Jungkook y yo volvimos a los tres días del balneario. En ese
tiempo había tenido tiempo de componer una canción, hacer unos cuantos dibujos,
relajarme e incluso volverme cercano con Jungkook, era el primer viaje que hacíamos
los dos juntos y solos. La verdad es que aprendí mucho sobre sus gustos, y él
también sobre los míos. Es curioso, pero
hasta que no pasamos ese tiempo juntos no me di cuenta de cómo era realmente
Jungkook.
Cuando volví a la casa, creo que ya había cambiado algo en
mí. Siempre he sido muy drástico, y esta vez no era diferente. Fui a nuestro
cuarto y dejé la mochila a un lado. Me fijé que estaba demasiado ordenado para
ser tú mi compañero. Pero de lo que más llamó mi atención, es que no estabas en
la casa.
Salí otra vez al salón. Jungkook y Jin estaban hablando ahí.
Me alegraba que hubiesen recuperado el buen rollo que había entre ellos. En la
casa parecía que no había nadie más así que me acerqué a ellos dos.
-
¿De qué habláis? – Pregunté de forma directa y
me senté en el sofá mientras miraba el móvil. La verdad es que no había
recibido mensajes tuyos ni llamadas en los tres días.
-
De que os fuisteis de improvisto sin avisar a
nadie – Me echó un poco en cara Jin- ¿Teníais que ir solos?
-
Ya te he dicho que no fue por eso. Pero sí que
es verdad que la próxima vez podríamos avisar e ir los siete juntos.
-
Bueno, en verdad me iba ir yo solo pero Jungkook
me hablo y pensé que estaría bien si él me acompañaba.
Creo que Jin me echó una de sus miradas, esas en las que te
evalúa y piensa si le estás diciendo toda la verdad o te estas callando algo.
Fue lo que me dio la pista de que algo estaba pasando para que no hubiese
nadie, y la habitación estuviese ordenada.
-
¿Ha pasado algo?
Le pregunté directamente. Sabes que en esos casos yo no soy
de callarme mucho las cosas. La verdad es que era posible que hubiese creado
una situación algo caótica al irnos solos Jungkook y yo.
-
Nada – Contestó él. Estaba claro que había
pasado algo. Me levanté del sofá, que pronto dejé de sentir eso como casa.
Sé que Jungkook y él se quedaron hablando. Yo emití un
pequeño gruñido de disconformidad y me fui a la habitación. Sabía que tendría
que hablar contigo. Seguramente ibas a ser el único que me contase las cosas
tal y como pasaron.
“Ya he vuelto. Estoy en casa esperando a que alguien me diga
que ha pasado”.
Escribí ese mensaje y te lo envié. Leíste el mensaje al
momento, algo que era tremendamente raro en ti. Esperé un rato mirando la
pantalla, pero no recibí ningún mensaje de respuesta. No quería insistir, pero
empezaba a encontrarme algo ansioso al darme cuenta de que nadie me decía nada.
“Yoongi, ¿vas a volver?”.
Te acabé escribiendo tras cinco minutos, en los que mis
entrañas se estaban revolviendo nerviosas.
“Luego hablamos en casa”.
Esa fue la única respuesta que tuve. Empezaba a estar
cabreado otra vez. Después de que había llegado muy relajado y contento, esto
era lo que me encontraba. Era culpa tuya. ¿Por qué no te dabas cuenta de todo
lo que me hacías? Cada vez que lo pienso me dan ganas de decirte lo idiota que
eras.
Di un golpe en la pared y entonces escribí a Namjoon. Si él
no estaba enfadado conmigo, seguramente me diría que estaba pasando.
“¿Qué pasa? ¿Os habéis cabreado todos conmigo por irme con
Kookie o qué?”.
“¿Qué dices? No sé nada de que estemos cabreados contigo.
Estamos cabreados con Yoongi”.
Estaban cabreados contigo. Eso no era lo que pasaba. Pero
Namjoon nunca mentía, no estaba en su naturaleza el mentir. Realmente quería
saber que había pasado durante esos tres días.
“¿Por qué estáis cabreados con él?”
“¿No te lo han dicho?. Resulta que la misma noche trajo a
una chica y se acostó con ella. No nos avisó a nadie de que había una invitada
y casi se filtran cosas a la prensa”.
Te habías acostado con una chica. Leía ese mensaje una y
otra vez mientras trataba de asimilar la información. No sabía que significaba
eso. ¿Habíamos vuelto a terminar? Me costó asimilarlo.
No sé cuántas veces leí el mismo mensaje. Las palabras se
movían a cámara lenta por mis ojos y todo parecía darme vueltas. Era horrible.
Dejé el móvil a un lado mientras respiraba hondo. Tenía que tomar la decisión
sobre nuestra relación y no sabía si era lo suficientemente fuerte para
hacerlo.
No sé la de tiempo que pasé en esa posición. No me cambié ni
un músculo, quizás los parpados para mirar al techo. Ni si quiera miré la hora
que era cuando llegaste a la habitación. Te acercaste a mí y te recostaste
sobre mi mirándome a los ojos. Tenías esa sonrisa idiota en tu cara mientras
acariciabas mi mejilla.
-
Te he echado de menos.
Te miré y presioné los labios. La respiración se me cortó, y
tenía que contenerme para no derramar ninguna lágrima. Creo que fue en ese
momento, mirándote a los ojos, cuando me di cuenta de que en verdad dependía de
ti mi felicidad. Sentí por primera vez que mi corazón no funcionaba si tú no
estabas a mi lado.
Me besaste y yo no pude corresponder bien a ese beso.
-
Te quiero Jimin.
-
Te quiero Yoongi.
No creo que tomase la decisión adecuada. Pero creo que de
verdad necesitaba en ese momento estar contigo. Te abracé y tú me abrazaste.
Decidí hacer como si no supiese nada. Porque creía que así podríamos ser
felices.
Nos dimos unos cuantos besos. Unos cuantos abrazos y al
final estaba apoyado en tu pecho mientras me acariciabas por el pelo. Intentaba
disfrutar estando a tu lado, aunque tengo que decir que cada caricia tuya me
hacía pensar si la habías acariciado a ella también así.
-
¿Cómo lo pasaste con Kookie?
-
Apenas estuve con él. Solo necesitaba un tiempo
solo.
-
¿Por qué? ¿No hubieses preferido ir conmigo?
Preferí no contestar a eso. No quería hablar en ese momento
y solo quería dormir junto a ti. Cerré los ojos y dejé que el tiempo pasara
mientras tú me abrazabas.
Al día siguiente al despertarme ya no estabas. Salí de la
habitación y fui a la cocina. Ahí estaban Namjoon y Hoseok. Les saludé con una
sonrisa y levantando una mano y abrí la puerta de la nevera para revisar si
tenía algo de comida ahí. La verdad es que después de cuatro días sin hacer la
compra, era normal que no hubiese nada.
-
Si quieres coge alguno de mis bollos de
chocolate – Dijo entonces Hoseok.
Negué con la cabeza sin ni siquiera hablar. No me apetecía
hablar, el hecho de mover los labios, era algo que no quería hacer. Pero justo
estaba con los dos miembros más intuitivos del grupo.
-
¿Va todo bien? – Dijo entonces Hoseok.
Namjoon se limitaba a observar la reacción. Yo asentí encogiéndome
de hombros y me estiré con una sonrisa algo ligera. De esas que pones al
despertarte.
-
Voy a salir a comprar algo de comida.
Cogí una mascarilla, un gorro de lana y me puse un abrigo.
Ni si quiera me cambie los pantalones que usaba para dormir. Fui al
supermercado más cercano a nuestro apartamento. Tú estabas también allí
comprando, pero es que no quería saludarte, así que traté de ocultarme un poco.
La verdad es que no era mi intención espiarte, pero vi como comprabas condones.
Tú y yo nunca los usábamos juntos.
Pasé por caja solo con un par de cosas y volví al
apartamento. Namjoon seguía en la cocina, estaba fumándose un cigarro. Yo me
preparé un té sin hablar si quiera.
-
¿Estás así por Yoongi? Anoche no oí ninguna
discusión.
-
No he discutido con Yoongi.
-
No creo que él sea bisexual u homosexual.
Deberías olvidarte de él porque solo te hace daño.
-
Tienes razón.
En ese momento, había tantas cosas que sabía que estaban
mal, que mi cabeza era lo que iba a explotar. Preparé un par de tostadas y las
puse en un plato, las llevé a mi habitación sin despedirme de Namjoon.
Esa mañana pensé diferentes formas de comunicaros que dejaba
el grupo, que dejaba la casa y de que me iba. Aunque eso no era realmente lo
que quería hacer. Por eso, me puse a escribir esta carta.
Para decirte como me he sentido durante todo este tiempo y,
para decirte que es posible que nuestra relación no vaya a funcionar. Ni si
quiera creo que vayas a leer esta carta o que te la vaya a entregar. Pero así
ha sido nuestra relación desde mi punto de vista.
Yoongi, te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario