Yuuki se quedo en el interior de la casa mientras escuchaba como Ryuu le soltaba las mismas palabras que le dijo en su infancia. No quería oírlo y no quería tenerlo cerca. Solo era un niño rico y guapo que se pensaba que podía tener todo lo que quisiera. Un tío más de esos que seguramente solo querría follarselo.
"Pues claro". Pensó en ese momento y junto los dientes gruñendo. "Me reconoció como actor porno, vio lo que me hacían en los vídeos y solo quiere presumir que se ha follado a Juri".
Se puso en pie y abre la puerta mirándole. Ni si quiera se había limpiado las lagrimas. Le miraba a los ojos a un Ryuu que le miraba algo sonriente, pensando que sus palabras habían surtido efecto. Pero Yuuki solo dudaba entre si pegarle una bofetada o acostarse con él para que le dejase tranquilo. Se hizo a un lado, le dejaría hablar hasta que dijese que era lo que realmente quería.
- Pasa si quieres, pero no me toques - Le gruñó terminando por desviar la mirada y haciéndose a un lado.
Ryuu hizo una reverencia. Al menos podría adentrarse un poco más en el mundo de Yuuki. Se escalzó en la entrada y miró el interior del apartamento. Lo encontró todo completamente limpio, pensó que hasta podría comer en el suelo si le dejaba. Una pantalla de plasma, un ordenador, videojuegos, algunas cámaras y un piano. Parecía que le iba bastante bien en el tema del dinero, tenía una mesa y una cama, pero ningún sofá donde sentarse. Se preguntó también si tendría comida, no veía libros por ningún sitio, inspeccionó de pie la habitación lo más que pudo tratando de recabar información sobre Yuuki.
Yuuki cerró la puerta y fue hasta la parte de la cocina. Le molestaba que la gente pasase a su casa, era su sitio privado. No entendía como le había dejado pasar.
- No sé que tengo para ofrecerte. ¿Quieres una cerveza o algo así? - Gruñó con voz de pocos amigos mientras miraba en la nevera - Y no te voy a dar comida, he comprado lo justo.
- La cerveza está bien Yuuki - Le contestó sin apenas moverse por miedo a molestarle más.
Yuuki cogió dos cervezas y las abrió al lado de la nevera. Luego se sentó frente a la mesa y dejó las dos ahí, mirando a Ryuu, que parecía aun estar mirando cada rincón de la casa.
- ¿Te vas a quedar ahí o piensas tomarte la cerveza? - Le gruño y miró hacia otro lado de la habitación. - Al niño rico parece que no le importa desperdiciar bebidas.
- Perdona - Dijo Ryuu sentandose al otro lado de la mesa y cogiendo la cerveza - Estaba mirando por tu casa. Eres muy ordenado.
- Gracias por pasarme inspección a mi casa. Lo único que hay fuera de su sitio ahora mismo eres tú - Le volvió a gruñir. Cogió la botella con una mano y dio un trago.
Ryuu exhaló de forma pesada, era difícil no sentirse ofendido con todas las puas que le estaba soltando el contrario. No entendía toda la situación. Vale que llevase una vida difícil, pero que le echase la culpa de todo, no era justo.
- ¿Por qué me has dejado pasar? - Preguntó después de dar un par de tragos a su cerveza.
- Porque quiero saber que tengo que hacer para que desaparezcas de mi vida - Contestó tajante Yuuki que ya iba por media cerveza. Para acostarse con él contrario, pensó que lo mejor sería estar borracho.
- Yuuki he venido a Japón a por ti. A buscarte.
- ¿Por qué viste alguna de mis películas? - Le miró sonriendo de forma inocente. Solo tenía que meterse en el papel y empezar a trabajar. Solo aguantar un poco. - Quieres hacer lo que esos hombres grandes hacen conmigo, ¿verdad? - Dijo en un tono dulce e inocente.
Ryuu se quedó perplejo con los ojos abiertos como platos. De pronto Yuuki había dejado de ser tan frío y cortante. Estaba siendo dulce como cuando era joven, como cuándo actuaba en las películas.
- Claro que no. Me enteré esta tarde de que tú eras actor porno. Ni si quiera sabía que vivías aquí.
Yuuki sacudió la cabeza. No esperaba esa reacción de Ryuu. Volvió a beber de la cerveza y exhaló sonoramente.
- ¿Qué te ha pasado Yuuki? Tú no eras así.
- No todos tenemos la suerte que tiene un niño rico. - Se encogió de hombros y siguió bebiendo de la cerveza.
- Vamos, deja lo del niño rico. Mira todo lo que tienes por tu casa. Un portatil, cámaras de fotos, un piano. Estoy seguro de que no te falta dinero - Le contestó un poco más fuerte de lo que le hubiese gustado. Trataba de controlar su tono para no molestarle, pero le había sentado mal que sacara otra vez lo de niño rico.
Yuuki dió un vistazo por su habitación. Cuándo empezó en el porno, pensó que algún día le gustaría hacerse algo de moda, estudiar fotografía, abrirse una cuenta en instagram. Al principio lo intentó, pero pronto empezó a tener solo seguidores que le enviaban fotos desagradables o escenas de sus películas. Empezaron a acosarle y terminó por darse cuenta de que, ya estaba encasillado en un público que no le gustaba. Que se había gastado un dinero en un sueño que no seria posible, porque era solo alguien a quién follarse.
- ¿Quién ha dicho que me falte dinero? - Le mira otra vez serio y distante.
- ¿Entonces por que me acusas de ser un niño rico?
- Porque lo eres. No te hace falta trabajar porque tienes una tarjeta de crédito en el banco de papa - Le contesta mirando a un lado y deja la cerveza vacía en la mesa. - Seguro que tienes un reluciente título universitario y mil formas de buscar un buen trabajo.
- ¿Eso tiene algo de malo? Seguro que tú también podrías tener un título pronto.
- No acabé la secundaría - Le contestó Yuuki mientras se recostaba en el suelo mirando al techo.
Ryuu se movió un poco bebiendo algo de la cerveza, simplemente para que no le acusase de desperdiciarla y volver otra vez a lo del niño rico. Le sorprendió que no hubiese estudiado, era un niño muy inteligente de pequeño.
- ¿Por qué no la terminaste?
- La vida - Le contestó sin decir nada más de si mismo. Pensaba que ya había dicho demasiado después de todo. Él no le contaba sobre su vida a nadie.
- Yuuki, me gustaría que me contases que ha pasado en todo este tiempo. - Hizo una pausa antes de seguir mirando también hacia el techo - Sé que lo has pasado mal. Pero te prometí que volvería a por ti y aquí estoy.
- Te despediste con una nota. - Le dijo Yuuki y respiró hondo- No pude ni abrazarte por última vez. Eras mi mejor y único amigo. He aprendido a vivir sin ti. Quizás me ha costado, pero ya no necesito que hayas venido a por mi, o que quieras cuidar de mi o protegerme. Ya no tengo 6 años, ahora tengo una casa y un trabajo, es lo único que necesitas saber de mi.
- Al menos, ¿podemos volver a ser amigos? - Respira hondo aceptando las palabras de Yuuki. Supuso que tendría que hacerse poco a poco un hueco en su vida. - Un amigo nunca está de más, ¿no? Así, si este niño rico inútil necesita algo, podrá pedirte ayuda.
- El otro vecino parece muy amable, seguro que te ayudaría encantado.
- Vamos Yuuki. Solo amistad, prometo no molestarte mucho. - Le sonrió poniendose un poco encima de él. Esa misma sonrisa caprichosa e inquebrantable de cuando eran unos niños.
- Tus promesas no valen mucho para mi - Contestó Yuuki recostandose de lado para darle la espalda- Está bien, si necesitas algo y el otro vecino no está, puedes molestarme. Seremos casi amigos.
Ryuu no pudo evitar hacer un gesto de victoria. Podría volver poco a poco a la vida de Yuuki, averiguaría que era todo lo que le había hecho daño, curaría sus heridas, y cumpliría su promesa de casarse con el chico de sus sueños.
- Gracias Yuuki-chan - Llevó una mano a su pelo y le despeinó de forma cariñosa. Pero Yuuki contestó con un manotazo, apartando de una la mano de él.
- Que seamos casi amigos no te da permiso para tocarme. Si vuelves a hacerlo te cortaré la mano. - Se incorporó muy serio y hablaba entre dientes muy cabreado. Era lo que más odiaba en el mundo, que le tocaran - No es una broma. Estás avisado.
Ryuu apartó la mano y se la puso tras la espalda algo intimidado. Aunque le fastidiaba que en su trabajo todos pusieran tocara su Yuuki y el no poder hacerlo.
- Disculpa. No lo volveré a hacer.
Yuuki solo asintió y volvió a recostarse dándole la espalda. Ryuu se miró la mano un segundo y luego cogió la cerveza para beber de esta.
- ¿Aceptarás mi regalo? Esos bombones te encantaban de pequeño. - Dijo recordando la pequeña sonrisa que había visto en él cuando le había dado la caja - A Shunta-kun también le hice un regalo.
- Claro, así tendré algo que darte cuando vengas de visita a molestar. - Susurró Yuuki, aceptando que Ryuu seguramente trataría de venir a verle más veces. De esa forma, no tendría que gastar dinero en él.
- ¿Entonces me vas a dejar volver? - Sonrió Ryuu y volvió a mirar su propia mano - ¿Mañana puedo volver?
Yuuki empezó a arrepentirse de dejar que Ryuu fuese su conocido. Disfrutaba demasiado de su vida solitaria. Cogió él móvil de su bolsillo sin contestar y se puso a ver en este. Al día siguiente salía un vídeo juego que quería comprar. Le mostró la pantalla del móvil.
- Mañana voy a hacer cola para comprarlo. Tengo el día libre, pero no estaré aquí.
- Si quieres, podemos jugar juntos cuando lo tengas. - Le dijo tratando de buscar una alternativa, no iba a dejar pasar la oportunidad para verle.
- Solo tengo un mando.
- Compraré uno para mi, y así puedo ir contigo a comprar el juego, no estarás solo en la cola.
Yuuki puso los ojos en blanco y negó una sola vez. Se puso en pie y cogió al cerveza vacía para tirarla. Parecía estar exhausto y algo bebido, no toleraba bien el alcohol después de todo.
- Es mejor que por hoy te vayas Takada -Respiró hondo y se acercó a la puerta para abrirla, antes si quiera de que a Ryuu le diese tiempo a levantarse.
A Ryuu le dolió que le llamara por su apellido. Pero bueno, después de todo, iba a tener que ganarse su confianza desde el principio.
Se levantó de su sitió con la cerveza en la mano y fue hasta la entrada. Se calzó otra vez y salió por la puerta.
- Gracias por invitarme a pasar. Antes de irme, ¿quieres que te llame Juri o Yuuki? -Le mira inclinando la cabeza a un lado con una pequeña sonrisa.
- Como tú quieras. No me importa - Cerró la puerta antes de decir nada y oyó algo en su buzón.
Abrió el buzón y vio la pulsera otra vez junto con una nota.
"Este tío es idiota".
Cogió la pulsera. En verdad, le había costado devolverla más de lo que le gustaría admitir. Respiró hondo antes de coger la nota otra vez para leerla.
"Nunca has estado solo, porque siempre has tenido mi pulsera contigo y eso significa que estabamos juntos".
Suspiró y llevo la pulsera al a cómoda. La nota la llevó a una caja donde guardaba algunas fotos con Ryuu y la nota de la despedida. Era lo poco que tenía todavía de recuerdos de sus padres y de él. Unas cuantas fotos.
Ryuu volvió a su casa respirando hondo. Se sentía entre dolido y satisfecho. Había encontrado a Yuuki, aunque él era ahora frío, distante y oscuro, lo había encontrado. Sabía que su Yuuki estaba en el interior de todo eso. Tendría que salvarlo, cogerlo del suelo en brazos y rescatarlo.
Se imaginaba a un niño de seis años herido de bala y desangrándose. Suponía, que al encontrarle y verle, al conseguir que aceptara verle a menudo, había sacado la bala. Tardaría en curar y cicatrizar. Pero supuso que lo peor ya había pasado.
Yuuki se recostó en la cama, se puso la manta por encima y trató de dormir. Esa noche volvió a soñar con ese día, en el que corría tras el coche de Ryuu y no podía alcanzarlo, lloraba y lloraba, pero no pdía alcanzarle y eso le hacía sentirse mal.
Despertó con la alarma del móvil a las 5:30. Estaba llorando aun en sueños, se llevó las manos a los ojos para limpiarlos. Eso era culpa de Takada. Había vuelto a llorar.
Se levantó de la cama y fue a por sus gafas de vista, tenía que ir a tiempo para la cola para el juego. Después de lavarse la cara, cogió sus ropas más nerd, una camisa de cuadros roja y azul que le venía ancha y una camiseta blanca por dentro. Cogió unos vaqueros algo rasgados, un gorro de lana gris y los zapatos antes de salir sin desayunar.
Al salir de la casa miró la hora en su móvil, había tardado cinco minutos más de lo que esperaba, si no se daba prisa ahora, perdería el metro de las 6:15 y no llegaría a la cola a tiempo.
Al pasar frente a la puerta de Ryuu la miró durante un segundo, suspiró y siguió andando. No tenía que dejar que encima de todo le retrasase.
- Vamos Yuuki - Se dijo a si mismo mientras iba andando hacia el metro. Tenía que alejar los pensamientos de Ryuu, del trabajo y demás. Se puso una máscara sobre la boca para evitar ser reconocido, y luego entró al metro.
Dentro del metro aprovechó para ponerse también unos auriculares en las orejas y poner algo de música. Siempre trataba de aislarse cuanto más de la gente que le rodease. Eran solo dos paradas después de todo, en seguida llegaría a la tienda.
Bajó del metro y se puso a la cola en la entrada de la tienda. Había como unas veinte personas delante de él, eran solo las seis y media y hasta las ocho no abriría la tienda. Pero venía preparado para eso. Cogió su psp sin quitarse la música y se puso a jugar apoyado contra la pared.
Lo que no esperaba, era que alguien le pusiese una bebida caliente en la frente. Alzó la vista y ahí estaba Ryuu con una sonrisa.
- Buenos días - Le dijo sonriendo y ofreciéndole un vaso del starbuks.
- ¿Qué haces aquí? - Contestó Yuuki quitándose los auriculares - ¿Cómo me has encontrado?
- Bueno - Sonríe algo despreocupado y le ofrece aun la bebida - Pensé que cuando madrugabas de pequeño se te olvidaba desayunar a veces. Y como tengo que comprar el mando para jugar contigo. Busqué las tiendas de distribución del juego, pensé en la que abriese primero y que irías allí. Parece que hay cosas que nunca cambian - Sonrió mirando a la cola y luego mira el vaso - Es solo un chocolate caliente con nata, seguro que te gusta.
Yuuki guardó la PSP otar vez en la mochila y entonces cogió el vaso. No estaba seguro de que se fuera a beber el chocolate ese, pero cogió el vaso con una mano.
- No he olvidado desayunar. No tenía hambre - Le contestó apoyándose contra la pared mirando la hora. Aun quedaba una hora para que abriese la tienda. ¿Se suponía que tenía que esperar con él una hora más? - Por cierto, ¿Te has colado verdad? - Le mira alzando una ceja tratando de echarle de la cola.
- En verdad no, llegué antes que tú - Señala el principio de la cola - Les dejé mi puesto a cambio de que me dejaran ponerme aquí cuando llegases - Le sonrió con amplitud - No iba a permitir que te quedases sin un juego.
Resopla entrecerrando los ojos. Parecía que no iba a tener la forma de separarse de él. Al menos durante la cola, pero eso no significaba que tuviera que hacerle caso. Por ello, se puso los auriculares otra vez y conectó la música, sin probar todavía la invitación.
Ryuu se puso a su lado apoyándose contra la pared. Se había dado cuenta de sus intentos por echarle, pero, había planeado que algo así podría pasar, y por eso había madrugado tanto. Se daría cuenta de que podría tener un hueco en su vida.
Yuuki estaba escuchando música, pero no lo suficientemente alto como para no oír al contrario si le hablaba. Aunque no tenía claro si le iba a contestar, la música era solo una excusa para ignorarle dado el caso.
- ¿No lo vas a probar? Se te enfriará. - Le dijo Ryuu al cabo de un rato sin que le hiciera caso.
- No puedo tomarlo aquí en medio.
- Es solo un chocolate, nadie te va a decir nada por beber chocolate en la cola - Le sonríe dulcemente. Le haría mucha ilusión que tomara algo que le había preparado él.
Sin embargo, Yuuki solo pensó en lo que podría pasar si alguien le reconocía. No quería arriesgarse a ello. Así que no contestó, simplemente siguió escuchando música.
Si fuera otro el caso, Ryuu le quitaría la máscara, los dos reirían y terminaría bebiendo del vaso. Pero, recordaba como le había dicho que no le tocase de forma tan seria. Así que se negaba a tocarle de nuevo sin su permiso.
Yuuki seguía apoyado en la pared. Tenía los ojos entrecerrados escuchando la música, inmerso en sus pensamientos. Apenas hacía caso de la presencia de Ryuu. Mucho menos la de Riku que también pasaba por la zona para ponerse en la cola.
Llevaba un aire algo desgarbado, una camisa casi abierta por el pecho y unas gafas de sol en el pelo. Pasó mirando la cola y se paró en el joven de baja estatura que llevaba una máscara.
- ¿Juri eres tú? - Dijo sin pensarlo mucho y se inclino para mirarle a los ojos a través de las gafas.
Yuuki abrió los ojos fastidiado. Contuvo la respiración y mira de reojo a Ryuu.
"No me gusta salir de casa"
Sonrio sin quitarse las gafas ni la mascarilla, le tocaría fingir un poco.
- Buenos días Ri-kun - Hace una pequeña reverencia con la cabeza.
- Casualidad Juri-chan - Se pone frente a él haciéndose hueco en la cola de forma descarada - Ya pensaba que me iba a tener que hacer toda la cola. ¿No te importa que me quede aquí verdad?
- Pero Ri-kun, la gente se molestará si te pones así en la cola - Susurra de forma dulce poniendo una mano cerca de la máscara.
Ryuu se había quedado mirando a ese tipo. Le desagradaba su presencia, Era muy desgarbado, ¿y cómo se le ocurría acercarse así a Yuuki? Le daba asco. Sin embargo, le molestaba más la actitud amistosa que tenía Yuuki con él. ¿A caso ese tipo si le caía bien?
- Vamos Juri-chan, si sobre todo en este público es donde tienes más fama. Seguro que no te dirían que no si se lo pides tú - Le acaricia la mejilla y le quita la máscara - ¿Y si le damos a cambio un poco de espectáculo?
- Siempre bromeando Ri-kun -Susurra sonriendo de forma dulce.
Le había quitado la máscara y le estaba tocando. Si la cosa seguía así, iba a acabar mal. Seguro que acababan reconociéndolo. Además, Riku era muy llamativo. Se volvió a poner la máscara apartándose de forma sutil del contrario.
- Vamos Ri-kun, si hacemos algo así nos echarán de la cola y me quedaré sin el juego.
- Bueno, pero podríamos jugar nosotros, ¿no tienes hoy el día libre? -Le coge de la barbilla y le mira a los ojos- Ya sabes que estoy deseando tener una cita contigo. En el trabajo eres muy entregado y aún no tienes pareja.
Respira hondo y vuelve a apartarse sacudiendo la cabeza. Se pasó una mano por el pelo con los ojos entrecerrados. Quería que parase.
- Pero yo quiero el juego. Hasta madrugué para conseguirlo.
- Bueno - Terminó Riku por apartarse un poco y le acaricia con una mano la mejilla, bajando por el hombro, su brazo hasta su trasero - Será mejor que vaya al final de la cola. Pero, me debes una cita ¿vale? Estate atento al móvil.
- Claro Ri-kun - Hace una reverencia con la cabeza despidiéndose. Cuándo se hubo marchado cogió el móvil y lo apagó al momento. Así tendría una excusa, aunque eso le dejaba sin música.- Tengo que comprar un ipod o algo así. - Se dijo más para si mismo.
Ryuu lo había estado observando todo. Estaba cabreado, a él le amenazaba con no tocarle, y al contrario, ese tío que le estaba tocando en mitad de la calle y por dónde quería no le decía nada. No le gustaba y no lo aprobaba.
- ¿Es tu novio? - Dijo de forma más seca de lo esperado.
Yuuki se le quedó mirando frunciendo el ceño. Se puso los auriculares aunque no escuchaba nada. Pero esta vez, Ryuu estaba molesto. Era su Yuuki, y un cualquiera no podía hacer esas cosas con "SU YUUKI".
- Vamos sé que no estás escuchando música - Se pone frente a él mirándole y le quita los auriculares - Ni si quiera me has presentado a tu novio.
Yuuki alzó la vista y trató de recuperar su auriculares. Pero Ryuu se los puso en la espalda, no iba a dejar que se aislara tan rápido sin un par de respuestas. El resto de personas en la cola empezaban a mirarlos. Después del espectáculo de Riku y ahora esto, empezaban a cuchichear sobre lo que sucedía.
Yuuki empezó a mirar a los lados. Presionaba los dientes y le miraba cabreado. No le gustaba que le mirasen, no le gustaba ser el centro de atención, y empezaba a agobiarse. Se acercó un poco tratando de recuperar sus auriculares sin decir nada. Solo quería ponérselos y hacer como que no estaba pasando nada. Si que iba a ser una odisea comprar el juego hoy.
Sin embargo, ese no era el plan de Ryuu que le miraba molesto. ¿Tan importantes eran esos auriculares? ¿Tanto le costaba hablarle de ese chico?
- Vamos Yuuki, te ha tocado el culo delante de todos y quería que dieseis un espectáculo juntos. ¿Es actor porno como tú y por eso estáis juntos? - Alzó la voz un poco de más y se le quedó mirando a los ojos.
En la cola empezaron a hablar sobre ellos. Se oían cosas algunas frases inconexas que mencionaban a Juri y Riku. Las personas empezaban a acercarse a él, mirándole con más interés y sonriendole.
"Perfecto, me quedé sin juego".
Miró a Ryuu molesto. Cabreado. Le empujó apartándolo y tiró el vaso al suelo antes de echar a correr. No le importaban los auriculares, ya compraría otros. Tenía que salir de ahí antes de que le reconocieran del todo y pasara otro incidente.
Ryuu empezó a darse cuenta de lo que estaba pasando en ese momento. Observo a Yuuki mientras se iba corriendo.
- ¿Ese era Juri el Sumiso?
"Juri el sumiso" Repitió en su cabeza Ryuu mirando al extraño que le preguntaba.
- Que suerte que le conoces. ¿Te lo has tirado ya? Dicen que se deja hacer de todo por todos. Es tan inocente que no tiene límites.
Ryuu sentía asco por esas personas. Aunque se dio cuenta, de que el mismo había provocado esa situación.
"Mierda"
Salió también corriendo tratando de encontrar dónde se habría metido. Le había destapado en mitad de una multitud. Yuuki se había puesto la máscara, gafas, gorro, todo para que no le conocieran y él le había destapado en mitad de la gente.
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