sábado, 14 de marzo de 2020

FANFIC BTS: LA LLAMA DE TU ALMA CAP 1.


Me acuerdo a la perfección como empezó todo. Recuerdo ese día claro como la nieve en Diciembre. Tú y yo acabábamos de bajarnos del escenario, estábamos en el backstage cuando nuestras miradas se cruzaron. Yo sabía lo que querías decir con esa sonrisa traviesa, y tú sabías lo que yo quería decir con mi suspiro y con los ojos entrecerrados mientras iba recogiendo la ropa que quedaba en el perchero y la ponía en mi bolsa de viaje.

-          No ha sido para tanto. – Dijiste y pusiste una mano sobre mi hombro. Fue un simple gesto para ti, pero para mí, significó mucho.
-          Creo que ha sido muy obvio que he perdido el equilibrio. Me ha costado seguir con la canción después de eso. Seguro que las armys están decepcionadas conmigo – Contesté mientras cogía el móvil y buscaba por twitter comentarios sobre el concierto.
-          Siempre haces eso Jimin, no es nada sano – Me quitaste el móvil y lo guardaste a tu espalda.

Yo me abalancé sobre ti y nuestras miradas quedaron fijas, durante ese instante, tus ojos y mis ojos. Solo existíamos nosotros. Contuve la respiración, me sonreíste y al cabo de un par de segundos nos besamos durante un instante. Me sonrojé y me aparté al momento.

-          Te dije que si volvías a hacer la broma no me iba a apartar – Dije tratando de aparentar normalidad, aunque mi interior daba estallidos de felicidad.
-          Me he arriesgado, precioso – Contestaste como si fuese lo más normal del mundo.

En ese momento quería gritar, pero me contuve. Tú por otro lado tenías una sonrisa radiante, me gustaba fantasear con la idea de que era por mí.

-          Bueno, pues ya sabes que a partir de ahora no me voy a apartar, y que cada vez que lo hagas será un beso.
-          ¿Quién te dice que me desagradan tus besos? – Me contestaste y me dejaste el móvil al lado. Yo ya había terminado de recoger mis cosas. Los dos nos miramos y terminamos riendo. Tengo que confesar que me forcé a reír, me gustaba lo que decías. – Vamos o llegaremos tarde, seguro que los demás ya han recogido.
-          Está bien – Cogí mi bolsa de viaje con la ropa y demás ya recogidos. Guardé el móvil en mi bolsillo y salí por la puerta. - ¿Esta noche vas a hacer algo?
-          No tengo ningún plan – Miraste el móvil durante apenas un segundo y me volviste a sonreír - ¿Quieres que vayamos a algún sitio?
-          ¿Y si vamos a algún bar Hyung? – Contesto mientras miro yo también el móvil.
-          Está bien – Me cogiste otra vez el móvil y lo guardaste en tu bolsillo de la sudadera – Así al menos evitaré que hoy leas los comentarios.

Sonreí agradecido. Me gustaba cuando en esos momentos eras capaz de leerme la mente y evitar que yo fuese tan autodestructivo conmigo mismo. Estuvimos unos minutos esperando en la puerta de salida, y después empezaron a llegar los miembros poco a poco.

-          Hyung – Dijo Jungkook nada más llegar a nuestro encuentro – No pienses en lo que ha pasado en el escenario. Incluso a mí se me puede ir el equilibrio.
-          Muy bien por recordárselo kook – Contestó Jin dándole una colleja mientras le regañaba – Antes de salir al escenario recuérdaselo también la próxima vez. ¿Vale?
-          No es eso Hyung – Trató de disculparse mientras nos miraba serio – Quería decir que eso puede pasar siempre.
-          Lo estás mejorando – Le cogió por la nuca echándolo hacia abajo – Esas cosas no se dicen – Susurró en su oído mientras Jungkook asentía lentamente.
-          Madre mía Jin. En tu parte me has embarazado siete veces – Interrumpió Hoseok mientras daba un salto y se acercaba a nosotros con su voz resonando por toda la estancia – Casi me bajo al público y te empiezo a gritar yo “HAZME UN HIJO”.
-          Que exagerado eres Hoseok – Terminó riendo Jin algo sonrojado – Pero ya sabes que a ti te hago los hijos que quieras.

Todos nos reímos con esa broma, pero yo estaba deseando quedarme a solas contigo. Nos despedimos poco a poco, y a los pocos  minutos ya estábamos en un bar cercano a nuestro apartamento. Yo me había pedido un gintonic y tú una cerveza. Los dos estábamos hablando de cómo había evolucionado todo desde nuestro debut. Tras unos cuantas copas más, los dos estábamos ya sin ningún tipo de filtro.

-          Me gustaba la energía que transmitías antes, ahora estás más apagado. Eres como un artista frustrado al que ves como su llama se va apagando poco a poco. Echo de menos al Jimin que hacía Danger. – Tu voz sonaba algo ebria. Te terminaste lo que te quedaba de cerveza mientras me mirabas con esa sonrisa sincera.
-          Yo también echo de menos como me sentía antes – Terminé confesando. Te miraba y sonreía, aunque por dentro no dejaba de pensar que quizás ese Jimin tendría más posibilidades contigo.
-          No tienes que dejar que te afecte tanto lo que digan las fans, tienes que estar más a gusto contigo mismo. Una estrella brilla por lo que tiene en su interior, no por lo que le aportan los planetas.

Te sonreí de vuelta mientras yo también terminaba mi copa. Dejé el vaso encima de la mesa y con la otra mano me eché el pelo hacia atrás de la cabeza. Me recosté sobre la silla mientras respiraba hondo.

-          Pero una estrella mide su valor por la cantidad de vida que genera Hyung. – Suspiré y terminé por mirarte a los ojos – Yo en ti ahora no genero nada, pero en las armys veo como luchan porque yo esté más guapo, porque yo haga más por ellas. Tengo que agradecer su apoyo de alguna forma.
En ese momento se paró mi corazón. Recuerdo como me cogiste de la barbilla y te inclinaste hacia mí mirándome otra vez a los ojos. Estarías bebido, pero fue la primera vez que vi que mostrabas lo que realmente querías conmigo.
-          Qué te quede claro. Tu siempre generas vida en mi Jimin – Me contestaste poniéndote cada vez más cerca. Podía notar tu aliento a cerveza chocar contra mi cara – Tú no eres tu aspecto para mí. Tú eres vida para mí.

Sin darme cuenta, yo me iba acercando más a ti. Tú te ibas acercando más a mí. Volví a notar ese mismo día como tus labios y los míos se juntaban. Por un momento pensé que quizás había caído presa del alcohol y era un sueño. Pero al separarte y notar ese vacío que dejaste, noté que era la realidad.

Los dos nos miramos cómplices. Tras asegurarnos de que nadie nos había visto, nos pusimos en pie. Nos estábamos dejando llevar. Subimos a la casa y pasamos la noche más increíble de mi existencia. Recuerdo sentirme querido, deseado. Con cada caricia me provocabas miles de sensaciones, con cada sonrisa que nos dedicábamos me hacías sentir completo, y con cada palabra que nos decíamos, me mostrabas lo importantes que éramos el uno para el otro.

La mañana siguiente no fue tan memorable para mí. Recuerdo que yo me desperté antes que tú. Estaba apoyando en tu pecho mientras tú pasabas tu brazo por encima de mis hombros hasta sujetarme pegado a ti.

Yo no sabía lo que hacer, notaba el latido de tu corazón y el subir y bajar de tu cuerpo con cada respiración. Todo tu ser, tu fragancia, tu calor, el roce de tu piel, era hipnótico para mí. Recordaba todo lo que había sucedido la noche anterior y no podía evitar que esa sonrisa saliera en mis labios.

Sin embargo, cada segundo de felicidad genera un segundo de tristeza. Tú abriste los ojos y me miraste. Ya no había amor, pasión o cariño. Ahora había arrepentimiento y vergüenza. Te levantaste de la cama sin decir nada, por lo que yo tampoco rompí el silencio. Me vestí mientras tú hacías lo mismo. Te acompañé a la puerta. Ninguno de los dos había dicho nada aún, hasta que, al atravesar la puerta me miraste, y con un suspiro abriste la boca.

-          Luego nos vemos.
-          Hasta luego.

Te marchaste por el pasillo, y yo cerré la puerta de mi cuarto. Me apoyé contra esta confuso. No sabía que era lo que tenía que esperar en ese momento, no sabía que era lo que tenía que hacer o a quién podía contarle lo que había pasado. Eras mi mejor amigo, estaba asustado de que todo se hubiese estropeado en ese momento. Me maldije a mí mismo por haber dejado que pasar esa noche lo que tanto había deseado durante largos meses.

Debo decir que, el haber sentido ese miedo por ti me hizo olvidar lo sucedido en el concierto. No llegué a ver nunca los comentarios que pudiesen haber puesto sobre mí, o si se habían dado cuenta de mi tropiezo. Pero era peor el pánico que sentía.

Me acosté en mi cama mirando hacia el techo durante un par de horas más. Respiré hondo mientras me ponía música con los auriculares directamente desde el Smartphone. Ya iba a levantarme para ir a desayunar cuando Hoseok abrió la puerta y se sentó en mi cama mirando hacia mí con una sonrisa pícara.

-          ¿Con quién estabas anoche?  - Me dijiste mientras me quitabas uno de los auriculares.
-          ¿Con quién estabas tú anoche que no volviste al cuarto? –Te contesté mientras te sonreía de la misma forma.

-          Yo en el salón con Jungkook que está algo fastidiado por ti. Llegamos y oímos unos ruiditos de pareja así que pensamos que era mejor no interrumpir.

-          La próxima vez veré porno con los auriculares – Mentí mientras reía. La verdad, es que no estaba seguro si tendría que decir nada. Estaba muy preocupado por todas las ideas que se me pasaban por la cabeza. Que se rompiese el grupo, que tú no quisieras volver a estar cerca de mí.

-          No sabía que habías grabado vídeos porno porque era tu voz – Rio cogiendo mi móvil para buscar en mi historial – Vamos, dime con quién estabas anoche.
-          Hyung – Me incorporé sentándome en la cama y me acerqué a su oído y empecé a susurrar – Es un secreto.

Empezó a reírse, yo le imité sin muchas ganas, pero creo que soné convincente. Siempre sueno convincente, creo que Namjoon es el único que puede ver a través de mi sonrisa.

-          Bueno, ¿te vas a levantar de la cama? Ve a darte un baño que hueles un poco fuerte.
-          Ve a darte un baño que hueles un poco fuerte – Le imité poniendo un tono infantil mientras le sacaba la lengua.

Hoseok también me sacó la lengua mientras se reía. Al final, salí de la habitación. Me fui directo al baño pasando por el salón. Ahí estaban Tae y Jungkook. Creo que varios de nosotros nos preguntábamos cuando se daría cuenta de que Tae, desde que consiguió superar su amor por Hoseok, miraba con unos ojos especiales a Jungkook.

No pude evitar una pequeña risa traviesa cuando pasé por su lado. Jungkook se me quedó mirando de mala gana. En verdad parecía molesto porque le hubiese dejado sin cama por una noche, supuse que era así porque él no se había estrenado todavía. Pero es un poco rencoroso, más adelante me la devolvió.

Agradecí no haberme cruzado contigo durante todo mi trayecto al baño, e incluso, que no estuvieras allí. Me metí en el agua caliente de la bañera mientras miraba hacia arriba en el techo. Trataba de dejar la mente en blanco mientras hacía pompas con la boca bajo el agua.

No sé cuánto tiempo pasé ahí, pero Namjoon acabó golpeando la puerta un par de veces.
-          Vamos Jimin, que te van a salir arrugas.
-          Ya salgo.

Salí del agua, cogí la ropa que me había preparado para ponerme y salí del baño. Allí estabais todos esperándome. Me eché un poco atrás algo intimidado, pero riendo levemente. Parecía algún tipo de encerrona, pero al verte a ti, Yoongi, me tranquilicé.

-          ¿Qué os pasa?
-          Jungkook que está algo molesto porque ha dormido en el sofá – Contestó Jin mientras se reía – Es que como es el Maknae, hay que dejarlo descansar bien y está molesto porque hay gente que utiliza las camas para algo que no es dormir.
-          Lo que tiene es envidia porque aún no se ha estrenado – Contestó Hoseok mientras se reía – Que los dos hemos dormido en el sofá y yo no me quejo tanto niño.
-          Bueno, el caso es que tiene algo de razón – Intervino Namjoon. – No podemos dejar a los demás fuera y menos, por traer a un desconocido a la casa Jimin. La próxima vez iros a un hotel o algo, y trata de que no se filtren escándalos a la prensa, así que no hagas eso con cualquiera.

Me quedé mirándote por un segundo. Quería que dijeses algo pero no fue así. Te quedaste cruzado de brazos mientras Namjoon hablaba. En ese momento me sentí terriblemente solo. Sonreí negando con la cabeza y me encogí de hombros.

-          Perdonad, ayer salí de copas con Yoongihyung y me pasé un poco. No volverá a pasar.
Me miraste asustado. En ese momento supe que no querías decir nada de lo que había pasado. Esa mirada de pánico te duró un segundo, pues, yo se intervenir rápido.

-          Perdí a Yoongi de vista y bueno, un chico me acompañó a mi cuarto y pasó. No volverá a pasar en serio.

Terminé riendo. Namjoon, creo que a veces eres el único que puede ver a través de mi falsa sonrisa. Me miraste algo serio.

-          Jungkook, si quieres a la siguiente vente a compartir cama conmigo – Interrumpió entonces Tae que le guiñó un ojo descaradamente.
-          Bueno, si no tengo ninguna oferta mejor, puedo estudiarla – Contestó Jungkook riendo, pensando como siempre que iba en broma. De verdad, algún día tendríamos que intervenir con él y que aprenda a pillar las indirectas.

Jin entonces, los miró con el ceño algo funcido. No sabía si había pasado algo más entre ellos. La verdad, siempre había pensado que Jin y Jungkook hacían buena pareja. Pero me preocupaba más mirarte a ti, aún no me habías dirigido la palabra desde lo de anoche.

Pero terminé yéndome por el pasillo hacía mi cuarto. Para mi iba a ser uno de esos días en los que solo quería que pasara el tiempo, o diese marcha atrás.

-          ¿Y tú dónde estuviste anoche Yoongi? No has aparecido hasta esta mañana temprano – Interrumpió entonces Jin mientras yo me alejaba.
-          Pues haciendo cosas de hombres fuera de la casa – Terminó riendo.
Poco a poco fui dejando de oír la conversación mientras me metía en mi cuarto. Me puse otra vez los auriculares y dejé que el tiempo pasara, hasta que finalmente, por la tarde recibí un mensaje tuyo.
“Tenemos que hablar”.
“Estoy en mi cuarto. Puedes venir si quieres”.

Entraste en la habitación sin pasar. No había nadie en la casa, habían ido fuera a comprar o estarían en alguna cafetería. El caso es que nos habíamos vuelto a quedar sólo y eso me aterraba.

Me quedé mirándote mientras me quitaba los auriculares, tú volvías a mirarme en silencio. En ese momento odiaba los silencios que había entre nosotros.

-          Sobre lo de anoche – Empecé a decir, deseaba que no hubiese pasado nada.
-          ¿Te arrepientes? – Me preguntaste entonces – Quizás fue por el alcohol, ninguno de los dos controlábamos.
-          No –Negué una sola vez mirándote a los ojos. Esta vez estaba serio, pero no iba a permitir que te escudaras en el alcohol – No fue una noche de alcohol y sexo Yoongi. Los dos sabíamos lo que estábamos haciendo, los dos dijimos cosas que sentimos. Pero si esto va a acabar con nuestra amistad o con el grupo, sí, me arrepiento de lo que pasó.
-          Jimin – Suspiraste y guardaste silencio por unos segundos que para mí fueron eternos – Sí que siento lo que dije, y deseaba que pasara lo que pasó. Pero yo no soy gay.
-          Me dijiste que te gusto. – Le contesté sacudiendo a los lados – Quizás eres bisexual.
-          No soy bisexual, no me gustan los chicos – Te acabaste por sentar a mi lado mientras me mirabas a los ojos. Se te notaba confuso, pero, al mismo tiempo me cogiste de la mano mientras me la acariciabas. – Solo me gustas tú. No sé qué me pasa contigo, pero me gustas.
-          ¿Entonces qué significa esto? No pasa nada porque te guste yo y sea un chico. No está mal ser gay.
-          Que yo no soy gay, ni bisexual – Empezaste a alzar algo la voz. Volviste a coger aire con la boca – No estoy preparado para esto Jimin.
-          No sé ni lo que es esto Hyung – Te contesté mientras suspiraba con una pequeña risa.
-          Yo quiero que estemos juntos Jimin, pero no quiero que nadie lo sepa. Ni los otros, ni nadie sepa que estamos juntos.

Me acuerdo, que acepté en ese momento el estar contigo así. Recuerdo como en el momento en el que asentí con la cabeza, dos veces, despacio, tú cogiste mi mentón y volviste a juntar nuestros labios en un beso. Ese momento, en el que todo empezó.

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