miércoles, 18 de diciembre de 2019

SIN NOMBRE - CAP 6.

Habían pasado ya unos cuatro días desde que Ryuu había visto por última vez a Yuuki. Quería ver si era el menor el que se acercaba en los primeros días, y había aprovechado para ir a unas cuantas entrevistas de trabajo y mirar unos cuantos trabajos. El tercer día, después de una entrevista de trabajo en un puesto de Marketing para una empresa, decidió que ya le había dejado mucho espacio al menor y fue hasta a su casa para llamar al timbre, sin embargo, no hubo respuesta.

El cuarto día, fue lo mismo prácticamente, el fue a ver empresas y conocer la zona. Al volver, llamó otra vez a la puerta de Yuuki, pero no hubo respuesta. Fue entonces cuando empezó a pensar que algo no andaba bien, así que al quinto día, a las 5 de la mañana se despertó y esperó en la puerta de su apartamento para ver si Yuuki salía de la casa o no.

Yuuki había pasado todo esos días en casa. Había estado comiendo lo que había comprado y trataba de solo jugar a vídeo juegos sin hacer ruido. Todo eso le ayudaba a no prestar atención a Ryuu, cada vez que venía, era más fácil ignorarlo de esta forma, olvidar que había vuelto, olvidar que estaba ahí.

Era ya 16 de Octubre, y tenía que volver al trabajo. Esperaba que cuando saliese por la puerta tener la suerte de no cruzarse con Ryuu. Cogió su sudadera, una bufanda y unos vaqueros ajustados. Se había arreglado el pelo, lavado los dientes y mirado por lo menos 6 veces al espejo. Era la primera vez que se sentía tan inseguro para ir al trabajo. Sabía que era por esa mirada que Ryuu le había puesto al verle con Riku.

Riku, seguramente le pediría explicaciones de porque había tenido el móvil apagado durante nada más y nada menos que cuatro días. Sacudió la cabeza con un último vistazo al espejo.

- Ya es hora Yuuki - Se dijo a si mismo mirando al espejo. Se fue hacia la entrada de la casa y salió de esta con un suspiró. Cerró con llave y se ajustó la mochila a la espalda. Fue entonces que vió a Ryuu en la puerta de su casa. Le saludó con una sonrisa dando un par de pasos hacía él.

- Buenos días Yuuki, cuanto tiempo sin verte.

Yuuki agacho la mirada. El ver a Ryuu le recordó esa mirada y volvió a tener asco de si mismo. Esa que le hacía sentir incluso peor que cuando le tocaban o le magreaban. Sintió unas ganas irrefrenables de volver a meterse en su casa y no salir en otros días. Pero sabía que no debía hacer eso.

Hizo acopio de fuerzas para saludar con un gesto de cabeza, pasó al lado de Ryuu andando, y trato en la medida de lo posible ignorar su presencia.

Ryuu vió como pasaba por su lado sin hacerle caso. Se mordió el labio inferior y retrocedió un par de pasos. Se dijo a si mismo que no debía rendirse, antes eran casi amigos, si se rendía ahora, sería como un mueble para él.

- Yuuki - Le llamó andando tras de él - ¿ Has estado trabajando? A penas te he visto estos días.

Trato de sacar tema de conversación, pero Yuuki siguió andando como si nada. Tuvo la terrible idea de que si le mostraba un gesto cariñoso a Yuuki este reaccionaría y dejaría de ignorarle. Así que, cogió a Yuuki por el hombro y le depositó un beso en la mejilla. No era un gran gesto por parte de Ryuu, pero si para Yuuki, que se apartó y golpeó con su mano en la mejilla de Ryuu.

- No vuelvas a tocarme jamás - Le dijo casi gritando.

Ryuu se llevó la mano a la mejilla sorprendido, sin decir una sola palabra, aunque notoriamente triste. Yuuki le miró a los ojos. En ese mismo momento empezó a sentirse mal y se miró a la mano sacudiendola. Presionó los labios y evitó mirar a Ryuu a los ojos.

- Disculpa - Dijo haciendo una reverencia - Takada-san. Te agradezco que me hayas buscado y - Traga saliva tratando de no llorar y tomó aire sonoramente- También que cumplieses tu promesa, pero, no te acerques a mi, no me toques ni vengas a mi casa.

- ¿Por qué? - Le contestó Ryuu y le volvió a sonreír. Quería hacer como si nada de eso hubiese pasando. - Yuuki, debería disculparme yo, todo está bien tranquilo.

- Porque te doy asco, pena y ya está - Le contesta y mira hacia un lado - No soy el Yuuki que conociste. Solo soy alguien sin nombre  - Se encoge de hombros suspirando y echa un paso hacia atrás- Cada vez que te veo siento por mi el mismo asco que sientes tú. Ahora tengo que ir a trabajar y solo tengo ganas de vomitar pensando en lo que haré.

- ¿Por qué no dejas el trabajo? - Interrumpió su discurso Ryuu sonriendo le levemente- Parece que no te gusta tu trabajo.

- Porque estoy encasillado. Porque la gente me reconoce y nadie quiere que trabaje un actor porno gay en su negocio - Mira a un lado suspirando y se echa a un lado gruñendo entre sus dientes- Es mi vida. No tienes porque meterte en medio de ella.

Le apartó y siguió andando. Se miraba aun la mano con la que le había dado la bofetada mientras andaba. No se sentía muy bien por haberlo hecho, aunque no había sido culpa suya del todo, era Ryuu quien le había dado el beso porque había querido y sin pedir permiso. Aun así, se sentía mal. Se sujetó la mano por la muñeca y siguió andando para ir al trabajo.

Ryuu le siguió con la mirada suspirando. Yuuki parecía mucho más encerrado en si mismo y atrapado en una oscuridad que aún no entendía de donde venía, pero que sabía que tendría que descubrir.


Pasó la mañana en una cafetería. Se había empeñado en leer algunos mangas que seguía cuando era más joven. Recordaba como los dos seguían "Yokai Watch" cuando eran pequeños y otras series. Tenía muy buenos recuerdos de Yuuki y él sentados bajo un árbol leyendo el manga entre los dos.

Le habían llamado también de una de las empresas en las que hizo una entrevista. Le querían como un equipo de marketing en "TOYOTA". El sueldo era bastante bueno, y no lo dudó mucho. Aceptó y le pidieron que empezara a trabajar a la semana siguiente. Aprovecharía para ver sobre su trabajo, organizar su casa y tratar de hablar con Yuuki.

- Yuuki - Susurró al salir del edificio.

Empezó a andar hacia la casa. Si que era verdad que tenía un buen trabajo y que iba a ganar bastante dinero. Había fantaseado un poco con que podría mantener a Yuuki, que el dejase de trabajar y entonces tener una vida juntos. Pero trató de ser realista. Con ese trabajo tendría menos tiempo de estar cerca de Yuuki, seguramente se acabaría alejando más de si mismo, y era posible que no lo tuviese más en su vida.

Igualmente, tenía esa semana para hablar con Yuuki, quizás conseguir una cita o al menos, explicarle lo del trabajo.

Yuuki había pasado el día en el trabajo. Otra vez entre risas y cumplidos que para él no significaban nada. Después de varías escenas realmente humillantes para él, se había metido en su camerino y se había duchado un par de veces con agua caliente.

Al salir  de esta ahí estaba Riku que le esperaba. Estaba apoyado con tra la pared al lado de la puerta. Llevaba las gafas de sol puestas sobre la cabeza, una chupa de cuero abierta pro el pecho y unos vaqueros rasgados. Todo el atuendo dejaba poco a la imaginación pues marcaban su cuerpo de gimnasio. Entendía porque la mayoría de actores pasivos trataban de trabajar con él, era muy atractivo después de todo.

- Juri-kun - Le saluda con una mano y le sonríe levemente - Traté de contactarte durante estos días, pero tenías el móvil apagado.

- Bueno, es que he tenido algunos problemas - Se disculpo con una pequeña sonrisa haciendo una reverencia y luego se puso la mascarilla en la boca.

-Disculpa por lo que pasó la última vez que nos vimos. - Hizo una reverencia el mismo con una pequeña sonrisa descarada - Me enteré de que te fuiste corriendo de la cola - Sacó de su mochila el juego que iba a comprar y se lo ofreció - Perdona si te cause algún problema.

Yuuki miró el juego algo incrédulo y se asomó por uno de los lados parpadeando un par de veces. No esperaba que Riku fuese tan amable con él. Era la primera vez que lo estaba tratando así.

- No te preocupes, no tienes que disculparte - Dijo con esa voz dulce que ponía en el trabajo. Esa voz que odiaba. Miró el juego, quería cogerlo, pero lo rechazó con una mano - No te preocupes, ya conseguí uno. Friki de los vídeo juegos. - Ríe de forma agradable entrecerrando los ojos.

- Vaya, me alegra que lo consiguieras - Guarda otra vez el juego en la mochila sonriendo - Pero por otro lado, pensaba pedirte que me dejaras invitarte a cenar a cambio del juego. Quería que fuésemos
amigos, después de todo, trabajamos mucho juntos.

"Amigos". Agradeció tener el cubre bocas puesto, pues no pudo evitar presionar los labios, no le hubiese salido la sonrisa.

- Yo pensaba que ya eramos amigos Ri-kun -Inclinó la cabeza a un lado de forma amable.

- Entonces, ¿podremos cenar juntos algún día al salir del trabajo? - Le sonríe Riku.

Yuuki asintió un par de veces. Amigos, no tenía amigos. No necesitaba amigos. La idea de tener amigos era algo que odiaba. Odiaba muchas cosas después de todo.

Se despidió de Riku y lamentó no haber cogido el juego. Seguramente al día siguiente también tendría que hacer escenas asquerosas. Solo de pensarlo le daban nauseas y se le quitaba por completo el apetito.

Era ya de noche cuando llegaba al apartamento. En el fondo agradecía que se hubiese hecho tan tarde, así no se cruzaría con Ryuu. Pasó por delante de la puerta de Ryuu tratando de no hacer ruido. No le apetecía verle más, al menos hoy, aunque por un momento, pensó en que podría ser como cuando eran pequeños y el le cuidaría.

- Amigos... - Terminó riendo de forma irónica.

Llegó a la puerta de su propia casa y de la casa de Shunta salió Ryuu riendo levemente.

- Mañana salimos a por cervezas e invitamos a Yuuki. Así celebramos la noticia - Le dijo Shunta mientras le despedía.

- Si, tengo ganas de contarle - Le contestó Ryuu y luego se giró mirando a Yuuki. Le saludó con una mano, dudaba si debía acercarse o no.

Yuuki le devolvió el gesto con la cabeza y abrió la puerta para entrar. En el fondo quería que le parase y le hablase un poco. Pero Ryuu, después de lo que había pasado esa mañana decidió dejarle un poco de espacio. Se despidió de Shunta y fue hacia su apartamento.

- Amigos... - Dijo Yuuki al entrar en el apartamento y cerró la puerta. Eso no existía en su vida. Ni amigos, ni padres, ni cariño. Nada.

Cerró la puerta con llave y al poco tiempo alguien llamó a la puerta con la mano.

- Juri-kun - Llamó Shunta al otro lado de la puerta.

Yuuki suspiró y abrió la puerta aún sin tiempo de haberse descalzado y le miró parpadeando un par de veces con el ceño fruncido. Shunta echó un paso atrás con una sonrisa y se puso la mano tras la nuca.

- ¿Si? - Le contestó de forma cortante. Se dio cuenta que quizás fue demasiado frío, pero le había molestado que fuese Shunta y no Ryuu quien llamó a la puerta.

- E-etto - Comenzó algo nervioso mientras aun se pasaba la mano por la nuca - Ryuu-kun ha encontrado un buen trabajo en una empresa importante. Habíamos pensado en cenar mañana por la noche juntos en mi casa. Queríamos invitarte a venir.

Rodó los ojos. Estaba algo confuso de si aceptar o no. Tampoco es que la gente fuese amable con él a menudo o lo invitaban a sitios. Presionaba los labios mirando hacia un lado, no sabía que significaría para ellos si aceptaba. En un mismo día le habían invitado dos veces, era bastante nuevo para él.

- Está bien - Susurró mirando hacia un lado - ¿Tengo que llevar algo? -Se señaló a si mismo mientras le miraba. - ¿Cómida, bebida...?

Shunta sonrió con amplitud. Aunque el tono de Yuuki había sido muy seco en toda la conversación, al final había aceptado a estar con ellos.

- Uh... trae cualquier cosa. Ibamos a comprar muchas cervezas, mi novio también va a venir, y podríamos pedir pizzas o algo así - Le sonrió muy contento.

- Está bien, prepararé algo - Susurra asintiendo despacio y mirando al interior de su propia casa. - Me alegro por Takada-san - Le dice tragando saliva sonoramente - Si ha conseguido un gran trabajo es porque es alguien útil.

- Bueno, creo que se le va a dar muy bien el trabajo. Es de algo de Marketing - Le dice sonriendo, estaba bastante animado porque estaba teniendo por fin una conversación con él - Se le va a dar muy bien hacer cosas bonitas. Después de todo se le dan muy bien los pequeños detalles y la decoración.

- ¿Decoración?

- Si, ha decorado todo su apartamento en muy pocos días, e incluso cada vez que voy ha hecho algo nuevo - Terminó riendo mientras sacudía la cabeza - Se alegrará mucho de que vengas mañana a cenar con nosotros.

Yuuki le miró sin saber que debía contestar. Después de todo tampoco sabía nada sobre Ryuu. Gustos, o como era ahora. Solo sabía que de pequeño le gustaban las fresas casi tanto como a él mismo, que leían mangas y que le había cuidado cuando estaban juntos.

- ¿Quieres que mañana vayamos juntos y le hacemos un regalo?

Yuuki sacudió la cabeza a los lados. Llevaría comida y sería suficiente seguramente, solo, tendría que asegurarse de no comer de lo que llevasen y ya está. Así no le acusarían de tacaño o de aprovecharse de su fiesta.

- Tengo trabajo todo el día. Estaré libre por la noche - Desvió la mirada a un lado.

- ¿Estás trabajando en una nueva película? - Le sonrió de forma amable Shunta que se interesaba por él - En verdad, soy gran admirador de tu trabajo Juri-kun. Haces posturas muy guays, y creo que tienes realmente mucho talento para actuar.

No pudo contener una arcada al oírle hablar y miró a un lado.

- Si, se ve que solo sirvo para eso - Dijo cortante y cerró la puerta otra vez sin despedirse.

Se le había vuelto a cerrar el estomago. Se empezó a desnudar metiéndose en el baño y luego lleno la bañera.

Shunta fue hacia la casa de Ryuu y llamó con cuidado a la puerta. No quería que Yuuki se enterase de que iba a la casa de Ryuu, que abrió la puerta con sigilo.

- Va a venir - Le dijo sonriendo.

Ryuu sonrió levemente. Pues al menos tendría la oportunidad de estar con él un rato.



No hay comentarios:

Publicar un comentario