Estuve disfrutando de ese beso durante unos instantes. Nos
separábamos, me mirabas sonrojarme, yo te veía sonriendo. Esas sonrisas que
ponías estando conmigo, eran únicas para mí.
Era curioso cómo en todo ese tiempo que estábamos juntos,
encontrábamos momentos para estar a solas, lejos de los otros miembros que no
sabían nada de nuestro secreto. Me acuerdo de cuando íbamos al cine los dos
solos, y aprovechábamos cuando apagaban las luces para darnos la mano, yo me
apoyaba en tu hombro y tú besabas en mi mejilla.
Me acuerdo cuando nos bañábamos juntos en la casa y me
sentaba en tu regazo, tú me abrazabas por la espalda y besabas por mi nuca.
Hacías que mi cuerpo se retorciese cuando usabas hábilmente tus dientes sobre
mis hombros.
También recuerdo como todo empezó a fastidiarse. Una noche
en la que habíamos salido Namjoon, Jin, tú y yo. Era raro que los cuatro
saliésemos por la noche. Sobre todo que saliese Jin, que siempre ha sido algo
ajeno a la vida nocturna. Esa noche fuimos a un bar, íbamos a tomar algunas
copas. Aunque solo pedimos una cerveza y un gintonic, como siempre.
Lo que no esperaba, era ver como esa chica que ninguno de
nosotros conocíamos salvo tú, te besaba. Creo que al principio fui el único que
lo vio. Estaba sentado en uno de los sofás al lado de Jin. Tú estabas con tu
cerveza y Namjoon estaba en el baño.
-
¿Yoongi se está besando con una chica? – Le
pregunté a Jin mientras sonreía.
-
Creo que le ha besado en la mejilla. La chica
parece latina y allí son mucho de dar dos besos – Dijo con un tono algo
escéptico – Si quieres luego le puedes dar dos besos a ella tú también.
-
¿Yo? No sé para qué. No la conozco de nada.
-
Si no fuera porque últimamente te escapas mucho,
pensaría que eres asexual Jimin. ¿O es que solo te gustan los otros idols y por
eso no nos dices quién es la persona que te tiene encandilado?
-
Es porque eres tú. – Le guiñé un ojo y traté de
creerme que eran un par de besos, pero yo vi ese beso.
-
Oy lo que me dice. Luego nos hacemos una foto
juntos que la voy a poner por el Instagram del grupo. – Coge el móvil y hace
como que me está haciendo una foto.
-
Luego se piensan que somos pareja de verdad Jin.
-
No creo, yo creo que el afortunado con el que me
casaré aún no ha nacido o está haciendo la primera comunión.
Los dos empezamos a bromear sobre cosas por el estilo. Él
hablaba de que iba a quedarse soltero, y yo le decía que hacía buena pareja con
Jungkook, me gustaba meterme con él. Aunque los dos sabíamos que era Tae el que
tenía el ojo puesto en nuestro Maknae.
Al poco tiempo llegaste tú con esa chica a tu lado. Ella iba
extrañamente sonriente, yo traté de sonreírla también, pero no me gustaba lo
pegada que estaba a ti.
-
Estos son Jimin y Jin – Nos señalaste a cada uno
de nosotros – Chicos, esta es Zira.
-
Hola – Contestamos Jin y yo al mismo tiempo.
-
Hola – Fue la respuesta de ella, tenía un aire
de superioridad repelente, su tono de voz fue como si nos estuviese haciendo un
favor al saludarnos, y al mismo tiempo que lo decía movió la cabeza a un lado y
solo hizo un gesto con la mano. Al momento, ya ni si quiera nos estaba mirando,
volvía a estar embelesada contigo. Y tú con ella.
-
Hola chicos, ¿qué hacéis? – Interrumpió Namjoon
que había vuelto del baño.
-
Namjoon, esta es Zira – Se la presentaste
también a él. Pero supongo que él es más atractivo que nosotros, porque a él si
se acercó a darle dos besos.
Empezasteis hablar los cuatro, yo me quedé callado. No
paraba de mirar a esa chica, que cada vez que hablaba Jin le ignoraba. Jin
empezaba a mosquearse y también intervenía poco en la conversación. Namjoon
también poco a poco dejó de intervenir y solo hablabais entre vosotros dos.
Yo me fui entonces a la barra a por otra copa. Tu viniste
tras de mí y te apoyaste en mi espalda. También ibas a pedir una copa, así que
te di el dinero para que pidieras las dos, aunque me quedé a tu lado. Pero no
pasó ni un minuto, esa Zira volvió y te cogió del brazo arrastrándote lejos de
mí. Tú me dejaste el dinero de vuelta y me pediste que pidiera las dos mientras
te alejabas riéndote.
Estaba cabreado. No sabía quién cojones era esa chica y
porque se tomaba tantas confianzas contigo. No me caía bien. No quería que
estuviera cerca de ti.
Volví con las otras dos copas, pero tú no estabas. Jin y
Namjoon estaban hablando mientras se reían, te miraban de reojo junto con la
leona mala del rey león 2. Quizás por eso le pusieron el nombre. Dejé la
cerveza en la mesa que teníamos delante y bebí un trago de mi copa.
-
¿De qué estáis hablando?
-
De que he visto como se estaban morreando –
Contestó Namjoon riéndose y te señaló a ti – La chica esa ha cogido, le ha
agarrado del cuello de la camiseta y ha empezado a morrearle.
-
Aquí que Yoongi no pierde el tiempo.
-
Pues no sé qué puede ver en ella. Es idiota –
Entonces empecé a explicar cómo lo había sujetado para apartarlo de mi mientras
estábamos en la barra. Jin explicó cómo nos había saludado, y que a los dos nos
parecía idiota.
Namjoon se había quedado mirándome. Creo que era a veces el
único que era capaz de ver a través de mi sonrisa. Tenía esa forma de verme. Al
poco los dos decidieron volver a casa, pero yo me quedé contigo. Aunque no me
hiciste ni caso hasta que no se fue Zira.
-
¿Se han ido ya? – Me preguntaste mientras te
ponías a mi lado.
-
Si. – Contesté de forma cortante - ¿Nos volvemos
también nosotros?
-
Claro, vamos.
Los dos salimos del bar y empezamos a andar. Me había tomado
unas dos o tres copas, pero estaba consciente absolutamente de todo, solo
cabreado. Tú andabas a mi lado mientras hacías chistes negros y algún que otro
comentario que hacía que me diesen ganas de pegarte.
-
Eres tonto hyung – Te dije como respuesta a
alguno de tus comentarios idiotas.
-
¿Qué te pasa Jimin? Llevas toda la noche raro.
-
¿Te estabas besando con Zira? – Te pregunté
directamente sin dejar de andar.
-
Claro loco. ¿No has visto cómo estaba?
-
Claro que lo he visto. También el cómo nos ha
hablado a nosotros, el cómo le molestaba que nos hicieras caso y demás. Parece
una persona prepotente y tóxica.
-
Que exagerado eres Jimin – Me pasaste un brazo
por los hombros riendo como si no pasase nada.
-
¿Qué pasa conmigo entonces? Todas las mañanas me
escribes diciendo que soy precioso y lo mucho que me quieres. – Me aparté de tu
abrazo suspirando.
-
Jimin ya sabes que yo…. No soy gay.
-
Vale no eres gay, pero te gusto yo y me quieres
a mí. ¿No estábamos juntos? Eras tú el que decía que estábamos juntos – Alcé un
poco la voz mirándole – Aunque no se lo hayamos dicho a nadie, estoy guardando
el secreto.
Te volviste a quedar en silencio. Los dos nos quedamos de
pie en mitad de la calle mirándonos el uno al otro. Yo tenía el ceño fruncido,
se notaba que estaba cabreado. Tú parecía que estabas triste por algo.
-
Olvídalo – Te dije y seguí andando.
Te quedaste parado durante un tiempo, pero al poco empezaste
a seguirme de cerca. Los dos llegamos a la casa sin decir nada. Yo me fui a mi
cuarto y tú te fuiste al tuyo. Habían sido solo tres meses que había durado lo
nuestro, y al parecer ya había terminado.
Los días siguientes transcurrieron como siempre. Los siete
nos llevábamos como de costumbre, o eso hacíamos aparentar, mejor dicho, eso
hacía aparentar yo. Porque aunque seguía quedándome a solas contigo, ya no te
dejaba acercarte a mi como antes.
Tú tampoco sacabas el tema de porque era tan distante
contigo cuándo estábamos en privado, y creo que por eso nadie nunca se dio
cuenta de lo que pasaba.
-
Esta noche salimos nosotros cuatro ¿no? – Dijo
una noche Hoseok. Era el festival de otoño, había un montón de casetas con
comida, música y bares.
-
Por mi vale – Contestó Jongkook.
-
Solo voy porque viene Jin – Dije yo mientras me
reía levemente. Había pasado ya un tiempo desde que había pasado lo nuestro.
Empezaba a tenerlo superado.
-
Pero mañana tenemos concierto – Dijo Jin
mientras se reía – No nos acostamos muy tarde que tenemos que volver a la
habitación del hotel.
-
Además yo no puedo beber, vaya mierda – Dijo
Hoseok mientras miraba las llaves del coche – Bueno no pasa nada, yo me lo paso
bien, hay que emborrachar a Jungkook – Dijo mirándolo y le daba con el codo en
el brazo algunos toquecitos.
-
Para eso no hace falta mucho. Además, cuando se
emborracha se pone a dar saltitos y se ríe de forma nerviosa – Le digo yo
sabiendo que se iba a picar.
-
Bueno, es cierto – Contesta él.
Tae estaba a unos metros de nosotros. Se estaba enterando de
nuestro plan, pero él no podía venir, esa noche salía en un programa de radio.
Los cuatro salimos por las casetas. Nos pedimos unas pizzas enormes, que solo
Jungkook fue capaz de terminarse la suya.
Fuimos al primer bar, nos pedimos la primera copa y
estuvimos bailando un rato, haciendo el tonto. La gente se nos quedaba mirando,
pero era divertido. No recuerdo reírme tanto haciendo el tonto en mucho tiempo.
Hoseok parecía darse cuenta, porque me animaba a seguir con ello. Al final, sí
que parecía que había más personas de las que yo pensaba que sabían lo que
estaba pasando conmigo.
Después de la segunda copa, yo con mi Gintonic como no,
Hoseok y Jin con sus refrescos, y Jungkook con su cerveza, ya estábamos
contentos. Fue entonces que Hoseok se acercó a mí y me susurró.
-
¿No ves a Jungkook y a Jin muy juntitos ahora?
Le costaba contenerse la risa ante esa situación. Pues él y
yo siempre estábamos diciendo que hacían buena pareja. En ese momento también
me sorprendí de la capacidad de observación que tenía Hoseok, pues sí que era
cierto que Jungkook no le quitaba los ojos de encima a Jin, pero este estaba
más pasota de lo normal.
-
Pues sí que parece que se está acercando mucho a
él – Le contesté riendo pero la cosa quedó ahí.
Después nos fuimos a otro de los bares, esta vez, nos
pusimos a jugar al futbolín. Éramos yo y Jungkook contra Jin y Hoseok. Aunque
Jin y yo éramos claramente los paquetes. No estábamos acostumbrados a jugar a
eso, somos más de billar.
Estaba siendo muy divertido, yo en la portería, jin en la
portería, Hoseok y Jungkook derramando testosterona por todos sus poros
mientras se peleaban por marcarnos goles. Con cada golpe Hoseok no podía evitar
dar un salto y gritar un “Vamos vamos”. Pero finalmente ganamos Jungkook y yo.
Como había otras personas que querían jugar, no hubo
revancha, nos fuimos a la pista de baile. Estaban poniendo música techno y nos
pusimos a bailar haciendo el tonto otra vez. Me acuerdo que yo y Hoseok nos
pusimos a bailar juntos, dejando solos a Jin y Jungkook que estaban cada vez
más pegados.
De lo que pasó a continuación no me enteré hasta más tarde,
pero al parecer Jungkook se acercó a Jin y los dos hablaban tan cerca que no lo
oíamos.
-
Hoy te he metido muchos goles, ¿Verdad? – Le
dijo Jungkook a Jin.
-
¿Qué? – Contestó entonces Jin.
-
Que te he metido muchos goles.
-
Ah, sí.
-
¿Quieres que te meta otro?
-
¿Eh? No
Pero no le dio tiempo a apartarse. Jungkook le había cogido
la cabeza por detrás de la nuca y se acercó hasta poder besarle en los labios a
Jin.
Yo, que era ajeno a todo lo que había pasado, y que estaba
bailando con Hoseok, solo me giré para hablar con él.
-
Creo que Jungkook está tratando de besar a Jin.
-
JAJAJAJAJAJA NO, JUNGKOOK LE ESTÁ COMIENDO TODA
LA BOCA A JIN.
Entonces me giré y vi el beso. Los dos empezamos a reírnos
mientras bailábamos. Pero después de eso Jin parecía algo mosqueado. Salimos de
ese bar ya para irnos a la habitación del hotel. Hoseok se adelantó con
Jungkook y yo me quedé atrás con Jin.
-
¿Te ha besado? – Le pregunté algo emocionado,
pues pensaba que los dos se atraían y que quizás habían dado finalmente un
paso.
-
Si hijo sí. – Me contestó Jin de mala gana.
-
Parece que no te ha gustado.
Fue entonces que me contó la historia de lo que había
pasado. La verdad que quizás fue un poco por el alcohol, pero no pude evitar
reírme con la frase de los goles. Pobre Jungkook, nunca se le ha dado bien
ligar.
Jin parecía algo molesto con lo que había pasado, y yo me
sentía algo mal por haberme reído, pero esa frase era maravillosa. Luego de
llegar al hotel, Jin se fue a su habitación con Namjoon, entonces Hoseok,
Jungkook y yo, dijimos de ir a la habitación de ellos dos.
Les conté lo que me había dicho Jin. Jungkook lo contaba
riéndose y sintiéndose orgulloso de lo que había dicho. Yo y Hoseok no podíamos
parar de reírnos de esa frase.
-
Pues a mí la frase me ha parecido buena para
ligar.
-
Jungkook, no sabes ligar – Le contestamos Hoseok
y yo mientras nos reíamos. Hoseok se estaba bebiendo unas copas del minibar de
la habitación.
Los tres estuvimos hablando durante un buen rato. Era
increíble como aun después de tanto tiempo, aún había cosas que no sabíamos los
unos de los otros. Como que Hoseok aun pareciendo tan lanzado, apenas había
tenido un par de parejas. Que fue Taehyun quién se le declaró pero que él le
rechazó, e incluso que le gustaba alguien aunque no nos dijo quién.
Jungkook habló de cosas de su infancia. Como sus padres le
sobreprotegían demasiado, o que en el colegio le habían hecho algo de bullying.
Finalmente yo, conté como había sido mi primera vez cuándo
era pequeño, una especie de violación de la que me sentía culpable, aunque
ellos me hicieron ver que no, yo siempre seguí pensando que sí. Les confesé que
había tenido una relación con alguien hacía poco tiempo, aunque no dije que
había sido contigo. También dije que esa relación había terminado porque ese
chico había encontrado otra pareja y que ahora me sentía triste por ello.
-
Por eso últimamente estás tan mal humorado y
cuando bailas tus movimientos son tan melancólicos. – Dijo Hoseok que se estaba
terminando la copa.
-
Puede ser – Me encogí de hombros restándole
importancia.
-
Cuándo bailas es cuándo mejor te expresas. Por
eso siempre eres tan metódico bailando, te esfuerzas para mostrar a las armys
todo tu amor por ellas. Te esfuerzas mucho y siempre te digo que trates de
repartir el trabajo.
-
Bueno, no pasa nada.
-
Pues yo creo que estoy viendo sombras moverse –
Dijo de repente Jungkook.
Hoseok y yo nos quedamos mirando hacia la pared durante unos
segundos antes de empezar a reírnos.
-
Anda calla que luego esta noche no voy a poder
dormir ¿eh? – Terminó riendo Hoseok mientras negaba – Que soy un cagado, y yo
creo mucho en todo eso.
-
¿Cuándo os quedáis solos en la casa no oís como
pisadas o cosas arrastrándose? – Les dije yo que también estaba algo asustado
al respecto.
-
Si, ¿A ti también? Madre mía, tenemos un
fantasma en la casa.
-
Joder, no soy el único que alivio – Terminé
diciendo mientras les miraba. En ese momento los tres estábamos riéndonos
relajados. – Yo no me quiero ir ahora a la habitación con Yoongi.
-
Puedes irte a la habitación, Yoongi ha salido
con su novia – Me dijo Jungkook mientras se recostaba en la cama de matrimonio
que compartía con Hoseok – Pero vas a dormir solo.
-
Tio, después de que me hayáis metido miedo con
lo del fantasma ahora no quiero dormir solo.
-
Pues quedaté con nosotros – Hoseok se acostó al
lado de Jungkook y me dejó sitio en la esquina.
-
Está bien – Les sonreí y me acosté en la esquina
dándole la espalda a ellos dos.
Al poco tiempo apagamos las luces mientras aún nos seguíamos
riendo, de que a nuestra edad, le tuviéramos miedo a los fantasmas.
No pasaron ni cinco minutos después de apagar las luces
cuando Jungkook ya se había quedado dormido. La verdad, que empecé a moverme un
poco, no podía sacarte de mí cabeza y que estabas con Zira, pero en seguida me
chocaba con Hoseok que estaba de cara a mí.
-
Deja de moverte Jimin, que quiero dormir – Se
quejó Hoseok después de que me chocara dos veces con él. Lo peor es que tenía
razón, yo también quería dormir.
El siguiente en dormirse fue Hoseok. Que con su fuerte
respiración daba en mi nuca y me hacía cosquillas. Aguanté unos diez minutos, y
decidí que prefería que me matase un fantasma antes de que me siguiera
respirando en el cuello. Estaba poniéndome muy nervioso esa respiración.
Salí de la cama tratando de que no se despertasen y me fui a
mi propia habitación. Las maletas de Yoongi estaban ahí, pero él no estaba, tal
y como Jungkook había dicho. Me quité la ropa que llevaba y me metí bajo la
manta. En cierta forma, era mejor que no estuvieras. Ya apenas hablábamos y
seguramente hubiese sido muy incómodo estar acostado a tu lado.
A la mañana siguiente llegaste temprano, como a las siete de
la mañana. Entraste casi sin hacer ruido, pero yo me desperté. Me incorporé en
la cama y cogí mi maleta para irme al baño. Te había visto de reojo, estabas
serio.
-
¿Te vas porque he llegado yo? – Fue lo primero
que me dijiste.
-
No, tengo que cambiarme y me voy al gimnasio del
hotel.
-
¿Luego irás a desayunar? Me he dado cuenta de que
te saltas algunas comidas. – Tratabas de regañarme como hacías antes, pero yo
ya no quería hacerte caso.
-
Luego te veo – No iba a contestarte, porque
ciertamente no tenía pensado ir a desayunar. La noche anterior había bebido
mucho y comido mucho. Tenía que quemar todas esas calorías. No quería estar
gordo otra vez.
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