miércoles, 9 de enero de 2019

Invocadores de espíritus. 11

Después de un par de minutos volví a recostarme sobre Ai. Él me acariciaba por el costado mientras miraba al techo. Sabía que mi casi muerte le había afectado demasiado, su ánimo aun no se había recuperado aunque habían pasado tres días yo en coma y ahora estaba despierto.

De vez en cuando suspiraba de cansancio. Se notaba que no había estado durmiendo bien, pero no entendía porque ahora no quería dormir tampoco. Le acaricié por el pecho mientras cerraba los ojos. Me había quitado los aparatos, y aun así ningún médico había venido, ni si quiera habían avisado de que me había despertado.

- Ai, ¿en dónde estamos? - Le terminé preguntando mientras le miraba.

Ai miró al rededor y me acarició por la cabeza. No parecía muy seguro de querer contestar a esa pregunta. Empezaba a sospechar que había algo que me estaban ocultando.

- Ai, me he dado cuenta de que ni si quiera quieres cerrar los ojos. Cuéntame que está pasando - Me incorporé un poco y le acaricié la mejilla suspirando.

- Verás... - Empezó a decir mientras me acariciaba por la cintura - Es un poco difícil de explicar - Me miró a los ojos y pude ver algo de miedo.

Creo que es la primera vez que le vi miedo en los ojos. Siempre era fuerte y valiente, no entendía como podía haber algo que de verdad le atemorizara.

- ¿Ai? - Empecé a asustarme yo también.

- El demonio no solo vino a por ti. Causó una gran destrucción por donde pasó - Puso una mano en mi mejilla suspirando - Cuándo Rei consiguió estabilizarte, pensamos que un hospital sería lo mejor para ti. Tú casa abrió un portal a la ciudad cómo si entendiera lo que necesitábamos. Pero al llegar, la ciudad había sido arrasada. Estaba todo destruido y solo había cadáveres por las calles. Reí se quedó contigo a cuidarte y mantener el portal abierto, yo fui a lo que quedaba de los hospitales. Encontré a una enfermera escondida en un armario y ella me ayudó a traer lo que se suponía que necesitábamos para cuidarte.

<< Cuándo la traje por el portal, tu casa empezó a temblar. Cogimos de tu sangre para volver a abrirla, y al entrar. Había cambiado. Por fuera seguía siendo igual, pero por dentro era como un hospital. Vacío y sin médicos.

<< Entre Sara y Rei te pusieron aquí. Sara estuvo cuidándote el primer día, y me enseñó como hacerlo yo. Luego, empezó a ir con Rei en sus misiones de recuperación.

- ¿Estamos en mi casa? - Le contesté y me senté en la cama mirando la ventana- Solo veo el cielo Ai.

- Bueno, es que desde dentro parece que es otro edificio completamente distinto, hay escaleras y varias plantas. Aunque la primera sigue siendo igual que tu casa de siempre. - Susurró mientras le miraba - Esa es solo nuestra, los demás vienen a las estancias. - Se puso a mi espalda y me besó en la nuca- Está pasando algo grande.

- No entiendo nada Ai, solo han sido tres días. -Gira la cabeza mirándole y suspiro. Aunque ese beso me hizo sonrojar y sacó una sonrisa.

Dejé de pensar en todo lo confuso que estaba y me giré para verle. Le besé en los labios lentamente y me apoyé en su pecho.

- Abrázame ... - Le pedí mientras me recostaba otra vez en el y cerraba los ojos.

Ai me abrazó y cerró los ojos. Me sentía tan sumamente protegido estando así con él que ninguno de los dos dijimos nada. Ai bajó las manos hasta mi cintura y le miré a los ojos. Él también me miró a los ojos, movía las manos lentamente hacia mi trasero, yo sonreí tratando de acceder.

Mi cuerpo aumentó de temperatura sin darme cuenta y los ojos se me pusieron de color miel. Ai bajó las manos hasta mi trasero y me acarició en este. Era la primera vez que alguien me tocaba ahí. Era la primera vez que Ai tocaba a alguien así.

- ¿Esto está bien Ritsu? - Susurró mientras movía las manos hacia dentro de los pantalones y los boxers. Notaba su piel en la piel de mi trasero.

Comencé a respirar agitado al notarle, pero moví la cabeza de arriba abajo dándole a entender de que quería que siguiera. No sabía porque estábamos así, pero me encantaba esa sensación.

La mandíbula me empezó a temblar, yo también quería juntarme a él. Metí las manos por dentro de su camiseta y apoyé la frente en su pecho besando por este. Ai presionó sus manos en mis nalgas y jadeó mi nombre.

- Vamos Chicos - Intervino Rei que entró y acarició con una mano en mi cabeza- Aún estás recuperándote ¿sabes? - Besó mi mejilla y apartó las manos de Ai de mi trasero.

Ai suspiró y le miró de reojo. Puso las manos en mi cintura otra vez y yo me senté sobre su abdomen muy sonrojado.

- Rei, estaba en mi rato a solas con él. No espíes, mirón - Gruñó Ai. Su frustración se notaba en sus pantalones.

Rei se sentó en la cama al lado mía y me acarició por la espalda. Luego bajó la mano por mis riñones hasta el trasero. Me hizo sonrojar y se acercó a mi frente apoyando la suya con la mía. Yo me había quedado paralizado y miré a Ai para que me apartara de Rei. Pero Ai no dijo nada, solo miró a un lado.

- Rei para... - Dije entonces  le quité la mano de mi trasero - No podemos hacer esto.

Rei sonrió y me besó en la frente. Luego miró a Ai que puso las manos en mi cintura suspirando. Me abrazó contra su pecho y pegó mi frente en el.

- Rei mejor no hagas eso hasta que yo no esté delante. O te arrancaré la cabeza - Trató de sonar en broma, pero se notaba que iba completamente en serio.

- Entonces deja que esté un rato a solas con él.

Ai me miró resignado y me besó en la mejilla quitándome de encima suya. Se puso en pie y le dió un suave puñetazo en el hombro a Rei.

- Tienes cinco minutos - Gruño suavemente y se metió en el baño. Cerró la puerta con pestillo, al poco tiempo ya se oía el agua de la ducha.

Yo miré como Ai se marchaba y luego me quedé mirando a Rei. Le estaba exigíendo una explicación.

- Deja que me aproveche un poco - Dijo Rei que se acercó a mi suspirando- Creo que he conseguido que me perdone por estos dos años. Hasta me deja besarte y tocarte -Me puso sobre el y acarició mi espalda, en la misma postura que tenía Ai conmigo.

- ¿Por qué accede a todo esto? - Le pregunté yo mientras le acariciaba por el pecho - Ai parece frustrado y te está respetando.

- Te salvé la vida. Casi muero para mantenerte con vida - Se encogió de hombros mientras llevaba las manos a mi trasero - Me gané su respeto. Sabe que sigo enamorado de tí. Es su forma de darme las gracias.

Respiré hondo al notar sus manos en mi trasero y negué despacio. Se sentía bien pero, quería que me tocara Ai ahí, no Rei.

Me gustaba Rei también, pero por fin, había aceptado mis sentimientos por Ai. También quería a Rei, recordaba aun como me sentía antes de volver a verlo. Todos los días estaba esperando por él. Ahora lo tenía conmigo, pero no era Ai.

Me levanté de encima de él suspirando y le dí la espalda.

- Rei... Te quiero pero...

- Lo sé. Te abandoné y quién reconstruyó tu corazón fue Ai - Se acercó a mi otra vez algo serio, me abrazó por la espalda y besó mi cuello - Lo hice por ti. Todo lo he hecho por ti ¿Sabes?.

Yo movía la cabeza de arriba abajo. Entendía que para él también había sido doloroso estar lejos de mí. Pero, el seguía con su familia, nuestros compañeros, su meta... Yo, solo tenía a Ai. Ai había sido mi mundo durante dos años. Hasta había accedido a lo que él quería estudiar, yo no tenía ninguna ambición.

- Lo sé Rei - AHí estaba ese nudo en el estómago. Esos sentimientos que tenía por Rei volvían a salir.

Ai. Rei. Ai. Rei. Ai. Rei.

- ¿Sabes lo que sientes? - Me giró y me puso frente a él mirándome a los ojos.

- Sé lo que siento - Asentí espacio mientras tenía los ojos entrecerrados y se muerde el labio inferior.

- ¿Qué es? - Cogió mi barbilla e hizo que le mirara a los ojos elevando mis labios. Yo entrecerré los ojos y terminó por besarme en los labios - Si solo quieres a Ai, me retiraré, pero después de este beso sé que tengo posibilidades y pienso luchar otra vez por ti. Fuiste mio, y volverás a serlo.

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