegra que lo consiguieras - Guarda otra vez el juego en la mochila sonriendo - Pero por otro lado, pensaba pedirte que me dejaras invitarte a cenar a cambio del juego. Quería que fuésemos
amigos, después de todo, trabajamos mucho juntos.
"Amigos". Agradeció tener el cubre bocas puesto, pues no pudo evitar presionar los labios, no le hubiese salido la sonrisa.
- Yo pensaba que ya eramos amigos Ri-kun -Inclinó la cabeza a un lado de forma amable.
- Entonces, ¿podremos cenar juntos algún día al salir del trabajo? - Le sonríe Riku.
Yuuki asintió un par de veces. Amigos, no tenía amigos. No necesitaba amigos. La idea de tener amigos era algo que odiaba. Odiaba muchas cosas después de todo.
Se despidió de Riku y lamentó no haber cogido el juego. Seguramente al día siguiente también tendría que hacer escenas asquerosas. Solo de pensarlo le daban nauseas y se le quitaba por completo el apetito.
Era ya de noche cuando llegaba al apartamento. En el fondo agradecía que se hubiese hecho tan tarde, así no se cruzaría con Ryuu. Pasó por delante de la puerta de Ryuu tratando de no hacer ruido. No le apetecía verle más, al menos hoy, aunque por un momento, pensó en que podría ser como cuando eran pequeños y el le cuidaría.
- Amigos... - Terminó riendo de forma irónica.
Llegó a la puerta de su propia casa y de la casa de Shunta salió Ryuu riendo levemente.
- Mañana salimos a por cervezas e invitamos a Yuuki. Así celebramos la noticia - Le dijo Shunta mientras le despedía.
- Si, tengo ganas de contarle - Le contestó Ryuu y luego se giró mirando a Yuuki. Le saludó con una mano, dudaba si debía acercarse o no.
Yuuki le devolvió el gesto con la cabeza y abrió la puerta para entrar. En el fondo quería que le parase y le hablase un poco. Pero Ryuu, después de lo que había pasado esa mañana decidió dejarle un poco de espacio. Se despidió de Shunta y fue hacia su apartamento.
- Amigos... - Dijo Yuuki al entrar en el apartamento y cerró la puerta. Eso no existía en su vida. Ni amigos, ni padres, ni cariño. Nada.
Cerró la puerta con llave y al poco tiempo alguien llamó a la puerta con la mano.
- Juri-kun - Llamó Shunta al otro lado de la puerta.
Yuuki suspiró y abrió la puerta aún sin tiempo de haberse descalzado y le miró parpadeando un par de veces con el ceño fruncido. Shunta echó un paso atrás con una sonrisa y se puso la mano tras la nuca.
- ¿Si? - Le contestó de forma cortante. Se dio cuenta que quizás fue demasiado frío, pero le había molestado que fuese Shunta y no Ryuu quien llamó a la puerta.
- E-etto - Comenzó algo nervioso mientras aun se pasaba la mano por la nuca - Ryuu-kun ha encontrado un buen trabajo en una empresa importante. Habíamos pensado en cenar mañana por la noche juntos en mi casa. Queríamos invitarte a venir.
Rodó los ojos. Estaba algo confuso de si aceptar o no. Tampoco es que la gente fuese amable con él a menudo o lo invitaban a sitios. Presionaba los labios mirando hacia un lado, no sabía que significaría para ellos si aceptaba. En un mismo día le habían invitado dos veces, era bastante nuevo para él.
- Está bien - Susurró mirando hacia un lado - ¿Tengo que llevar algo? -Se señaló a si mismo mientras le miraba. - ¿Cómida, bebida...?
Shunta sonrió con amplitud. Aunque el tono de Yuuki había sido muy seco en toda la conversación, al final había aceptado a estar con ellos.
- Uh... trae cualquier cosa. Ibamos a comprar muchas cervezas, mi novio también va a venir, y podríamos pedir pizzas o algo así - Le sonrió muy contento.
- Está bien, prepararé algo - Susurra asintiendo despacio y mirando al interior de su propia casa. - Me alegro por Takada-san - Le dice tragando saliva sonoramente - Si ha conseguido un gran trabajo es porque es alguien útil.
- Bueno, creo que se le va a dar muy bien el trabajo. Es de algo de Marketing - Le dice sonriendo, estaba bastante animado porque estaba teniendo por fin una conversación con él - Se le va a dar muy bien hacer cosas bonitas. Después de todo se le dan muy bien los pequeños detalles y la decoración.
- ¿Decoración?
- Si, ha decorado todo su apartamento en muy pocos días, e incluso cada vez que voy ha hecho algo nuevo - Terminó riendo mientras sacudía la cabeza - Se alegrará mucho de que vengas mañana a cenar con nosotros.
Yuuki le miró sin saber que debía contestar. Después de todo tampoco sabía nada sobre Ryuu. Gustos, o como era ahora. Solo sabía que de pequeño le gustaban las fresas casi tanto como a él mismo, que leían mangas y que le había cuidado cuando estaban juntos.
- ¿Quieres que mañana vayamos juntos y le hacemos un regalo?
Yuuki sacudió la cabeza a los lados. Llevaría comida y sería suficiente seguramente, solo, tendría que asegurarse de no comer de lo que llevasen y ya está. Así no le acusarían de tacaño o de aprovecharse de su fiesta.
- Tengo trabajo todo el día. Estaré libre por la noche - Desvió la mirada a un lado.
- ¿Estás trabajando en una nueva película? - Le sonrió de forma amable Shunta que se interesaba por él - En verdad, soy gran admirador de tu trabajo Juri-kun. Haces posturas muy guays, y creo que tienes realmente mucho talento para actuar.
No pudo contener una arcada al oírle hablar y miró a un lado.
- Si, se ve que solo sirvo para eso - Dijo cortante y cerró la puerta otra vez sin despedirse.
Se le había vuelto a cerrar el estomago. Se empezó a desnudar metiéndose en el baño y luego lleno la bañera.
Shunta fue hacia la casa de Ryuu y llamó con cuidado a la puerta. No quería que Yuuki se enterase de que iba a la casa de Ryuu, que abrió la puerta con sigilo.
- Va a venir - Le dijo sonriendo.
Ryuu sonrió levemente. Pues al menos tendría la oportunidad de estar con él un rato.
miércoles, 11 de diciembre de 2019
Minegishi Minami se gradua de AKB48
Minegishi Minami, Mii-chan, ha anunciado que se va a graduar definitivamente de AKB48.
Este anuncio se ha hecho el pasado 8 de Diciembre durante el concierto especial de AKB48 en el teatro conmemorando su 14 aniversario. Su concierto de graduación tendrá lugar el 2 de Abril en el Yokohama Arena.
Mii-chan se unió a AKB en 2005 formando parte de la primera generación. En 2008, ella formó parte de la sub unidad "NO SLEEVES" junto con Kojima Haruna y Takahashi Minami.
Con la graduación de Mii-chan podemos decir adiós a la última miembro que quedaba de la primera generación. Gracias por haber estado con nosotros tantos años sin rendirte.
Este anuncio se ha hecho el pasado 8 de Diciembre durante el concierto especial de AKB48 en el teatro conmemorando su 14 aniversario. Su concierto de graduación tendrá lugar el 2 de Abril en el Yokohama Arena.
Mii-chan se unió a AKB en 2005 formando parte de la primera generación. En 2008, ella formó parte de la sub unidad "NO SLEEVES" junto con Kojima Haruna y Takahashi Minami.
Con la graduación de Mii-chan podemos decir adiós a la última miembro que quedaba de la primera generación. Gracias por haber estado con nosotros tantos años sin rendirte.
lunes, 9 de diciembre de 2019
SIN NOMBRE - CAP 5.
Yuuki siguió corriendo durante unos minutos. No sabía ni hacia donde iba, solo que quería correr y alejarse de aquel sitio.
Durante la carrera terminó por relajarse y miró por las calles para saber dónde estaba. Pensó que tenía que buscar un metro y volver a casa. Igualmente ya había perdido la esperanza de conseguir el juego.
Suspiró y comenzó a andar algo cabizbajo en busca del metro. No iba a encender el móvil. Simplemente quería volver a su casa.
Al cabo de un par de calles dio con un metro. Así era fácil volver a casa. Solo tardó 30 minutos en llegar a casa. Abrió la puerta y entró dentro. Solo le quedaban unos 3 días libres del trabajo. Mejor no salir de casa en esos días.
No quería ver a Ryuu, ni a Riku, ni a nadie. Ni si quiera pretendía encender el móvil esos días. Volvió a encender su Play Station 4 y se puso a jugar.
Ryuu estuvo buscando por los alrededores. Visitó un par de tiendas en busca de Yuuki, por si acaso había pensado en ir a conseguir el juego a otro sitio. Pero no hubo suerte. Después de pasar un par de horas buscándolo sin éxito, pensó en volver a casa.
El juego se había agotado en todas las tiendas a las que había ido. Se sintió mal por Yuuki. Había madrugado, había ido con ilusión, y al final se había quedado sin juego por su culpa.
- Será mejor que vaya a verle. - Miró su propio móvil un segundo. Ni si quiera tenía su número, aunque no creía que fuese importante, después de todo, había visto como lo apagaba para no recibir mensajes.
Volvió a la casa después de comprar unos dulces para disculparse. Aunque sabía que eso no iba ser suficiente.
Llegó ante la puerta de Yuuki y llamó con el puño en esta sin mucha fuerza. Esperaba alguna reacción. Aunque en el interior, Yuuki, sin sus auriculares siguió sin contestar.
"Seguro que es Ryuu"
Al pensar en ello, otra vez las lágrimas volvieron a sus ojos. Se sentía mal, le había avergonzado delante de todo el mundo, pero, lo peor es que sitió el asco que Ryuu sentía por él. En cierta forma, pensaba que eso no sucedería. Sin embargo, se daba cuenta de lo absurdo que era ese pensamiento. Claro que le iba a tener asco, había visto sus películas después de todo.
Miró a la puerta para asegurarse de que estaba bien cerrada con llave y pestillo y se recostó en la cama. No quería volver a ver esa mirada en los ojos de Ryuu nunca más.
Ryuu volvió a llamar a la puerta con el puño. Suspiraba mirándola. Pensaba que quizás era posible que Yuuki no hubiese vuelto todavía y por eso no le contestaba.
De la puerta contigua salió Shunta con su alegre sonrisa de siempre, que vio a Ryuu y se acercó a él saludando de esa forma despreocupada.
- Ryuu-kun - Sonríe tratando de relajar un ambiente que parecía tenso - ¿Estás tratando de hablar con Juri-kun otra vez?
- Más o menos Shun-kun - Le correspondía al saludo con una sonrisa forzada y luego muestra la bolsa con dulces.
Shunta se quedó mirando los dulces. La verdad que el joven parecía que quería reconciliarse con Juri. Miró la bolsa llena de todo tipo de dulces y luego soltó una pequeña risa.
- Con todo eso le dará diabetes sin se lo come. Hay todo tipo de dulces Ryuu-kun.
- Creo que se los dejaré colgados en la puerta. No creo que hoy quiera verme - Dejó la bolsa colgada del picaporte - ¿Ibas a algún sitio?
- Pues iba a ir a comprar un regalo para mi novio, dentro de poco será su cumpleaños y quiero darle algo especial. ¿Quieres venir conmigo? Luego volveremos y tratamos de ver a Juri-kun.
Ryuu asintió y los dos comenzaron a andar dirección al metro. Shunta había pensado en pasarse pro alguna joyería y comprar un par de collares a juego, pero quería cosas muy concretas. Su novio era florista. Tenía una floristería, por lo que quería buscar dos collares que tuviesen el grabado de dos rosas juntas.
La verdad que se lo estaba pasando bien con Shunta. Las gracias infantiles y la insistente búsqueda de Shunta le había contagiado el buen humor. Al menos, ya no pensaba tanto en como la había cagado con Yuuki, y también se había animado a buscarle un regalo. Le contó todo lo que había pasado entre ellos la tarde anterior y esa misma mañana.
- Ryuu-kun, no sabía que eras tan torpe para relacionarte - Le regañó con una pequeña sonrisa - No conozco a Juri-kun, pero, por lo que yo mismo vi y lo que me estás contando - Hizo una pequeña pausa y suspiró - No parece de esas personas que se relacionan con otras personas. Parece que tiene una forma de actuar en el trabajo, y otra fuera de él. Si quieres relacionarte con él, tendrás que aceptar su trabajo y aceptar sus comportamientos - Trató de explicarle con una sonrisa- La paciencia será muy importante, es como domesticar un zorro salvaje. Cada día te dejará acercarte un paso más.
Ryuu asintió despacio. No se había parado a pensar en que Yuuki no le gustase su trabajo después de todo. ¿Por qué no buscaría otro trabajo? En verdad, aunque aceptó que tendría que ir poco a poco, había cada vez más preguntas que quería hacerle a Yuuki.
- Pero en la calle no estaba en el trabajo - Sacudió la cabeza de un lado a otro - ¿Por qué fue tan amable con ese tipo? Él empezó todo y por eso se empezaron a fijar en él.
- No puedes comportarte con tus compañeros de trabajo de forma distinta si te los cruzas por la calle. Generaría confusión - Le dio con un dedo en la frente como si le explicara la situación a un niño pequeño- No creo que Juri-kun tenga mucha autoestima o amor propio. Quizás ha pasado por ciertas cosas que ni tu ni yo podemos entender.
Terminó suspirando no muy convencido de lo que decía Shunta. Tenía cierto sentido, pero tendría que hablar con Yuuki para poder confirmarlo. Algún día, pues, no podría vivir siempre de suposiciones y teorías propias.
Después de unas cuantas joyerías sin encontrar lo que Shunta buscaba, y que tampoco nada convenciera a Ryuu para regalarle a Yuuki, terminaron sentándose en la terraza de una cafetería por un merecido café.
- Faltan un par de semanas para Halloween. ¿Vas a hacer algo? -Preguntó entonces Shunta después de dar un trago a su café.
- La verdad es que no tengo planes. Acabo de llegar y aun no tengo ni trabajo ni amigos - Le confesó con una gran sonrisa - ¿Vas a hacer algo con tu novio?
Movió la cabeza de arriba abajo con una amplia sonrisa.
- Tenemos un bajo alquilado. Vamos a decorarlo y dar una gran fiesta - Le miró con ojos de cómplice - ¿ Querrás venir y ayudar verdad?
- Claro - Le miró un segundo y luego sonrió, sabía que había caído en la trampa - Pero tendrás que invitar a Juri. - Le señaló con un dedo. - Además, no puedes aceptar un no como respuesta.
- De acuerdo. Déjamelo a mi.
Shunta pasó el resto de la tarde y la vuelta a casa hablando de como tenía pensada la decoración de la fiesta, las bebidas que tendrían que comprar y su disfraz. Obviamente iba a ir de vampiro a juego con su novio. Ryuu habló de que le gustaría llevar un disfraz con temática egipcia, faraón o algo así. Quería aprovechar para mostrar su cuerpo trabajado de gimnasio con algo exótico.
Mientras la conversación se alargaba entre bromas y planes, llegaron a sus apartamentos. Ryuu no pudo evitar echar un vistazo a la puerta del apartamento de Yuuki, que seguía con la bolsa colgando. Se acercó y volvió a llamar a la puerta teniendo a Shunta a su lado.
- Estoy algo preocupado. ¿Crees que habrá vuelto?
- No lo sé - Contestó Shunta mirando la bolsa - Cuándo yo le dejé mi regalo de bienvenida si lo recogió, y me dio las gracias.
Ryuu llamó otra vez a la puerta con algo más de fuerza. No podía evitar sentirse responsable y preocupado.
Yuuki estaba en el interior, había pasado el día acostado en la cama cubierto con una manta. No le apetecía hacer nada, y al final se había quedado dormido hasta que Ryuu aporreando la puerta le despertó.
Se levantó algo atontado después de haber dormido tanto tiempo. Tenía algo de frío. Así que cogió la manta y se la echó por los hombros para ir a la puerta, sin si quiera, pensar que se podía tratar de Ryuu.
- ¿Quién es? - Preguntó mientras iba hacia la puerta, pero con casi un susurro. Carraspeó un poco y terminó abriendo.
Al otro lado de la puerta estaban Shunta y Ryuu. Los dos le miraron una sonrisa, pero el simplemente aparto la mirada. Ryuu enseguida cogió la bolsa de la puerta y se la ofreció con una reverencia.
- Perdona por lo de esta mañana Yuuki. No debí comportarme de esa forma. - Dijo muy apresurado ofreciendole la bolsa- Siento que no pudieras conseguir el juego, prometo que lo conseguiré para ti, y te he traído estos dulces a forma de disculpa.
Shunta se quedó a un lado sin decir nada. Solo saludando con una mano de un lado a otro con esa sonrisa. Yuuki, sin embargo, miraba hacia un lado sin muchas ganas de hablar. No se veía demasiado bien, quería volver a dormir y olvidarse de todo durante unos días.
- Por favor Yuuki... acepta mis disculpas. Todos los dulce son de fresa, se qué te gustan estos dulces. -Terminó por incorporarse y abrió la bolsa frente a él para que lo viera.
Yuuki no giró la cabeza. Solo suspiró asintiendo. Alargó la mano para coger la bolsa.
- Los acepto, pero no vuelvas a molestarme hasta dentro de unos días - Volvió a carraspear la voz y gruñó con algo de suavidad. Aunque su tono ahora era frío y distante.
- Hola Juri-kun - Terminó diciendo Shunta tratando de llamar su atención - A mi también me gustaría disculparme si te ofendí o hice algo inapropiado.
- No te preocupes. - Susurró y sujetó la puerta sin mirarlos. - ¿Queréis algo más?
Shunta negaba de un lado a otro. La respuesta y el poco acercamiento que tenía con su nuevo vecino era una derrota para él, que era tan sociable. Ryuu presionaba los labios pensando en alguna excusa para poder alargar un poco más la visita.
- ¿Nos invitas a una cerveza como el otro día? - Dijo rápido mientras daba un paso hacia Yuuki - Sería genial si conocieras a Shunta-kun. Es muy amable, te caería muy bien. Así podríamos estar un rato los tres juntos.
Shunta le cogió del brazo a Ryuu negando, la actitud del contrario era muy negativa para hacer eso, no pensaba que fuese a salir nada bien. Yuuki respiró hondo, para nada quería dejarles pasar, ni quería estar con ellos.
- Ahora estoy ocupado. Voy a salir con un compañero de trabajo - Dijo inventando una excusa.
- ¿No podemos ir nosotros también ? -Se apresuró a contraatacar Ryuu.
- No - Dijo tajante y le miró a los ojos, aun sabiendo que vería ese asco que sentía por él. - Porque mi trabajo consiste en dejar que me follen y me magreen, y parece que eso no causa buena impresión en ti.
Cerró la puerta tras decir eso. No iba a ir a ningún sitio, pero necesitaba que se alejara de él. Ese chico siempre traería problemas.
Ryuu cerró el puño con fuerza y terminó suspirando cabreado. Era verdad que había reaccionado muy mal al ver eso, pero quería estar con él. Su trabajo no era tan importante como para no poder acercarse a su Yuuki.
Shunta tiró del brazo de Ryuu para llevarlo a su casa, tratando de alejarlo de la puerta de Yuuki. Al principio se resistió, pero acabó por ceder y fue hasta su propia casa. Abrió la puerta y se quedó parado en la entrada.
- Trata de ir poco a poco Ryuu-kun - Le dijo Shunta en un tono tranquilizador y le pone una mano en el hombro.
Ryuu sacudió la cabeza a los lados. Estaba pensando en Yuuki quedando con el tipo que había visto ese mismo día. Ni si quiera sabía su nombre, pero su presencia y su forma de hablar le llenaba de rabia.
- Lo peor, es que... - Hizo una pequeña pausa tomando aire- Tiene razón. No me gusta verle en su trabajo.
- Si quieres ser su amigo, deberías ignorar ese trabajo.
Shunta entró en la casa de Ryuu tras de él y le acarició en la espalda. Cerró la puerta tras de si y los dos fueron hasta la cocina. Cogieron unas cervezas y se fueron al salón para tomarlas mientras hablaban.
Durante la carrera terminó por relajarse y miró por las calles para saber dónde estaba. Pensó que tenía que buscar un metro y volver a casa. Igualmente ya había perdido la esperanza de conseguir el juego.
Suspiró y comenzó a andar algo cabizbajo en busca del metro. No iba a encender el móvil. Simplemente quería volver a su casa.
Al cabo de un par de calles dio con un metro. Así era fácil volver a casa. Solo tardó 30 minutos en llegar a casa. Abrió la puerta y entró dentro. Solo le quedaban unos 3 días libres del trabajo. Mejor no salir de casa en esos días.
No quería ver a Ryuu, ni a Riku, ni a nadie. Ni si quiera pretendía encender el móvil esos días. Volvió a encender su Play Station 4 y se puso a jugar.
Ryuu estuvo buscando por los alrededores. Visitó un par de tiendas en busca de Yuuki, por si acaso había pensado en ir a conseguir el juego a otro sitio. Pero no hubo suerte. Después de pasar un par de horas buscándolo sin éxito, pensó en volver a casa.
El juego se había agotado en todas las tiendas a las que había ido. Se sintió mal por Yuuki. Había madrugado, había ido con ilusión, y al final se había quedado sin juego por su culpa.
- Será mejor que vaya a verle. - Miró su propio móvil un segundo. Ni si quiera tenía su número, aunque no creía que fuese importante, después de todo, había visto como lo apagaba para no recibir mensajes.
Volvió a la casa después de comprar unos dulces para disculparse. Aunque sabía que eso no iba ser suficiente.
Llegó ante la puerta de Yuuki y llamó con el puño en esta sin mucha fuerza. Esperaba alguna reacción. Aunque en el interior, Yuuki, sin sus auriculares siguió sin contestar.
"Seguro que es Ryuu"
Al pensar en ello, otra vez las lágrimas volvieron a sus ojos. Se sentía mal, le había avergonzado delante de todo el mundo, pero, lo peor es que sitió el asco que Ryuu sentía por él. En cierta forma, pensaba que eso no sucedería. Sin embargo, se daba cuenta de lo absurdo que era ese pensamiento. Claro que le iba a tener asco, había visto sus películas después de todo.
Miró a la puerta para asegurarse de que estaba bien cerrada con llave y pestillo y se recostó en la cama. No quería volver a ver esa mirada en los ojos de Ryuu nunca más.
Ryuu volvió a llamar a la puerta con el puño. Suspiraba mirándola. Pensaba que quizás era posible que Yuuki no hubiese vuelto todavía y por eso no le contestaba.
De la puerta contigua salió Shunta con su alegre sonrisa de siempre, que vio a Ryuu y se acercó a él saludando de esa forma despreocupada.
- Ryuu-kun - Sonríe tratando de relajar un ambiente que parecía tenso - ¿Estás tratando de hablar con Juri-kun otra vez?
- Más o menos Shun-kun - Le correspondía al saludo con una sonrisa forzada y luego muestra la bolsa con dulces.
Shunta se quedó mirando los dulces. La verdad que el joven parecía que quería reconciliarse con Juri. Miró la bolsa llena de todo tipo de dulces y luego soltó una pequeña risa.
- Con todo eso le dará diabetes sin se lo come. Hay todo tipo de dulces Ryuu-kun.
- Creo que se los dejaré colgados en la puerta. No creo que hoy quiera verme - Dejó la bolsa colgada del picaporte - ¿Ibas a algún sitio?
- Pues iba a ir a comprar un regalo para mi novio, dentro de poco será su cumpleaños y quiero darle algo especial. ¿Quieres venir conmigo? Luego volveremos y tratamos de ver a Juri-kun.
Ryuu asintió y los dos comenzaron a andar dirección al metro. Shunta había pensado en pasarse pro alguna joyería y comprar un par de collares a juego, pero quería cosas muy concretas. Su novio era florista. Tenía una floristería, por lo que quería buscar dos collares que tuviesen el grabado de dos rosas juntas.
La verdad que se lo estaba pasando bien con Shunta. Las gracias infantiles y la insistente búsqueda de Shunta le había contagiado el buen humor. Al menos, ya no pensaba tanto en como la había cagado con Yuuki, y también se había animado a buscarle un regalo. Le contó todo lo que había pasado entre ellos la tarde anterior y esa misma mañana.
- Ryuu-kun, no sabía que eras tan torpe para relacionarte - Le regañó con una pequeña sonrisa - No conozco a Juri-kun, pero, por lo que yo mismo vi y lo que me estás contando - Hizo una pequeña pausa y suspiró - No parece de esas personas que se relacionan con otras personas. Parece que tiene una forma de actuar en el trabajo, y otra fuera de él. Si quieres relacionarte con él, tendrás que aceptar su trabajo y aceptar sus comportamientos - Trató de explicarle con una sonrisa- La paciencia será muy importante, es como domesticar un zorro salvaje. Cada día te dejará acercarte un paso más.
Ryuu asintió despacio. No se había parado a pensar en que Yuuki no le gustase su trabajo después de todo. ¿Por qué no buscaría otro trabajo? En verdad, aunque aceptó que tendría que ir poco a poco, había cada vez más preguntas que quería hacerle a Yuuki.
- Pero en la calle no estaba en el trabajo - Sacudió la cabeza de un lado a otro - ¿Por qué fue tan amable con ese tipo? Él empezó todo y por eso se empezaron a fijar en él.
- No puedes comportarte con tus compañeros de trabajo de forma distinta si te los cruzas por la calle. Generaría confusión - Le dio con un dedo en la frente como si le explicara la situación a un niño pequeño- No creo que Juri-kun tenga mucha autoestima o amor propio. Quizás ha pasado por ciertas cosas que ni tu ni yo podemos entender.
Terminó suspirando no muy convencido de lo que decía Shunta. Tenía cierto sentido, pero tendría que hablar con Yuuki para poder confirmarlo. Algún día, pues, no podría vivir siempre de suposiciones y teorías propias.
Después de unas cuantas joyerías sin encontrar lo que Shunta buscaba, y que tampoco nada convenciera a Ryuu para regalarle a Yuuki, terminaron sentándose en la terraza de una cafetería por un merecido café.
- Faltan un par de semanas para Halloween. ¿Vas a hacer algo? -Preguntó entonces Shunta después de dar un trago a su café.
- La verdad es que no tengo planes. Acabo de llegar y aun no tengo ni trabajo ni amigos - Le confesó con una gran sonrisa - ¿Vas a hacer algo con tu novio?
Movió la cabeza de arriba abajo con una amplia sonrisa.
- Tenemos un bajo alquilado. Vamos a decorarlo y dar una gran fiesta - Le miró con ojos de cómplice - ¿ Querrás venir y ayudar verdad?
- Claro - Le miró un segundo y luego sonrió, sabía que había caído en la trampa - Pero tendrás que invitar a Juri. - Le señaló con un dedo. - Además, no puedes aceptar un no como respuesta.
- De acuerdo. Déjamelo a mi.
Shunta pasó el resto de la tarde y la vuelta a casa hablando de como tenía pensada la decoración de la fiesta, las bebidas que tendrían que comprar y su disfraz. Obviamente iba a ir de vampiro a juego con su novio. Ryuu habló de que le gustaría llevar un disfraz con temática egipcia, faraón o algo así. Quería aprovechar para mostrar su cuerpo trabajado de gimnasio con algo exótico.
Mientras la conversación se alargaba entre bromas y planes, llegaron a sus apartamentos. Ryuu no pudo evitar echar un vistazo a la puerta del apartamento de Yuuki, que seguía con la bolsa colgando. Se acercó y volvió a llamar a la puerta teniendo a Shunta a su lado.
- Estoy algo preocupado. ¿Crees que habrá vuelto?
- No lo sé - Contestó Shunta mirando la bolsa - Cuándo yo le dejé mi regalo de bienvenida si lo recogió, y me dio las gracias.
Ryuu llamó otra vez a la puerta con algo más de fuerza. No podía evitar sentirse responsable y preocupado.
Yuuki estaba en el interior, había pasado el día acostado en la cama cubierto con una manta. No le apetecía hacer nada, y al final se había quedado dormido hasta que Ryuu aporreando la puerta le despertó.
Se levantó algo atontado después de haber dormido tanto tiempo. Tenía algo de frío. Así que cogió la manta y se la echó por los hombros para ir a la puerta, sin si quiera, pensar que se podía tratar de Ryuu.
- ¿Quién es? - Preguntó mientras iba hacia la puerta, pero con casi un susurro. Carraspeó un poco y terminó abriendo.
Al otro lado de la puerta estaban Shunta y Ryuu. Los dos le miraron una sonrisa, pero el simplemente aparto la mirada. Ryuu enseguida cogió la bolsa de la puerta y se la ofreció con una reverencia.
- Perdona por lo de esta mañana Yuuki. No debí comportarme de esa forma. - Dijo muy apresurado ofreciendole la bolsa- Siento que no pudieras conseguir el juego, prometo que lo conseguiré para ti, y te he traído estos dulces a forma de disculpa.
Shunta se quedó a un lado sin decir nada. Solo saludando con una mano de un lado a otro con esa sonrisa. Yuuki, sin embargo, miraba hacia un lado sin muchas ganas de hablar. No se veía demasiado bien, quería volver a dormir y olvidarse de todo durante unos días.
- Por favor Yuuki... acepta mis disculpas. Todos los dulce son de fresa, se qué te gustan estos dulces. -Terminó por incorporarse y abrió la bolsa frente a él para que lo viera.
Yuuki no giró la cabeza. Solo suspiró asintiendo. Alargó la mano para coger la bolsa.
- Los acepto, pero no vuelvas a molestarme hasta dentro de unos días - Volvió a carraspear la voz y gruñó con algo de suavidad. Aunque su tono ahora era frío y distante.
- Hola Juri-kun - Terminó diciendo Shunta tratando de llamar su atención - A mi también me gustaría disculparme si te ofendí o hice algo inapropiado.
- No te preocupes. - Susurró y sujetó la puerta sin mirarlos. - ¿Queréis algo más?
Shunta negaba de un lado a otro. La respuesta y el poco acercamiento que tenía con su nuevo vecino era una derrota para él, que era tan sociable. Ryuu presionaba los labios pensando en alguna excusa para poder alargar un poco más la visita.
- ¿Nos invitas a una cerveza como el otro día? - Dijo rápido mientras daba un paso hacia Yuuki - Sería genial si conocieras a Shunta-kun. Es muy amable, te caería muy bien. Así podríamos estar un rato los tres juntos.
Shunta le cogió del brazo a Ryuu negando, la actitud del contrario era muy negativa para hacer eso, no pensaba que fuese a salir nada bien. Yuuki respiró hondo, para nada quería dejarles pasar, ni quería estar con ellos.
- Ahora estoy ocupado. Voy a salir con un compañero de trabajo - Dijo inventando una excusa.
- ¿No podemos ir nosotros también ? -Se apresuró a contraatacar Ryuu.
- No - Dijo tajante y le miró a los ojos, aun sabiendo que vería ese asco que sentía por él. - Porque mi trabajo consiste en dejar que me follen y me magreen, y parece que eso no causa buena impresión en ti.
Cerró la puerta tras decir eso. No iba a ir a ningún sitio, pero necesitaba que se alejara de él. Ese chico siempre traería problemas.
Ryuu cerró el puño con fuerza y terminó suspirando cabreado. Era verdad que había reaccionado muy mal al ver eso, pero quería estar con él. Su trabajo no era tan importante como para no poder acercarse a su Yuuki.
Shunta tiró del brazo de Ryuu para llevarlo a su casa, tratando de alejarlo de la puerta de Yuuki. Al principio se resistió, pero acabó por ceder y fue hasta su propia casa. Abrió la puerta y se quedó parado en la entrada.
- Trata de ir poco a poco Ryuu-kun - Le dijo Shunta en un tono tranquilizador y le pone una mano en el hombro.
Ryuu sacudió la cabeza a los lados. Estaba pensando en Yuuki quedando con el tipo que había visto ese mismo día. Ni si quiera sabía su nombre, pero su presencia y su forma de hablar le llenaba de rabia.
- Lo peor, es que... - Hizo una pequeña pausa tomando aire- Tiene razón. No me gusta verle en su trabajo.
- Si quieres ser su amigo, deberías ignorar ese trabajo.
Shunta entró en la casa de Ryuu tras de él y le acarició en la espalda. Cerró la puerta tras de si y los dos fueron hasta la cocina. Cogieron unas cervezas y se fueron al salón para tomarlas mientras hablaban.
sábado, 7 de diciembre de 2019
REACCIONO A 2WISH THE SERIES - BLAQUI & YUMIKO
Hola Butterflies.
Hoy quiero hablar de el último vídeo que subí a mi canal de Youtube, este fue con una Youtuber de Barcelona de la que me he enamorado.
Ella es Yumiko, maestra de música y estudiante de chino, fanática de todo lo relacionado con el BL. Amante de la música, que hace covers a piano de BL, Dance covers de KPOP y reacciones a BOYS LOVE. Pero os voy a mostrar algo de lo que hace ella para que veáis su gran talento:
En esto último consiste nuestra colaboración. Si, los dos hacemos covers de KPOP y eso, pero lo que en verdad nos ha unido es nuestro amor por el "BOYS LOVE". Concretamente al Tailandes.
"2WISH" es una serie que protagonizan una de las parejas más famosas de "LOVE BY CHANCE", y he de decir, que mi pareja favorita interpretados por Plan y Mean, que en este dorama se llaman "CAN Y TIN".
La colaboración surgió al tratar de reaccionar a este dorama, como sabéis es mi primera reacción a una serie, así que espero que no os importe si he fallado en algo y me sigáis dando vuestro apoyo. Comentarios, likes y suscripciones que siempre son agradecidas.
ESTE ES MI VÍDEO.
Hoy quiero hablar de el último vídeo que subí a mi canal de Youtube, este fue con una Youtuber de Barcelona de la que me he enamorado.
Ella es Yumiko, maestra de música y estudiante de chino, fanática de todo lo relacionado con el BL. Amante de la música, que hace covers a piano de BL, Dance covers de KPOP y reacciones a BOYS LOVE. Pero os voy a mostrar algo de lo que hace ella para que veáis su gran talento:
En esto último consiste nuestra colaboración. Si, los dos hacemos covers de KPOP y eso, pero lo que en verdad nos ha unido es nuestro amor por el "BOYS LOVE". Concretamente al Tailandes.
"2WISH" es una serie que protagonizan una de las parejas más famosas de "LOVE BY CHANCE", y he de decir, que mi pareja favorita interpretados por Plan y Mean, que en este dorama se llaman "CAN Y TIN".
La colaboración surgió al tratar de reaccionar a este dorama, como sabéis es mi primera reacción a una serie, así que espero que no os importe si he fallado en algo y me sigáis dando vuestro apoyo. Comentarios, likes y suscripciones que siempre son agradecidas.
ESTE ES MI VÍDEO.
VÍDEO DE YUMIKO:
Suscribios a su canal, porque sus vídeos en verdad son geniales <3. Butterflies power.
Johnnys que actuaron en el MUSIC STATION SUPER LIVE [Especial de Navidad]
Los artistas que invadieronn este especial de Music Station final de año fueron los Johnnys, que inundaran el escenario con su presencia. Pues nada más y nada menos que 14 grupos de Johnnys serán los que aparecerán en este show.
- ARASHI
- A.B.C-Z
- KAT-TUN
- KANJANI8
- KIS-MY-FT2
- KINKI KIDS
- KING & PRINCE
- JOHNNY'S WEST
- SIXTONES VS SNOW MAN.
- SEXY ZONE
- NEWS
- V6
- HEY! SAY! JUMP
- YAMAPI
Espero que todos lo veais este 27 de Diciembre desde las 12 de la mañana hasta las 11 de la noche.
Habrá otros artistas como:
- AI
- AIKO
- E-GIRLS
- IKIMONOGAKARI
- EXILE
- AKB48
- M-FLO
- OGINOME
- YOKO
- HIGEDANSISM.
- KIMURA KAELA
- KYARY PAMYU PAMYU
- KING GNY
- KURAKI MAI
- KREVA
- CHEMISTRY
- KEYAKIZAKA46
- KODA KUMI
- GOLDEN BOMBERS
- THE GOSPELLERS
- KOBUKURO
- SANDAIME J SOUL BROTHERS
- THE RAMPAGE
- SHEENA
- JAE JOONG
- GENERATIONS
- SUPERFLY
- SEKAI NO OWARI
- DA PUMP
- DEAN FUJIOKA
- NOGIZAKA46
- PERFUME
- HIKAKIN&SEIKIN
- HITOTO YO
- HINATAZAKA46
- HIRAI KEN
- FOORIN
- BLUE ENCOUNT
- BABYMETAL
- MAN WITH A MISSION
- MIURA DAICHI
- MIURA YUTARO
- MIYAMOTO HIROJI
- MILET
- MORIYAMA NAOTARO
- YUZU
- LISA
- LITTLE GLEE MOSNTER
- LUNA SEA
- WANIMA
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Yamashita Tomohisa
Nishikido Ryo y Akanishi Jin colaboran en un proyecto para 2020.
Los exmiembros de Johnnys, Akanishi Jin y Ryo Nishikido que ahora es dueño de una discográfica, han empezado juntos un nuevo proyecto llamado "N/A" en 2020.
Nishikido y Akanishi han subido un vídeo en la web oficial de "N/A" que se abrió el pasado 6 de Diciembre. El contrato consiste en 16 artículos que muestran que los dos tienen un buen término para comunicarse juntos
La primera actividad que van a hacer como N/A es un evento en directo llamado "THE MEN IN THE ARENA" que tendrá lugar en Mayo en Hawaii. Estad atentos para más información, y aquí podéis ver el vídeo oficial que grabaron para esta colaboración.
Aragaki Yui expresa porque no tiene Instagram
El pasado 4 de Diciembre, la gran actriz japonesa Aragaki Yui apareció en la revista de moda "NYLON JAPAN" en su instagram.
Durante la entrevista, una de las preguntas de los fans a ella fue "Teniendo esta oportunidad, ¿no te abrirás una cuenta instagram?"
Yui: No llevo una vida atractiva, la verdad. No tengo nada que quiera compartir... Además no sé sobre el futuro, así que no puedo decir que no hay una posibilidad. Ahora, mis días no son geniales. Solo duermo, así que mis actualizaciones serían aburridas.
Los archivos que se subieron de ARAGAKI YUI en el instagram de la revista de moda fueron para conmemorar el "YUI ARAGAKI NYLON JAPAN ARCHIVE BOOK 2010-2019".
viernes, 6 de diciembre de 2019
FROZEN II.
Buenas a todos.
Hacía tiempo que no escribía ningún review sobre películas que veía.
La verdad es que sobre FROZEN 2 tenía muchas expectativas. En principio voy a decir un par de cosas antes de dejar clara mi opinión.
¿Por qué tenía tantas expectativas? Pues, en la primera película después de ver que cambiaron todo el guión por la canción de "Let it go" pensé que poer eso Elsa no tenía apenas protagonismo, y que por eso todo se lo había llevado Ana. Con esto, queda claro que soy más de Elsa que de Ana.
Pues por eso mismo, y porque casi todo en el trailer gira al rededor de Elsa, pensaba que Elsa tendría más protagonismo que Ana en esta película. Clara mente Elsa tiene más protagonismo, pero es que en la primera película, CASI SOLO APARECE ANA.
Con esto, ya podréis apreciar que esta película no me ha convencido lo suficiente. Pero es que hay otro motivo, es que los guionistas la han liado, porque deberían seguir el HILO argumental de Frozen que sigue en la historia de "ONCE UPON A TIME". Temporada que solo me ví porque seguían con la historia de Frozen II. Por eso, me molesta el hecho de que no hayan seguido ese hilo argumental.
Luego está el hecho, de que en comparación esos dos hilos argumentales son completamente opuestos, desde los padres hasta el final.
Por todo esto, yo le doy a esta película un 5.
Luego hablemos de las canciones. Realmente FROZEN I y su "Hazme un muñeco de nieve" al igual que "Por primera vez en años" y también "Let it go" son los mejores temas de películas desde hacía tiempo. Esta canción no tiene ni una sola canción que me haya llamado la atención, rimas inexistentes, mensaje ninguno. La única que quizás se salva es la canción de Elsa al final de la película, aunque también hay que mencionar que me gusta la idea de que siga cantando la triunfito Gisela.
Aquí dejo la canción porque creo que deberíais escuchar, y comparar vosotros mismos con "Sueltalo" porque, no hay color.
Hacía tiempo que no escribía ningún review sobre películas que veía.
La verdad es que sobre FROZEN 2 tenía muchas expectativas. En principio voy a decir un par de cosas antes de dejar clara mi opinión.
¿Por qué tenía tantas expectativas? Pues, en la primera película después de ver que cambiaron todo el guión por la canción de "Let it go" pensé que poer eso Elsa no tenía apenas protagonismo, y que por eso todo se lo había llevado Ana. Con esto, queda claro que soy más de Elsa que de Ana.
Pues por eso mismo, y porque casi todo en el trailer gira al rededor de Elsa, pensaba que Elsa tendría más protagonismo que Ana en esta película. Clara mente Elsa tiene más protagonismo, pero es que en la primera película, CASI SOLO APARECE ANA.
Con esto, ya podréis apreciar que esta película no me ha convencido lo suficiente. Pero es que hay otro motivo, es que los guionistas la han liado, porque deberían seguir el HILO argumental de Frozen que sigue en la historia de "ONCE UPON A TIME". Temporada que solo me ví porque seguían con la historia de Frozen II. Por eso, me molesta el hecho de que no hayan seguido ese hilo argumental.
Luego está el hecho, de que en comparación esos dos hilos argumentales son completamente opuestos, desde los padres hasta el final.
Por todo esto, yo le doy a esta película un 5.
Luego hablemos de las canciones. Realmente FROZEN I y su "Hazme un muñeco de nieve" al igual que "Por primera vez en años" y también "Let it go" son los mejores temas de películas desde hacía tiempo. Esta canción no tiene ni una sola canción que me haya llamado la atención, rimas inexistentes, mensaje ninguno. La única que quizás se salva es la canción de Elsa al final de la película, aunque también hay que mencionar que me gusta la idea de que siga cantando la triunfito Gisela.
Aquí dejo la canción porque creo que deberíais escuchar, y comparar vosotros mismos con "Sueltalo" porque, no hay color.
A PARTIR DE AQUÍ CUIDADO QUE HAY SPOILER PORQUE VOY A COMENTAR TODAS LAS INCONCLUENCIAS QUE HAY EN LA PELÍCULA.
1. Si la barrera de nieve solo la abre ELSA, ¿como habían ido guerreros de Arendel?
2. Si los espíritus son tan hostiles pero se calmaban con ELSA, ¿como es que el caballo del agua le muerde y todo y no se calma hasta que lo "doma"?
3. No hay ningún villano al que derrotar, porque después de todo, los espíritus son buenos. ¿Entonces para que haces a una heroína con esos SUPER PODERES? Si no tienes un villano y tienes un héroe, pues te sale un truño de película como esta.
4. Lo de antes es un poco incorrecto, hay un villano, pero está muerto.
5. ¿Como es posible que tardes como un minuto y medio en ir desde el mar del norte hasta el río ese y luego llegues a ARENDELL ANTES QUE UN TSUNAMI? Pero luego tardas medio siglo en volver otra vez al mar ese.
6. ¿Por qué le tocas la nariz a un gigante de piedra?
7. ¿Por qué el único que no se ve es Galerna? Osea, se ve el fuego, se ve el agua, se ve el gigante de piedra, pero no se ve al viento, pos oc. Como si el agua no fuese transparente. EN FIN.
Lo mejor de toda la película es la salamandra de fuego, quiero una para mi.
Jin Akanishi tendrá un evento de dos días
Akanishi Jin tendrá un evento llamado "JIN AKANISHI LIVE "REHABILITATION" IN TOKYO 2020 YEN". Este evento tendrá lugar el 11 y 12 de Marzo de 2020 en Tokio.
Entre estos dos días habrá un total de 5 shows seguidos. Cada entrada para cada show va a costar 2020 yens (que son unos 16 euros aproximadamente). Más detalles sobre este show serán revelados a principio de año.
Tratará de empezar de cero en su carrera y dará una noticia sobre su futuro que hay muchos fans que las estamos esperando.
jueves, 5 de diciembre de 2019
Taguchi Junnosuke se luce en un fanmeeting
Ayer, el exmiembro de KAT-TUN Taguchi Junnosuke tuvo un evento llamado "Junnosuke Taguchi Official Fan Meeting 2019 ~ COSMOS CITY~" En Tokio MORPH. Este evento consistía en un fan meeting para comenzar su carrera desde el principio después de pasar por un parón de dos años después de que se le acusara por posesión de mariguana este año.
En el evento, Junnosuke dijo "Continuaré desde ahora como un nuevo Taguchi Junnosuke". También agradeció a la audiencia por su apoyo y dijo que estaba encantado de que hubiesen ido a verle y acompañarle a dar este paso para una nueva versión de si mismo.
En el evento el hizo una performance con las canciones de su nuevo álbum en solitario que sacó el mes pasado "COSMOS CITY". Durante este show mostro su cuerpo y su rango vocal. Podéis comprobarlo aquí.
lunes, 2 de diciembre de 2019
SIN NOMBRE - CAP 4
Yuuki se quedo en el interior de la casa mientras escuchaba como Ryuu le soltaba las mismas palabras que le dijo en su infancia. No quería oírlo y no quería tenerlo cerca. Solo era un niño rico y guapo que se pensaba que podía tener todo lo que quisiera. Un tío más de esos que seguramente solo querría follarselo.
"Pues claro". Pensó en ese momento y junto los dientes gruñendo. "Me reconoció como actor porno, vio lo que me hacían en los vídeos y solo quiere presumir que se ha follado a Juri".
Se puso en pie y abre la puerta mirándole. Ni si quiera se había limpiado las lagrimas. Le miraba a los ojos a un Ryuu que le miraba algo sonriente, pensando que sus palabras habían surtido efecto. Pero Yuuki solo dudaba entre si pegarle una bofetada o acostarse con él para que le dejase tranquilo. Se hizo a un lado, le dejaría hablar hasta que dijese que era lo que realmente quería.
- Pasa si quieres, pero no me toques - Le gruñó terminando por desviar la mirada y haciéndose a un lado.
Ryuu hizo una reverencia. Al menos podría adentrarse un poco más en el mundo de Yuuki. Se escalzó en la entrada y miró el interior del apartamento. Lo encontró todo completamente limpio, pensó que hasta podría comer en el suelo si le dejaba. Una pantalla de plasma, un ordenador, videojuegos, algunas cámaras y un piano. Parecía que le iba bastante bien en el tema del dinero, tenía una mesa y una cama, pero ningún sofá donde sentarse. Se preguntó también si tendría comida, no veía libros por ningún sitio, inspeccionó de pie la habitación lo más que pudo tratando de recabar información sobre Yuuki.
Yuuki cerró la puerta y fue hasta la parte de la cocina. Le molestaba que la gente pasase a su casa, era su sitio privado. No entendía como le había dejado pasar.
- No sé que tengo para ofrecerte. ¿Quieres una cerveza o algo así? - Gruñó con voz de pocos amigos mientras miraba en la nevera - Y no te voy a dar comida, he comprado lo justo.
- La cerveza está bien Yuuki - Le contestó sin apenas moverse por miedo a molestarle más.
Yuuki cogió dos cervezas y las abrió al lado de la nevera. Luego se sentó frente a la mesa y dejó las dos ahí, mirando a Ryuu, que parecía aun estar mirando cada rincón de la casa.
- ¿Te vas a quedar ahí o piensas tomarte la cerveza? - Le gruño y miró hacia otro lado de la habitación. - Al niño rico parece que no le importa desperdiciar bebidas.
- Perdona - Dijo Ryuu sentandose al otro lado de la mesa y cogiendo la cerveza - Estaba mirando por tu casa. Eres muy ordenado.
- Gracias por pasarme inspección a mi casa. Lo único que hay fuera de su sitio ahora mismo eres tú - Le volvió a gruñir. Cogió la botella con una mano y dio un trago.
Ryuu exhaló de forma pesada, era difícil no sentirse ofendido con todas las puas que le estaba soltando el contrario. No entendía toda la situación. Vale que llevase una vida difícil, pero que le echase la culpa de todo, no era justo.
- ¿Por qué me has dejado pasar? - Preguntó después de dar un par de tragos a su cerveza.
- Porque quiero saber que tengo que hacer para que desaparezcas de mi vida - Contestó tajante Yuuki que ya iba por media cerveza. Para acostarse con él contrario, pensó que lo mejor sería estar borracho.
- Yuuki he venido a Japón a por ti. A buscarte.
- ¿Por qué viste alguna de mis películas? - Le miró sonriendo de forma inocente. Solo tenía que meterse en el papel y empezar a trabajar. Solo aguantar un poco. - Quieres hacer lo que esos hombres grandes hacen conmigo, ¿verdad? - Dijo en un tono dulce e inocente.
Ryuu se quedó perplejo con los ojos abiertos como platos. De pronto Yuuki había dejado de ser tan frío y cortante. Estaba siendo dulce como cuando era joven, como cuándo actuaba en las películas.
- Claro que no. Me enteré esta tarde de que tú eras actor porno. Ni si quiera sabía que vivías aquí.
Yuuki sacudió la cabeza. No esperaba esa reacción de Ryuu. Volvió a beber de la cerveza y exhaló sonoramente.
- ¿Qué te ha pasado Yuuki? Tú no eras así.
- No todos tenemos la suerte que tiene un niño rico. - Se encogió de hombros y siguió bebiendo de la cerveza.
- Vamos, deja lo del niño rico. Mira todo lo que tienes por tu casa. Un portatil, cámaras de fotos, un piano. Estoy seguro de que no te falta dinero - Le contestó un poco más fuerte de lo que le hubiese gustado. Trataba de controlar su tono para no molestarle, pero le había sentado mal que sacara otra vez lo de niño rico.
Yuuki dió un vistazo por su habitación. Cuándo empezó en el porno, pensó que algún día le gustaría hacerse algo de moda, estudiar fotografía, abrirse una cuenta en instagram. Al principio lo intentó, pero pronto empezó a tener solo seguidores que le enviaban fotos desagradables o escenas de sus películas. Empezaron a acosarle y terminó por darse cuenta de que, ya estaba encasillado en un público que no le gustaba. Que se había gastado un dinero en un sueño que no seria posible, porque era solo alguien a quién follarse.
- ¿Quién ha dicho que me falte dinero? - Le mira otra vez serio y distante.
- ¿Entonces por que me acusas de ser un niño rico?
- Porque lo eres. No te hace falta trabajar porque tienes una tarjeta de crédito en el banco de papa - Le contesta mirando a un lado y deja la cerveza vacía en la mesa. - Seguro que tienes un reluciente título universitario y mil formas de buscar un buen trabajo.
- ¿Eso tiene algo de malo? Seguro que tú también podrías tener un título pronto.
- No acabé la secundaría - Le contestó Yuuki mientras se recostaba en el suelo mirando al techo.
Ryuu se movió un poco bebiendo algo de la cerveza, simplemente para que no le acusase de desperdiciarla y volver otra vez a lo del niño rico. Le sorprendió que no hubiese estudiado, era un niño muy inteligente de pequeño.
- ¿Por qué no la terminaste?
- La vida - Le contestó sin decir nada más de si mismo. Pensaba que ya había dicho demasiado después de todo. Él no le contaba sobre su vida a nadie.
- Yuuki, me gustaría que me contases que ha pasado en todo este tiempo. - Hizo una pausa antes de seguir mirando también hacia el techo - Sé que lo has pasado mal. Pero te prometí que volvería a por ti y aquí estoy.
- Te despediste con una nota. - Le dijo Yuuki y respiró hondo- No pude ni abrazarte por última vez. Eras mi mejor y único amigo. He aprendido a vivir sin ti. Quizás me ha costado, pero ya no necesito que hayas venido a por mi, o que quieras cuidar de mi o protegerme. Ya no tengo 6 años, ahora tengo una casa y un trabajo, es lo único que necesitas saber de mi.
- Al menos, ¿podemos volver a ser amigos? - Respira hondo aceptando las palabras de Yuuki. Supuso que tendría que hacerse poco a poco un hueco en su vida. - Un amigo nunca está de más, ¿no? Así, si este niño rico inútil necesita algo, podrá pedirte ayuda.
- El otro vecino parece muy amable, seguro que te ayudaría encantado.
- Vamos Yuuki. Solo amistad, prometo no molestarte mucho. - Le sonrió poniendose un poco encima de él. Esa misma sonrisa caprichosa e inquebrantable de cuando eran unos niños.
- Tus promesas no valen mucho para mi - Contestó Yuuki recostandose de lado para darle la espalda- Está bien, si necesitas algo y el otro vecino no está, puedes molestarme. Seremos casi amigos.
Ryuu no pudo evitar hacer un gesto de victoria. Podría volver poco a poco a la vida de Yuuki, averiguaría que era todo lo que le había hecho daño, curaría sus heridas, y cumpliría su promesa de casarse con el chico de sus sueños.
- Gracias Yuuki-chan - Llevó una mano a su pelo y le despeinó de forma cariñosa. Pero Yuuki contestó con un manotazo, apartando de una la mano de él.
- Que seamos casi amigos no te da permiso para tocarme. Si vuelves a hacerlo te cortaré la mano. - Se incorporó muy serio y hablaba entre dientes muy cabreado. Era lo que más odiaba en el mundo, que le tocaran - No es una broma. Estás avisado.
Ryuu apartó la mano y se la puso tras la espalda algo intimidado. Aunque le fastidiaba que en su trabajo todos pusieran tocara su Yuuki y el no poder hacerlo.
- Disculpa. No lo volveré a hacer.
Yuuki solo asintió y volvió a recostarse dándole la espalda. Ryuu se miró la mano un segundo y luego cogió la cerveza para beber de esta.
- ¿Aceptarás mi regalo? Esos bombones te encantaban de pequeño. - Dijo recordando la pequeña sonrisa que había visto en él cuando le había dado la caja - A Shunta-kun también le hice un regalo.
- Claro, así tendré algo que darte cuando vengas de visita a molestar. - Susurró Yuuki, aceptando que Ryuu seguramente trataría de venir a verle más veces. De esa forma, no tendría que gastar dinero en él.
- ¿Entonces me vas a dejar volver? - Sonrió Ryuu y volvió a mirar su propia mano - ¿Mañana puedo volver?
Yuuki empezó a arrepentirse de dejar que Ryuu fuese su conocido. Disfrutaba demasiado de su vida solitaria. Cogió él móvil de su bolsillo sin contestar y se puso a ver en este. Al día siguiente salía un vídeo juego que quería comprar. Le mostró la pantalla del móvil.
- Mañana voy a hacer cola para comprarlo. Tengo el día libre, pero no estaré aquí.
- Si quieres, podemos jugar juntos cuando lo tengas. - Le dijo tratando de buscar una alternativa, no iba a dejar pasar la oportunidad para verle.
- Solo tengo un mando.
- Compraré uno para mi, y así puedo ir contigo a comprar el juego, no estarás solo en la cola.
Yuuki puso los ojos en blanco y negó una sola vez. Se puso en pie y cogió al cerveza vacía para tirarla. Parecía estar exhausto y algo bebido, no toleraba bien el alcohol después de todo.
- Es mejor que por hoy te vayas Takada -Respiró hondo y se acercó a la puerta para abrirla, antes si quiera de que a Ryuu le diese tiempo a levantarse.
A Ryuu le dolió que le llamara por su apellido. Pero bueno, después de todo, iba a tener que ganarse su confianza desde el principio.
Se levantó de su sitió con la cerveza en la mano y fue hasta la entrada. Se calzó otra vez y salió por la puerta.
- Gracias por invitarme a pasar. Antes de irme, ¿quieres que te llame Juri o Yuuki? -Le mira inclinando la cabeza a un lado con una pequeña sonrisa.
- Como tú quieras. No me importa - Cerró la puerta antes de decir nada y oyó algo en su buzón.
Abrió el buzón y vio la pulsera otra vez junto con una nota.
"Este tío es idiota".
Cogió la pulsera. En verdad, le había costado devolverla más de lo que le gustaría admitir. Respiró hondo antes de coger la nota otra vez para leerla.
"Nunca has estado solo, porque siempre has tenido mi pulsera contigo y eso significa que estabamos juntos".
Suspiró y llevo la pulsera al a cómoda. La nota la llevó a una caja donde guardaba algunas fotos con Ryuu y la nota de la despedida. Era lo poco que tenía todavía de recuerdos de sus padres y de él. Unas cuantas fotos.
Ryuu volvió a su casa respirando hondo. Se sentía entre dolido y satisfecho. Había encontrado a Yuuki, aunque él era ahora frío, distante y oscuro, lo había encontrado. Sabía que su Yuuki estaba en el interior de todo eso. Tendría que salvarlo, cogerlo del suelo en brazos y rescatarlo.
Se imaginaba a un niño de seis años herido de bala y desangrándose. Suponía, que al encontrarle y verle, al conseguir que aceptara verle a menudo, había sacado la bala. Tardaría en curar y cicatrizar. Pero supuso que lo peor ya había pasado.
Yuuki se recostó en la cama, se puso la manta por encima y trató de dormir. Esa noche volvió a soñar con ese día, en el que corría tras el coche de Ryuu y no podía alcanzarlo, lloraba y lloraba, pero no pdía alcanzarle y eso le hacía sentirse mal.
Despertó con la alarma del móvil a las 5:30. Estaba llorando aun en sueños, se llevó las manos a los ojos para limpiarlos. Eso era culpa de Takada. Había vuelto a llorar.
Se levantó de la cama y fue a por sus gafas de vista, tenía que ir a tiempo para la cola para el juego. Después de lavarse la cara, cogió sus ropas más nerd, una camisa de cuadros roja y azul que le venía ancha y una camiseta blanca por dentro. Cogió unos vaqueros algo rasgados, un gorro de lana gris y los zapatos antes de salir sin desayunar.
Al salir de la casa miró la hora en su móvil, había tardado cinco minutos más de lo que esperaba, si no se daba prisa ahora, perdería el metro de las 6:15 y no llegaría a la cola a tiempo.
Al pasar frente a la puerta de Ryuu la miró durante un segundo, suspiró y siguió andando. No tenía que dejar que encima de todo le retrasase.
- Vamos Yuuki - Se dijo a si mismo mientras iba andando hacia el metro. Tenía que alejar los pensamientos de Ryuu, del trabajo y demás. Se puso una máscara sobre la boca para evitar ser reconocido, y luego entró al metro.
Dentro del metro aprovechó para ponerse también unos auriculares en las orejas y poner algo de música. Siempre trataba de aislarse cuanto más de la gente que le rodease. Eran solo dos paradas después de todo, en seguida llegaría a la tienda.
Bajó del metro y se puso a la cola en la entrada de la tienda. Había como unas veinte personas delante de él, eran solo las seis y media y hasta las ocho no abriría la tienda. Pero venía preparado para eso. Cogió su psp sin quitarse la música y se puso a jugar apoyado contra la pared.
Lo que no esperaba, era que alguien le pusiese una bebida caliente en la frente. Alzó la vista y ahí estaba Ryuu con una sonrisa.
- Buenos días - Le dijo sonriendo y ofreciéndole un vaso del starbuks.
- ¿Qué haces aquí? - Contestó Yuuki quitándose los auriculares - ¿Cómo me has encontrado?
- Bueno - Sonríe algo despreocupado y le ofrece aun la bebida - Pensé que cuando madrugabas de pequeño se te olvidaba desayunar a veces. Y como tengo que comprar el mando para jugar contigo. Busqué las tiendas de distribución del juego, pensé en la que abriese primero y que irías allí. Parece que hay cosas que nunca cambian - Sonrió mirando a la cola y luego mira el vaso - Es solo un chocolate caliente con nata, seguro que te gusta.
Yuuki guardó la PSP otar vez en la mochila y entonces cogió el vaso. No estaba seguro de que se fuera a beber el chocolate ese, pero cogió el vaso con una mano.
- No he olvidado desayunar. No tenía hambre - Le contestó apoyándose contra la pared mirando la hora. Aun quedaba una hora para que abriese la tienda. ¿Se suponía que tenía que esperar con él una hora más? - Por cierto, ¿Te has colado verdad? - Le mira alzando una ceja tratando de echarle de la cola.
- En verdad no, llegué antes que tú - Señala el principio de la cola - Les dejé mi puesto a cambio de que me dejaran ponerme aquí cuando llegases - Le sonrió con amplitud - No iba a permitir que te quedases sin un juego.
Resopla entrecerrando los ojos. Parecía que no iba a tener la forma de separarse de él. Al menos durante la cola, pero eso no significaba que tuviera que hacerle caso. Por ello, se puso los auriculares otra vez y conectó la música, sin probar todavía la invitación.
Ryuu se puso a su lado apoyándose contra la pared. Se había dado cuenta de sus intentos por echarle, pero, había planeado que algo así podría pasar, y por eso había madrugado tanto. Se daría cuenta de que podría tener un hueco en su vida.
Yuuki estaba escuchando música, pero no lo suficientemente alto como para no oír al contrario si le hablaba. Aunque no tenía claro si le iba a contestar, la música era solo una excusa para ignorarle dado el caso.
- ¿No lo vas a probar? Se te enfriará. - Le dijo Ryuu al cabo de un rato sin que le hiciera caso.
- No puedo tomarlo aquí en medio.
- Es solo un chocolate, nadie te va a decir nada por beber chocolate en la cola - Le sonríe dulcemente. Le haría mucha ilusión que tomara algo que le había preparado él.
Sin embargo, Yuuki solo pensó en lo que podría pasar si alguien le reconocía. No quería arriesgarse a ello. Así que no contestó, simplemente siguió escuchando música.
Si fuera otro el caso, Ryuu le quitaría la máscara, los dos reirían y terminaría bebiendo del vaso. Pero, recordaba como le había dicho que no le tocase de forma tan seria. Así que se negaba a tocarle de nuevo sin su permiso.
Yuuki seguía apoyado en la pared. Tenía los ojos entrecerrados escuchando la música, inmerso en sus pensamientos. Apenas hacía caso de la presencia de Ryuu. Mucho menos la de Riku que también pasaba por la zona para ponerse en la cola.
Llevaba un aire algo desgarbado, una camisa casi abierta por el pecho y unas gafas de sol en el pelo. Pasó mirando la cola y se paró en el joven de baja estatura que llevaba una máscara.
- ¿Juri eres tú? - Dijo sin pensarlo mucho y se inclino para mirarle a los ojos a través de las gafas.
Yuuki abrió los ojos fastidiado. Contuvo la respiración y mira de reojo a Ryuu.
"No me gusta salir de casa"
Sonrio sin quitarse las gafas ni la mascarilla, le tocaría fingir un poco.
- Buenos días Ri-kun - Hace una pequeña reverencia con la cabeza.
- Casualidad Juri-chan - Se pone frente a él haciéndose hueco en la cola de forma descarada - Ya pensaba que me iba a tener que hacer toda la cola. ¿No te importa que me quede aquí verdad?
- Pero Ri-kun, la gente se molestará si te pones así en la cola - Susurra de forma dulce poniendo una mano cerca de la máscara.
Ryuu se había quedado mirando a ese tipo. Le desagradaba su presencia, Era muy desgarbado, ¿y cómo se le ocurría acercarse así a Yuuki? Le daba asco. Sin embargo, le molestaba más la actitud amistosa que tenía Yuuki con él. ¿A caso ese tipo si le caía bien?
- Vamos Juri-chan, si sobre todo en este público es donde tienes más fama. Seguro que no te dirían que no si se lo pides tú - Le acaricia la mejilla y le quita la máscara - ¿Y si le damos a cambio un poco de espectáculo?
- Siempre bromeando Ri-kun -Susurra sonriendo de forma dulce.
Le había quitado la máscara y le estaba tocando. Si la cosa seguía así, iba a acabar mal. Seguro que acababan reconociéndolo. Además, Riku era muy llamativo. Se volvió a poner la máscara apartándose de forma sutil del contrario.
- Vamos Ri-kun, si hacemos algo así nos echarán de la cola y me quedaré sin el juego.
- Bueno, pero podríamos jugar nosotros, ¿no tienes hoy el día libre? -Le coge de la barbilla y le mira a los ojos- Ya sabes que estoy deseando tener una cita contigo. En el trabajo eres muy entregado y aún no tienes pareja.
Respira hondo y vuelve a apartarse sacudiendo la cabeza. Se pasó una mano por el pelo con los ojos entrecerrados. Quería que parase.
- Pero yo quiero el juego. Hasta madrugué para conseguirlo.
- Bueno - Terminó Riku por apartarse un poco y le acaricia con una mano la mejilla, bajando por el hombro, su brazo hasta su trasero - Será mejor que vaya al final de la cola. Pero, me debes una cita ¿vale? Estate atento al móvil.
- Claro Ri-kun - Hace una reverencia con la cabeza despidiéndose. Cuándo se hubo marchado cogió el móvil y lo apagó al momento. Así tendría una excusa, aunque eso le dejaba sin música.- Tengo que comprar un ipod o algo así. - Se dijo más para si mismo.
Ryuu lo había estado observando todo. Estaba cabreado, a él le amenazaba con no tocarle, y al contrario, ese tío que le estaba tocando en mitad de la calle y por dónde quería no le decía nada. No le gustaba y no lo aprobaba.
- ¿Es tu novio? - Dijo de forma más seca de lo esperado.
Yuuki se le quedó mirando frunciendo el ceño. Se puso los auriculares aunque no escuchaba nada. Pero esta vez, Ryuu estaba molesto. Era su Yuuki, y un cualquiera no podía hacer esas cosas con "SU YUUKI".
- Vamos sé que no estás escuchando música - Se pone frente a él mirándole y le quita los auriculares - Ni si quiera me has presentado a tu novio.
Yuuki alzó la vista y trató de recuperar su auriculares. Pero Ryuu se los puso en la espalda, no iba a dejar que se aislara tan rápido sin un par de respuestas. El resto de personas en la cola empezaban a mirarlos. Después del espectáculo de Riku y ahora esto, empezaban a cuchichear sobre lo que sucedía.
Yuuki empezó a mirar a los lados. Presionaba los dientes y le miraba cabreado. No le gustaba que le mirasen, no le gustaba ser el centro de atención, y empezaba a agobiarse. Se acercó un poco tratando de recuperar sus auriculares sin decir nada. Solo quería ponérselos y hacer como que no estaba pasando nada. Si que iba a ser una odisea comprar el juego hoy.
Sin embargo, ese no era el plan de Ryuu que le miraba molesto. ¿Tan importantes eran esos auriculares? ¿Tanto le costaba hablarle de ese chico?
- Vamos Yuuki, te ha tocado el culo delante de todos y quería que dieseis un espectáculo juntos. ¿Es actor porno como tú y por eso estáis juntos? - Alzó la voz un poco de más y se le quedó mirando a los ojos.
En la cola empezaron a hablar sobre ellos. Se oían cosas algunas frases inconexas que mencionaban a Juri y Riku. Las personas empezaban a acercarse a él, mirándole con más interés y sonriendole.
"Perfecto, me quedé sin juego".
Miró a Ryuu molesto. Cabreado. Le empujó apartándolo y tiró el vaso al suelo antes de echar a correr. No le importaban los auriculares, ya compraría otros. Tenía que salir de ahí antes de que le reconocieran del todo y pasara otro incidente.
Ryuu empezó a darse cuenta de lo que estaba pasando en ese momento. Observo a Yuuki mientras se iba corriendo.
- ¿Ese era Juri el Sumiso?
"Juri el sumiso" Repitió en su cabeza Ryuu mirando al extraño que le preguntaba.
- Que suerte que le conoces. ¿Te lo has tirado ya? Dicen que se deja hacer de todo por todos. Es tan inocente que no tiene límites.
Ryuu sentía asco por esas personas. Aunque se dio cuenta, de que el mismo había provocado esa situación.
"Mierda"
Salió también corriendo tratando de encontrar dónde se habría metido. Le había destapado en mitad de una multitud. Yuuki se había puesto la máscara, gafas, gorro, todo para que no le conocieran y él le había destapado en mitad de la gente.
"Pues claro". Pensó en ese momento y junto los dientes gruñendo. "Me reconoció como actor porno, vio lo que me hacían en los vídeos y solo quiere presumir que se ha follado a Juri".
Se puso en pie y abre la puerta mirándole. Ni si quiera se había limpiado las lagrimas. Le miraba a los ojos a un Ryuu que le miraba algo sonriente, pensando que sus palabras habían surtido efecto. Pero Yuuki solo dudaba entre si pegarle una bofetada o acostarse con él para que le dejase tranquilo. Se hizo a un lado, le dejaría hablar hasta que dijese que era lo que realmente quería.
- Pasa si quieres, pero no me toques - Le gruñó terminando por desviar la mirada y haciéndose a un lado.
Ryuu hizo una reverencia. Al menos podría adentrarse un poco más en el mundo de Yuuki. Se escalzó en la entrada y miró el interior del apartamento. Lo encontró todo completamente limpio, pensó que hasta podría comer en el suelo si le dejaba. Una pantalla de plasma, un ordenador, videojuegos, algunas cámaras y un piano. Parecía que le iba bastante bien en el tema del dinero, tenía una mesa y una cama, pero ningún sofá donde sentarse. Se preguntó también si tendría comida, no veía libros por ningún sitio, inspeccionó de pie la habitación lo más que pudo tratando de recabar información sobre Yuuki.
Yuuki cerró la puerta y fue hasta la parte de la cocina. Le molestaba que la gente pasase a su casa, era su sitio privado. No entendía como le había dejado pasar.
- No sé que tengo para ofrecerte. ¿Quieres una cerveza o algo así? - Gruñó con voz de pocos amigos mientras miraba en la nevera - Y no te voy a dar comida, he comprado lo justo.
- La cerveza está bien Yuuki - Le contestó sin apenas moverse por miedo a molestarle más.
Yuuki cogió dos cervezas y las abrió al lado de la nevera. Luego se sentó frente a la mesa y dejó las dos ahí, mirando a Ryuu, que parecía aun estar mirando cada rincón de la casa.
- ¿Te vas a quedar ahí o piensas tomarte la cerveza? - Le gruño y miró hacia otro lado de la habitación. - Al niño rico parece que no le importa desperdiciar bebidas.
- Perdona - Dijo Ryuu sentandose al otro lado de la mesa y cogiendo la cerveza - Estaba mirando por tu casa. Eres muy ordenado.
- Gracias por pasarme inspección a mi casa. Lo único que hay fuera de su sitio ahora mismo eres tú - Le volvió a gruñir. Cogió la botella con una mano y dio un trago.
Ryuu exhaló de forma pesada, era difícil no sentirse ofendido con todas las puas que le estaba soltando el contrario. No entendía toda la situación. Vale que llevase una vida difícil, pero que le echase la culpa de todo, no era justo.
- ¿Por qué me has dejado pasar? - Preguntó después de dar un par de tragos a su cerveza.
- Porque quiero saber que tengo que hacer para que desaparezcas de mi vida - Contestó tajante Yuuki que ya iba por media cerveza. Para acostarse con él contrario, pensó que lo mejor sería estar borracho.
- Yuuki he venido a Japón a por ti. A buscarte.
- ¿Por qué viste alguna de mis películas? - Le miró sonriendo de forma inocente. Solo tenía que meterse en el papel y empezar a trabajar. Solo aguantar un poco. - Quieres hacer lo que esos hombres grandes hacen conmigo, ¿verdad? - Dijo en un tono dulce e inocente.
Ryuu se quedó perplejo con los ojos abiertos como platos. De pronto Yuuki había dejado de ser tan frío y cortante. Estaba siendo dulce como cuando era joven, como cuándo actuaba en las películas.
- Claro que no. Me enteré esta tarde de que tú eras actor porno. Ni si quiera sabía que vivías aquí.
Yuuki sacudió la cabeza. No esperaba esa reacción de Ryuu. Volvió a beber de la cerveza y exhaló sonoramente.
- ¿Qué te ha pasado Yuuki? Tú no eras así.
- No todos tenemos la suerte que tiene un niño rico. - Se encogió de hombros y siguió bebiendo de la cerveza.
- Vamos, deja lo del niño rico. Mira todo lo que tienes por tu casa. Un portatil, cámaras de fotos, un piano. Estoy seguro de que no te falta dinero - Le contestó un poco más fuerte de lo que le hubiese gustado. Trataba de controlar su tono para no molestarle, pero le había sentado mal que sacara otra vez lo de niño rico.
Yuuki dió un vistazo por su habitación. Cuándo empezó en el porno, pensó que algún día le gustaría hacerse algo de moda, estudiar fotografía, abrirse una cuenta en instagram. Al principio lo intentó, pero pronto empezó a tener solo seguidores que le enviaban fotos desagradables o escenas de sus películas. Empezaron a acosarle y terminó por darse cuenta de que, ya estaba encasillado en un público que no le gustaba. Que se había gastado un dinero en un sueño que no seria posible, porque era solo alguien a quién follarse.
- ¿Quién ha dicho que me falte dinero? - Le mira otra vez serio y distante.
- ¿Entonces por que me acusas de ser un niño rico?
- Porque lo eres. No te hace falta trabajar porque tienes una tarjeta de crédito en el banco de papa - Le contesta mirando a un lado y deja la cerveza vacía en la mesa. - Seguro que tienes un reluciente título universitario y mil formas de buscar un buen trabajo.
- ¿Eso tiene algo de malo? Seguro que tú también podrías tener un título pronto.
- No acabé la secundaría - Le contestó Yuuki mientras se recostaba en el suelo mirando al techo.
Ryuu se movió un poco bebiendo algo de la cerveza, simplemente para que no le acusase de desperdiciarla y volver otra vez a lo del niño rico. Le sorprendió que no hubiese estudiado, era un niño muy inteligente de pequeño.
- ¿Por qué no la terminaste?
- La vida - Le contestó sin decir nada más de si mismo. Pensaba que ya había dicho demasiado después de todo. Él no le contaba sobre su vida a nadie.
- Yuuki, me gustaría que me contases que ha pasado en todo este tiempo. - Hizo una pausa antes de seguir mirando también hacia el techo - Sé que lo has pasado mal. Pero te prometí que volvería a por ti y aquí estoy.
- Te despediste con una nota. - Le dijo Yuuki y respiró hondo- No pude ni abrazarte por última vez. Eras mi mejor y único amigo. He aprendido a vivir sin ti. Quizás me ha costado, pero ya no necesito que hayas venido a por mi, o que quieras cuidar de mi o protegerme. Ya no tengo 6 años, ahora tengo una casa y un trabajo, es lo único que necesitas saber de mi.
- Al menos, ¿podemos volver a ser amigos? - Respira hondo aceptando las palabras de Yuuki. Supuso que tendría que hacerse poco a poco un hueco en su vida. - Un amigo nunca está de más, ¿no? Así, si este niño rico inútil necesita algo, podrá pedirte ayuda.
- El otro vecino parece muy amable, seguro que te ayudaría encantado.
- Vamos Yuuki. Solo amistad, prometo no molestarte mucho. - Le sonrió poniendose un poco encima de él. Esa misma sonrisa caprichosa e inquebrantable de cuando eran unos niños.
- Tus promesas no valen mucho para mi - Contestó Yuuki recostandose de lado para darle la espalda- Está bien, si necesitas algo y el otro vecino no está, puedes molestarme. Seremos casi amigos.
Ryuu no pudo evitar hacer un gesto de victoria. Podría volver poco a poco a la vida de Yuuki, averiguaría que era todo lo que le había hecho daño, curaría sus heridas, y cumpliría su promesa de casarse con el chico de sus sueños.
- Gracias Yuuki-chan - Llevó una mano a su pelo y le despeinó de forma cariñosa. Pero Yuuki contestó con un manotazo, apartando de una la mano de él.
- Que seamos casi amigos no te da permiso para tocarme. Si vuelves a hacerlo te cortaré la mano. - Se incorporó muy serio y hablaba entre dientes muy cabreado. Era lo que más odiaba en el mundo, que le tocaran - No es una broma. Estás avisado.
Ryuu apartó la mano y se la puso tras la espalda algo intimidado. Aunque le fastidiaba que en su trabajo todos pusieran tocara su Yuuki y el no poder hacerlo.
- Disculpa. No lo volveré a hacer.
Yuuki solo asintió y volvió a recostarse dándole la espalda. Ryuu se miró la mano un segundo y luego cogió la cerveza para beber de esta.
- ¿Aceptarás mi regalo? Esos bombones te encantaban de pequeño. - Dijo recordando la pequeña sonrisa que había visto en él cuando le había dado la caja - A Shunta-kun también le hice un regalo.
- Claro, así tendré algo que darte cuando vengas de visita a molestar. - Susurró Yuuki, aceptando que Ryuu seguramente trataría de venir a verle más veces. De esa forma, no tendría que gastar dinero en él.
- ¿Entonces me vas a dejar volver? - Sonrió Ryuu y volvió a mirar su propia mano - ¿Mañana puedo volver?
Yuuki empezó a arrepentirse de dejar que Ryuu fuese su conocido. Disfrutaba demasiado de su vida solitaria. Cogió él móvil de su bolsillo sin contestar y se puso a ver en este. Al día siguiente salía un vídeo juego que quería comprar. Le mostró la pantalla del móvil.
- Mañana voy a hacer cola para comprarlo. Tengo el día libre, pero no estaré aquí.
- Si quieres, podemos jugar juntos cuando lo tengas. - Le dijo tratando de buscar una alternativa, no iba a dejar pasar la oportunidad para verle.
- Solo tengo un mando.
- Compraré uno para mi, y así puedo ir contigo a comprar el juego, no estarás solo en la cola.
Yuuki puso los ojos en blanco y negó una sola vez. Se puso en pie y cogió al cerveza vacía para tirarla. Parecía estar exhausto y algo bebido, no toleraba bien el alcohol después de todo.
- Es mejor que por hoy te vayas Takada -Respiró hondo y se acercó a la puerta para abrirla, antes si quiera de que a Ryuu le diese tiempo a levantarse.
A Ryuu le dolió que le llamara por su apellido. Pero bueno, después de todo, iba a tener que ganarse su confianza desde el principio.
Se levantó de su sitió con la cerveza en la mano y fue hasta la entrada. Se calzó otra vez y salió por la puerta.
- Gracias por invitarme a pasar. Antes de irme, ¿quieres que te llame Juri o Yuuki? -Le mira inclinando la cabeza a un lado con una pequeña sonrisa.
- Como tú quieras. No me importa - Cerró la puerta antes de decir nada y oyó algo en su buzón.
Abrió el buzón y vio la pulsera otra vez junto con una nota.
"Este tío es idiota".
Cogió la pulsera. En verdad, le había costado devolverla más de lo que le gustaría admitir. Respiró hondo antes de coger la nota otra vez para leerla.
"Nunca has estado solo, porque siempre has tenido mi pulsera contigo y eso significa que estabamos juntos".
Suspiró y llevo la pulsera al a cómoda. La nota la llevó a una caja donde guardaba algunas fotos con Ryuu y la nota de la despedida. Era lo poco que tenía todavía de recuerdos de sus padres y de él. Unas cuantas fotos.
Ryuu volvió a su casa respirando hondo. Se sentía entre dolido y satisfecho. Había encontrado a Yuuki, aunque él era ahora frío, distante y oscuro, lo había encontrado. Sabía que su Yuuki estaba en el interior de todo eso. Tendría que salvarlo, cogerlo del suelo en brazos y rescatarlo.
Se imaginaba a un niño de seis años herido de bala y desangrándose. Suponía, que al encontrarle y verle, al conseguir que aceptara verle a menudo, había sacado la bala. Tardaría en curar y cicatrizar. Pero supuso que lo peor ya había pasado.
Yuuki se recostó en la cama, se puso la manta por encima y trató de dormir. Esa noche volvió a soñar con ese día, en el que corría tras el coche de Ryuu y no podía alcanzarlo, lloraba y lloraba, pero no pdía alcanzarle y eso le hacía sentirse mal.
Despertó con la alarma del móvil a las 5:30. Estaba llorando aun en sueños, se llevó las manos a los ojos para limpiarlos. Eso era culpa de Takada. Había vuelto a llorar.
Se levantó de la cama y fue a por sus gafas de vista, tenía que ir a tiempo para la cola para el juego. Después de lavarse la cara, cogió sus ropas más nerd, una camisa de cuadros roja y azul que le venía ancha y una camiseta blanca por dentro. Cogió unos vaqueros algo rasgados, un gorro de lana gris y los zapatos antes de salir sin desayunar.
Al salir de la casa miró la hora en su móvil, había tardado cinco minutos más de lo que esperaba, si no se daba prisa ahora, perdería el metro de las 6:15 y no llegaría a la cola a tiempo.
Al pasar frente a la puerta de Ryuu la miró durante un segundo, suspiró y siguió andando. No tenía que dejar que encima de todo le retrasase.
- Vamos Yuuki - Se dijo a si mismo mientras iba andando hacia el metro. Tenía que alejar los pensamientos de Ryuu, del trabajo y demás. Se puso una máscara sobre la boca para evitar ser reconocido, y luego entró al metro.
Dentro del metro aprovechó para ponerse también unos auriculares en las orejas y poner algo de música. Siempre trataba de aislarse cuanto más de la gente que le rodease. Eran solo dos paradas después de todo, en seguida llegaría a la tienda.
Bajó del metro y se puso a la cola en la entrada de la tienda. Había como unas veinte personas delante de él, eran solo las seis y media y hasta las ocho no abriría la tienda. Pero venía preparado para eso. Cogió su psp sin quitarse la música y se puso a jugar apoyado contra la pared.
Lo que no esperaba, era que alguien le pusiese una bebida caliente en la frente. Alzó la vista y ahí estaba Ryuu con una sonrisa.
- Buenos días - Le dijo sonriendo y ofreciéndole un vaso del starbuks.
- ¿Qué haces aquí? - Contestó Yuuki quitándose los auriculares - ¿Cómo me has encontrado?
- Bueno - Sonríe algo despreocupado y le ofrece aun la bebida - Pensé que cuando madrugabas de pequeño se te olvidaba desayunar a veces. Y como tengo que comprar el mando para jugar contigo. Busqué las tiendas de distribución del juego, pensé en la que abriese primero y que irías allí. Parece que hay cosas que nunca cambian - Sonrió mirando a la cola y luego mira el vaso - Es solo un chocolate caliente con nata, seguro que te gusta.
Yuuki guardó la PSP otar vez en la mochila y entonces cogió el vaso. No estaba seguro de que se fuera a beber el chocolate ese, pero cogió el vaso con una mano.
- No he olvidado desayunar. No tenía hambre - Le contestó apoyándose contra la pared mirando la hora. Aun quedaba una hora para que abriese la tienda. ¿Se suponía que tenía que esperar con él una hora más? - Por cierto, ¿Te has colado verdad? - Le mira alzando una ceja tratando de echarle de la cola.
- En verdad no, llegué antes que tú - Señala el principio de la cola - Les dejé mi puesto a cambio de que me dejaran ponerme aquí cuando llegases - Le sonrió con amplitud - No iba a permitir que te quedases sin un juego.
Resopla entrecerrando los ojos. Parecía que no iba a tener la forma de separarse de él. Al menos durante la cola, pero eso no significaba que tuviera que hacerle caso. Por ello, se puso los auriculares otra vez y conectó la música, sin probar todavía la invitación.
Ryuu se puso a su lado apoyándose contra la pared. Se había dado cuenta de sus intentos por echarle, pero, había planeado que algo así podría pasar, y por eso había madrugado tanto. Se daría cuenta de que podría tener un hueco en su vida.
Yuuki estaba escuchando música, pero no lo suficientemente alto como para no oír al contrario si le hablaba. Aunque no tenía claro si le iba a contestar, la música era solo una excusa para ignorarle dado el caso.
- ¿No lo vas a probar? Se te enfriará. - Le dijo Ryuu al cabo de un rato sin que le hiciera caso.
- No puedo tomarlo aquí en medio.
- Es solo un chocolate, nadie te va a decir nada por beber chocolate en la cola - Le sonríe dulcemente. Le haría mucha ilusión que tomara algo que le había preparado él.
Sin embargo, Yuuki solo pensó en lo que podría pasar si alguien le reconocía. No quería arriesgarse a ello. Así que no contestó, simplemente siguió escuchando música.
Si fuera otro el caso, Ryuu le quitaría la máscara, los dos reirían y terminaría bebiendo del vaso. Pero, recordaba como le había dicho que no le tocase de forma tan seria. Así que se negaba a tocarle de nuevo sin su permiso.
Yuuki seguía apoyado en la pared. Tenía los ojos entrecerrados escuchando la música, inmerso en sus pensamientos. Apenas hacía caso de la presencia de Ryuu. Mucho menos la de Riku que también pasaba por la zona para ponerse en la cola.
Llevaba un aire algo desgarbado, una camisa casi abierta por el pecho y unas gafas de sol en el pelo. Pasó mirando la cola y se paró en el joven de baja estatura que llevaba una máscara.
- ¿Juri eres tú? - Dijo sin pensarlo mucho y se inclino para mirarle a los ojos a través de las gafas.
Yuuki abrió los ojos fastidiado. Contuvo la respiración y mira de reojo a Ryuu.
"No me gusta salir de casa"
Sonrio sin quitarse las gafas ni la mascarilla, le tocaría fingir un poco.
- Buenos días Ri-kun - Hace una pequeña reverencia con la cabeza.
- Casualidad Juri-chan - Se pone frente a él haciéndose hueco en la cola de forma descarada - Ya pensaba que me iba a tener que hacer toda la cola. ¿No te importa que me quede aquí verdad?
- Pero Ri-kun, la gente se molestará si te pones así en la cola - Susurra de forma dulce poniendo una mano cerca de la máscara.
Ryuu se había quedado mirando a ese tipo. Le desagradaba su presencia, Era muy desgarbado, ¿y cómo se le ocurría acercarse así a Yuuki? Le daba asco. Sin embargo, le molestaba más la actitud amistosa que tenía Yuuki con él. ¿A caso ese tipo si le caía bien?
- Vamos Juri-chan, si sobre todo en este público es donde tienes más fama. Seguro que no te dirían que no si se lo pides tú - Le acaricia la mejilla y le quita la máscara - ¿Y si le damos a cambio un poco de espectáculo?
- Siempre bromeando Ri-kun -Susurra sonriendo de forma dulce.
Le había quitado la máscara y le estaba tocando. Si la cosa seguía así, iba a acabar mal. Seguro que acababan reconociéndolo. Además, Riku era muy llamativo. Se volvió a poner la máscara apartándose de forma sutil del contrario.
- Vamos Ri-kun, si hacemos algo así nos echarán de la cola y me quedaré sin el juego.
- Bueno, pero podríamos jugar nosotros, ¿no tienes hoy el día libre? -Le coge de la barbilla y le mira a los ojos- Ya sabes que estoy deseando tener una cita contigo. En el trabajo eres muy entregado y aún no tienes pareja.
Respira hondo y vuelve a apartarse sacudiendo la cabeza. Se pasó una mano por el pelo con los ojos entrecerrados. Quería que parase.
- Pero yo quiero el juego. Hasta madrugué para conseguirlo.
- Bueno - Terminó Riku por apartarse un poco y le acaricia con una mano la mejilla, bajando por el hombro, su brazo hasta su trasero - Será mejor que vaya al final de la cola. Pero, me debes una cita ¿vale? Estate atento al móvil.
- Claro Ri-kun - Hace una reverencia con la cabeza despidiéndose. Cuándo se hubo marchado cogió el móvil y lo apagó al momento. Así tendría una excusa, aunque eso le dejaba sin música.- Tengo que comprar un ipod o algo así. - Se dijo más para si mismo.
Ryuu lo había estado observando todo. Estaba cabreado, a él le amenazaba con no tocarle, y al contrario, ese tío que le estaba tocando en mitad de la calle y por dónde quería no le decía nada. No le gustaba y no lo aprobaba.
- ¿Es tu novio? - Dijo de forma más seca de lo esperado.
Yuuki se le quedó mirando frunciendo el ceño. Se puso los auriculares aunque no escuchaba nada. Pero esta vez, Ryuu estaba molesto. Era su Yuuki, y un cualquiera no podía hacer esas cosas con "SU YUUKI".
- Vamos sé que no estás escuchando música - Se pone frente a él mirándole y le quita los auriculares - Ni si quiera me has presentado a tu novio.
Yuuki alzó la vista y trató de recuperar su auriculares. Pero Ryuu se los puso en la espalda, no iba a dejar que se aislara tan rápido sin un par de respuestas. El resto de personas en la cola empezaban a mirarlos. Después del espectáculo de Riku y ahora esto, empezaban a cuchichear sobre lo que sucedía.
Yuuki empezó a mirar a los lados. Presionaba los dientes y le miraba cabreado. No le gustaba que le mirasen, no le gustaba ser el centro de atención, y empezaba a agobiarse. Se acercó un poco tratando de recuperar sus auriculares sin decir nada. Solo quería ponérselos y hacer como que no estaba pasando nada. Si que iba a ser una odisea comprar el juego hoy.
Sin embargo, ese no era el plan de Ryuu que le miraba molesto. ¿Tan importantes eran esos auriculares? ¿Tanto le costaba hablarle de ese chico?
- Vamos Yuuki, te ha tocado el culo delante de todos y quería que dieseis un espectáculo juntos. ¿Es actor porno como tú y por eso estáis juntos? - Alzó la voz un poco de más y se le quedó mirando a los ojos.
En la cola empezaron a hablar sobre ellos. Se oían cosas algunas frases inconexas que mencionaban a Juri y Riku. Las personas empezaban a acercarse a él, mirándole con más interés y sonriendole.
"Perfecto, me quedé sin juego".
Miró a Ryuu molesto. Cabreado. Le empujó apartándolo y tiró el vaso al suelo antes de echar a correr. No le importaban los auriculares, ya compraría otros. Tenía que salir de ahí antes de que le reconocieran del todo y pasara otro incidente.
Ryuu empezó a darse cuenta de lo que estaba pasando en ese momento. Observo a Yuuki mientras se iba corriendo.
- ¿Ese era Juri el Sumiso?
"Juri el sumiso" Repitió en su cabeza Ryuu mirando al extraño que le preguntaba.
- Que suerte que le conoces. ¿Te lo has tirado ya? Dicen que se deja hacer de todo por todos. Es tan inocente que no tiene límites.
Ryuu sentía asco por esas personas. Aunque se dio cuenta, de que el mismo había provocado esa situación.
"Mierda"
Salió también corriendo tratando de encontrar dónde se habría metido. Le había destapado en mitad de una multitud. Yuuki se había puesto la máscara, gafas, gorro, todo para que no le conocieran y él le había destapado en mitad de la gente.
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