domingo, 26 de febrero de 2017

Diario de Suga [Fanfic BTS Suga x Jimin]

- Oye Yoonmin - Me había dicho con la voz dulce que ponía cuando quería salirse con la suya. Ese fue el comienzo de todo. - ¿Me dejas el cuarto para mi esta noche?

Sabía a lo que Jin se refería. Últimamente casi todas las noches que Jin se iba a "divertirse" con Jungkook, le tocaba dormir en el sofá. Me frustraba tanto que me hablara de esa forma solo para echarme de su cuarto.

Le miré y sonreí un poco a la vez que levantaba el dedo pulgar dando una pequeña respuesta afirmativa. Al final parecía que me iba a trasladar al salón.

- Gracias - Jin se alanzó a abrazarme mientras sonreía y sacó de su chaqueta una bolsa llena de fresas de golosinas - Para ti.

- Esto no me vale como alquiler. Quiero más - Señalé la bolsa con chucherías y al momento se la quité de las manos.

Jin se fue hacía la cocina y salió de esta cogido de la mano de Jungkook mientras se reía de forma algo traviesa.

Me senté en el sofá y cogí una de las golosinas que me había dado. La metí en mi boca y traté de concentrarme en el sabor con los ojos cerrados. Me encantan las fresas de golosinas.

Dejé vagar mis pensamientos mientras comía una tras otra las golosinas, hasta que de la nada, me empezaron a rodear pequeños ruidos y jadeos que provenían de las habitaciones. Al parecer, no solo estaban teniendo una noche divertida Jin y Jungkook. Al menos, otros dos de mis compañeros lo estaban pasando de maravilla, al menos por lo que podía oír.

<<¿Será tan divertido estar así con alguien?>>

Aunque ya tenía 23 años, aun no había estado con ninguna persona en el ámbito sexual. Siempre había oído como mis compañeros se divertían, tenía curiosidad por que se sentiría. Pero no me atrevía a hacerlo.

De pronto, no té como una mano cogía mi bolsa de golosinas, así que abrí los ojos. Ahí estaba Jimin con su torso al aire, moviendo la bolsa de chucherías a uno y otro lado delante de mi cabeza.

- ¿Me das una? - Preguntó con su voz infantil y sin esperar a la respuesta, cogió una de las golosinas y se la comió. - ¿No puedes dormir hyung?

- Mi cuarto está ocupado - Moví la cabeza a los lados y le quité la bolsa de las manos comiéndome otra golosina.

- Oí los gemidos - Rió mientras me miraba y a la vez ponía morros - Pensé que quizás te estabas estrenando sin contar conmigo - Se sentó a mi lado y me dió un beso en la mejilla.

<<Qué molesto>>.

Me puso nervioso. Otra vez con ese tipo de bromas que me hacían sangrar. Y así estaba yo, ya con las mejillas rojas mientras el se reía.

<<Qué molesto>>.

- A lo mejor me he estrenado ya y tú no te has dado cuenta - Corté de forma tajante mientras fruncía algo el ceño.

- ¿Serías capaz de ocultármelo? - Abrió los ojos de par en par con una fingida sorpresa durante dos segundos antes de romper a reir con algo de picara.

<<Qué molesto>>.

Sin darme cuenta, me mordí a mi mismo el labio inferior. Era tan molesto que tuviera ese efecto sobre mí. Qu supiera exactamente como contestarme, o como llevar la conversación para salir ganando.

- Tienes razón - Terminé admitiendo y golpeé con un cojín su cara intentando vengarme de la derrota.

El se echó a reír mientras retrocedió un poco. Sin esperar si quiera dos segundos, se abalanzó sobre mi, tomó mis brazos por las muñecas y me los sujetó con fuerza por encima de la cabeza. Puso su cara a pocos centímetros de la mía. Me cortó la respiración, mis mejillas se ponían rojas y no podía apartar la mirada de sus ojos.

Me besó en la nariz, rozando mi piel con lentitud.

Jimin, que se dió cuenta de mi reacción, se movió como un rayo y acercó sus labios a mi oreja. Mordia como un experto, posaba sus desgarradores dientes con precisión en las zonas más sensibles de mi oreja. Todo un experto.

Solté un pequeño gemido.

- Puedo compartir mi cuarto contigo - Susurró levemente cerca de su oído- Creo que Hoseok hoy está ocupado. - Terminó con una pequeña risa.

Después de dos segundos pude volver a respirar. Poco a poco logré recuperar el leve control de mi cuerpo, y moví la cabeza hacia los lados negando.

- Vamos - Reía levemente- Hay cama y es mejor que el sofá.

Jimin liberó mis muñecas y se puso en pie. Movía de forma sensual una mano por sus abdominales bien marcados con los ojos entrecerrados.

- Hay dos camas - Terminó riendo levemente mientras guiñaba un ojo.

Suspiré mirando hacia abajo.

<< Al menos será mejor que el sofá>>.

Pensé para mis adentros y pasé una mano por la cabeza, a la vez que moví la cabeza de arriba abajo solo una vez.

Jimin tomó mi mano y empezó a andar mientras tiraba de mi en dirección a su habitación.

Cuando por fin entré en su habitación, me invadió un aroma entre amargo e intenso, pero no desagradable, pero si adictivo.

Algo en esa habitación me poseía, me hacía sentir que era dónde debía estar en ese momento. Como si estuviera escrito en mi destino, que en ese momento, debía estar ahí.

Jimin, a mi espalda, cerró la puerta. Me abrazó por la espalda y repartió varios besos por mi cuello. Mi cuerpo se dejaba llevar, se aceleró mi respiración, mi corazón parecía que íba a salirse del pecho.

- Jimin.

Gemí mientras las manos de Jimin recorrían mi cuerpo con asombrosa precisión, haciendo que me rindiera a sus pies.